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Jérboid 6X1 (Avance)

en Amor filial

JÉRBOID 6X1 (Avance)

Un relato escrito desde más allá de las estrellas, que avanza desde el pasado y progresa superando estratos y dimensiones siderales, hasta alcanzar el presente... ¿de hoy? ¿de mañana?... De no se sabe cuando.

-          “Nooooo, noooo... huyamos, corramos, nos persiguen, pero... espera Jerboidia, ayúdame, tu corres mas que yo y lo sabes... no me dejes morir ante estas bestias...

 

Ella no me escuchó, se metió en el agua y chapoteó, bípeda y veloz, hasta alcanzar la barca de salvación. Cuando llegó hasta ella, se giró y me miró. Me quedaba media planicie arenosa por recorrer hasta alcanzar la orilla, aquellos monstruos me perseguían endiablados. Podía oír sus gruñidos y sus zancadas tras de mí, sentir su furia depredadora, su lujuria y avidez de sangre. Me sentía aterrorizado, seguro de mi muerte... era mucho el trecho que quedaba hasta llegar a esa orilla salvadora, como para poder salir ileso de sus zarpas y de su hambre devoradora. Y fue entonces cuando Ella, Jerboidia, desde la barca de salvación, me miró y emprendió veloz carrera en pos de mi rescate, con toda la velocidad que le permitía su Ser y su Anatomía alienígena, se revolvió entre las aguas, parecía volar entre ellas, levantando sendas olas a su paso, apartando el viento y desafiando las leyes de la gravedad conocidas.

 

Cuando ya me sentía desfallecer por el cansancio...

 

 

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Y así ese roboide habló:

 

-          El índice de su curva vectorial de inteligencia se aproxima en mucho a los prototipos primigenios del nivel 6X1. No está nada mal para no ser una Arquitectura Roboide.

 

-          El cuadro modal de probabilidades indica que está capacitada en un 99% para que en un corto periodo de tiempo pueda hacer inteligible a su entendimiento el manejo de un vehículo espacial en todos sus componentes; su capacidad en la toma de decisiones ante acontecimientos imprevistos, registra un margen de error estático positivo, que tiende a corregirse y desaparecer por regeneración instintiva asimilativa, incidiendo de manera afirmativa y ascendente en su curva vectorial de inteligencia, aproximándose a la fusión logarítmica exacta del prototipo 6X1.

 

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 Una vez acabado el periodo de transgenización, se me puso el brazalete en mi brazo derecho, se me devolvió la tarjeta de instrucciones y se me condujo hasta el vehículo espacial, en el cual yo era su única tripulante. Desconocía el tiempo de duración de esa misión y la carga que transportaba, así como el reporte a mi lugar de origen. El acceso a esos datos me estaba restringido en las computadoras de la nave, al menos de momento.

 

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Ese año todo había funcionado bien... ¡Demasiado bien diría yo! La relación proveedores/clientes se manifestó de manera tan equilibrada que acabamos ganando un montón de dinero con nuestro negocio, y por fin, tras varios años de sudores y fatigas para salir adelante, ese año pudimos colgar en nuestro negocio el cartel de “Cerrado por vacaciones”. Un negocio familiar que compartíamos mi cuñado y yo, con la intervención de mi hermana como eje sexual central entre los dos. A nivel personal, el negocio funcionaba a las mil maravillas: mi hermana y yo siempre habíamos mantenido una estrecha unión de hermanos desde bien pequeños, y mi cuñado resultó ser una persona tan afable como graciosa y desenvuelta, con un espíritu de trabajo y superación que le honraban. Y entre los dos estaba mi hermana, que gozaba de contemplar la relación de amistad que teníamos mi cuñado y yo.

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Que las mujeres se saben hermosas y deseables, eso no es bastante, se preocupan de demostrarlo todos los días. El cuerpo de mi hermana estirado al sol se asemejaba al de una diosa dispuesta a que la copularan allí mismo. Su bikini mojado se pegaba a su cuerpo poniendo en lascivia los pensamientos de mi cuñado y los míos. Sus pezones punteaban libidinosos debajo del bikini. Se lo desabrochó liberando esas apreturas y sus senos, jóvenes y turgentes explayaron su hermosura ante nuestros ojos. 

