ESCLAVO SEXUAL VII
Por: Horny
CONTINUACIÓN DEL RELATO ESCLAVO SEXUAL VI
Marcela: Alex, necesito esa bata que tiene puesta
Alex: Disculpe doctora, le escuché bien?
Marcela: Como lo oyes Alex, te recuerdo que esa bata es de mi marido y la necesito de inmediato
Alex: Si, enseguida voy al cuarto a vestirme y se la traigo
Marcela: Creo que no me he hecho entender Alex quiero que te la quites aquí mismo.
Alex: Pero doctora estoy desnudo, no tengo nada mas debajo y
Marcela: Diste en el punto Alex, eres un hombre inteligente sin duda. Lo que ocurre es que ver el cuerpo de un hombre desnudo me ayuda a conciliar el sueño es una manía que tengo
Alex: (pasando saliva) Como usted diga doctora
Y diciendo esto desamarró la bata la cual tenía ligeramente anudada a un lado. Luego la abrió lentamente No podía dejar de ver el hermoso espectáculo, su piel sudorosa, su verga completamente tiesa, su respiración agitada, su rostro nervioso, sus ojos mirando al piso La bata cayó al suelo a sus pies
Marcela: (devorándolo con la mirada) Ves que no era tan difícil? Ahora seguramente ahora dormiré mucho mejor. Vístete y vete.
Alex, un poco sorprendido, se agachó a recoger la bata y se disponía a irse. Con esta actitud supe que el había entendido de una vez por todas quién tenía la sartén por el mango, pues no había intentado hacer absolutamente nada por contradecirme. Comprendí que había llegado el momento
Marcela: Espera Alex, quiero enseñarte algo.
Me quité la bata y lo dejé contemplar mi cuerpo desnudo para su asombro. No podía dar crédito a sus ojos pues todo se imaginó menos que recibiría la recompensa de ver mi desnudez, centímetro a centímetro, a menos de 3 metros de donde el se hallaba. No podía moverse pues la fuerza poderosa del respeto lo tenía clavado en donde estaba. Sus ojos me recorrían de la cabeza a los pies y viceversa, deteniéndose en aquellos lugares que más le llamaban la atención.
Marcela: Debo ir al baño Alex, ya regreso.
El ni siquiera se atrevió a moverse de su sitio mientras fui al baño a orinar. Después de hacerlo no me molesté en limpiarme pues tenía mejores planes para esas pequeñas gotitas que se escurrían un poco por mis piernas mezcladas con parte de mis fluidos vaginales que comenzaron a hacer su aparición desde el instante en que el apareció en mi puerta después de mi llamado.
Regresé a la habitación y me paré a poca distancia de donde el continuaba de pie. Lo miré a los ojos y me sonreí. El sonrió también imaginando que a lo mejor lo besaría o le pediría que durmiera en mi cama, pero lo que le dije no se le había pasado por la cabeza en ese momento
Marcela: Arrodíllate.
Sin demora alguna lo hizo.
Marcela: (con una sonrisa irónica pintada en el rostro) Resulta que no encontré con qué limpiarme en el baño así que tendrás que hacerlo tu lámeme
Dudo unos segundos antes de acercar su boca a mi sexo brillante y comenzar a lamer muy tímidamente la parte exterior de la rajita. El contacto de su lengua húmeda y cálida en ese punto tan sensible me hizo estremecer. Eché mi cabeza hacia atrás para disfrutar de sus lametones que fueron haciéndose cada vez más intensos. Luego subí una pierna en una silla para permitirle el acceso a mis cavidades más íntimas con toda comodidad.
Por un momento bajé la mirada y mis ojos se encontraron con los suyos. Su rostro estaba completamente brillante, untado de mis abundantes flujos lo cual me excitó aún mas haciendo que moviera mi cadera para pegarla mas a el y restregarle mi chocho por su mentón, labios y nariz. Como se veía de hermoso su rostro así, tan sumiso y dispuesto a procurarme placer sin importarle el suyo, eso es algo que nunca olvidaré
Se aproximaba el momento del orgasmo pues su hábil lengua había tocado mis puntos más sensibles en el momento indicado y a la velocidad adecuada como todo un experto.
Unos segundos mas tarde me vine en su boca, gimiendo como una loca, con la respiración agitada y apenas logrando mantenerme en pie. En ese instante lo tomé por la cabeza y lo apreté contra mí casi hasta asfixiarlo, para prolongar tan delicioso momento.
Cuando los espasmos cesaron me aparté de el. Me agaché y le pasé la lengua por los labios para probar un poco mi sabor.
CONTINUARÁ