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Los hermanos y la novia

en Amor filial

Soy Martina, una morenita con el pelo corto de 25 años, de 1,65 de altura, con unos pechos grandes, y  un culito resultón.

Este día habíamos ido a una discoteca con mi novio Pablo, un chico moreno, de muy buen ver, alto y  fornido.

Nuestra relación estaba en un punto muerto, pues Pablo no quería hacer nada que se saliera de lo habitual, y yo ardía en deseos de explorar cosas nuevas, algo de morbo, lo que fuera, necesitaba algo que nos sacara de esta rutina monótona.

Ese día me había puesto una faldita corta, con un tanguita minúsculo, a ver si le animaba un poquito.

En unos de los reservados vi a Eva, la hermana de Pablo.

Le tenía una envidia sana a Eva, era todo lo que yo no era, alta, con unas piernas que no acababan nunca, con un culo perfecto, piel oscura con un bronceado uniforme, unos pechos grandes, pero con unas curvas de vértigo. Era sencillamente espectacular.

Pero lo que más envidia me daba, era la sexualidad que desprendía, y cómo la usaba libremente, sin ataduras. Era muy liberal, y participaba en tríos, orgías, chicas, se apuntaba a todo, cuando me contaba estas historias, a mí de dejaba embelesada.

Me acerqué al reservado a saludar a Eva, y vi que estaba con una amiga y tres chicos más.

-Hola Martina, siéntate, me dijo.

-No, me voy, que he venido con tu hermano, solo he pasado a saludar.

-Pasa, que te quiero enseñar una cosa.

El reservado eran unos sofás en forma de U, con una mesa fija en el medio.

Cuando pasaba por encima de uno de los chicos, me tiró hacia atrás por la cintura, y caí, encima de su verga, estaba trempado, y me tuvo un ratito ahí encima. Yo sentía el palpitar de esa tranca, que quedó presionando mi culo, me puse muy cachonda.

Eva, que lo vio, me dijo.

-Quédate ahí, que estas bien,

Mientras Eva me iba contando cosas de las que ni me acuerdo, el chaval que tenía debajo, se saco la polla y la pasó por entre mis muslos, pensaba que me daba algo, estaba chorreando, que pollón, atravesaba mis  piernas y aún sobresalía un buen trozo por delante, como si fuera mía. El chico me cortó la tirita del tanga, y mis labios vaginales quedaron envolviendo el pene, caliente y húmedo. Se movía suavemente, y veía aparecer y desaparecer la punta entre mis muslos.

Estaba excitadísima.

No sabía porqué le estaba dejando hacer, nunca había actuado así, quizás fueran las copas que me había tomado.

En uno de los movimientos, fue un poco más atrás, y cambiando el ángulo, apuntó a la entrada de mi coño, que estaba humedecido  y preparado para recibir. Lentamente llegó hasta el fondo, Diossss,  que gustazo, estaba a mil. Me llenaba plenamente.

Un dedo experto, empezó a acariciar mi clítoris erecto y jugoso, estaba disfrutando de lo lindo. Estaba a punto de correrme.

En ese momento llegó mi novio, que venía a saludar a su hermana.

-Hola Eva, ¿Como va todo?

Yo no sabía que hacer, Tenía una polla enorme clavada en mi coño, y el tío no dejaba de acariciarme el clítoris. Con mi novio delante.

Se iba a dar cuenta. Tenía que notarlo.

Recé para que mi novio se fuera rápido, pero no se iba.

Eva estaba que se salía, de lo que se estaba divirtiendo.

Yo intentaba contenerme, pero no podía más, tuve un orgasmo intenso, y apreté las piernas con fuerza, sentía  esa verga dentro de mí, en toda su plenitud. Y mi orgasmo desencadenó la corrida del tío también, sentí como me regaban por dentro.

 

Algo se debió notar, porque mi novio me dijo.

-¿Estás bien?

-Si, es que me ha dado un calambre en el brazo, no es nada.

Menos mal que Eva se apiadó de mí, y me echó un cable, llevándose a su  hermano a presentarle a no se quien.

Cuando se hubieron ido, pude respirar tranquila, me levanté, me guardé las bragas rotas en el bolso, y me limpié el esperma, que chorreaba de mi chocho y caía por mis muslos.

Le di un beso suave en los labios a mi follador, y me fui a buscar a mi novio.

 

Estuvimos hablando de cosas sin importancia, pero yo no podía quitarme de la cabeza lo que acababa de pasar, no era solo el polvo, era el morbo, el miedo a ser descubierta, el placer de no haberlo sido, había sido algo alucinante, nunca me había sentido tan bien, tan eufórica, con tanta confianza.

Mi novio, ni se dio cuenta de que no llevaba bragas.

