- Vamos al baño, mientras Gloria te administra los enemas te instruiré sobre la regla 5:

- Los visitantes de esta casa son gente muy apreciada por el Amo, cualquier desplante que se les haga, negativa a servirles en lo que quieran, actitudes poco amables o escasa diligencia en su servicio son causa de duros castigos. Si los desplantes los sufriesen la novia o las amantes del Amo, los castigos no serían duros, sino suplicios. Toma nota.

Gloria me administró tres enemas seguidos mientras acariciaba mis nalgas y mi zona vaginal con gran maestría en la manipulación del botoncillo. De tal manera lo hacía y tan gratamente humillada me encontraba yo sobre una mesa de mármol en mitad del baño, a cuatro patas y con mi pompis en alto que, a la tercera expulsión del líquido, me sobrevino un grandioso orgasmo.

- Gracias – me dijo Gloria.

Una vez repuesta le pregunté:

- ¿Por qué gracias? Te las doy yo a ti.

- Siempre agradezco que mi entrega al Amo y sus propiedades aprecien mi labor.

Alba era implacable con su decálogo:

-A- Regla 6: Cuando seas castigada o torturada por placer, el Amo verá con agrado que tú misma ofrezcas tu cuerpo a los castigos y los soportes sin necesidad de ataduras o mordazas. El Amo considera de poca valía a una esclava que deba ser sujetada y acallada durante los castigos.

Mientras tanto Gloria me había introducido tres enormes bolas chinas metálicas en la vagina y un largo rosario de bolas de látex por el recto. A continuación me vistió lo que llamaba símil cinturón de castidad. Era así ya que no tenía orificios para hacer las necesidades. Pero desde luego, cumplir temporalmente la función de preservar la castidad lo hacía a rajatabla.

Se componía de un cinturón metálico que se ceñía muy alto, en el talle. Desde él descendía otra tira metálica y flexible que pasando por la ingle y tras los necesarios ensanches y mecanismos de apertura regresaba al cinturón del talle haciendo totalmente imposible siquiera meter un dedo para acariciarse. De los laterales del cinturón colgaban unas cadenas por las caderas que sujetaban una especie de ligas metálicas en los muslos unidas a su vez entre si por otra cadena. Esta restricción me obligaba a dar unos pasos muy cortos aunque no me impedía caminar. Gloria me acercó al espejo de cuerpo entero pues dijo que el cinturón destacaba soberbiamente mi esbelta figura de mujer aristocrática.

Efectivamente. Mi figura destilaba erotismo y morbo a raudales. No solo por el soberbio y bien diseñado cinturón de castidad, si no también por el detalle de mis pezones estirados por aquellos hierros y las marcas rojas de mis nalgas.

-G- Cuando estés totalmente enjoyada serás una de las más hermosas y demandadas esclavas pese a tu edad. Precisamente estar activa como esclava a esa edad no es frecuente y por ello constituye un plato muy apetecible.

-A- Nos queda poco tiempo Gloria. Hay que hacer ya las fotos.

Me condujeron a una especie de plató y me instruyeron para adoptar posturas obscenas mientras disparaban una cámara. Las dos estaban encantadas de mi desenvoltura para adoptar las poses más lúbricas y las sonrisas más incitantes. No en vano tenía que competir con jovencitas en el burdel donde mi antiguo Amo me hacía prestar servicios los primeros viernes de cada mes.

-G- Lástima que no puedas mostrar los agujeros con el cinturón de castidad, pero ya haremos más fotos. … Éstas son solo para la presentación. … Estás saliendo soberbia, sobre todo en los planos bajos. … Tienes unas piernas maravillosas. … Enseña también tus atractivas manos. … Así, bien. … Pósalas sobre las nalgas azotadas. … Divino. … Ahora estira y retuerce con tus perturbadoras manos los hierros de los pezones y pon gesto de incomprensión. … Ahora de ingenuidad. …. Divino. … Haz gestos de esfuerzo como queriendo librarte del cinturón de castidad. … Bien, …. bien, … sigue. … Agáchate que tome planos de tus tetitas colgando con los hierros de elongación. …. Joder qué morboso sale. …. Ahora gira sin alzarte para que se vean tus pezones aherrojados al mismo tiempo que las nalgas azotadas. … Eres la esclava más elegante que he visto. Eso es lo que te da morbo. Pareces una reina esclavizada.

