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Chofer y niñera, la alegría de la casa 4

en Grandes Series

La vida en la casa seguía sin grandes novedades, yo llevaba al jefe, a veces a hacer

alguna visita, y hacía poco más.

Mi mujer, ayudaba en la cocina, pero poco también. había una cocinera estupenda con

dos ayudantes, que lo hacían practicamente todo.

No nos matábamos a trabajar, la verdad, y la cuenta corriente iba engordando.

 

Miguel se llevó un dia a mi mujer, a un club de intercambios, porque él no tenía

pareja, pero no hubo ningún problema.

Los vi llegar con su ferrari, y mi mujer venía contenta. No se si me molestó más eso,

que cuando la cabreaba, pero no merecía la pena, darle más vueltas.

La tormenta llegó, el día que vino a vernos, Alicia y su hermano.

El chaval había crecido, y no parecía tan crío.

Nos fuimos a pasar el día,  a una playa cercana, y no quitaba los ojos de las tetas de

mi mujer, el chaval  no se molestaba en disimular el bulto de su bañador.

A mi mujer le hacía gracia, y le provocaba, poniéndose crema por las tetas, con

regodeo.

Yo pensaba que le iba a explotar la polla.

El día iba bien, hasta que el niñato le dijo.

Necesito follarte otra vez.

Mi mujer lo miró perpleja, y me miró a mí, que estaba delante, algo vió en mi mirada,

que hizo que supiera que era verdad.

Cu cuando?... Cu cuando?... intentó preguntar. mientras nos miraba con cara aturdida.

El chaval le dijo.

Luego te lo enseño, me he dejado el ordenador en la casa.

Resultó, que el chaval, tenia 4 cámaras grabándolo todo, le gustaba ver a su hermana,

con sus ligues, ya fueran chicos, chicas, o parejas, ya comenté que alicia, era muy

liberal.

Cuando llegamos a mi habitación  los cuattro.

Nos puso los videos, que mostraban como se follaba a mi mujer drogada.

y como su hermana hacía de todo.

Si me dejais repetir, pero con más tranquilidad, los borro, y aquí no ha pasado nada.

si no me dejais, tendré, que  colgarlos en internet, y quedarés un poco mal los dos.

Mientras decía ésto comenzó a sobar el pezón de mi mujer, por encima de la blusa,  con

la punta del dedo.

En un momento, parecía que los pezones iban a romper la tela,

le cogió la mano, y la llevó hacia sus huevos.

Mi mujer me miró aturdida, con una cara de matarme, estaba dolida, por haberla

drogado, pensaba que no me lo perdonaría nunca.

La mirada que le echó, a su amiga Alicia, no fue mucho mejor.

Hizo un gesto airado, y le quitó el bañador, al chaval, y comenzó a darle lametones,

como una posesa, mientra le acariciaba los huevecillos. luego, se la metío entera, en

la boca, incluyendo los huevos, el chaval, alucinaba,

Había aprendido autocontrol, desde la última vez. pero cuando mi mujer le metío el

dedito por el culo, ya no pudo más, y se corrío en la boca.

Mi mujer,que en eso era una experta, le agarraba el culo con las dos manos y empujaba

contra su boca, mientras el chaval, tenía un orgasmo intenso.

Lo que no me esperaba, es que viniera a darme un beso profundo, con la boca llena, de

semen, y me dijera,

-Yo también te quiero mucho.

Miro al chaval, y le preguntó,

¿Te has follado alguna vez un culito.?

El chaval meneó la cabeza, diciendo que no.

Pues un culito, es un culito, no hay ninguna diferencia, si es de un hombre o de una

mujer, te lo voy a demostrar.

Se vino hacía mí. y me dijo.

-Si quieres volver  a verme, aguanta y calla.

me dió la  vuelta, me quitó la ropa, y me apoyó, sobre la mesa, con mi mulo al aire.

 

Llamó al chaval, y le dijo, ven mira, intenta meter el dedo.

El chaval lo intentó, y dijo, que estaba muy duro.

