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Soy actriz porno, mi hijo, mi partenaire

en Amor filial

No tiene remedio este hijo mío. Le he dicho cien veces que cuando venga a recogerme al estudio me espere abajo, pero ni caso. Y no me gusta que me vea en ciertas situaciones.

Aquel día llegó muy pronto. Debía encontrarse impaciente porque esa iba a ser nuestra noche. Y me encontró sobre el plató en plena faena bastante más que fuerte.

Me encontraba a cuatro patas sobre una mesa. Luc, un negro de descomunal polla me estaba sodomizando mientras yo mamaba la no menos grande verga de Esteban, y René, la negra de grandes tetas y soberbias nalgas, me lamía el coño dando pequeños pero enérgicos tirones de una cadena enganchada a mis anillos del clítoris y de los labios vaginales.

Alrededor dos cámaras, y detrás el director, su ayudante y la maquilladora, el iluminador, los focos. Y ya, mi hijo Luis formando parte de la muchedumbre que rodeaba mi desnudo y expuesto cuerpo.

El director nos indicó cambio de posiciones y la maquilladora nos entregó toallas para limpiar el sudor mientras retocaba mi maquillaje y el de René.

Después me senté sobre la polla de Esteban insertada por mi culo, me incliné hacia atrás y René me enchufó en el coño un consolador de considerable talla sujeto a su cadera mediante un arnés. Luc ocupó mi boca casi ahogándome con su tremenda herramienta.

El director ordenó a los cámaras tomar mi mamada y cesé de cabalgar para poder centrarme en aquella tarea. Después se concentraron las tomas en un plano completo de la acción y tuve que volver a cabalgar enérgicamente para botar mis gordas tetas, pero debía dejar de atender la verga de mi boca, así que Luc se dedicó a paseármela por la cara.

Paso de la cabalgada enérgica a una mas sosegada para posibilitar la toma de las penetraciones de mis agujeros inferiores en primer plano. Tras ello nos levantamos y volvemos a asearnos y reparar el maquillaje. A continuación es René la que se tumba y me empalo su artificial verga en el ano otra vez. Pero ahora ya no hay mete saca, mamo las pollas de Luc y de Esteban.

Me dedico a la de Luc en exclusiva mientras a Esteban le hago una cubana para mantenérsela erguida. Las cámaras tras alternar primeros planos de mis pechos comprimiendo el miembro del chico blanco y mamando el del negro, traslada el foco a mi cara mientras el director indica a Luc que ya puede soltar la carga.

Abro bien la boca y la ingente carga de semen de Luc me la inunda, reservando parte para irrigar mi cara. Enseño a la cámara mi boca abierta y llena de semen y la trago con gesto bien visible de golosa. Después abro otra vez la boca a la cámara para demostrar que no hay trampa ni cartón y que me he tragado el esperma.

Me desempalo de René para volver a cuatro patas y acoger otra vez en mi dilatado ano la polla de Esteban mientras Luc hace mutis por el foro y se va fuera de cámaras.

René me coloca un abrebocas mientras Esteban sigue trabajando mi recto. Esteban se sale, me yergo quedando de rodillas y mete su gordo pene en mi forzada boca que empieza a follarmela hasta la garganta en tanto que René sujeta mi cabeza y amasa mis pechos con la otra mano.

Esteban se sale cuando está a punto y se vacía sobre mi cara mezclando su semen con el de Luc. Al final, sus últimas descargas, ya sin vigor, las deposita en mi lengua bien fuera de la boca mientras oigo el zoom de las cámaras tomando el primer plano de mi inseminada lengua. Me lo bebo otra vez con la misma cara de deleite.

Me levanto para desentumecerme y vuelvo a arrodillarme junto a René al tiempo que Luc vuelve a incorporarse y se coloca junto a Esteban ante nosotras. Yo sigo con el abrebocas.

Luc y Esteban comienzan a mearnos en la boca y una de las cámaras enfoca mi garganta para que se note que estoy bebiendo parte. La otra cámara se encarga de la negra René. Después los chorros pasan a mojar nuestras tetas y los chicos cortan su meada reservando parte de su dorado líquido.

