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La odisea de Virgilio (5: Metalingus)

en Bisexuales

La odisea de Virgilio (V: Metalingus)


I've been defeated and brought down
Dropped to my knees when hope ran out
The time has come to change my ways

[Estribillo:]

On this day I see clearly everything has come to life
A bitter place and a broken dream
And we'll leave it all, leave it all behind

On this day it’s so real to me
Everything has come to life
Another chance to chase a dream
Another chance to feel
Chance to feel alive

[:Estribillo]

I'll never long for what might have been
Regret won't waste my life again
I won't look back
I'll fight to remain:

[Estribillo]

Fear will kill me, all I could be
Lift these sorrows
Let me breathe, could you set me free
Could you set me free

[Estribillo]

He sido derrotado y me han derribado

Caí sobre mis rodillas cuando la esperanza se esfumo

Pero es la hora de cambiar mi vida

[Estribillo:]

En este día lo veo claramente, todo vuelve a la vida

Un lugar amargo y un sueño roto

Lo dejare todo eso, lo dejare atrás

En este día que es tan real para mi

Todo vuelve a la vida

Una nueva oportunidad de perseguir un sueño

Una nueva oportunidad de sentirme

Una oportunidad de sentirme vivo

[:Estribillo]

Nunca me pare a pensar en lo que pude ser

No volveré a malgastar mi vida arrepintiéndome

No miraré atrás

Luchare en sobrevivir

[Estribillo]

El miedo matará todo lo que puedo ser

Debo abandonar las penas

Déjame respirar, Libérame

Libérame

[Estribillo]

Metalingus: Alter Bridge

Nota: Es útil leer las primeras partes para entender la historia.

http://www.todorelatos.com/relato/67879/

http://www.todorelatos.com/relato/67888/

http://www.todorelatos.com/relato/67913/

http://www.todorelatos.com/relato/67919/

Laura procedía a iniciar su clase. El número de alumnos había decrecido constantemente desde hacía semanas. Ahora para un grupo de treinta, ya solo quedaban ocho de ellos. La situación económica estaba siendo deprimente y la conflictividad social aumentaba a pasos agigantados. Pero Laura no tenía la mente ocupada con esos temas. El reciente desastre ocurrido en Nueva York había sido la puntilla que la había introducido en una depresión.

  • "Comenzamos un nuevo tema: Teorema de Gödel. Este es una de los teoremas más fundamentales de la historia de la lógica y de la matemática. Con él se rompió la visión optimista de que las matemáticas eran una ciencia exacta. De manera resumida podemos enunciarlo de forma que dado un lenguaje que contenga a los números naturales entonces se pueden enunciar preguntas o propiedades que no se puedan demostrar ni ciertas ni falsas ya que se produce una contradicción mutua. A modo de ejemplo sencillo, que propuso Bertrand Russell, se puede enunciar la frase "Yo siempre miento". Esta misma frase es contradictoria ya que si mientes entonces la frase es falsa y por tanto no mientes, pero desde el otro lado si es falso que tú mientas también incurrimos en contradicción ya que entonces la frase es falsa. Para proceder a la demostración haremos un largo recorrido sobre los conjuntos numerables y recursivamente enumerables que nos llevara las próximas 3 semanas…

Laura dio su clase en piloto automático y con una congoja y desesperación se fue al despacho. Vio a Virgilio allí hablar amigablemente son Liliana. Su rostro desplegaba felicidad, ya no tenía la cara de amargura que tenía desde la salida de Nueva York. Estaba claro que eso era debido a Liliana. Unos sentimientos contradictorios la embargaban. A la vez se sentía alegre de que su admirado Virgilio haya encontrado una mujer que le aliviara las penas y le hiciese feliz, pero a la vez sentía tristeza porque esa mujer no era … ella.

Virgilio cuando lo conoció le entusiasmo como profesor, era tímido pero a la vez locuaz en sus clases. Estaba claro que se entusiasmaba cuando hablaba de matemáticas. No había conocido un hombre así en su vida. Era tan distinto a su padre. Luego al terminar quinto Laura decidió continuar los estudios para hacer doctorado y eligió como tutor a él. Entonces cuando la tutorizo descubrió aún más admiración por él. Era extremadamente atento a todas sus preguntas aún que le interrumpiese en mitad de los pasillos. En cierta forma era como un padre, aunque el biológico solo lo hubiese sido de nombre. Con el tiempo empezó a sentir un sentimiento que nunca antes había tenido. Unas mariposas en el estomago, unos acelerones en el pulso, entonces entendió que se había enamorado de él. Era la primera vez que sentía algo así por un hombre. A la edad de 27 años se sentía así pero Virgilio le parecía más un amor platónico que otra cosa, no está nada bien que un alumno y un profesor mantengan relaciones. Eso va contra el reglamento y puede ser motivo de expulsión académica. Laura enterró sus sentimientos hacia él.