Eso es por los músculos del esfinter, que están tensos, hay que dilatarlos con crema

lubricante, toma ponte un poco.

Prueba ahora.

El chaval me metió un dedo, y empezó a dilatarme el ano, siguiendo las instrucciones

de mi mujer, cuando ya estaba a punto, le dijo.

Venga prueba, ya verás que estrechito.

El chaval acercó su pene a mi culo, e intentaba meterlo, sin éxito. hasta que entró la

punta.

Ahora deberías quedarte ahí un momento, para que acabe de dilatar, pero como es un

cabrón, métela entera de un golpe.

Así lo hizo, y me hizo mucho daño.

Mientras me follaba a su antojo, le decía a mi mujer,

Esto es mejor que un chocho, está mas ajustadito, que pasada.

Pero necesito tetas, me gustan las tetas.

mi mujer, se acerca, y le dice,

-se puede tener todo.

y no dejaba de darme por culo, mientras le sobaba las tetas,

Hasta que al final se corrió, y noté como se me derramaban dentro.

El chaval nos miró, y nos dijo, vuestros archivos, dadlos por borrados, pero los

tuyos, Alicia, ya te diré en casa lo que has de hacer para que los borre, ahora que he

descubierto los culitos, je, je..

Cuando Alicia  y su hermano, se marcharon, yo no sabía que decir, y fue mi mujer, la

que tomó la iniciativa, y me dijo,

-Esto no cubre, lo que hiciste, me debes algo aún, ¿en que estabais pensando, cuando

me drogasteis ?

Estuvo un buen rato pensando, como si tuviera ruedecitas en el cerebro, girando a toda

velocidad. Debia de estar pensando algo que me humillara, pero ya me habían hecho de

todo, no debía ser fácil encontrar algo que lo superara.

Hasta que se le iluminó la cara. y me dijo.

-No te muevas, ahora vuelvo.

Me quedé asustado, de qué podía haber pensado.

Volvió al cabo del rato, con los dos ayudantes de la cocinera,un chino y un negro.

al poco rato, llegó miguel, con una sonrisa.

Todos se desnudaron, Miguel con su polla gorda y grande, el chino, normalita, y el

negro de dos metros, con un aparato digno de la mejor peli porno, enorme, grueso y

atemorizador.

Miguel se tumbó, de espaldas en la cama, y me mujer, se sentó encima de el,

introduciendo su pene erecto lentamente en su conejito, cuando llegó hasta el fondo

empezó a moverse lenta y rítmicamente, la jodida, tenía sensualidad a raudales.

Le hizo un gesto al chinito, de que le diera por detrás.

No podía creérmelo, llevaba años queriendo hacer eso con mi mujer, y siempre me había

dicho, que su morfología, no se lo permitía, que no podía ser.

y allí estaba follandose a dos tíos a la vez, mientras le hacía una mamada de

escándalo al negro, nunca entenderé, como podía meterse eso entero, le tenía que

llegar hasta el ombligo.

Miguel y el chino, se corrieron a la vez, pero el negro aguantaba,

mi mujer se deshizo de todos y se espatarró en la cama, diciéndome que fuera,

me tumbé encima de ella, pero no me dejó meterla,

me cogió la cabeza por la nuca, y le hizo un gesto al negro,

yo estaba alucinando, eso no entraba en mi culo ni por casualidad.

Allí estaba yo, a cuatro patas encima de mi mujer, notando el peso de una polla enorme

en mi espalda, y mi mujer mirándome con cara de sádica.

Alguien, empezó a untarme crema, y a dilatarme el ano, noté un dedo primero, luego

dos.

Luego un dolor intenso, un fuego que me abrasaba, el negro, iba rompiendo a su paso,

desgarrando, no había otro camino. mis gritos debieron ablandar a mi mujer, pues le

hizo un gesto, para que lo dejara.

Tenía el ano desgarrado y sangraba mucho.

No esperaba una venganza tan dura, y tenía que estar contento, porque me quería, si no

fuera así, me hubiera dejado.

De ahí, fuí al hospital, pasé mucha verguenza explicando el caso.

Me lo merecía.