Me coloco panza arriba elevando bien mi pelado chumino y René me embute en el ano un embudo donde vuelven a mear los chicos la carga que les quedaba. Siento el caliente líquido invadir mis intestinos.

René me quita el embudo, y yo expulso a presión la orina retenida junto con mis excrementos ante la lente de la cámara tan pegada a mi culo que supongo que se salpicó.

Mi hijo, mi amante, mi esposo, mi amigo, mi chulo, mi dueño Luis ha contemplado imperturbable todo el rodaje. Claro, que no puedo afirmarlo con certeza porque está muy mal derivar la mirada a lugares no relacionados con la acción cuando te están filmando.

En cualquier caso no me gusta que él me vea en esas tesituras. Sabe que mi productora hace porno duro, muy duro, creo que a veces roza lo ilegal. Me han follado muchachos que dudo alcanzasen los 16 años. Y por el otro género, me temo que he intervenido en escenas donde jodían a niñas de no más de 14. aquí no se rueda un polvete. Aquí se ruedan películas extremas y no quiero a mi hijo presenciándolas, y menos cuando interviene su madre. Él solo tiene 17 años.

Estoy derrengada. La sesión comenzó tarde porque a Esteban no se le empinaba el miembro. Una chica estimuladora estuvo ayudándole durante media hora, pero todos notamos que había bebido demasiado alcohol. Por fin, tras meterle la estimuladora dos dedos en el ano y manipular su próstata, reaccionó y ya salió todo bien. Pero era tarde y esperaba que el director suspendiese el rodaje hasta mañana. Él no quería porque estaba agotando el presupuesto. Revisó el guión para buscar qué escena rodar que no llevase mucho tiempo.

- Ya, esta del principio de la película que hemos dejado siempre para otro día. En la que a Tania (yo) le sacude su marido (Esteban) en las nalgas con la correa por encontrarla acostada con su sirvienta (René).

- De eso nada -intervine yo- a mi no me estropea las nalgas nadie hoy. Igual que hemos acordado que nadie me metía una polla sin condón en el coño durante un mes.

- ¿Qué te ocurre Marta?. Si tan solo .... ah!. Ya entiendo ... vaya ... te has decidido.

- Si. Totalmente. Y hoy empiezo con el intento.

- Bueno, vale. René, revisaré tus escenas para ver que podemos hacer contigo en una hora más. Marta, vete con tu niño ... y suerte.

- Gracias. Hasta mañana.

Me dirigí hacia mi hijo consciente y avergonzada de estar toda cubierta de semen y orines.

- Cariño, espérame abajo mientras voy al baño y me ducho.

- Te espero aquí mamá. Quiero ver a René.

- Pero cariño, esta noche ....

- Llevo una semana sin descargar para esta noche. Si me excito viendo la próxima escena de René tendré más carga almacenada todavía, mami. Anda limpiate muy bien para mi.

Al salir del baño para buscar a Luis vi cómo René estaba con sus enormes tetas amarradas con una cuerda mientras Luc le arreaba en ellas con una fusta. Me acordé de que, igual que yo tenía una escena en doende mi supuesto marido (Esteban) me zurraba en el culo, René tenía el equivalente donde su marido (Luc) de calentaba las tetas. Tomé de la mano a mi Luis y nos fuimos para nuestra casa.

En casa nos esperaba Lucía, la encantadora chica de Luis. Decir chica es quizá exagerado, pero tampoco es su novia. Es su rollo, como dicen ellos. Chica no es porque Lucía es mayor que yo. Yo tengo 42 y ella 45.

A su edad, Lucía es una especie de ser privilegiado por la naturaleza. Su cuerpo, esbelto, elegante y armonioso se conjuga con una exquisita elegancia, educación, dulzura, amabilidad y generosidad. Todo en ella es atractivo y nada tiene de especial. No tiene una cara hermosa, pero su conformación es irresistiblemente atractiva y cordial, embelesa con solo verla entroncada en el escorzo delicioso que hace su largo cuello. Su voz acaricia los tímpanos cuando habla con su gran sentido común que en todo pone orden y paz. Su cuerpo no tiene nada relevante: unos pechitos pequeños, tipo perojillo con una hinchada aréola marrón, ideales para comérselas de un bocado, cintura estrecha seguida de caderas amplias y piernas interminables que arrancan de unos glúteos respingones en perfecta consonancia con sus amplias caderas mediante unas superficies casi imposibles.

