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La odisea de virgilio (3: Los 4 jinetes)

en Hetero: General

La odisea de Virgilio (III) : Los 4 jinetes

Nota: Es absolutamente imprescindible leer las dos primeras partes para poder comprender la historia

http://www.todorelatos.com/relato/67879/

http://www.todorelatos.com/relato/67888/

Sonaba el radio despertador:

Son las 7 y media de la mañana en cadena nacional. Estas son las noticias… Nueva epidemia de gripe aviar en La China Popular. Una nueva variante del virus H1N5 ha empezado a producir miles de víctimas en el gigante asiático. La Organización mundial de la salud alerta que esta variante es especialmente contagiosa y con un índice de mortandad del 50%. Las embajadas de los países recomiendan encarecidamente no viajar al sudeste asiático. Hemos contactado con el ministerio de exteriores y afirman que está intentando hacer los preparativos para renacionalizar a nuestros turistas en el país de extremo oriente. De todas formas dejan muy claro que nuestros nacionales no podrán embarcar hasta que no superen unas pruebas médicas determinadas por el gobierno de Pekín para demostrar que no están enfermos. Expertos consultados por este dial nos comentan que estamos ante una plaga que será declarada de nivel 6 ya que especialmente mutagena lo que hace francamente difícil la elaboración de una vacuna efectiva.

Apague el dichoso aparato y dirigí mi mirada a la mujer que tenia a mi lado. Era la primera vez que dormía con una mujer. Su dulce aroma me llegaba y me acurruque junto a ella oliendo su pelo y abrazándola con mis brazos y mis piernas. No quería que se separase de mí. Mi tacto hizo despertarla . Ella se desperezó y luego me acaricio el rostro y me dio un dulce beso.

  • Buenos días Virgilio – me dijo con su dulce voz.
  • Buenos días mi ángel – ella me miro con una sonrisa que me hundía y casi me hacía llorar de alegría.

Ella se puso en pie y pudo ver de nuevo su maravilloso cuerpo desnudo. Comenzaba a vestirse pero la visión de ella no quería perderla. Así que intente interrumpirla. Ella me rechazo cariñosamente

  • No seas niño, Virgilio. Hemos de ir a trabajar. Vamos vete vistiéndote.- yo obedecí con una cierta tristeza.
  • Liliana, eres increíble. No tengo palabras para mostrar mi agradecimiento
  • No tienes que agradecer nada, yo también lo he pasado muy bien
  • Dime, ¿ Como tienes tanta experiencia ? Esta claro que eres muy sabia en esto.
  • Esa pregunta los hombres preferís no saber nada. Pero te comentaré que hace milenios que no estoy con un hombre.
  • Sospecho que tu última relación no te fue grata.
  • Así es, cariño. Mi ex era un capullo. Solo pensaba en su placer, le molestaba que me pusiese encima, me masturbase o sintiese placer. Para él yo solo era una maquina de parir y le abandoné. Luego se lio con una idiota y les fue bastante mal.
  • No me puedo creer que haya aún hombres que piensen de esa manera.

Ella mi miro con una cálida sonrisa.

  • "Por culpa de él odie a los hombres durante mucho tiempo. Me costó bastante comprender a no juzgar a todos por mi mala experiencia. Los hombres sois seres imperfectos y yo no lo comprendía. Pero eligiendo al hombre adecuado esa imperfección os hace encantadores. Y te conocí a ti."

Puse cara de circunstancias ante lo que me acababa de relatar. Definitivamente Liliana tenía una forma muy peculiar de expresarse. No fue hasta meses después cuando comprendí esas palabras.

  • Venga so vago, que llegamos tarde.

Nos dispusimos a desayunar y volvimos a conversar. Liliana como buena anfitriona dispuso un manjar de tostadas, fruta y leche.