Pero con la llegada del nuevo curso apareció Liliana. Una mujer extraordinariamente hermosa. Está claro que se cameló al pobre y tímido Virgilio. A finales de septiembre oyó unos ruidos que eran claramente gemidos de placer sexual en el despacho contiguo, el de Virgilio. La puerta estaba cerrada. Desde el resquicio de la puerta vio que salió Liliana. Salió al pasillo y entonces se abrió la puerta y vio Virgilio con una sensación de cansancio y con la camisa por fuera del pantalón y con la ropa desordenada. Estaba claro que había ocurrido dentro. Virgilio la miro con cara de terror pero ella huyo de allí con una sensación de vergüenza y desamor.

Las siguientes semanas trato de pensar sobre lo que hacer, si una relación entre alumna y profesor no es correcta tampoco lo es entre el jefe de departamento y secretaria. Al final decidió que no haría nada. Virgilio era mejor que fuese ese ser inalcanzable. Hacerle daño con una delación no era lo que sentía que debiese hacer aunque su corazón a veces lo pidiese.

Semanas siguientes conoció a Liliana. Parecía sentir mucho interés por ella e insistió en charlar animadamente con ella, en el despacho, en la cafetería. Descubrió que era una mujer sin par. Aparte de su belleza era increíblemente extrovertida. Estaba claro que era culta lo cual era extraño para sus estudios. En su personalidad Laura y Liliana eran como la noche y el día a la hora de abrirse. Laura durante los primeros días casi contestaba con monosílabos, en cambio Liliana se alargaba enormemente en sus turnos de palabra. Y además esa sonrisa perenne. Era muy fácil comprender porque Virgilio había caído en sus redes con tanta facilidad ¿Pero por que había ido a buscar precisamente a un tímido de solemnidad como Virgilio? Se preguntaba ella. Lamento no parecerse más a ella y tener su valor para haberse declarado a Virgilio.

Pero todo eso parecía ya remoto en su memoria. El mundo se había vuelto loco a su alrededor y desde la debacle en Nueva York el desanimo la conquistó. Apenas podía mantener la cara fingiendo la profunda tristeza que la embargaba. Y allí estaban los dos como dos felices enamorados. El desazón le pudo,¿ Por qué no yo también tuviese alguien que me amase y al que yo amar ? Ahora más que nunca necesitaba alguien con el que aliviar las penas y entonces Liliana le miro fijamente. Sus ojos negros siempre eran desconcertantes, parecía como si te atravesasen con la mirada. Laura corrió a los lavabos conteniendo ligeras lágrimas. Se miro al espejo. Ella de estatura mediana, pelo negro, ojos azules, de un pecho de tamaño más bien pequeño y de un trasero tampoco grande no se podía decir que fuese fea, tenía atractivo. Pero su personalidad fría y aislada hacia que los hombres no intentasen establecer nada con ellas. Ello era para ella un alivio en cierta forma por que tras su tragedia preferiría que ningún hombre se le acercase pero ahora todo eso era totalmente distinto. No tenía ninguna forma de llamar la atención a Virgilio y ahora estaba con otra mujer. Una autentica preciosidad ante la que Laura comprendía que no tenía nada que hacer en competencia. La puerta de los servicios de mujeres se abrieron y Liliana entro.

  • Chiquilla pareces una zombi. Aligera esa cara que hoy hace un buen día. Vaya se te ha corrido el rímel. Déjame que te ayude.

Liliana cogió su neceser y con unas toallitas le limpio los ojos de los restos del maquillaje. Le dio un beso en la cara con una gran sonrisa. Era muy extraño pero de repente el corazón de Laura se alivio. Estaba claro que era una gran amiga, la única que tenía.

  • Laura no es bueno sufrir tanto. La vida no debe ser un valle de lágrimas. Mira vamos a hacer lo siguiente. Esta noche vamos juntas a la disco. A bailar y que nos dé el aire. ¿Te parece una buena idea?

Laura accedió. Sentía que debía romper de una vez por todas con su timidez.

  • ¿Tienes un vestido sexy?

La larga espera de la respuesta delataba que no era así.

  • Bueno pues entonces vamos a ir primero de compras a agrandar un poco tu fondo de armario. Porque con los trapajos que te gastas pareces una momia. Para alegrarte conmigo esta noche primero debes estar adecuadamente arreglada
  • Pero…
  • Nada de peros hija. Que no todo es el trabajo, también hay que divertirse. Sé que a las 6 de la tarde terminas las clases. Pongo un letrero anulando las tutorías. Total para los alumnos que vienen. Y luego nos vamos al centro.

Estaba claro que con Liliana no se podía discutir. Se pregunto si con Virgilio también era tan marimandona.

  • Pero Virgilio…

Liliana la miro fijamente. Luego sonrío.