De Lucía no se puede decir tetas, sino pechos, no se puede hablar de nalgas o culo, sino de glúteos, no hablaría jamás de su coño, sino de su vagina. Tal es la elegancia y atractivo de los que la vida le ha dotado que no se pueden emplear palabras soeces refiriéndose a ella.

Y como suele ocurrir, el hombre desprecia el don que se le ofrece. Su marido la abandonó sin dejarla un euro y Luis la encontró haciendo la calle para sobrevivir. La trajo a casa, me la presentó y me enamoré inmediatamente de ella tan intensamente como de mi hijo. Y mi amor por ella creció.

Normalmente nos acostamos los tres juntos en la gran cama que encargamos a medida y llamamos de trimatrimonio. Cualquiera pensaría que Luis duerme en medio de las dos. Estaría equivocado. En medio duerme Lucía para que yo pueda disfrutar de la dulzura de su cuerpo.

Tan apacible, tierna y armoniosa es la convivencia de los tres que Lucía, en broma, suele decir que es la hembra de Luis y mi novia al mismo tiempo.

Lucía, anticipándose como siempre, nos tenía preparada la mesa para cenar en la que no faltaba detalle alguno. Ella nos serviría en la mesa y, más tarde, en la cama.

Ah!. Por qué era tan importante esa noche. No lo he dicho. Disculpen y admitan mi explicación.

En la productora porno donde trabajo y del que ya he contado algo sobre su índole y alcance, me advirtieron que habida cuenta de mi edad ya no podía interpretar los papeles corrientes porque había apetitosas jovencitas detrás de ellos. Para seguir con mi profesión debería optar por protagonizar escenas de SM, de Zoo, de Scat o de pedofilia caracterizada de vieja guarra. Opcionalmente, y durante el tiempo que la naturaleza impone, podría dejarme preñar y trabajar con una buena panza, muy bien pagada por la anomalía de un embarazo a mi edad, y mejor pagadas aún las posteriores películas de lactantes.

En principio me horrorizó todo lo que ofrecían para proseguir mi carrera de actriz porno de segunda o tercera categoría. Consulté con mi hijo y tras analizar el porvenir dedujimos que era imposible vivir los tres con el sueldo de él como mecánico en un taller.

Lucía se ofreció de inmediato para hacer de cortesana o meretriz -a Lucía no se le podría nunca calificar de prostituta- en una casa de lenocinio -nunca un burdel- o rondando, nunca callejeando. Por supuesto ni Luis ni yo aceptamos que nuestra amada Lucía ejerciese esos trabajos, la queríamos en casa para recibir sus ansiados cuidados tras la dura jornada. Luis propuso hacer de chapero o gigoló tras salir del taller y su propuesta fue inmediatamente rechazada por las dos.

Tras días de meditación, escogimos lo del preñado. Mi hijo me preñaría y yo trabajaría el porno con panza. La productora me informó del salario por hora y calculamos que una película de preñada salía de ganancias por tres de las de antes, aunque solo me pagarían desde cuando la barriga fuera evidente, entretanto seguiría como siempre. Las pelis de lactante saldrían por el precio de dos de las actuales, y esa temporada era posible extenderla mucho tiempo.

Pero luego tendría que abordar el porno SM o zoo, ya que a mi edad aún no tenía posibilidades para trabajar como madura. Es esa edad tan complicada en que ni joven ni vieja. Por supuesto descarté la pedofilia.

Quedamos también de acuerdo en entregar el bebé en adopción nada más nacer, ya que nuestra vida no era la adecuada para su educación.

Y así esa noche era la elegida para empezar a intentar que Luis me fecundase. Por eso había negociado con la productora el no utilizar mi coño sin condón, ya que había suprimido los anticonceptivos. No utilizar mi coño sin condón en esa productora era prácticamente no utilizarlo, ya que no rodaban nunca con semejantes precauciones. Se tomaban previamente obligándonos a presentar análisis clínicos de continuo.

