“¿Qué?”

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Miré atentamente el video:

Se levantó la chava de la cámara y le estiró la mano a mi hermana Olga.

-Ven. –Le dijo. –Siéntate en la cama.

Olga se sentó en la orilla de cama. Mi novio Rafa hizo lo mismo. La chava estaba frente a ellos, grabándolos.

-Quiero dejar en claro a todos los que vean este video, que estas dos personas y sus dos primos me involucraron, me dijeron que les ayudara para que esta señorita tuviera la mejor experiencia en su primera vez. –Dijo la chava. –Empecemos: ¿Es tu primera vez?

-Sí. –Respondió Olga.

-¿Por qué quieres grabar tu primera vez?

-Quiero tener un recuerdo de cómo tuve sexo por primera vez; como me la metieron, como me abrieron las piernas, como me pusieron en muchas posiciones, como mamé verga.

-¿Nunca te han metido los dedos? ¿Nunca has sentido una verga por encima del pantalón?

-Una vez… con mi novio.

-¿Tienes novio? ¿Cómo fue?

-Tengo novio. –Dijo Olga. –Estábamos en mi casa. Me puse arriba de él y sentí su erección. Fue todo con ropa.

-Y ¿Por qué tu primera vez no fue con tu novio? –Preguntó la chava.

-Un día me di cuenta que estaba enamorada de Rafa, el novio de mi hermana. –Olga abrazó a Rafa.

-¿Cómo te diste cuenta de eso?

-Es agradable, me trata bien. Es buena onda, atento, y muy hermoso físicamente. –Y se besaron.

-¿Lo has visto coger? –Preguntó la chava.

-Sí. Descubrí a mi hermana mamándole la verga y como la llenaba de leche. Y también me regaló un video de él cogiendo con su prima. Este video yo se lo pedí. –Recordé la cámara que había visto en la cama de Olga.

-Quiero dejar en claro. –Dijo Rafa. –Que yo no la amo, ella lo sabe. –Se notaba que Rafa andaba un poco ebrio. –Solo quiero ser el primero que se la meta.

-Lo sé y yo quiero que tú seas mi primera vez. –Dijo Olga.

-Bueno. Yo grabo, ustedes pueden iniciar. Relájate Olga.

-Sí.

Se besaron. Rafa empezó a acariciar su cuerpo delgado, sus pechos pequeños, sus piernas. Luego la dejó de besar y se concentró en su cuello. Le levantó sus brazos y le quitó su playera, luego su brassier.

La chava se enfocó en grabar sus pequeños pechos mientras Rafa se los chupaba y los acariciaba.

-Riquísimo. –Dijo mi hermana Olga. –Siento mi panochita muy calientita y mojada. Siento que algo rico me está llegando. Sigue.

-Acuéstate. –Le dijo Rafa y Olga lo hizo.

Rafa le levantó las piernas y le quitó el pantalón. Quedó en ropa interior.

-Escondido en este calzoncito, está el mejor premio para un hombre. –Dijo la chava. –Y el suertudo es el cuñado.

Rafa le pasó la yema de sus dedos por la panochita.

-Estas calientita, hasta acá se nota. Y estas muy mojada. –Dijo Rafa. Olga solo gemía, no decía nada.

Rafa le levantó de nuevo las piernas y le quitó el calzón. Dejó al descubierto una panocha llena de bello.

-Como me gustan. –Dijo Rafa.

-Me gusta andar así y si tenemos sexo todos los días, así me encontrarás. –Dijo Olga.

-Lo pensaré. –Dijo Rafa.

-Méteme tu lengua, la deseo tanto.

Rafa metió su cabeza en la entrepierna de mi hermana y empezó a mamarle la panocha. Al instante, Olga arqueó su espalda y gimió fuerte.

-Eso. –Dijo la chava que estaba grabando. –Su primer orgasmo.

Mi novio, Rafa, siguió con la cabeza en medio de las piernas de mi hermana Olga. Al poco rato, tuvo otro orgasmo.

-Muy rico. –Dijo entre gemidos Olga. –Muy rico. Delicioso. No pares.

Rafa metió sus dedos en la cuevita, y la empezó a masturbar rápido. Solo se escuchan los gemidos de mi hermana hasta que le llegó un tercer orgasmo.

-Delicioso. Así que esto es el sexo… quiero hacerlo siempre. –Dijo mi hermana.

Rafa y la chava rieron.

-¿Ya estas lista para que te la metan? –Dijo la chava.

-Métemela ya mi amor. –Suplicó Olga.

Rafa se puso de pie y se desvistió. Saltó su verga ya erecta.

-Sin condón. –Dijo rápido Olga. –Quiero sentir tu lechita dentro de mí. Solo esta vez.

-Así era. –Dijo Rafa.

Mi novio se puso encima de mi hermana, listo para penetrarla.

