-¡Hombre Pepe! Cuanto tiempo, ¿Qué haces por el barrio?

-“Ná”, que estaba cerca, y me he pasado a ver como os iba.

-¿No estabas con la investigación esa del cáncer?

-Eso ya está “chupao”, me ha costado algo más de lo normal, pero es que estaba también con lo de la fusión fría, pero “ná” ya están los dos temas resueltos.

-Me hizo tanta ilusión verte por la tele cuando te dieron el Nobel de literatura…

-¡Buff! vaya coñazo de fiesta, mala priva, mal costo, y las tías eran todas unos muermos, esperaba más buen rollo, si se que va ha ser así, ni voy, si hasta las cervezas estaban calientes.

-¡Joder!, con lo glamuroso que se veía por la tele.

-“Na”, todo mentira, no te creas lo que veas por la tele, el otro día me tiré a la “Yolí”, y al segundo pollazo se me desmayó.

-Pues mira que tiene una pinta de irle la marcha…

-“Na”, todo mentira, y encima el rubito ese que está con ella, se volvió histérico y se me puso farruquito.

-¿Te la estabas follando delante de él?

-Hombre, follar, lo que se dice follar… Sólo le metí la puntita, tampoco quería romperla, pero al rubito si que lo enculé con ganas, por gilipollas.

-¿No tenían guardaespaldas, ni seguridad?

-“Na” Cuatro mierdas de esos de gimnasio, que con media ostia se fueron al suelo como pajaritos.

-Pensaba que con la edad te habrías civilizado algo, pero ya veo que sigues como siempre.

-El espíritu no cambia, sigo siendo el chaval con el que hacías las gamberradas de niño.

-Lo del Nobel de  literatura no me lo esperaba, siempre te había visto más por las ciencias y esas cosas, si hasta te suspendieron la redacción de la vaca en el colegio.

-Ja, ja, por eso mismo, era una espinita que tenía clavada y diseñé un programa que escribe por mí. Mira, te enseño como funciona. Por ahí viene Marta, ¿Cómo la describirías?

-Buff, Tiene un polvazo, me la comía viva, y el movimiento de esas tetas vuelven loco a cualquiera, y se nota que tiene que ser una fiera en la cama ¿Has visto como menea el culo?

-Vale, esa es la idea que tienes, pero ¿Tú crees que eso es literatura?

-Que literatura ni que leches, es pura calentura, si es que está como un queso.

-Pues mira, introduzco tu descripción en mi programa y ya verás como cambia, lee el resultado:

-“Marta mujer de perturbadora belleza, en la que se vislumbraba una lujuria latente bajo una fina y superficial membrana de decencia a punto de rasgarse en cualquier momento,  se aproximaba hacia mí, sus turgentes senos tostados por el sol del mediterráneo, invitaban a palparlos con dulzura para sentir el tibio calor acumulado, los vaivenes armonioso de sus caderas despertaban el deseo de acompasarme con sus movimientos, para vibrar dentro de ella como si fuéramos uno.”

-Ves, esto ya parece otra cosa, y lo tengo en el modo suave, tiene tres modos más.

-¡Joder Pepe! Es increíble, con este invento tuyo cualquiera escribe de puta madre.

-No hace falta ni escribir, tiene reconocimiento de voz, prueba, di algo de Marta.

-A ver, no se, parece que está mirándonos, pero es que se la metía hasta el fondo, ¡Cómo está la tía!

-Ahora lee el resultado:

-"Las dudas me paralizaban, su mirada se hundía en mis entrañas, sacudiéndome por dentro y removiendo mis más profundos sentimientos hasta canalizarlos en un solo punto de mi cuerpo, hacia un deseo irrefrenable de entrar en ella, de sentir el contacto de su piel más íntima, para desahogarlos de forma explosiva en lo más ignoto de su feminidad, donde sólo los espíritus puros consiguen llegar."

-¡Alucinante! Me tienes que pasar una copia del programa, igual me animo y escribo yo también algo.

-Eso esta hecho Arturo, ¿Sigues con el mail de guión Reverte no?

-Si, el de siempre.

-Pues con tu permiso Arturo, me voy a echarle un polvo a Marta, que al final, con tanta tontería me he puesto cachondo.

-¿Pero qué dices?, si está casada, hace por lo menos dos años, ahora va de mujer decente, como le digas algo, te va a mandar a la mierda, y calla, que nos va a oir.

-Hola Marta, ¿Cómo te va la vida?

-Pepe, déjate de rodeos tontos, y vamos a mi casa a echar uno rapidito, que no te imaginas lo que te he echado de menos, y tú Arturo, como cuentes ni media a nadie te los corto de cuajo.

-Vale, pero no hace falta que me des palmaditas en la mejilla, que no soy ningún perrito.

-Tú calladito, que luego a lo mejor te regalo el tanga.

-¡Leches! Menos mal que ibais a echar un rapidito, han pasado dos horas, su marido debe de estar a punto de llegar para comer, estaba acojonado.

No te preocupes, si se va a dar cuenta igual, tardará en recuperarse.

-¿Qué le has hecho? Espero que nada malo.

-“Na”, cosillas que estoy investigando, lo del punto G estaba ya muy visto, y ahora estoy con el “H” y con el “I”, y cuando los uso todos a la vez, pues se me quedan así como en trance, reviviendo el momento una y otra vez, pero en un par de días está como nueva. La única pega es que el estimular esos puntos actúa en el cerebro como una droga, y luego quieren más y más, pero ya solucionaré esos detallitos.

-Venga Pepe, te invito a algo en bar de Paco y me lo cuentas, que eso me interesa muchísimo.

-No puedo Arturo, otro día, ahora me tengo que ir, que los torpes de la Nasa tienen un satélite que se va a estrellar sobre Chicago si no corrigen la trayectoria.

-¿Trabajas en la Nasa?

-No hombre no, esos trabajos aburridos sabes que no son lo mío, pero cuando la cosa se les complica, pues me llaman, y de vez cuando no está mal.

-Bueno, pues ya sabes donde estamos, pásate por el barrio otro día con más tiempo y nos sigues contando.

-Eso está hecho, la próxima quedamos con la panda, y montamos una gorda, como en los viejos tiempos, me voy, que ya tengo al helicóptero esperándome, saluda a la gente de mi parte.

Erostres.