  • Ya veo. No te preocupes. Ya le he dicho que te veía muy decaída y que necesitabas compañía, así que le dije que esta noche iba a ser para ti. Él no me puso buena cara pero al final accedió.

Laura pensó para sus adentros que trataba a Virgilio como a un perrito.

Llegó las seis de la tarde y Laura y Liliana se despidieron del departamento inventándose una excusa. Cogieron el auto de Laura y se dirigieron al centro de la ciudad de compras. Laura no era muy aficionada a esta costumbre. Pero con Liliana patearon todos los centros comerciales y tiendas de ropa. Se pasaron multitud de horas haciendo que Laura se probase un vestido detrás de otro. Laura alucinaba con las prendas propuestas por Liliana. Eran demasiado atrevidas para su gusto, pero todas las discusiones las terminaba tajantemente Liliana.

  • Para esta noche te toca este.

Le mostro un vestido negro tremendamente sexy que le marcaba de forma muy pronunciadas las curvas de su cuerpo. Laura sintió un cierto pudor al probarlo. Enseñaba mucho, tenía un gran escote y mostraba mucho las piernas.

  • ¡ Guau ¡ Menudo bellezón que estas hecha. Contigo los tíos van a babear.

Laura se ruborizo ante el comentario.

Así pasaron la tarde entre tiendas y con un café relajado entre medio. Luego se dirigieron a la casa de Laura para que se vistiera y procedieron a pasar la noche a tope. Se dirigieron a la misma discoteca que una semana antes visitó con Virgilio. La música latina era la constante. A Laura otra vez le dominó la timidez y no se atrevió a salir al baile.

  • Laura bebe esto.

Laura bebió ese licor dulzón que no le resultó desagradable. Luego le trajo un bloody mary, un cuba libre. Eso fue suficiente. El alcohol inhibió su timidez y salieron de la mano a la pista. Se podía decir perfectamente que Laura bailaba como un pato mareado. El alcohol quizás fue demasiado. Las risas que no había soltado en posiblemente años por fin surgieron. Liliana se pego a ella y se pusieron a bailar juntas con los cuerpos casi pegados. Liliana había pedido un tango y Liliana empezó a bailar como si fuese el papel del hombre. Laura era patosa y apenas pudo seguir los pasos. Todos los hombres del local empezaron a mirarlas fijamente. Laura empezó a sentirse incomoda con las miradas. Y entonces Liliana la beso, e introdujo la lengua en su boca. Laura se asusto y puso los ojos como platos, pero no reacciono. Estaba algo borracha y apenas pudo articular palabra.

  • Lili…liana que has hecho?
  • Vámonos, estas muy borracha.

Salieron del local y Liliana pidió un taxi

  • A la calle Sol por favor
  • Liliana me he dejado el coche ahí.
  • Bueno mañana lo vienes a recoger. Hoy no estás para conducir.
  • Pero déjame primero en mi casa
  • No primero vamos a la mía.

Llegaron al apartamento de Liliana. Laura se sorprendió con la decoración de estilo de civilizaciones antiguas. Entonces Liliana se dirigió hacia ella y cogiéndola del rostro la volvió a besar. Laura ante este beso se tranquilizo. Multitud de pensamientos se le arremolinaron en el cerebro. El primer ser humano que le besaba en la boca era una mujer y era Liliana, la mujer que le había "arrebatado" a Virgilio. Pero en vez de ira o repulsión sintió desahogo. El primer beso apasionado era ahora un regalo caído del cielo y se dejo hacer. Ahora sintió que tenía un corazón que quería aliviarle la tremenda pena que le embargaba. Lloro pero de alegría. Liliana la rodeaba con abrazos y caricias. Laura empezó a devolver los besos y juntas hicieron un baile con sus lenguas en sus bocas. Todas las penas, todas las amarguras, toda su vida en cierta forma empezaban a disiparse con todas esas caricias.

Liliana se desnudo quitándose su vestido. Laura ahogo un cierto grito. Su cuerpo era escultural, casi se podía decir que era perfecto. Estaba claro que no podía competir contra ella por Virgilio. Pero no era eso lo que estaba pasando, ese cuerpo se lo estaba ofreciendo a ella. Ahora Liliana empezó a desnudarla a ella y al final allí se encontraron los dos cuerpos desnudos de ambas mujeres. Laura sintió un ligero pudor sobre todo al ver que su cuerpo no era gran cosa en comparación con el de Liliana. Se tapo ligeramente sus pechos. Pero Liliana le tomo las manos y las dirigió a los suyos. Laura sintió la delicada suavidad y tersura de aquellos senos. Con las manos Liliana le invito a cogerlos y apretarlos con suavidad. Ahora Laura empezó a sentir otra cosa. Era excitación, el deseo la estaba dominando. Su vagina empezaba a producir fluidos. Laura ya no era dueña de su cuerpo y de su mente. El deseo era ahora su rector. Liliana dirigió uno de sus dedos y toco el clítoris de Laura, un calambrazo de placer le recorrió y Laura respondió con un suave gemido. Juntas de la mano se dirigieron al dormitorio. Laura se tumbo y Liliana empezó a llenarla de besos. Ahora con su lengua recorría todo su rostro, luego las orejas. Laura llenaba de jadeos la habitación que eran de gran agrado para Liliana.