-¿Me va a doler? –Preguntó con un poco de miedo.

Rafa volteó hacia la cámara como buscando algún tipo de respuesta. La chava no respondió.

-Lo haré despacio. –Dijo Rafa. –Si te duele me dices y me detengo.

Olga asintió.

La cámara apuntó hacia la verga y la panocha de mi hermana. Con su mano, mi novio guió su verga hasta la entrada de la cuevita. Metió la cabeza. Olga gimió.

-¿Te duele?

-Sigue despacio.

Metió un poco más rápido la mitad de su verga.

-Detente. –Dijo asustada, Olga.

-¿Qué pasa?

-Me asusté porque la sentí muy rápido.

-¿Te dolió?

-Un poco, pero el dolor va despareciendo. Me gusta lo que estoy sintiendo. Sigue.

De un golpe la metió toda. La cámara fue con Olga, que estaba arqueando la espalda. Rafa empezó a bombear lentamente, mientras le agarraba los pechos.

Solo se escuchaban los gemidos de Olga y Rafa, este se empezó a mover rápido. Mi hermana gimió más fuerte. Al minuto mi hermana soltó un grito fuerte seguido de:

-Termina ya. La quiero sentir.

Rafa siguió moviéndose hasta que soltó un grito y se movió extraño; estaba descargando su lechita dentro de mi hermana.

-Siento caliente. –Dijo Olga entre gemidos. –Quédate un rato así. No te salgas.

Pasado un minuto, Rafa se salió y se puso a un lado de Olga, esta estaba agotada. La chava puso la cámara apuntando hacia la cama y luego se acomodó a lado de Rafa viendo a mi hermana con una sonrisa.

-¿Qué te pareció? –Preguntó divertida.

Olga con las manos en su rostro dijo:

-Riquísimo. –Dijo agitada. –Quiero hacerlo muchas veces. Se abalanzó sobre Rafa y se besaron. –Lo haremos después, ¿verdad? –Le preguntó a mi novio.

-Lo pensaré. –Dijo Rafa.

Olga se levantó y se enredó en una toalla.

-Voy al baño. –Dijo. Y salió del cuarto.

Me sentí la peor mujer del mundo. Mi novio se cogió a mi hermana, me sentía traicionada. Pensaba en todo lo que había hecho y me repetía “Me lo merezco, me lo merezco por puta”, con lagrimas en los ojos.

-¿En cuánto tiempo te recuperas? –Dijo a chava.

-Un ratito. –Dijo Rafa.

-Quiero una cogida. Quiero tragarme tu lechita. Quiero que me des por el culo.

-Entonces despiértalo. –Dijo mi novio. –Te gusta mamar verga, ¿Verdad?

-Me encanta. –Se colocó en la verga de mi novio y empezó a mamarle la verga.

Casi al instante entró corriendo Olga al cuarto, gritando.

-Vengan, corran. Rápido Rafa. Mira lo que está haciendo July. –Y salieron corriendo del cuarto, dejando la cámara ahí donde estaba.

Asustada solté la cámara, pensando que en ese momento entrarían al cuarto. Pensé y la agarré de nuevo. El cuarto estaba vacío. “¿Qué paso? ¿Qué hice?”, pensé. Trataba de acordarme de lo que hice la noche anterior y no recordaba nada.

Vi la otra cámara, di de nuevo “Play” y continuó la imagen donde me quedé.

Iban caminando mi primo y su amigo:

-Ya quiero mamarle esas chichotas. –Dijo el chavo.

-Quiero que me haga una puñeta rusa. –Dijo mi primo.

-¿Entre los dos nos la vamos a coger? –Dijo el chavo. – ¿Al mismo tiempo?

-Sí. –Respondió mi primo. –O ¿Quieres uno solo?

-No, está bien los dos. No se la vamos a meter al mismo tiempo, ¿de acuerdo? –Dijo el chavo.

-¿Cómo?

-O sea, tú por el culo y yo por la panocha o al revés. No quiero eso. Yo se la meto y a ti que te la mame y al revés.

-Claro wey. No quiero tocar lo tuyo. –Dijo mi primo.

Se acercaron a una puerta y tocaron.

-Julia. –Dijo mi primo.

Se abrió la puerta y me vi limpiando mi boca, ojos caídos, me veía cansada. La cámara apuntó hacia el piso y noté que entre los dos me agarraron de los hombros.

-Vamos al cuarto.

Veía como mis pies iban casi arrastrando. Se abrió una puerta, entramos, me tiraron en la cama, se levanto la imagen de la cámara y me vi, boca abajo, dormida.

-Vamos a desvestirla. –Dijo el chavo.

-Pon la cámara allá. –Mi primo le dio la cámara al chavo.

-Quiero coger. Quiero que me la metas. –Dije.

El chavo volteó la imagen a la cama y me vi boca arriba, abrazada de mi primo, besándolo.

Continuará.