Lucía nos había preparado una cena en cuya mesa no faltaba ningún detalle. Decía que el día en que mi hijo iba a consumar conmigo mi plenitud como hembra era como una noche de bodas. Ella nos sirvió la cena atendiéndonos con gusto y delicadeza. Se encargó después de poner sobre la cama una atractiva ropa para mi que a mi hijo le gustó mucho pero que no tuvo larga vida sobre mi cuerpo porque pronto estaba desnuda para él.

Lucía estuvo a nuestro lado en la cama ayudando en el placer de ambos, pero dejó a su hombre solamente para mi. Esta vez no follamos como otras veces, esta vez hicimos el amor, con total entrega, con dulzura, sosegadamente. Cuando Luis vació sus testículos en mi útero al tiempo que yo tenía un profundo orgasmo, tuve el pálpito de que ya había sido fecundada.

Y así fue. Ese mismo mes tuve la primera falta. Comuniqué al director que ya podía rodar escenas usando mi coño y me felicitó por el embarazo. Prometió no obligarme a filmar escenas en que se pusiese en peligro la integridad del feto.

Los primeros meses de mi gravidez encontré a Lucía un tanto rara y, comentándolo con Luis, estuvo de acuerdo con que su hembra estaba un tanto misteriosa. Él lo achacó a mentalidades de mujeres y que quizá estuviese celosa de mi embarazo.

Pero no era eso. Un buen día Lucía nos dio una sorpresa. Nos llevó ante el ordenador y nos mostró una página web en la que había estado trabajando ayudada en secreto por dos de los amigos de Luis.

La pagina se titulaba KRUEL AMA KARLA. Mostraba fotos de ella vestida con látex y correas y en posturas de dómina. Era de lo más sugerente y atractivo. Su natural elegancia y porte resaltaban la impresión de poderío y dominio . Se hablaba de sus esclavos, madre e hijo, llamados Sondra y Orko y de otros amigos del mundo SM.

La web tenía la entrada típica para miembros, la del únete, y una de previsualización que en la que iban apareciendo fotos y fragmentos de vídeo de mis escenas más escabrosas.

Sorprendidos la miramos y se explicó.

- Se me ocurrió que por qué yo no trabajo como tu si puedo hacerlo. Y por qué tu tienes que trabajar para alguien de fuera si podemos hacerlo para nosotros mismos. Y por qué Luis no podría colaborar.

- He diseñado esta página porque quiero que establezcamos nuestra propia empresa porno. Ya que después del parto te dedicarás al SM o al zoo. Por qué no empezar ya, pero nosotros y nuestros amigos, por libre y con los beneficios íntegros.

- Yo podría figurar de dómina con dos esclavos, madre e hijo con vínculo familiar acreditado ante notario, que produce mucho morbo mostrar el documento en la página. Tendríamos otros colaboradores. René y Luc están de acuerdo en entrar en nuestro negocio y algunas de las chicas que conocí cuando era prostituta también están dispuestas a colaborar en sesiones.

- El material tuyo está de prueba, ya que es propiedad de la productora, pero podemos empezar a rodar sesiones de inmediato para sustituirlo y abrir la página a la navegación. Me he enterado de la rentabilidad de estas páginas y es altísima. Pero además sin son de SM y zoo es todavía mayor. Y ya, el hecho de ver a una acreditable pareja formada por madre e hijo, incestuosa y lasciva, sería para forrarnos.

No me podía creer la magnífica idea de Lucía. Me encantaba. Luis estaba extasiado. Me imaginé lo que sería para él abandonar el taller, que nada le gustaba, para ganar dinero solo por follarse a sus dos hembras.

Nos pusimos de inmediato a la tarea. Alquilamos una casa en el campo para los rodajes y las fotos y contratamos a dos amigos nuestros expertos en fotografía y cine. No hacía falta director, yo tenía suficiente experiencia para actuar y dirigir al mismo tiempo. Lucía escribiría los guiones, que serían pequeños ya que no haríamos largometrajes.

René y Luc se unieron a nosotros y las putitas callejeras amigas de Lucía eran verdaderamente hábiles para las cerdadas que rodábamos o fotografiábamos. Pero la estrella del negocio era la hembra de mi hijo. Lucía era imponente en sus papeles de Ama dominante. No tenía que forzarse a actuar, su sentido de la superioridad le venía de naturaleza.

 

CONTINUARÁ.

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