Cuando nos íbamos, nos despedimos de Eva y quedamos todos, para vernos al día siguiente en la playa.

 

Estaba siendo un día de playa estupendo, el agua estaba en su punto, el sol brillaba sin nubes.

 

No dejaba de admirar a Eva, desnuda, ganaba aún más, su piel oscura perfectamente bronceada, su conejito depilado con una línea estrecha de pelo definida, era espectacular.

Su amiga era más rellenita, con unos pechos enormes, era maja, pero no desprendía la sexualidad de Eva, y los tres amigos, estaban para comérselos.

Era una playa nudista, yo me estaba poniendo cachonda de ver al chico que me folló la noche pasada. Cada vez que le miraba la polla, me la imaginaba dentro de mí, y me iba encendiendo.

Los chicos se habían ido a buscar unas bebidas, y Eva me dijo.

-¿Has estado alguna vez con una chica?

- Le dije que no,

-Eso tiene arreglo, me dijo, mientras apoyaba su mano en mi coño.

Empezó a jugar con mis pelitos recortados, y se iba acercando cada  vez más a mi clítoris.

Yo la dejaba hacer, me gustaba, era una experta. Estaba disfrutando de las caricias, cuando noté una lengua en mi vagina,

miré, y era la otra chica rellenita, que me daba lametazos con dulzura.

Entre las dos, no tardaron ni 3 minutos  en hacer que tuviera un orgasmo.

Eva me preguntó.

¿Te va bien con mi hermano?

-No sabría decirte, estamos en un punto muerto, no consigo que disfrute de la vida, piensa demasiado en todo, no quiero morirme de aburrimiento, y ya no se que hacer.

Cuando vuelva, me lo follo, ya verás como os va mejor.

La miré con cara sorprendida,

-Es tu hermano, ¿Estás loca?

El se piensa que no lo se, pero lleva desde niño, haciéndose pajas mirándome.

Me espía en la ducha,

 entra en mi cuarto cuando cree que estoy dormida, yo procuro llevar ropa sexy, o estar desnuda y lo escucho jadear cuando se corre.

Necesita pasar página. Esta anclado ahí.

Hoy puede ser un buen día para ello, procura que beba bastante, yo me ocupo de lo demás.

 

Estuvimos bebiendo mucho, charlando, contando chistes, nos lo estábamos pasando muy bien.

Estaba adormilada cuando vi que Eva se ponía a cuatro patas. Y le di un codazo  a mi novio.

La visión era espectacular, ese culito bronceado, con esos labios jugosos, saliendo entre los muslos.

Uno de los chicos se puso de rodillas detrás de ella, y se la metió del tirón.

Le echó un polvo salvaje, y la saco chorreando. Mi novio la tenía durísima.

Le dije.

-Tu hermana no se ha corrido, ven.

Le cogí de la mano y le ayudé a levantarse, lo lleve hasta su hermana. Le hice arrodillarse, y yo misma le guié la polla al interior del chochito de su hermana, que entró deslizándose suavemente.

El se quedó un momento indeciso, pero los instintos hicieron el resto.

Empezó a follarla con dulzura, suavemente, como un niño con una piruleta que no quiere que se gaste enseguida.

Le acariciaba las tetas, mientras gemía de placer.

Eva le animaba, le decía cosas dulces al oido.

-Ya estás en casa, fóllame, lo necesitaba, apriétame más las tetas, córrete dentro que quiero sentirte.

Fue un polvo muy bonito.

Mi novio tuvo un orgasmo intenso y duradero.

 

Estábamos tumbados descansando, y le hice un gesto a la chica rellenita, para que viniera.

Se sentó a horcajadas, encima de mi novio, y empezó a rozar su polla flácida con su conejo.

Cuando se le puso dura, se puso encima, y mientras la polla de mi novo iba entrando en el chochito, empezó un movimiento rítmico. Estábamos hipnotizados viendo como se movían esas enormes tetas.

Estaba muy excitada, me puse a cuatro patas, para besar a mi novio.

Noté como uno de los chicos me empezaba a dilatar el culito con un dedo.

Yo besaba apasionadamente a mi novio en los labios,

Cuando me quise dar cuenta, ya tenía la polla entera del chico, dentro de mi culo, y me follaba con ganas.

Entre morreo y morreo, le dije a mi novio.

-Cariño, que no te moleste, pero me están dando por culo.

Y el me respondió.

-Y a mi me está follando una mujer estupenda, mira como se le mueven las tetas.

 

Desde ese día, las cosas fueron muy bien, nos casamos, somos muy felices.

Y follamos como conejos.

pd: No sabía donde colocar este relato, espero que no esté aquí fuera de lugar.

dedicado a izem, con quien estuve discutiendo el argumento.

 

 

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