Ahora baja con suavidad al cuello y su lengua no pare de darle caricias. Laura está entrando en una especie de estasis. Ahora Liliana baja hasta los pechos y primero la acaricia con las manos con ternura y suavidad. Luego usa su lengua y recorre los pezones deleitándose con ellos. Los sentimientos en Laura son apabullantes, es la primera vez que otro ser humano le de placer, un gran sentimiento de gratitud la embarga. Pero eso sentimiento de gratitud iba in crescendo convirtiéndose en otra cosa.

Liliana con su lengua recorre del pecho al ombligo mientras que con sus manos sigue tratando con suavidad a los pechos de Laura. Allí en el ombligo se entretuvo un ratito dándole leves caricias con su lengua. Luego salto a las piernas empezando por los tobillos acariciándolo con las manos con sensualidad y dándole leves lametazos. Poco a poco fue subiendo por los muslos. La excitación en Laura era incontrolable. Y luego llego a su entrepierna. Laura tenía un abundante vello negro en su monte de Venus. Primero con los dedos busco el clítoris de nuevo de Laura. La repetición de la caricia volvió a hacer gemir ruidosamente a Laura. Esta se preguntaba en su interior como se estaba acostando con otra mujer, como su timidez se había anulado completamente. Su forma de ser la hubiese hecho huir de allí hacía mucho tiempo, pero ahora ella había cambiado y era presa del deseo y quería seguir siendo su prisionera gustosamente.

Liliana cambio los dedos por la lengua, esa caricia volvió a estremecer a Laura. Era increíble para ella que ni más ni menos con la boca le hiciese una caricia en la entrepierna. Su educación le decía que aquello era sucio, impudoroso. Pero ya daba igual no se iba a echar atrás. Liliana había llegado al punto culmen y se entretuvo largamente en él. El gozo en la mente de Liliana empezaba a embargarla más que el alcohol que creía que le había llevado a esta situación. Ahora Liliana bajo a los labios y los separo buscando la entrada a la gruta de Laura. Y empezó a penetrarlo con su lengua mientras sus dedos seguían dándole atenciones al clítoris.

Unas sensaciones empezaron a recorrer todo el cuerpo de Laura, su vagina rebosaba de fluido. Aquello era nuevo para ella, nunca lo había sentido. Como una corriente eléctrica recorría desde los pies hasta la cabeza, la columna vertebral era el transmisor sin resistencia de aquella sensación. Laura empezó a mover la cabeza casi desencajándola. Sus jadeos que pasaron a ser gemidos ahora eran gritos. Su cuerpo se convulsionaba como si fuese epiléptica. Su vagina parecía encoger y ensancharse involuntariamente, su clítoris vibraba. Una sensación de delirio era lo único que percibía. Había sido su primer orgasmo. El cansancio empezó a ser presa de ella. Mientras Liliana se dirigió a su rostro para besarla. Aquella experiencia había sido tremenda para ella, el agradecimiento hacia Liliana y lo que acaba de hacer sentir era arrebatador. Sentía algo muy parecido a lo que sentía por Virgilio. ¿Me estaré enamorando de ella?

  • Gracias Liliana.
  • Je. Te hacía falta soltar energía. Menuda cara de felicidad que se te ha quedado. No hay nada mejor como un buen polvo para ahogar las penas. ¿No?
  • Si Liliana ha sido … maravilloso, increíble. En realidad no tengo palabras.
  • No busques palabras, cariño. Te veía muy triste y somos amigas. Así que te parece si repetimos.
  • Si Liliana. Por favor hagamos el amor de nuevo.

Liliana dirigió su entrepierna hacia la cabeza de Laura mientras volvió a dirigir la suya hacia la de Laura. Laura comprendió instantemente que era la hora de devolver el placer y haciendo uso de los recientes recuerdos intento en la medida de lo posible regalarle placer a su amiga, a su amada. Vio el lampiño monte de Venus de Liliana, aquello era hermoso. Si, para Laura el sexo de su amante era hermoso. Ahora el sexo de Liliana era un templo, aquella gruta llena de belleza era al lugar donde iba a rezar con su lengua en honor a esa diosa que aliviaba el corazón de hombres y mujeres. Allí seguramente había entrado el pene de su amado Virgilio. Ahora lo iban a compartir ese fascinante sitio que los llenaba de placer. En posición de 69 las amantes se llenaron de caricias con sus lenguas en sus clítoris. Liliana introdujo dos dedos en la vagina de Laura. Esta dio un ligero brinco pero se acostumbro a la entrada y repitió la operación con el coño que se asomaba encima de su rostro. Los dedos realizaban un vaivén. Ambas mujeres empezaron a jadear. Laura aún sensible de su orgasmo reciente se asomaba de nuevo al clímax. La ternura, el morbo, lo prohibido englobaron en un todo que hizo que Laura alcanzase el cielo con los dedos. Las sensaciones volvieron a repetirse, su alma parecía flotar en un cuerpo que se desvanecía de sensaciones placenteras. Laura freno un momento su labor de entrega de placer mientras se deleitaba con esas sensaciones que hasta una edad tan tardía no había conocido.