  • Liliana no se qué debemos hacer con respecto a nuestra relación y el departamento. Si nos ven juntos puede que haya malinterpretaciones. Muchos no lo entenderán y algunos pueden inducir cosas que no son.
  • ¡Ya! Lo entiendo, las típicas envidias y rencillas. Estoy de acuerdo contigo. Mantendremos esta relación en secreto.
  • También tenemos que pensar algo sobre Laura. No parece que vaya a denunciarme pero temo equivocarme.
  • No te preocupes. Intentare contactar con ella para suavizar el ambiente.
  • Otra cosa. Quiero que te matricules en la facultad. Ya he dispuesto la beca, no te costará nada.

Ella me miro con un gesto de disgusto tremendo. Mi alma se cayó a los pies.

  • ¡Cómo te has atrevido ¡¡ Eso es decisión mía!¡ Tú no tienes autoridad para decidir lo que yo deba o no deba hacer! ¿Es que acaso todos sois iguales?
  • Pero…
  • ¡¡¡ Ni peros ni ostias!!! Termina de desayunar y sal de aquí ¡No quiero verte!

Termine la tostada desolado y ello salió de la salita. Salí del apartamento y me dirigí a mi automóvil con lágrimas en los ojos. Cuando entre en mi coche llore desconsoladamente. Mi paraíso se había cerrado, había sido expulsado cual Adán.

Llegue a la facultad y volví de nuevo a encerrarme en mi despacho. Llevaba 48 horas en una montaña rusa emocional. Y ahora me sentía hundido en el más profundo de los fangos. Decidí después de varias horas de desesperación que tenía que volver a rehacerme. Al final el trabajo es lo único que no me ha fallado en mi vida. Gracias a él he conseguido el respeto y la admiración que siempre busque.

Paso una semana en la que apenas me atreví a pasar enfrente a la puerta de la secretaria de Liliana. Cada vez que pasaba ella me devolvía una furibunda mirada que dolía como una daga en el corazón. A veces la veía hablar animadamente con Laura, se las veía felices a ambas conversando. Me entro miedo de que Liliana me traicionase como venganza por mi acción. Pero yo ya había anulado la beca. No tenía nada de lo que preocuparse.

El lunes siguiente Laura entro en mi despacho con una cara blanca, estaba asustada. Su sensación se transmitió parcialmente a mí.

  • Virgilio, estos son los resultados finales de los cálculos climáticos introduciendo las nuevas variables correspondientes a las medidas de Groenlandia y Canadá.

Recogí su informe y me dispuse a leerlo. Cuando termine comprendí su gesto. Aquello era aterrador. Según sus estimaciones las predicciones de cambio climático eran de una bajada de 10 grados Celsius para toda Europa y parte de América del Norte. La corriente del atlántico norte se iba a desviar de forma que las aguas cálidas que templaban las temperaturas en el hemisferio norte se iban a desviar hacia el sur. Todo aquello implicaba una nueva glaciación a nivel planetario en las próximas décadas.

  • ¿Lo has comprobado todo?
  • Así es Doctor. Es más lo pase varias veces al cluster por que no me creía los cálculos que me daba pero creo que están correctos.
  • Si yo los veo bien. Muchas gracias Laura. Esto es extraordinariamente urgente, se lo pasaré a los de IPCC de Naciones unidas. Muchas gracias Laura, puedes retirarte.

Aquello tenía que asimilarlo. Me dirigí a la cafetería enfrente a la facultad. Primero pedí un café y me puse a repasar una y otra y otra vez los cálculos de Laura. Eran correctos y sus predicciones totalmente desalentadoras. Al final desistí e hice algo que nunca había hecho, pedí un whisky al camarero, esto y el resto de mi vida necesitaba ahogarse con alcohol. Allí entro en ese momento Eduardo a la vez que el camarero encendía el televisor.

