miprimita.com

Mis experiencias en el mundo gay

en Confesiones

MIS EXPERIENCIAS EN EL MUNDO GAY

Por: Horny

Recuerdo con emoción la primera vez que fui a un bar gay. Me invitó mi amigo Mocho, el es homosexual y aunque sabe que yo soy heterosexual, también sabe que soy de mente abierta con respecto a esos temas, así que sin pensarlo dos veces dije que si. No estábamos en la ciudad donde vivo así que ni mi esposo ni nadie conocido podría verme entrar y pensar que cambie de preferencias sexuales de un momento a otro.

Moncho no cabía de la dicha pues a el le fascina ir de bares y yo lo secundaba en todo. Esa noche había un show especial, un drag queen llamado Pamela iba a hacer su presentación musical a media noche. Llegamos a eso de las 9 algo entonados por el licor que ya teníamos en el cuerpo después de nuestra acostumbrada tanda previa de cocteles.

Entramos al bar llamado Scape y nos ubicamos en la barra. Pedimos un par de cervezas y nos dedicamos a observar. Poco a poco el sitio se fue llenando de ejemplares en su mayoría masculinos que llegaban algunos en grupo, otros en pareja y otros pocos solos; también algunos grupos y parejas de mujeres que en cualquier otra parte parecerían un grupo de amigas esperando a sus novios.

La música algo relajada al principio fue dando paso a otros ritmos muy variados como la salsa, el merengue y la música disco. Las parejas de hombre con hombre y mujer con mujer poco a poco se fueron agolpando en la pista hasta que el sitio estuvo a reventar y debían bailar muy apretados. La cercanía de los cuerpos hizo que mas de una pareja comenzara a besarse y acariciarse por encima de la ropa. Yo no dejaba de observar el excitante espectáculo que ofrecía a mi vista las parejas besándose, tetas frotándose al bailar, meseros muy ligeros de ropa y bien dotados y los hermosos rostros y cuerpos de algunos hombres, lo cual me daba algo de pena y me obligaba a pensar que era un completo desperdicio que fueran homosexuales, pero en fin, siempre he sido respetuosa de las preferencias sexuales y la vida privada de cada cual.

Algunos bailaban en grupos de 3 o mas e incluso los mas osados bailaban solos sobre alguna mesa, lo cual me animó a unirme junto con Moncho al grupo de cuerpos sudorosos que giraban en la pista sin parar coreando a gritos algunas de las canciones. Ni que decir que yo aproveché el tumulto para palpar una que otra cosa indebida...

A media noche el tan esperado espectáculo. Por una puerta lateral apareció en la mitad de la pista la bellísima Pamela, con su traje de lentejuelas y subida en unos altísimos tacones. La acompañaban un par de bailarines ondeando sedas de colores por donde ella pasaba. Interpretó algunas canciones de Thalía. Nunca podré olvidar la emoción que sentí al verla bailar y cantar como una verdadera profesional, en compañía de sus bailarines que no paraban de hacer maromas y piruetas para deleite de todos los presentes los cuales correspondíamos con gritos de júbilo y aplausos. Tanto me gustó el espectáculo que no quería que se acabara. Salió de la pista para regresar minutos mas tarde con un nuevo atuendo y tras un biombo de papel el cual rompió para dar inicio a la segunda parte del show. Yo no paraba de aplaudir, me sentía muy emocionada con todo lo que veía, todo era nuevo para mi y no lo sentía como algo ajeno y extraño, al contrario, sentía que yo era parte de todo eso. Para mi desdicha el espectáculo terminó y a eso de las 3 de la mañana regresamos con Moncho al hotel. Casi no logro dormir de lo exitada que estaba por todo lo que había visto y con muchísimas ganas de volver en otra ocasión.

Afortunadamente no tuve que esperar mucho pues unas semanas después regresé a esa ciudad en compañía de mi amiga Laura. Allí nos encontramos con Moncho el cual nos propuso ir de nuevo al bar gay. Laura es el polo opuesto a mi, no le gustan las novedades, ni soporta ver el espectáculo de dos personas del mismo sexo besándose en una pantalla de televisión, muchísimo menos podría tolerar el verlo.

Laura: Ni loca voy a un sitio de esos, yo quiero mucho a Moncho pero de ahí a ir a ver toda esa gente mostrando abiertamente sus tendencias sexuales hay mucho trecho.

Marcela: Laura no sea boba, la va a pasar bien. Nunca ha querido hacer nada diferente en su vida? Pues vamos, esta es la oportunidad, le aseguro que si deja sus tontos y absurdos prejuicios a un lado la va a pasar muy bien.