Liliana era ahora su amante, su maestra, su diosa del amor. Laura prosiguió de nuevo las caricias sobre los genitales de Liliana, tenía que devolverle el favor y que ella sintiese un orgasmo. Laura estaba totalmente entregada a merced de Liliana. Ahora Liliana se tumbo invitándola a continuar. Los gestos de timidez aún perduraban en el rostro de Laura pero ahora también eran de veneración y de admiración. Laura resolvió volver a acariciar el clítoris de Liliana con suavidad, los suspiros de Liliana delataban su proximidad al orgasmo. Con su dedo índice penetro en las paredes vaginales de Liliana, parecía que ardía, era un fuego eterno en el que había en dicha cavidad. Laura quedaba sorprendida de semejante temperatura e imagino las sensaciones que debían provocar a Virgilio. Los sentimientos de Laura le hacían latir su corazón con gran intensidad al entrar con sus dedos en aquel templo, mientras que seguía lamiendo y soplando al portón que parecía ser en su símil el clítoris. Liliana se relajo y se abandono al paroxismo del placer. El orgasmo la inundo y algo de fluido vaginal sobresalió de aquella gruta, su dulce sabor fue saboreado con deleite por Laura. Se prometió a si misma que volvería a beber de esa fuente de la felicidad el resto de su vida.

  • Te amo Liliana. Por favor no me abandones. – Le digo con un abrazo posesivo, como si no quisiese que ese momento le fuese arrebatado.
  • No te abandonaré mi pequeña. Yo también te amo.
  • Ahora lo comprendo. Virgilio es tremendamente afortunado al tenerte. Pero yo ahora estoy enamorada de ti y te necesito. He descubierto la alegría y la felicidad, tú me las has mostrado. Mi maestra. Te seguiré hasta el fin de mis días.

La sonrisa apareció en el rostro de Liliana y le lleno de besos la cara y la boca.

  • Laura. Una cosa. Tú amas a Virgilio. ¿Verdad ?

Laura tardo mucho en responder. No terminaba de asimilar la actual situación cuando Liliana le ponía en un brete.

  • Si Liliana, aunque sospecho que tú lo sabías hacía tiempo
  • Así es mi querida.
  • Para mí ha sido el único hombre que ha merecido la pena conocer. Pero… pero no he podido… no he podido hacer lo que tú has hecho. Y estoy confundida Liliana. ¿Tú le amas?
  • Así es. Laura, le amo desde hace mucho tiempo. Y sí, es un gran hombre. Un hombre que ha estado solo e incomprendido toda su vida. Y será aún más grande, y tú lo serás también. Juntos estáis destinados a hacer grandes cosas. La medalla fields es poca cosa con respecto a lo que seréis. Os recordaran como unos de los grandes nombres de la historia. Virgilio y Laura.
  • No entiendo nada. Pareces decir que nos uniremos. Como si fuéramos a ser pareja.
  • Lo entiendes cariño. Virgilio y tú vais a ser amantes en el completo sentido de la palabra y yo os guiare al cometido que os toca hacer.
  • Pero Liliana, tú y él ya sois pareja…
  • Cariño abandona los malditos celos que hacen tanto daño. Al igual que te he dado amor a ti y tú me la has dado a mí. Ambos nos uniremos en alianza para hacer feliz a Virgilio a niveles que él ahora ni sospecha. Seremos amantes, aliadas tanto entre nosotros como para él.

Laura tardo en responder. Trataba de asimilar lo que era tan difícil. Pero al final respondió.

  • Si Liliana, compartamos a Virgilio. Seamos amantes tanto de él como de nosotras. Te hare caso, abandonare los prejuicios y seremos juntos un solo amor. Un amor de tres.
  • Muy bien Laura. Es el momento de que te instruya un poco.

Se levanto y se dirigió hacia un cajón de la mesita de noche. Laura observo con curiosidad. Estaba lleno de juguetes sexuales. Laura miro embobada. Liliana cogió una especie de consolador esponjoso de color violeta. Era alargado y grueso.

  • Una de las mejores formas de placer es el sexo oral. Algunas zonas erógenas las compartimos hombres y mujeres. Pero el pene es el equivalente al clítoris en el hombre y es su zona más sensible. Tanto que es la fundamental para que él alcance el orgasmo. Aquí arriba esta el glande que es la zona más sensible y de todas ellas la fundamental es el frenillo.