Avance informativo. Nuestro corresponsal en la India nos informa de que se están produciendo enormes movimientos de tropas y tanques entre la frontera de este país y Pakistán. Desde la toma del poder del partido ultra islamista de Pher Al Suharí , la tensión entre estos dos países ha crecido hasta niveles nunca visto desde la independencia alcanzada por Mahamat Ghandhi. El secretario de defensa de EE.UU denuncia en el consejo de seguridad de la ONU que se están produciendo desplazamientos de enormes columnas de tanques por parte de ambos países. Las declaraciones de ayer en que el nuevo presidente pakistaní juraba que por Ala iba a hacer desaparecer de la tierra a los infieles politeístas ha provocado una situación que los países de la organización de Asia-Pacifico están intentado calmar con una reunión de emergencia en Melbourne, Australia. Pero el embajador de Pakistán se ha negado a asistir. La situación es extremadamente crítica ya que ambos países declaran disponer de un importante arsenal nuclear. Todo hace indicar que el conflicto de Cachemira se va a resolver mediante métodos dramáticos. Por otro lado en Afganistán las tropas de la Otan han perdido a cientos de soldados en los últimos combates contra las milicias talibanes. En Irak la violencia sectaria se ha recrudecido hasta niveles nunca vistos desde la toma del país por parte de EEUU en 2003. Los atentados suicidas se han extendido por todas las ciudades. El recuento oficial de víctimas en las últimas horas alcanza los millares. Las tropas de la coalición se ven incapacitadas para frenar esta oleada de un terrorismo nunca visto. El número 2 de Al-qaeda amenaza a los infieles occidentales con hacer uso de armamento bacteriológico y exige la retirada de todas las tropas de suelo musulmán así como la restitución de Al-andalus de manera inmediata al califato.

Las caras eran todo un poema en los clientes y camareros en la cafetería. Eduardo se dirigió hacia mí.

  • Joder parece que nos hayan visitados los 4 jinetes del apocalipsis. Hambre, enfermedad, guerra y muerte. ¿Qué haces? Nunca te he visto beber alcohol.
  • Eso no es todo Eduardo, hay más. - Y le pase el informe de Laura.

5 minutos después la cara de Eduardo se puso blanca.

  • "¡¡¡¡ Joder !!!!!" - fue tan sonoro que todos los clientes dirigieron la mirada a nuestra mesa. "Camarero, traiga lo mismo que lo de mi amigo. Que digo, traiga una botella entera. Vamos a destrozarnos el hígado Virgilio y yo."

Nos servimos y Eduardo propuso un brindis:

  • ¡Por el mundo que se va a la mierda!
  • ¡Por el mundo!

Salimos de allí ligeramente borrachos. La tierra parecía hundirse bajo mis pies. Si estábamos en lo cierto ya todo empezaba a dar igual. Y recordé a Liliana, tenía que hacer lo imposible por su perdón. Qué más da ya ocultar nuestra relación. Compre unas flores y procedí a buscarla con un ligero tambaleo en mi caminar. La encontré en su secretaría. Hoy su mirada no descargaba tanto odio. Así que gracias al alcohol me confesé de una manera que pocas semanas antes no habría imaginado que yo hiciese.

  • Liliana. Por favor, perdóname. No era mi intención exigirte que hicieses nada que tú no quisieras. Pero al conocer tu capacidad he querido intentar hacer de ti una de las mejores matemáticas de la historia. Por que se que lo vales. Pero si es tu deseo no estudiar yo lo respeto con total humildad.

Me arrodille ante ella y con lagrimas en los ojos seguí

  • Liliana perdóname. Te necesito como el aire. Necesito tu calor, tu ternura, no me odies por favor. Yo te amo con toda mi alma.

Su semblante cambio y unas lágrimas salieron de sus ojos. Y se dirigió hacia a mí y me apretó mi cabeza contra su pecho. Ese gesto hizo que mi vida volviese a renacer. Toda la amargura de la última semana empezaba a disiparse. Llore como un niño arrodillado ante ella. Como rezándole a una diosa.