Como siempre terminé por convencerla y nos fuimos. Moncho nos dijo que esa noche habría un reinado de "Tanga Gay" y ni el ni yo queríamos perdernos la oportunidad de ver hermosos traseros desnudos.

En anteriores relatos he comentado a que me dedico, pero no sobra repetirlo. Soy ingeniera civil y debido a mi trabajo debo viajar por varios municipios del país. En cada municipio me relaciono para efectos laborales ya sea con el alcalde o con el ingeniero de Planeación u Obras Públicas. Uno de esos ingenieros era Diego con el cual mantenía yo en esos momentos una relación mas que laboral. En otro municipio conocí a Felipe, el ingeniero de Obras Públicas, con el cual tanto Laura como yo trabamos amistad puesto que Laura aparte de ser mi amiga trabajaba como mi asistente en la empresa y en ocasiones viajaba conmigo.

Continuando con el presente relato, llegamos a Scape y había un tumulto de gente en la entrada haciendo fila para entrar, así que pacientemente nos ubicamos en la parte de atrás a esperar turno. Laura estaba a punto de devolverse al hotel pero lo que vimos a continuación no solo hizo que me contagiara a mi también las ganas de irnos sino que provocó que quisiéramos que la tierra se abriera en ese momento y nos tragara. A escasos metros de nosotros estaba Felipe, el serio y aparentemente heterosexual ingeniero de Obras Publicas de uno de los municipios que visitábamos.

Laura lo vio primero que yo, pero ambas quedamos petrificadas sin poder movernos de nuestros lugares. Después pasó lo inevitable, Felipe se volteó y nos miró quedándose callado sin poder decirnos nada tampoco y seguramente pasando un calvario por dentro similar al de nosotras. Al fin yo rompí el hielo.

Marcela: Hola Felipe, que sorpresa encontrarnos aquí, tan lejos de tu pueblo.

Felipe: Hola Marcela, Laura como están?

Marcela: Bien, aquí que vinimos a acompañar a un amigo.

Hicimos las presentaciones del caso con Moncho mientras Laura seguía ahí parada, pálida y sin habla, me sorprendía que aún respirara, conociéndola como la conocía desde hacía casi 10 años, como la mujer intachable que definitivamente no rompía ni un plato.

Marcela: Y tu con quien vienes?

Felipe: Yo vine con unos amigos de esta ciudad, uno de ellos es el dueño del local.

Marcela: Ah que bien, yo ya había venido en una ocasión con Moncho, el lugar es espectacular, vinimos el día de la presentación de Pamela hace unas semanas. Laura es la primera vez que viene y eso que casi obligada.

Pasando el momento inicial nos relajamos un poco menos Laura que estuvo aburrida toda la noche. Al verse descubierto a Felipe se le salió la loca que llevaba dentro. Entramos y nos sentamos, mis amigos y yo en la barra y Felipe con sus amigos en una mesa que ya tenían reservada.

Felipe me sacó a bailar mientras que Laura con los ojos bien abiertos observaba lo que yo ya había visto la vez anterior. Mientras bailábamos le aclaré a Felipe que Laura y yo no éramos lesbianas, que habíamos entrado ahí por curiosidad pero que a mi ya me empezaban a gustar aquellos sitios, que pensaba volver mas seguido porque la música era mejor que en muchos otros lugares y en general el ambiente.

Marcela: La pobre Laura no quería ni venir, prácticamente la trajimos arrastrando con Moncho y preciso nos encontramos contigo aquí.

Felipe: Si yo casi me muero también cuando las vi y eso que con mis amigos esperamos a que fuera bien tarde para que nadie nos viera entrar. Yo pensé, con razón andan junticas para todas partes.

Marcela: Créeme Felipe que Laura y yo no tenemos ninguna relación mas que de amistad y laboral y aunque yo fuera lesbiana Laura no sería mi tipo. Además nos gustan los hombres.

Felipe: Si a mi también jajaja.

Marcela: Y como te gustan afeminados o machitos. A Moncho le gustan bien machitos.

Felipe: Pues yo le jalo a todo, con decirte que hasta a las mujeres...

Marcela: Entonces eres bisexual?

Felipe: Si, aunque mi inclinación es mas hacia los hombres.

Nos sentamos en una mesa a tomar aliento mientras tomábamos un par de cervezas y decidí confesarle algo.

Marcela: Sabes Felipe, yo una vez tuve una relación con una mujer y me gustaría volverla a repetir, es una de mis fantasías.

