«Desmontando mitos falsos»

A la mayoría de los hombres, entre los cuales me incluyo, nos desagradan muchos mitos y leyendas urbanas, que sin saber por qué, forman parte de la cultura popular, hasta el punto de parecer verdades absolutas sin serlo.

Creo que ha llegado el momento de hablar sin tapujos sobre algunos de estos temas, y dejar claro de una vez por todas, la realidad de estas falsedades desde un punto de vista científico.

Existe la creencia de que a los hombres nos gusta ver un pezón erecto bajo una camiseta mojada, falso. Eso nos produce una sensación muy parecida a la del sonido de las uñas deslizándose por una pizarra. Nuestra reacción inmediata es apartar la vista y tratar de pensar en otra cosa. Es algo muy desagradable, por favor chicas: Procurad no mojaros, evitaréis que pasemos ese mal rato.

Otro mito muy extendido, el de las colegialas con falda a cuadros. Todos los días me encuentro con diez o doce en mi vida cotidiana. Agachándose y dejando al descubierto el tanguita tras el que se vislumbra el monte de Venus. Por favor… Eso es algo que a todos los hombres nos desagrada mucho, nos hace pensar en nuestras hijas, y si no las tenemos, en las que tendremos. Nos preocupa y nos trae a la cabeza los problemas de la enseñanza actual, los ciclos de formación, las tasas de la universidad... Procurad que al agacharos no se os vea el tanguita, es muy desagradable.

Otro mito que a mí me molesta mucho, es la creencia de que nos gusta veros tragar hasta la última gota. ¡Por Dios…! ¿Pero alguien puede creer que nos gusta que al corrernos os traguéis todo el semen? ¿Pero de dónde vendrá esa falsedad absurda? No, no nos gusta que nos ordeñen, ni que nos limpien el pene con la lengua hasta sacarle brillo. A la mayoría de la gente sana y normal, nos gusta corrernos sobre una servilleta de papel de forma higiénica, limpia y efectiva. Si alguna gota entra por accidente en vuestra boca, no pasa nada, no sois perfectas. Pero procurad no relameros mientras la tragáis. Por favor, usad las servilletas, pensad que si no os decimos nada, es sólo por educación.

El sexo en los aviones… Estoy harto. Cada vez que vuelo, tengo que echar a varias azafatas del lavabo, es estresante. En cuanto te descuidas, ¡Zás! Se ha colado una, y aprovechando que tienes el pene fuera porque estás meando, te echa un polvo salvaje. Antes sólo pasaba con las aerolíneas “Premium”, pero últimamente ya pasa con todas, hasta en las “Low cost”. Deberíamos poner una reclamación conjunta para evitar esas situaciones. Una vez no molesta, pero  para quien viaja mucho como yo, es agobiante y penoso. Nuestras mujeres lo notan… Llegamos a casa sin ganas tras las agotadoras sesiones de sexo.

¿Y el de las gemelas lesbianas? Ya sabemos que todas las gemelas con cierto atractivo son lesbianas y adictas al sexo, pero es algo que debéis de llevar en vuestra intimidad. Los hombres no somos responsables de ese defecto. Ver todos los días a cuatro o cinco parejas de gemelas desnudas haciéndoselo en los parques, la consulta del médico, las estaciones de trenes... Es bochornoso, a los hombres nos entristece, nos da mucha pena que no sepáis controlar vuestros instintos. Por favor, hacedlo en casa de forma discreta, que no nos gusta verlo.

¿Y las amigas? ¿Qué mente calenturienta piensa que nos excitan vuestras amigas? Llegar a casa y encontraros en la cama con vuestras amigas, nos resulta agotador. ¡Claro que cumplimos! Y procuramos que todas quedéis satisfechas. Pero es sólo por cortesía, es algo que no nos produce ningún morbo.

Las cubanas… Casi siempre, lo único que necesitamos los hombres es cariño, y os empeñáis en masturbarnos con los pechos hasta que eyaculamos sobre vosotras, para restregaros el esperma de forma lasciva después ¿No os dais cuenta que sólo necesitamos un abrazo? Por favor… Poneos cremita hidratante antes de nuestra llegada y ahorradnos el bochornoso espectáculo.

El mito del culo… ¿Cómo os lo explicaría? No nos gusta daros por el culo, está demasiado apretado y nos oprime el pene. Tampoco nos gusta sentirnos en esa posición dominante y, sabemos que os duele. Olvidadlo. Decid que lo hacéis a vuestras amigas, si eso os hace parecer más modernas, pero no es necesario que nos obliguéis a realizar esas perversidades.

Podría seguir con más mitos falsos, pero creo ya están los más importantes. A ver si este texto circula y las mujeres intentáis evitar todas esas situaciones desagradables.