  • He sido muy duro contigo. No era para tanto. Perdóname a mí también. Yo es que tengo este carácter y no quiero que gobiernen mi vida. Estas borracho. Voy a informar a conserjería que te has puesto enfermo y que no vas a dar clases hoy. Te llevo a mi casa ahora mismo

Cogimos un Taxi que insistí yo en pagar hacia la Calle Sol. Cuando abrió la puerta sentí que eran las puertas del Edén perdido las que se me abrían de nuevo. Las lágrimas volvieron a mis ojos. Pero ella me miro con dulzura y me beso con pasión durante el viaje. Llegamos a su casa

  • Tengo que pedirte perdón en realidad yo a ti. Tus intenciones eran sinceras y en realidad querías lo mejor para mí y me he pasado. Y te he echado mucho de menos.
  • Gracias Liliana
  • No tienes porque dármelas. Además estaba incumpliendo mi promesa.
  • ¿Que prome…? – Me interrumpió poniendo sus labios sobre los míos

No recordaba ninguna promesa. No fue hasta meses después cuando me respondió aquella pregunta a medio hacer.

  • Necesitas un baño borrachuzo. Sabes a whisky. Ahora aliviaras tus penas conmigo y no con alcohol.

Nos duchamos y sus caricias enjabonadas y las mías en el cuerpo de ella fueron una gratísima experiencia. Yo me deleitaba con el roce de sus manos y los de las mías en todo su cuerpo en medio de la lluvia de la ducha caliente. Las risas se propagaron en el ambiente.

Nos secamos y volvió a llevarme, con su mano, a su habitación desnudos.

  • Túmbate boca abajo.

Torcí un poco el gesto pero al final accedí. Primero me dio un masaje con sus manos por todo mi cuerpo. La espalda, los hombros, la nuca. Fue tremendamente relajante.

  • Tienes los músculos muy tensos. Relájate.

Luego ella se coloco sobre mi espalda y se tumbo sobre mí. Empezó a deslizar su cuerpo de arriba abajo. Sentí como sus cálidos pechos se aplastaban sobre mi espalda. Sus pezones me rozaban en todo mi cuerpo. Aquello paso de relajante a excitante y mi miembro se endureció.

  • Date la vuelta- Obedecí- vaya tu soldadito tiene ganas de guerra. Pero tendrá que esperar un momento.

Repitió la operación primero un masaje ahora sobre mi pecho y vientre. Luego volvió a deslizar sus pechos.

  • Jeje, noto que se te está poniendo cada vez más duro. Bueno vamos a dedicarle atención a este rebelde.- Bromeo Liliana

Primero con sus manos deslizo mi prepucio hacia abajo e comenzó una suave paja en mi miembro, deslizando su mano de arriba abajo. A veces entreteniéndose con suavidad en el frenillo. Empecé a suspirar. Pero ahora hizo algo de nuevo como una repetición de la jugada, primero con las manos ahora con los pechos. Se lo coloco en el canillo, junto sus tetas abrazando mi pene y volvió a deslizarse de arriba abajo. Ahora no se trataba de mi espalda o mi pecho se trataba de mi polla. Esta nueva sensación era tremendamente morbosa. Y pase de suspirar a gemir. El cambio de mis ruidos hizo que Liliana cambiase de nuevo de plan. Ahora empezó a usar su lengua arrastrándola por todo mi tronco. Liliana me estaba haciendo un tratamiento anti depresión de campeonato. Y una vez más volví a sentir el tremendo calor de su boca en mi pene. Y gran jadeo salió de mi garganta. Su lengua martillaba mi pene y se entretenía con mi frenillo, luego volvía a introducirse mi polla entera, le llegaba hasta la garganta. Pero ahora sentí una sensación nueva. Era una presión. ¡ Liliana me estaba apretando el pene con la garganta ! Me agarré con fuerzas a las sabanas durante esos movimientos de aprieta y afloja. Luego se lo saco de golpe y dio una larga inspiración. No sé cómo no me corrí en ese momento. Aquello fue tremendo. Supongo que el alcohol estaba frenando mis ansias de orgasmo. Volvió a repetir el ciclo de glande y luego garganta. Y yo disfrutando a tope.

  • Estás tardando mucho en correrte, ya deberías haberte derramado. Como veo que te resistes tendré que hacer nuevos trucos. Recuerda que soy una mujer de recursos y quiero tu leche.