Felipe: En serio? Cuéntame.

Marcela: Fue a los 12 años, con mi mejor amiga de esa época llamada Silvia. Vivía casi al frente de mi casa y éramos muy unidas; recuerdo que sus labios eran voluptuosos y su mirada ardiente.

Hacíamos todo juntas, hasta nos turnábamos los novios. Yo me quedaba de vez en cuando en su casa y ella en la mía. No recuerdo en que momento comenzó una relación secreta entre las dos. Ambas éramos vírgenes pero nos gustaba meternos en el chocho un muñequito que ella tenía en su casa, un muñequito especial de material muy suave con un gorrito en la cabeza color rojo. Era el falo que compartíamos, nuestro amante secreto con el cual jugábamos cuando nos quedábamos solas en su casa viendo pornografía. Del jueguito aquel pasamos a los besos, cada vez mas profundos, a desnudarnos por completo y explorarnos con caricias, a probar las posiciones que veíamos en un libro de anatomía de su papá.

Mis relaciones con mujeres se remontaban unos años atrás cuando a los 8 años con una prima nos encerrábamos en un armario a besarnos, pero de ahí no había pasado. Con Silvia era diferente, nos comportábamos como una pareja; con ella tuve mi primera relación sexual y mi primer orgasmo. Recuerdo que estábamos ese día turnándonos para besarnos todo el cuerpo. Tenía yo las piernas colgando de la cama mientras me dejaba hacer. Me besó todo el cuerpo comenzando por mis pechitos que comenzaban a asomar y después se acostó sobre mi, nos abrazamos y besamos en los labios. Nuestros virginales chochitos tenían los primeros pelitos que salen al comenzar la adolescencia y quedaron en contacto en esa posición. Sentí entonces algo que nunca había sentido; una oleada de calor que recorrió todo mi cuerpo, un estremecimiento de la cabeza a los pies que se concentraba en mi pubis en forma de punzadas de placer que hicieron que sintiera que estaba flotando sobre la cama. No recuerdo bien que mas pasó, ni cuando comenzó ni terminó esa relación, solo se que el recuerdo de ese orgasmo me hizo sentir sucia por muchos años, unos 8 aproximadamente durante los cuales por culpa de tabúes inculcados en el seno de una familia tradicional como la mía no disfruté mi sexualidad. Eso sí, me masturbaba como loca pensando en Silvia y terminaba siempre llorando como si el hecho de sentir placer fuera algo malo o prohibido para mi. Afortunadamente todo eso pasó después y ahora si lo disfruto... y mucho. Con Silvia discutimos cuando teníamos unos 14 años por culpa de una "amiga" común que nos indispuso. Tengo entendido que ellas mantuvieron relaciones sexuales un tiempo. Ahora las tres tenemos hijos, aunque Silvia nunca se casó. La veo de vez en cuando porque aún vive frente a la casa de mis papas, pero ya no siento nada por ella.

Felipe: Gracias por la confianza Marcela. Entonces te gustaría repetir la experiencia?

Marcela: Si, mucho y de pronto hacer un trío con un hombre, es algo que he soñado mucho tiempo. Tal vez un día de estos salga acompañada de este bar por una de esas muchachas que se sientan solas en la barra, pero me da miedo, aún no estoy preparada para eso.

Felipe: Yo solo te digo que sigas tus instintos animales mas primitivos si se te presenta la oportunidad. No te dejes bloquear por esos tabúes que tu me dices por poco te joden la vida.

Marcela: Te tomaré el consejo gracias.

Y diciendo esto nos fuimos a bailar en grupo con sus amigos una canción llamada "La isla del sol"... todo lo que quiero es estar a tu lado besandonoooooos en la isla del sool. Me divertí como una enana ese día, bailé tanto que se me rompió la blusa en varias partes. Fui a darle una vuelta a mi amiga Laura y a Moncho que continuaban en la barra. Laura un poco mas tranquila me dijo al oído:

Laura: Amiga acompáñeme al baño y se queda pendiente en la puerta que me da miedo que se meta una lesbiana a hacerme compañía.

Pensé irónicamente que yo en otras circunstancias hubiera podido convertirme en una de esas lesbianas a las que ella temía en ese momento. No perdí la oportunidad de molestarla al llegar al baño.

Marcela: Entra Laurita mi amor que yo te espero y no me dejes solita mucho tiempo.

Ni que decir que Laura casi me mata con la mirada pero al fin entró al baño y yo me quedé en la puerta como un perro guardián.