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---(Habla Ella)---

Esa sauna parecía construida para nosotros. Éramos tres: mi marido, mi hermano y yo. Estábamos los tres sentados, desnudos... sudando a mares, con la mirada fija en el Yacuzzi triangular que teníamos delante, esperando a que por justa y beneplácita programación, se llenara de agua tibia para relajar nuestros cuerpos castigados por los efectos de la sauna. Así fue; al poco se encendió una luz verde y el Yacuzzi empezó a llenarse de agua, mezclándose con otro chorro que expulsaba sales minerales vitaminadas. Los tres nos pusimos en pie mirando el Yacuzzi, esperando a que se nos diera la orden de poder meternos en él. Cuando se hubo llenado lo bastante para que nuestros cuerpos tumbados pudieran sumergirse totalmente, se apagó ese piloto verde y así lo hicimos. Estirados en los vértices del triángulo del Yacuzzi, pudimos gozar y reconfortarnos de la tibieza termal y vitamínica de su agua. Nuestros poros estaban abiertos y así nuestros sentidos.

Mis dos machos se estaban poniendo calientes y excitados ante el borboteo de las aguas sobre mi cuerpo; mis dos tetas y sus pezones más que puntiagudos se insinuaban entre las burbujas del agua del yacuzzi...

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Sabíamos que en la barca y entre las aguas nos encontrábamos a salvo de esas bestias. Habíamos tenido los tres una noche de sexo inolvidable, allí en la misma barca, pero a pesar de esto, había que buscarse el alimento y el sustento... no sabíamos cuanto podía durar esa situación. Así pues, cuando alentó el alba sus primeros albores de luz, aún dormidos mi hermana y mi cuñado, salí de la barca y agapazado entre sus aguas nadé hasta la orilla. El trecho del claro descubierto de esa orilla era largo hasta alcanzar la protección del follaje selvático del bosque. Tomé aliento y corrí lo más rápido que pude para alcanzar aquella foresta en el menor tiempo posible. Cuando llegué hasta ella me sentí protegido y a salvo. Reposé, tomé aliento y escuché... se oía como un rumor lejano, un sonido que parecía hacer temblar la tierra... observé pequeños animales nunca vistos antes, que corrían en dirección contraría a ese sonido. Corrí en su misma dirección sin saber a donde me dirigía. Entonces apareció ella, bípeda y veloz como ella misma. Cuando me sobrepasó en su carrera, giró su cabeza y me miró. Le devolví la mirada y seguí corriendo en su misma dirección.  Ella corría a mayor velocidad que yo, dada su complexión atlética y anatómica, pero procuraba no distanciarse de mi, como para que la siguiera...

 

 

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Cuando despertaba y la veía apoyada en esa especie de barandilla que había construido en su choza arborícola, solo tenía que apartar su rabo, de más de un metro, a un lado y empezar a follarla. Y mientras gozábamos, cada uno a su modo, del sexo intersideral, no apartábamos la vista de aquel claro en la selva que nos permitía ver el mar y esa barca de salvación encallada en sus orillas.

 

 

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Desperté sudando y sobresaltado, palpé al  lado de la cama y la noté allí, junto a mí, respirando aliviado, le dije:

-          Una noche más, he vuelto a soñar, Jerboidia... he vuelto a soñar con todo aquello... no te quiero presionar porque te quiero mucho, pero yo sé que tú lo sabes... Tú sabes qué ha pasado con mi hermana y mi cuñado...

Jerboidia puso un dedo en mis labios indicándome que callara, que no siguiera hablando, y a continuación me dijo:

-          Algún día te lo contaré Pedro, te lo contaré todo. Ahora... ahora... fóllame y hazme tuya, como me follaste en aquella selva que nos encontró y nos unió. Haz que me sienta de nuevo en mi Ser... ya me considero tan humana y terrestre como tú.

Jerboidia me montó, me cabalgó... gocé y gozamos los dos tan dulce, morboso y sublime, como aquel primer día que copulamos en su choza arborícola, más como animales que como otra cosa. Su rabo había decrecido después de aquel evento fantástico que nos había devuelto al mundo real. Algún día Jerboidia tendría que explicarme todo. Su rabo había quedado reducido a unos cuantos centímetros que morbosamente alcanzaban a acariciar mi polla cuando entraba y salía de su vagina.

* Este relato está pendiente del registro de sus derechos de autor antes de publicarse en su versión completa.

California, “Jerboid 6X1” © España 2011

 FIN.