Liliana se dispuso a lamerlo como si fuese el pene de Virgilio. Mientras dada instrucciones a Laura.

  • Lamiéndolo como si fuera un clítoris le darás un gran placer. Debes aprender poco a poco el tempo y de forma que no abuses de esta zona y también atiendas otras también estimulantes pero no tan intensas, así evitaras que se corra demasiado rápido. Ahora te diriges a los testículos recorriendo todo el tronco con la lengua. Los lames y te los metes en la boca lamiéndolos por dentro… Es muy importante el aspecto psicológico. Lamerle los huevos es un acto de devoción para ellos, pero eso solo es un ejemplo. Ya te he dicho que la zona más sensible es el glande pero a nivel psicológico hay una cosa que vuelve a locos a los hombres cuando reciben una felación, es la garganta profunda. Es como si le protegieras su parte más sensible con tu boca. Guardándole su sexo con lo mismo con que le darás besos llenos de amor y pasión. Cuando se lo hagas implorará que te cases con él.

Liliana se introdujo el dildo casi en su totalidad. Laura dio un pequeño grito de asombro que amortiguo con las manos en su boca. Liliana hizo unos movimientos de mete y saca.

  • Laura para empezar no me imites, métetelo hasta donde te quepa sin sentir nauseas. A Virgilio no le gustara que se la mames con cara de arcadas. Con el tiempo ya te enseñare como se hace la garganta profunda. Bien ahora prueba tú.

Laura procedió a imitar lo que acaba de enseñarle su maestra en el sexo. Lamio el glande, bajo hasta los testículos de imitación, se los introdujo en la boca con una cara de deseo que hizo hacer un gesto de aprobación en Liliana.

  • Eso es mi niña. Debe ver que tú también disfrutas al hacerle la mamada. Cuando oigas sus gemidos serán una recompensa para tus oídos. Y tu cochito se mojara con cada uno de ellos.

Entonces Laura se empezó a hacer movimientos de mete y saca. Pero en un momento intento introducirla muy profundamente y le produjo una enorme arcada que casi acaba en vomito.

  • Laura no seas bruta. Ya te he dicho que eso se tarda en aprender. Es un proceso largo, además para empezar debes bajar la lengua para que el pene no toque la campanilla y así no se active el acto reflejo de la arcada. Poco a poco te instruiré y ya verás como al final llegarás a metértela en la garganta sin problemas y Virgilio se correrá de gusto de solo verte. Hablando de correrse. A los hombres les gusta correrse en nuestras bocas. Es normal, lo que le está dando tanto placer les gustaría seguir sintiéndolo en el momento del clímax. Es decisión tuya hacer lo que creas oportuno. Pero un simbolismo con el que les haces comprender que eres su hombre y lo aceptas en toda su completitud es tragar su corrida. Un buen truco que los enamora perdidamente es enseñar el semen que has recogido mostrándole la lengua y luego te lo tragas ruidosamente. Luego le enseñas la lengua dándole claramente tu total aceptación incluso de su agua sagrada de vida. Deberías ver la cara de tonto enamorado que se le queda a Virgilio cada vez que se lo hago. El semen de él tiene un sabor muy agradable y te aseguro que te gustara y te volverías adicta.
  • Entonces haré que se corra en mi boca y me lo tragaré gustosamente. Porque quiero que él sea mi hombre.

Liliana le dio un sonoro beso introduciéndole la lengua profundamente.

  • Bueno dejemos este juguete y pasemos a otros más interesantes.

Liliana saco otro dildo, pero ahora este estaba amarrado por unas correas. Liliana se lo puso de forma que parecía tener un pene en su entrepierna.

  • Ahora te voy a hacer gozar como lo hará Virgilio.

Pero ante este juguete Laura de pronto se paralizo, unos viejos recuerdos que siempre intento enterrar afloraron. Su cara se puso blanca y se apretujo hacia el comienzo de la cama arremolinándose como en posición fetal.

  • Laura .¿Qué te pasa ? Me estás asustando.

Laura parecía haber entrado en una catarsis y se movía en movimientos cíclicos.

  • Laura. Cuéntame. ¿Dime que te ocurre?

Tardo unos minutos mientras trataba de tranquilizarla con abrazos, besos y caricias.

  • Es mi padre ….
  • ¿Tu padre qué?

Laura empezó a sollozar a moco tendido

  • Mi padre me violó cuando era adolescente. Era un maldito borracho que maltrataba a mi madre y a mí. Al final él mato a mi mama y luego se suicidó.

Liliana comprendió de pronto el porqué de los actos de Liliana y de su alejamiento de los hombres, de su soledad pertinaz y de su tristeza permanente.