Ahora se entretenía con mis testículos y empezó a lamerlos con suavidad, a metérselos en la boca a chuparlos con pasión. Entonces cogió mis piernas, las abrió y levanto levemente. No me imaginaba que pretendía. Entonces sentí como una corriente eléctrica. Su lengua empezó a surcar en mi ano, y empezó a penétrame con ella

  • ¡ No Liliana ¡ ¿ Qué haces ?
  • Tranquilo Virgilio. No hay ningún problema. Tu culo no es un agujero sucio, ni tabú. Estas recién enjabonado y quiero hacerte gozar de esta manera.

Deje de resistirme, el placer era muy fuerte, no quería ser tan estúpido como dejar de sentir estas nuevas caricias. Pero ahora volví a presentir la llegada del orgasmo, cuando la cima de la excitación llega al culmen y todo tu cuerpo se concentra en una explosión de energía. Mi cuerpo se desencajo y me retire ligeramente de las caricias en mi ano pero ella insistió acercándose de nuevo a él.

  • Liliana, ¡Me corro!

Entonces me soltó y fue bruscamente hacia mi polla. Y se la introdujo de golpe a tope haciendo unos furiosos movimientos de mete y saca. "Joder, que velocidad" pensé, no entendía como no le dolían las cervicales con esos movimientos tan bruscos. Aquello no parecía una mujer, era una maquina de mamar y exploté con una enorme chorro y otro y otro. Me corrí de una manera curiosamente abundante, hasta yo me extrañe de un orgasmo tan copioso. Volví a gritar de una manera colosal. Un líquido blanquecino se sobresalió de sus labios mojando en su caída a sus pechos. Ella lo recogió con sus dedos y los volvió a meter en su boca. Parecía estar paladeando mi esencia y luego hizo un gesto de tragar que pude apreciar en su cuello. Una sonrisa y una mirada brillante de sus maravillosos ojos negros terminaron por hundirme

  • Te quiero Liliana – respondí reuniendo fuerzas de donde pude.
  • Yo también a ti Virgilio. – besándome con la misma boca donde yo había eyaculado, no me importó lo más mínimo.

Tenía que devolverle el favor como fuese pero mi cuerpo no me respondió hasta 5 minutos durante los cuales Liliana se entretuvo en besarme y mimarme. Al fin pudo empezar a moverme y pude devolverle los besos y luego besarle el cuello, luego los pechos. Liliana empezó a jadear con suavidad. Me dirigí a su entrepierna y le guiñe el ojo y le dije.

  • ¡Es la hora de la revancha!
  • ¡Al ataque Virgilio!- me animo con una sonrisa encantadora.

Dirigí mi lengua hacia su clítoris. Y volví a lamerlo con suavidad. Ella reaccionó como era de esperar. Pero hoy quería agradecerle con hechos lo que me acaba hacer sentir así que aposté por ser más intenso. Introduje un dedo en su vagina e hice movimientos rotatorios mientras me comía su clítoris. Luego introduje otro dedo y comencé la búsqueda del punto g perdido. Antes de un minuto encontré una pequeña protuberancia en su vagina y me concentre en ella. Liliana resintió de forma importante la caricia ya que dio un grito que me asusto y me pare.

  • No pares, Virgilio, ¡ Sigue ¡

Estaba claro que no le había hecho daño así que me dispuse a seguir atacando en esa zona, pero ahora introduje un dedo más. Su vagina rebosaba de fluido que empezaba a sobresalir, yo disfrutaba con el sabor mientras seguía atendiendo a su perlita con mi lengua. Pero no me detuve aquí, con la otra mano use mi dedo índice y lo introduje con suavidad en su ano. Liliana dio un ligero respingo, y levanto la cadera de la cama con un gran grito de placer. Las fluctuaciones en su vagina denotaban un orgasmo así como que su fluido vaginal sobresalía de forma copiosa. "Ahora te vas a enterar", me dije a mí mismo y en vez de detenerme seguí con mis atenciones cada vez con más intensidad. Pocos segundos después Liliana alcanzaba un nuevo orgasmo.

