miprimita.com

Curso de preparación al matrimonio

en Hetero: General

 

Con tan solo 27 años y ya dos veces divorciada Paula se dio cuenta que los hombres simplemente no están preparados para los rigores de la vida matrimonial. Aquella última decepción le hizo pensar en cambiar su vida y desarrollar una empresa que lanzase un servicio de preparación al matrimonio y los problemas que la vida en común causaban.

 

La idea era lanzar una pagina web que le permitiese pagar la renta y los pequeños gastos que tenia en su día a día. Lo que empezó como una idea loca acabó para su sorpresa con su primer cliente al cabo de muy poco tiempo de subir la pagina a la red.

 

Carlos era un joven que estaba contemplando la posibilidad de pedir a su novia que se casara con él, la verdad es que Carlos había visto demasiados matrimonios fallidos entre sus amigos y compañeros de trabajo, lo cual le echaba mucho para atrás.  Todos se quejaban sobre lo duro que era la convivencia, según comentó el servicio le iba a ir de fábula para saber si él estaba hecho para la vida en pareja.

 

El curso duraba toda una semana, tiempo durante el cual el cliente iba a trabajar a su empresa como de costumbre para después volver a casa por la noche donde le esperaba la cena cocinada por su esposa temporal para después ver la televisión con ella. Por email Paula perfectamente claro a Carlos que no habría sexo.

 

Carlos no veía ninguna dificultad con ello, se sentía totalmente preparado para no dejarse vencer por la lujuria.  Pero una cosa es la intención y otra la cruda realidad.  Todo iba bien hasta que apareció el domingo en casa de Paula para comenzar su internado donde descubrió que la mujer que haría la labor de su esposa era la mujer más increíble que nunca había visto. Ella tenía una tipazo, una hermosa melena hasta los hombros y una sonrisa que podía encantar a los pájaros de los árboles. 

 

Ella lo saludó como si fuese su marido, con un beso en la mejilla y luego le preguntó si podía sacar la basura. Después de esto,  tomarón una taza de café con unas magdalenas. Calos fue enviado de inmediato por su mujer al supermercado para comprar lo que necesitaban para la cena. Por desgracia, cuando regresó, se dirigió hacia la cocina sin dejar los zapatos en la puerta como era costumbre en aquella casa, lo que causo que su "mujer" ardiese en furia dejando de dirigirle la palabra durante horas.  Carlos no daba crédito.

 

El domingo para Carlos, era por lo general un día de para ver el futbol en la tele y radio, pasó gran parte de ella viendo el deporte, pero ahora se encontraba pelando patatas y sacando los platos del lavavajillas. A la hora de la cena Carlos estaba que no podía con su alma. Eso no fue lo peor. Como cualquier mujer joven haría, ella se puso algo cómodo para relajarse y ver la televisión. No sólo tenía que sentarse y ver un programa aburrido elegido por ella, lo ligero de su indumentaria le estaba matando. Le reventaba la polla, la tenía a mano, pero aquella manzana la tenia prohibida.

 

Carlos no era tonto y se dio cuenta de que todo esto era parte de la realidad de estar casado. Sus amigos a menudo se quejaban de que, a pesar de que a menudo se rebajan hasta donde no habían creído que podían llegar para obtener sexo, y generalmente eran rechazados.

 

Cuando llegó el momento de irse a la cama, habitaciones separadas, por supuesto, tal y como estaba de cansado se hubiese ido a la cama sin rechistar, pero viendo a aquella hembra hubiese dado una mano por poder encamarse con ella.  En su lugar le dio un beso en la mejilla y le preguntó a qué hora quería levantarse por la mañana. A Carlos le hubiese gustado responder "ya la tengo levantada" pero se imaginaba que ello le llevaría a que su curso acabase en ese mismo momento.

 

Al día siguiente, después de que él se hubiese ido a trabajar Paula paso a casa de su vecina a tomarse una taza de café..

 

- ¿Qué hay de él? - Preguntó ella, emocionada.

- En realidad él es genial, una personalidad agradable y muy sexy.

- Así que no trató de meterse en tu cama anoche?

