EL OTRO DIA ME CONTARON...  “EL MARTILLO”

California (28/05/2011)

 El otro día me contaron que un señor se acercó a un establecimiento público en el que tenían expuestos para su venta multitud de artículos de uso doméstico. Este señor preguntó a un dependiente de ese establecimiento si tenían “martillos”, el dependiente le indicó que sí, algo les quedaba.

 El cliente vino a explicar al dependiente que no deseaba comprar un martillo “normal”, sino uno que tuviera una doble función; Que dicho martillo fuera capaz de romper el hielo que tenía acumulado en el congelador de su frigorífico sin que éste sufriera deterioro alguno, y, por otra parte, sirviera para poder ROMPERLE LA CABEZA A SU JEFE.

El dependiente miró al cliente con un gesto de ambigüedad, como si estuviera pensando, y a continuación le dijo:

n      Sígame señor, creo que tenemos lo que usted necesita; lo que ocurre es que sólo nos queda un modelo que resulta ser un sucedáneo de otros de mayor calidad, y por lo tanto de mayor precio. Éste –le dijo mostrándole la herramienta— sólo le va a costar DOS EUROS, y para los propósitos a los que usted lo va a destinar, este establecimiento no puede garantizarle su total eficacia.

n      En lo que se refiere al hielo acumulado en su frigorífico, creo que no le será difícil conseguir su propósito, ya que, como usted puede comprobar, esta parte del martillo, estriada y puntiaguda, resulta muy útil para tal menester, y tratando la herramienta con cuidado, usted puede deshacerse del hielo sin que su electrodoméstico sufra daño o deterioro alguno.

n      En lo que se refiere a la segunda cuestión que usted plantea, este establecimiento no tiene la total seguridad de que usted alcance el objetivo deseado. Todo depende de LO DURA QUE TENGA LA CABEZA SU JEFE, aunque si lo emplea con contundencia puede usted llegar a sentirse satisfecho... de la herramienta, por supuesto.

n      En este segundo caso, también cabe la posibilidad de que ESTA HERRAMIENTA SUFRA ALGÚN DETERIORO. Y en este sentido paso a advertirle que este establecimiento no se hace responsable de este tipo de desperfectos. No obstante, este establecimiento estará complacido en recibirlo, si así lo desea, para que nos tenga informados del resultado obtenido de su uso y propósito. La opinión de los señores clientes siempre la hemos tenido muy en cuenta, y así la haríamos llegar a la empresa fabricante, al objeto de mejorar la calidad de nuestros productos.

Sobre el precinto, plastificado y trasparente, que envolvía la herramienta podía leerse la siguiente frase:

FS, S.A. (Fabricantes de Sueños, Sociedad Anónima)

Vivimos por y para usted, tratando de ayudarle a que sus sueños se hagan realidad.

FIN.