Salió al rato y justo comenzaba el espectáculo de media noche. Nos sentamos sobre la barra para ver mejor los magníficos ejemplares que estaban haciendo su primera aparición en traje de calle. Luego desfilaron en boxer ajustadito, delicioso y por último en tanga. No podía dar crédito a lo que veían mis ojos, esos enormes bultos y durísimos traseros de esos hombres lo dejaban a uno sin respiración. Hasta mi amiga Laura se animó un poco y empezó a aplaudir a sus favoritos. Aunque no falto el punto discordante de la noche, un tipo flacucho, de cola escurrida, piel de leche y un ridículo tatuaje en forma de hoja en una de sus nalgas. Los travestis le gritaban fea y yo solo pensé que se necesita mucha personalidad para pararse en una tarima a competir con los otros bellos cuerpos que concursaban. Al fin el jurado se decidió por un niño de cara preciosa, bellos músculos y espectacular trasero, otorgándole la corona de "Tanga Gay 2002".

Apenas había terminado el espectáculo a eso de las 2 de la mañana cuando Laura me tomo del brazo y me dijo:

Laura: Vámonos ya que una vieja acabó de meterme mano por atrás y hasta me metió un hielo, mire como estoy toda mojada.

Marcela: Si listo vámonos ya.

Aunque pensé para mis adentros que suerte tienen algunas... yo con ganas de repetir mi experiencia con una mujer y a la que le pasan cosas es a Laura... en fin... Moncho se quedó un rato mas con un levante que hizo y nosotras nos fuimos al hotel. Laura se durmió enseguida y yo no tuve mas remedio que colocar el canal porno en el tele y hacerme un buen dedito pensando de nuevo por qué no compré el maldito consolador?

Mas de Horny

Los Pecados de Victoria

Novicia

Cinco sentidos

Comiéndome su culito

Mi reputa… ción

En el instante justo en el sitio inapropiado

Orgasmo anal

Como se bañan los hombres y las mujeres?

No tengo novio

Lo que cuesta el amor verdadero

Secretos de alcoba (2)

El Closet

Secretos de alcoba

Lo que mi cuerpo dice

Arrodíllate y chúpamela

El profe de música

Sexo, amor y lágrimas

Un largo beso de buenas noches

No eres mi tipo

Más preguntas y respuestas

Doble infidelidad

Perra obsesión (5)

Naufragios: amantes en potencia

Nunca es tarde para ser infiel

La puta y el cliente

Perra obsesión (4)

Perlas de placer

Algo más que sexo

Juegos adolescentes (2)

Durmiendo con el enemigo (3)

La cobra y el tigre

Leche y chocolate

Durmiendo con el enemigo (2)

Durmiendo con el enemigo

Ama de casa infiel

Juegos adolescentes

Leer, escribir, valorar y comentar

Perra obsesión (3)

Doble Placer

Preguntas más frecuentes

Tormenta de lava

Camino a la perdición (3)

Camino a la perdición (1)

Camino a la perdición (2)

Buscando la mujer 10: las usadas

Explorando mis orificios

La leona de dos mundos

Perra obsesión (2)

40 grados bajo las sábanas

Tantrismo: sexo y espiritualidad

Del placer al orgasmo

Prostituta sentimental

Juegos infantiles

La perla de la Polinesia

Las etapas de un novio

Perra obsesión (1)

Mi mente vuela hacia tí

Esclavo sexual (11)

El amargo sabor de la venganza

Mi pastel se ha hecho un bollo (1)

Festival de cine erótico

Sus 9 botones de placer

Chantaje

Callejón sin salida

Culona, tetona y labiona

DULCE DESPERTAR

Sea un buen animal

Esclavo sexual (10)

Cesar de nuevo...

Tríos de amor: ¿la nueva moda?

Sábanas rojas de satín

Esclavo sexual (9)

Paloma mensajera

Reten ilegal

Cesar

Esclavo sexual (8)

Amigas y amantes

Una tarde húmeda

Esclavo sexual (7)

Mi reencuentro con diego

Reglamento de mamadas

Esclavo sexual (6)

Esclavo sexual (5)

Por partida doble

Esclavo sexual (4)

Jugando con fuego

Esclavo sexual (3)

Esclavo sexual (2)

A bordo del placer

Esclavo sexual (1)

Perdidos en el Amazonas

Dolor de concha (02)

Dolor de concha (01)

La última vez con Diego

Su rica verga curva

Nueve lunes por camila

Mi primer trio

Las mieles de la lluvia

Mi primera vez por el culo

La Mecedora