-A- bueno, vale. Vamos mal de tiempo y Van no aparece. Se la va a ganar.

- ¿Quién es Van?

- Vanessa, otra esclava un poco peculiar, ahora la conocerás para hacer otras fotos con ella.

- ¿Cuántas esclavas tiene el Amo?

- Pues tú, nosotras dos, Van, Lorena, Silvia, Ana y … Pilar: ocho. Siempre tiene siete para cubrir la semana más Pilar que tiene estatuto especial. Cuando te compró a ti vendió a Julia.

- ¿Cómo era Julia? ¿En cuanto la vendió?

- Julia es un bellezón de 22 años. No hay palabras para describirla. Lo más hermoso que veas en las pelis porno, eso es Julia.

- ¿Y por qué la vendió?

- El amo no pudo resistirse al precio ofertado: Millón y medio de euros. Un jeque de Qatar que la arrendó como prostituta para unas horas y se la quedó una semana hasta que Gloria le avisó del monto de la factura. Entonces decidió comprarla.

- ¡Ay dios mío! ¿Y yo, una vieja de 50 años y 30.000€ de valor tengo que sustituir a tamaña joya?

- Neus, no te aflijas. Todas tenemos nuestro punto apreciado y nuestro postor. Estoy segura de que serás una escort muy apreciada por tu cultura y dominio de idiomas. Y que vas a tener una clientela de adolescentes que hará cola para que les den cita.

- ¿Adolescentes?

- Sí. No sabes cuantos papis engominados siguen pensando que sus vástagos deben ser adiestrados por una puta antes de hacer el ridículo con su novia.

- Joder, pero eso está prohibido por Ley.

- Ay Neus, no te imaginas cuantas cosas prohibidas vas a hacer.

La conversación se interrumpió por la aparición de una hermosa chica vestida con una corta bata de seda.

- Lo siento nenas, es que ha habido un accidente en la B4 y se ha producido un atasco. Pero ya estoy preparada. Empecemos. ¿Tú eres Neus? Yo Vanessa. Encantada.

-G- Neus, ahora haremos unas fotos tuyas con Van haciendo sexo oral. Quiero que sean buenas.

- Vale, el sexo oral es lo que mejor se me da. Por cierto ¿para que son las fotos?

- Para tu apartado en la página web de servicios de escort y prostitución.

- ¿Cooomo?

-G- Si, lo habitual, hay una página en Internet publicada por el Amo mediante el dominio de la SEC que ofrece un catálogo de escorts, prostitutas, subasta de esclavas, cesiones, compras, permutas, y más información, como fiestas SM, swinging de esclavas, espectáculos especiales, etc…. Ahí estamos expuestas todas sus esclavas salvo Alba, que está en proceso de preñado. El cliente, conforme a los datos de cualidades de la puta escoge, pero es de comercio honesto enseñarle previamente la mercancía que se le va a suministrar. Lo habitual. ¿Qué pensabas? ¿En anuncios en los periódicos? Eso es muy antiguo ya.

- Pero eso no puede ser. Mi familia, mis amistades… son mucha gente, me verá alguien … y se correrá la voz … ¡o no! … no puede ser.

-A- Te vuelvo a preguntar ¿tienes 50 años o 12? Porque hay putitas en la SEC que con diez años ya están más resabiadas que tú. ¿En qué pensabas cuanto te ofreciste voluntariamente como esclava sexual? ¿En que tu Amo te sería tan fiel y diligente en la cama como el marido perfecto? ¿Ahora vienes con esas? Yo tengo 15 años y ya sé perfectamente cual es mi cometido: Un simple objeto de placer. Ni más ni menos. Como un televisor, un colchón, una buena comida, una buena raya de coca, un cigarro habano… eso soy yo. Un objeto. No pienso. No aspiro a nada salvo a servir al Amo en lo que desee y con quien desee. Es decir, a funcionar conforme a las funciones asignadas.

- Pero, por dios, tú eres una niña educada así. Yo no, me educaron en una moral católica estricta, en un aprecio a la familia y a las amistades, en unas convicciones sociales, en un aprecio a la propia imagen. Yo puedo ser una gran furcia en mi vida privada, pero no que eso sea público.

- Bueno, tú decides. Informo al Amo y que te libere o te ponga a disposición de la SEC o sigues adelante –total solo pierde 30.000€, una minucia para él, aunque seguro que te vende por más. Eres apetecible, un raro ejemplar-

- …. …. …. ….. ….. …. …. ¡Sigo!