- No, pero, si hubiera tenido la intención, no estoy segura de si habría echado o me hubiese abierto de piernas

- Wow, ha debido de haberte causado una gran impresión. Cuidado monina que ya llevas dos y este viene a tu casa a otra cosa.

- Lo se chica, pero que quieres que le haga, llevo con mis bragas húmedas todo el día - Paula riendo.

 

Cuando Carlos regresó del trabajo fue recibido con el acostumbrado beso en la mejilla y volviendole a pedir que sacase la basura. Después de la cena, Carlos tuvo que cortar el césped del jardín y cuando regresó le pidió que colgase unos cuadros y revisase un grifo que perdía un poco de agua.

 

Resultó ser un problema menor pero decidió no decir decir ni pio, algo que Carlos pensó que podría funcionar a su favor.

 

En la casa hacia un frío del carajo, habia bajado un montón la temperatura.  Tuvieron que ver la tele con una manta, lo que hizo pensar a Carlos que a lo mejor era invitado a compartir la cama de su anfitriona

 

- Quiero hacer un trato - dijo ella, con una mirada seria en su rostro - podemos dormir en la misma cama, pero no puedes dormir desnudo, y ni se te ocurra tocar mi cuerpo, por lo menos de una manera sexual.

 

Carlos fingió reflexionar sobre ello como si no estuviese emocionado por compartir su cama. Para Selana fue aquello muy frustrante ¿Es que este imbecil no cree que soy lo suficientemente deseable para dormir conmigo", pensó para sí misma.

 

Después de algunas dudas que él que Carlos expreso, dijo que iba a compartir su cama para mantenerla caliente pero que de ningún modo debería de haber ningún tipo de intimidad

 

- Acabo de decir eso - suspiró con impaciencia - y la verdad no me lo creo que lo haya dicho.  Ahora vamos y nos preparamos, hace demasiado frío para sentarse aquí viendo la televisión, y total para lo que dan.

 

Ambos se cambiaron sin mirarse, siendo ella la primera que entro en la cama, Carlos entró en la cama llevando una camiseta y boxers, con un enorme bulto en la parte delantera.

 

- Dios mío, Carlos,  tiene usted una erección de cuidado - exclamó Paula - ¿Cómo se supone que voy a dormir con eso metido en mi cama?"

 

- Podríamos dormir espalda con espalda- dijo Carlos un poco cortado - ya sabes, ojos que no ven... ademas en un segundo esto se baja.

 

Ambos lo intentaron durante unos minutos, por un lado Paula debía mantener la compostura y profesionalidad del curso, pero por otro su coño se hacia agua pensando en aquella polla que tan claramente se había marcado en el calzoncillos de su "marido".  Se acurruco y su mano empezó a tocar poco a poco la polla de Carlos. Su cuerpo se sacudió como si hubiera sido golpeado por un rayo.

 

- Te dije que no quería intimar - gritó Carlos tratando de sonar bastante grave.

- Menuda jeta que tienes - respondió ella, agarrando la polla de Carlos y apretándola - Te estás muriendo de follar conmigo

- ¿Que me muero?. Tu si que te mueres de ganas de probar mi polla zorra de los cojones

- En tu puta vida te has follado una mujer como yo, y no te hagas el estirado porque conozco a los hombres.  No quitas los ojos de mis tetas y matarías por clavarmela.

 

 

Esa fue toda la invitación que necesitaba Carlos, en un segundo estaban cara a cara, besándose apasionadamente y buscando a tientas sus cuerpos. Sus labios no tardaron en llegar a sus tetas, chupando suavemente sus pezones, ocasionalmente mordisqueando con sus dientes o con un  dedo humedecido de saliva trazando pequeños círculos alrededor de ellos. Ella estaba en éxtasis, gimiendo y gimiendo y muriendose de ganas de sentir su lengua lamiendo arriba y abajo su raja húmeda. Él se colocó debajo de la manta mientras ella separó las piernas con impaciencia. Primero Carlos movió sus dedos sobre su matojo de pelo y luego ligeramente los corrió arriba y abajo dentro de su raja.

 

Paula agarró la almohada y arqueó la espalda mientras la cara de Carlos se movía entre sus muslos, abrió los labios y enterró su lengua en su clítoris. Paula jadeó mientras era lamida lo largo de su ranura caliente, convulsionando su cuerpo cada vez que su clítoris era tocado.

