CULONA, TETONA Y LABIONA
Por: Horny
Hola a todos los que se pajean o al menos fantasean leyendo los relatos de esta página. Las vidas de algunos de ustedes sexualmente hablando- podrán ser muy intensas, algunos habrán participado en más de una orgía o en una de esas fiestecitas de intercambio pero la mía es verdaderamente patética. Ya ni siquiera recuerdo la última vez que eché un buen polvo, o al menos un polvo cualquiera aunque no fuera bueno. Mi vida sexual lastimosamente se reduce a observar a mi vecina mientras me hago una buena paja o hacérmela pensando en ella, que mas da.
Se mudó hace poco, es colombiana y nuestras ventanas están muy cerca y bueno unos binoculares siempre ayudan mucho. Se llama Ángela la muy condenada pero la verdad más que un ángel parece una diablita que inspira las peores guarradas imaginables. La miro mientras se cambia, cuando sale ligerita para la playa y en la mismísima playa cuando se broncea con esas tanguitas que me hacen babear sin remedio.
Esta colombiana de 30 años es una fantasía suprema para el hombre medio. Culona, tetona, labiona. 101 de cada 100 hombres (y hasta mujeres) mayores de 12 años sueñan con revolcarse con un cuerpo así al menos una vez en la vida. A nadie le importa que tenga un hijo o el dato sabroso de que sus gomas son de verdad y que le empezaron a crecer a los 12 años. Esa clase de datos son gratuitos en el caso de una hembra como ella. Es un paréntesis en medio de lo que realmente importa, su físico abundante y generoso, digno de mina de Serpieri, a lo Drunna, pero de verdad.
En la fauna de mujeres objeto, Ángela tiene mejor cuero que cualquiera de las ex
"Baywatch", incluyendo a la torra de Pamela Anderson. Seguro que Ángela sabe
decirle "papito" al afortunado que le cata el chocho cada noche
seguramente el
atorrante de su marido. Más que tirable, Ángela es chupable, mordible,
masturbable.
Ella es un objeto, un fetiche que respira. Con su insinuación me basta, me
resta, me moja.
En el ámbito carnicero en el que me muevo, nada mejor que hablar de este rubio
monumento masturbatorio analizándolo parte por parte desde mi "observatorio
privado".
* Cabeza: El gran enigma de esta mujer es si es rubia natural o castaña clara.
Para ser honestos, da lo mismo. Rubia o castaña igual está como para pajearse
con ella
y de hecho lo hago sin falta cada día.
* Cara: Los rasgos faciales de Ángela no son ninguna maravilla. Hay mil mujeres
más bonitas que ella. Pero igual tiene su cosa. Sobre todo una mirada como
gatuna que sabe destacar muy bien sus alargados ojos cafés. Además, siendo
honestos, no es precisamente la cara lo que me interesa de ella.
* Boca: 6 de 7. Grande, labiona, poderosa, a lo Angelina Jolie y Jennifer
Gardner. La boca de Ángela es de esas bocas que dibujan sexo, que invitan a
pensar como sería si me dedicara un solo de flauta en privado. Posee de esos
labios que están profesionalmente hechos para harto más que besos.
* Cuello: Si fuera vampiro me interesaría más, si la tuviera acostada en pelotas
bajo mi guata, demás que escribo poemas acerca de su cuello, pero en la ondita
de escribir pajas de ella, mejor voy a lo que interesa.
* Espalda: Igual que lo anterior. Si te gustan las espaldas y feticheas con la
idea de morder sus lindos hombros pecosos, pásate tú la película, yo prefiero
darle con lo que sigue:
* Tetas: Son el reactor principal de este pedazo de pellejo. Ángela es un
homenaje viviente al concepto de BUSTO. Y ella lo sabe, se pasea campante,
orgullosa de sus tetas descomunales y blandas. Las exhibe como su arma
principal, la razón por la cual es una mujer deseada. Ángela conoce y confía de
las virtudes de ese par de pechugas que parecen de mentira pero que sabemos son
reales. Porque pesan, caen, sufren el efecto de la gravedad. No es la falsedad
silicónica de las habituales "california dream barbies", sino la bendita
genética. Las tetas de Ángela son ya parte de nuestro patrimonio cultural.
Alimentan teorías, fantasías, sueños húmedos y pajas de esas que queremos que no
acaben nunca. Cerramos los ojos e imaginamos que la agarramos por detrás,
poniendo nuestras palmas como copas bajo esas pechugas que nacieron para ser
sobadas, mordidas, chupadas, alabadas. Esas pechugas mayúsculas de grandes
pezones rosados con los que sueñan nuestros dientes y lengua. Esas tetas
insolentes con las que nos humedecimos imaginándonos apretados contra su
exquisita blandura, esa que sólo las tetas grandes saben darnos. Que el pulento
te salve Ángela, bendita eres entre todas las tetonas...
* Culo: Soberbio, generoso, maternal, latino, jugoso. Que Ángela tenga las tetas
que tiene es un regalo de Dios, pero que de postre nos regale un trasero así,
eso ya es del diablo. Un culo que es un culazo. Un culo que está hecho para
encender las fantasías más oscuras e incómodas, esas en las cuales nos
adivinamos trabajando cada centímetro de su abundancia posterior. Una
inspiración nerudiana a la más perfecta abundancia femenina. Su poto es un poema
triple XXX, un impulso lumínico a sobarnos y elevar himnos nacionales en su
honor. El trasero de Ángela es una soberana falta de respeto, una industria del
espectáculo por si sola, un cine y un templo, una perdición y una
bienaventuranza. El culo de Ángela es bíblico en su imagen y satánico en su
contenido.
* Sexo: Sorry, con ella, cuando quiera y como quiera. Y perdonen que no siga,
pero entenderán que después de tan detallado análisis, el resto de Ángela lo
resolvemos con las manos. Yo en las mías, ustedes en las suyas. Y descansen
pajeros donde quiera que estén.