-A- Sube al plató con Van y hagamos las fotos. El Amo nos va a castigar por no hacer a tiempo las tareas. Y la culpa es de Van y de esta vieja charlatana y cotilla. Ya se enterará de las cosas y si no es por las buenas será en el sótano por las malas.

-¡Oye niña!: Con quince años no se dicen esas cosas a una señora de cincuenta. Un poco de educación y respeto.

-A- Si la señora es charlatana y nos pone en el brete de un castigo tengo derecho a decirlo. Y lo peor de todo, Gloria, es que te habrás dado cuenta de que la esclava vieja se trata a sí misma de señora, lo que indica que aún no ha asimilado que es una cosa, un objeto, una propiedad, un animal. Vaya, Gloria, que ésta anciana se va a llevar unas dosis de picana que va a escarmentar muy dolorosamente. Pero por lo menos que no tengamos que acompañarla en el trance.

-G- Me lo temo. Apuesto a que hoy mismo prueba el reclinatorio.

- Perdón –dije- Tenéis razón, se me escapan expresiones impropias de mi condición de esclava sumisa. Prometo vigilar mi impropio lenguaje, producto de mis defectuosos años de educación en una familia poderosa y despótica. (Al artefacto raro lo llaman igual que yo, el reclinatorio, y es que lo parece, pero tiene cantidad de extraños artilugios alrededor)

La tal Van y yo subimos al plató para la sesión de fotos lésbicas. Eso pensaba yo por su aspecto con la bata y los bonitos pechos que mostró al quitarse la bata. Lo que no me esperaba era el enorme pene semierecto y curvado que apareció más abajo.

-G- Neus, comienza a acariciar los pechos de Van con una mano y con la otra pajea su pene. Quiero que tus manos se vean bien. Son preciosas. Es una de tus mejores cualidades. Usa esas manos. … bien … cambia de ángulo la mano de la polla … esas pulcras uñas no se ven bien … ahora … ya … muérdele a Van los pezones … Ahora restriega tu cuerpo con el suyo … así … así … muy bien las dos … Neus … aprieta los pechos de Van como si quisieras sacarle leche … o la silicona.

-G- Neus: Arrodíllate ante Van con las piernas muy abiertas, el culo sobre los talones, las manos a la espalda y mete su prepucio en tu boca –solo el prepucio- con mirada sumisa dirigida a ella. Imagínate que eres su esclava y que adoras esa polla.

-G- Así … bien … unas tomas más … perfecto. Ahora, Van, empieza a follarle la boca a la vieja. Neus, tus manos en la espalda. No mamas polla, te follan la boca … bien … bien … Van, ya puedes entrar en erección.

-G- Bien Van. Tómala de la nuca y fóllale la boca más fogosamente… venga Van… los huevos en su barbilla… aunque vomite. Neus, tus manos en sus muslos … vale, vale … Neus, acaricia sus huevos …. Si, bien, bien… Neus métele un dedo en el ano… dos… tres… Van, córrete ya en su cara.

El transexual me llenó la cara de esperma y Gloria no paraba de hacerme fotos en primer plano y de ordenarme enseñar el semen contenido en mi boca y después tragarlo visiblemente para enseñar otra vez la boca vacía.

En ese momento sonó un timbre.

- El Amo y sus distinguidos invitados nos esperan. Ya seguiré contándote las reglas. Ahora te van a usar sexualmente. Compórtate debidamente. Enjuágate la boca porque seguramente el Amo querrá que degustes su adorable esperma y que recuerdes su sabor siempre.

- Desde luego que lo haré. Estoy deseando que el Amo me penetre.

- No creo que el Amo te penetre. Por lo general solamente penetra a su novia, a sus amantes, a mujeres libres y, como excepción, a mí.

Algo decaída por esa noticia, me dispuse no obstante a mostrar al Amo todas mis cualidades como objeto sexual. No le defraudaría ante sus distinguidas amistades. Ofrecería mi cuerpo como nunca lo había hecho.

Una última mirada al espejo apoyó mi optimismo. Neus, estás impresionante, me dije. Ese culo marcado y encuadrado por el cinturón no dejaría impasible a nadie. Tenía razón el Amo, unas blancas nalgas mostrando los ornatos dejados por el látigo son verdaderamente morbosas.