  • … Fui a casas de acogida. Al final a pesar de suspender en todo aquel curso. Los psicólogos consiguieron recuperarme y solo me enclaustre en los estudios. Llegue a matemáticas y allí conocí a Virgilio. Cuando me prometí a mi misma que no volvería a acercarme a un hombre conocí a Virgilio y ahora estoy atrapada de nuevo.
  • Ay mi Laura. Cuanto has sufrido. Pero yo estoy aquí y te garantizo que no te hare daño, y además conseguiré que esa cicatriz se cierre y sane. Si tu corazón quiere que ames a Virgilio, tu padre desde el infierno no va a impedir que lo consigas. Eso te lo prometo como que me llamo Liliana.

Liliana hizo girar a Laura y que se volviese a tumbar. Entonces le dio un beso. Ese beso fue extraño. Parece como si el aire que impulsaba Liliana desde su pulmones alcanzase la garganta y luego los pulmones de Laura. Era un aire cálido, dulce. De pronto una sensación de paz inundo a Laura. Toda la pena y el horror que dominaban su mente minutos a atrás se perdieron. Era como si las conexiones neuronales que albergaban los recuerdos amargos de su padre se hubiesen roto de repente. Todos sus músculos se relajaron. Liliana dirigió con sus dedos al clítoris de Laura y la excitación volvió a hacer acto de presencia en ella. Su vagina se mojo y se lleno de sus fluidos. Laura con una sensación de felicidad, de relajación y de alegría le dijo.

  • Liliana, por favor. Tómame.

Entonces Liliana apunto con el dildo con suavidad hacia la entrada del coño de Laura. Esta sentía un picor en sus paredes vaginales y percibía que ese picor se aliviaría con el dildo. Se besaron apasionadamente mientras Liliana continuaba su labor de entrada con suavidad. Tardo varios minutos en envainar todo el dildo en la vagina de Laura. Cuando esta hizo tope. Unas lágrimas de alegría bañaron los ojos de Laura. Liliana también lloro.

  • Yo te he desvirgado de amor. Ahora te penetrare y quiero que te corras, mi amada Laura.
  • Si mi maestra. Hazme el amor, fóllame con cariño.

Liliana separo las piernas de Laura y empezó a hacer los movimientos de vaivén. El temor que inundaba a Liliana había desaparecido, ahora era presa de una gran excitación. Ambas mujeres se besaban apasionadamente mientras Liliana penetraba con el dildo a Laura. Ahora Liliana se echa la espalda hacia atrás y eleva las piernas y el trasero de Laura. Cae entre sus piernas haciendo una penetración profunda teniéndose que apoyar con las puntas de los dedos de los pies. La posición de sumisión absoluta excita a Laura. Su vagina rebosa de líquido. La excitación vuelve a ser culmen y Laura se acerca de nuevo al climax.

  • ¡Virgilio, Liliana. Folladme! ¡ Soy vuestra! ¡ Tómame Liliana !
  • Si cariño, disfruta. Córrete, mi querida alumna. Regálame tu orgasmo.
  • AHHHHHH!!!!!!

Un gran grito lleno la habitación. Las paredes vaginales apretaban el juguete en ciclo sinusoidal. De las convulsiones se pasa a la calma y la respiración queda entrecortada. Laura llena de besos que calman el placer que rebosa en lágrimas en Laura. Liliana se quita las correas con el dildo y va en busca de otro juguete en la mesilla. Ahora trae un consolador con forma de pene en ambos lados con una doblez en medio.

  • Mi amor, vamos a por tu cuarto orgasmo. Tu primera noche de amor no la vas a olvidar en tu vida y te voy a dejar rendida y satisfecha.
  • Adelante Liliana soy tu sumisa servidora. Ahora mi cuerpo te pertenece, haz con él lo que quieras.- le dijo con un gran tono de cansancio.

Liliana dirigió una de los penes a la vagina y suavemente se lo introdujo, Laura volvió a suspirar ante la nueva entrada del juguete. Luego Liliana cogió el pene saliente y lo apunto a la suya. Un suspiro de placer le salió cerrando los ojos. Liliana se vuelva colocar encima de ella y sus pechos se aplastan, ese roce adicional es un excitante añadido. Ambas mujeres empiezan a jadear suavemente debido al coito mutuo.