  • Virgilio, penétrame, te necesito, necesito tu gran polla.

Pero no le hice caso por ahora, quería derrotarla con placer al igual que ella me había derrotado a mí. Mi pene hacía tiempo que estaba erguido pero conociendo que el placer que proporciona su vagina era muy intenso quería dejarla bien satisfecha antes de acceder a su ruego. Así que persistí en mi cunnilingus durante un buen rato más. Conseguí arrancarle otros 2 orgasmos. Su cuerpo parecía una muñeca, un títere al que le han cortado las cuerdas. Su cansancio era palpable y decidí que era el momento del coito. Puse una almohada bajo su trasero para elevarla, me coloque de rodillas frente a ella y enfile mi miembro a su cueva. Está, como no, ardía y estaba encharcada de sus fluidos. Hice una penetración dura, salvaje, con fuertes movimientos dentro fuera. Quería que mi pene llegase a su útero. Liliana estaba extraordinariamente sensible, estaba claro que era multiorgasmica. Y mi ímpetu logro su resultado proporcionándole otro orgasmo.

  • ¡Virgilio me vas a matar a polvos! ¡ Correte ! ¡ No lo soporto más !

Una ligera sonrisa de victoria apareció en mi rostro. Pero yo quería deleitarme con su placer así que mi orgasmo podría esperar. Ahora cambio los movimientos e hice unos circulares dentro de su vagina. El alcohol y el reciente orgasmo me estaban permitiendo aguantar bastante. Además ataque con mis dedos su clítoris que estaba hinchado. Esta combinación le dio otro orgasmo a Liliana.

  • ¡¡¡ AHHHHHHHHHHHHHHH !!!! ¡ Me corro otra vez ¡ ¡ Virgilio riégame ya !

La respiración de Liliana era entrecortada, su cabeza estaba desmadejada, una buena cantidad de saliva sobresalía de su boca. Me compadecí de ella y me sentí que me estaba pasando así que quite la almohada y me incline sobre ella para besarla con suavidad. Aquello fue un error para mis intenciones. De repente sentí que algo volvía a entrar en mi culo. Liliana había introducido su dedo índice hacia adentro y me empezaba a tocar la próstata. La sensación fue brutal y el orgasmo fue inmediato. Sentí una terribles convulsiones en todo el cuerpo, mis ojos se desencajaron y parecían querer salir de sus orbitas, grite como un condenado en la horca. Las caderas botaron sobre Liliana de manera intensa, ya no podía hacer nada. Liliana se había salido con la suya y me había provocado un orgasmo aún más intenso que todos los anteriores haciéndome derramarme copiosamente en su coño. Caí desmayado sobre ella. Apenas pude sentir sus caricias y besos mientras yo yacía totalmente adormilado sobre ella. Conseguí despertarme.

  • ¿Liliana porqué … ?
  • ¿Porque te he hecho un masaje prostático? Pues en agradecimiento al gran placer que me has dado y porque ya no podía soportarlo más.
  • Pero eso es de maricas. Yo no tengo nada contra los gays pero …
  • Vamos a ver Virgilio, no seas idiota. ¿Soy un hombre o una mujer?
  • Eres mujer
  • ¿Y te gusto?
  • Más que nada en este mundo
  • Entonces no eres marica. Abandona los prejuicios sexuales judeocristianos que tanto daño han hecho a la humanidad. El sexo es para disfrutarlo y no hay ninguna parte tabú en tu cuerpo. Es más tu también me metiste un dedo en mi culo ¿ No ? Entonces deja de quejarte y goza conmigo.

Las explicaciones de Liliana eran totalmente convincentes y no quería discutir con ella después de haberme vuelto a aceptar. Así que nos dispusimos a dormir. Yo había disfrutado sobremanera pero tenía también un cierto sabor agridulce por mi frustrado intento. Otra vez será.

Continuara…

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