  • Liliana es maravilloso. ¿ Esto es como cuando Virgilio te monta ?
  • Si, es muy parecido. Nos sentimos que nuestros cuerpos y almas se fusionasen y nos volviéramos durante el proceso en un solo ser. Cuando estas excitada, que tu amado te penetre es emocionalmente único. Su lanza entra y sale de tu orificio como queriendo introducirse completamente en ti. Tú deseas que no entre solo su pene sino todo él. Como las dos mitades de almas que los filósofos griegos decían en mitología que deseaban buscarse para volver a unirse por que los dioses les separaron por miedo a su poder. Tu cuerpo y tu corazón vibran con cada embestida y deseas que esa unión se haga completa haciéndose un solo cuerpo. Y luego le ves a él como goza cuando te penetra y esa visión te autoestimula a tu propia excitación. Ellos les encanta vernos como nos corremos pero a la vez nosotras disfrutamos enormemente de sus gemidos y jadeos, de sus caras que se contraen, de su cuerpo que tiembla de gusto, de su saliva que se le sobresale de la excitación. Entonces estas deseando que se corra, que derrame su simiente en ti y cuando notas que te ha inundado hasta el útero llegas a tu orgasmo haciendo que tu coño le exprima su polla provocándole aún mas placer. Entonces su esperma es un regalo divino que entra en las profundidades de tu ser.

Todo este discurso fue emocionalmente demasiado para Laura y alcanzo de nuevo otro orgasmo. Para ella fue el más intenso de toda la noche, su mente imaginaba que en futuro cercano sentiría lo que acababa de describirle Liliana. Y seria Virgilio el que estaría encima de ella gozándola, gozándose.

Liliana cansada del esfuerzo se retira su pene y le quita la parte de Laura tumbase junto a su lado. Laura se percata de que Liliana no se ha corrido y haciendo un esfuerzo se dirige entre los muslos de Liliana, dirige su lengua al depilado sexo de su maestra, de su diosa. Piensa que debe afeitarse también ella, el sexo femenino es precioso así y seguro que a Virgilio le gusta. Luego le pedirá ayuda para depilarse. Pero ahora debe hacer disfrutar a la persona que le arrancado de las garras de la desesperación y en cambio ahora le ha abierto las puertas del paraíso. Dirige su lengua al clítoris de Liliana y vuelve a rodearlo con su lengua, le da soplidos, lo coge con los labios. Liliana reacciona rápidamente y sus gemidos delatan un inminente orgasmo. La coge de la cabeza haciendo que incruste su lengua en la vagina.

  • Si Laura, ¡¡¡¡¡ Si !!!!!! ¡¡¡AHHH!!!!

Laura observa las convulsiones, oye los gritos de placer, los gestos incontrolados. Esta deleitándose del orgasmo que ha provocado a su maestra. Ahora comprende todo lo que ha relatado su amada mientras vuelva a saborear la miel de Liliana. Ahora se promete a si misma que recolecta semen de Virgilio y miel de Liliana. Serán sus bebidas favoritas. Las aguas sagradas de la vida.

Liliana a la noche siguiente volvió a visitar a Virgilio. Le había dejado solo una noche, pero era necesario. Ahora tenía un discípulo y una discípula. Sus planes estaban en marcha. En el cuarto de baño hablaban sobre el último día mientras se preparaban para pasar una noche de pasión.

  • ¿Has visto a Laura? Se le ve feliz. Nunca la ha visto tan alegre. Además ¿Te has visto como se ha vestido hoy? Se ha puesto guapísima. Sino la conociera diría que se ha echado un novio- Comento Virgilio después de lavarse los dientes.
  • Jajaja. Que ocurrente eres. Ya te dije que necesitaba compañía y ayer fuimos a bailar y a disfrutar de la noche. Pero estás equivocado , si te fijas bien está encaprichado de uno del departamento
  • ¿Cómo? ¿Quién? Seguro que Antonio no es. Son como aceite y agua.
  • Hay mi querido tontín. No te fijas con que ojos te ha mirado hoy, parecía querer comerte con ellos.

Virgilio se detuvo un momento y empezó a recordar. Era cierto, Laura no parecía querer quitarle la vista durante todo el día, no paro de pasar por su despacho. Además su mirada tenía un brillo especial.

  • No te entiendo Liliana. No espera, ya lo sé. Tu lo que tienes es celos. Lo que quieres es que te de un morreo de cine delante de ella.
  • ¡Ay! No cariño, sabes que eso no debemos hacer- mientras la hacía dulces cosquillas a Virgilio. Por cierto ¿Qué compensación quieres por abandonarte anoche?- le dijo abrazándole y besándole por la espalda mirándose ambos en el espejo.

Virgilio dirigió una mirada de intenso deseo a Liliana.

  • Ay que ya te conozco. Tú quieres sexo anal. Desde que lo probamos hace un par de semanas me lo pides todos los días, eres un yonqui de mi pobre culito. No lo dejas en paz al pobrecito. Hoy lo volveremos a hacer en postura de perrito. Pero ten piedad de mi anito, aún no se ha acostumbrado a tus embestidas. Me voy al dormitorio para empezar a dilatarme y lubricarme. No tardes mucho – se despidió con un guiño.

El pene de Virgilio se había puesto duro como una piedra y apuntaba al techo del cuarto de baño. Virgilio se sorprendió de una erección tan intensa, parecía que tenía las fuerzas de un jovencito de nuevo.

Continuara …

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