 

- Quiero que me folles- dijo Selana en voz alta, como si Carlos no lo supiera.

 

Carlos como respuesta le obligó a abrir sus piernas aun más, conduciendo su polla derecha hasta la entrada de su coño. Paula movió su culo arriba y abajo ansiosa por que empiece la acción real y algo que cuando empezó no le defraudó.

 

Se estaba muriendo y a punto de correrse mientras Carlos le golpeaba su coño, la cama parecía que se iba desmontar. Los resortes crujían y el somier no dejaba de hacer ruido, ambos amantes  gemían como locos mientras un orgasmo les invadía a los dos, La polla de Carlos explotó dentro de ella.

 

Los dos quedaron rendidos sobre la cama, quedandose dormidos poco después.

 

A la mañana siguiente como el día anterior Carlos salió hacia su trabajo, Paula le despidió desde la puerta.  Carlos pasó toda el día pensando en lo que había pasado la noche anterior.

 

Carlos llego del trabajo a la misma hora de siempre, estaba más que dispuesto a repetir lo de la noche anterior y no podía esperar al momento de volver a poseer a su "mujer"

 

Se quedo con la boca abierta cuando se encontró a Paula chupandole la polla a un desconocido.  No daba crédito, no entendía nada.  El hombre se alarmo al verle entrar, se guardo la polla en su pantalón y salió de la casa como alma que lleva el diablo.

 

- Senela, no entiendo esto.

- Chico, esto es parte del curso, o ¿te has creído que tu mujer solo te va a hacer trabajar en la casa, organizar tu vida, racionarte el sexo y controlar tus movimientos? anda saca la basura.

Mas de madridmadridmad

Miriam y las mazmorras

Mi mujer se follaba a su jefe italiano

No pude soportar ir a casarme

Andrea sale de la carcel y se enfrenta a su juicio

Cita a ciegas

Tarde o temprano se sabrá que Andrea es inocente

Tarde o temprano se sabrá que Andrea es inocente

Me costó pero me follé a la Legionaria de Cristo

Sigo follándome a exnovias

Follandome a exnovias

La directora del Opus encuentra su horma.

Directora del Opus cobra por follar

Directora de cole del Opus se folla a un señor

Afeitandole el coño a mi ex mujer.

Me descongelaron casi 50 años después.

Sexo con una impedida.

Fugada de Suecia

Me follé a quien no quiso follar en la universidad

Mi novia se folló a mi hermano y me vengue

Vanessa, mi marido y mi hermano...

Roberto me hace pagar mis culpas

Roberto me hace pagar por mis cagadas

Montando a Ana en Sevilla

Sometida en tierras escocesas

Rocío y mi acuerdo con ella.

Me vuelvo a encontrar con Rocio

Cita a ciegas por un comentario en Facebook.

Pillo a Rocío siendo sodomizada y meada

Pillo a Rocío siendo sodomizada y meada

Rocío me pone a Sofía a huevo.

Rocío me cuenta su negocio

Mi amiga Rocío resultó no ser tan pardilla.

Me casé con la más fea de clase.

La monja adicta al sexo.

Dios es negra

Torturando por una apuesta

De viaje de novios por una apuesta

Casado por una apuesta

Del Opus al Narco

Utilizada por mi marido

Masturbandome en la sala de vis a vis

Torturando a mi ex mujer ayudado por mi amante

Follándome a la recién estrenada secretaria

Me gusta follar con mujeres chillonas

Con unos franceses en las costas de Senegal

Violadas en Namibia

Secuestrada y violada.

De Madagascar a Ciudad del Cabo

La pasión Tanzana

Disfrutando del sexo persa

A Rosa le gusta que le den por el culo

Me encontré con Marta en una fiesta

De Viet Nam a Goa

Nuestros vibradores conquistan USA

La corrupción política y el sexo.

El hombre que le gustaba verme masturbar

El mercado se vuelve loco con el nuevo vibrador

Diseñando una nueva generación de vibradores

Mi exmujer me empuja al pecado

Sin que me den por el culo no puedo vivir

De Filipinas a Viet Nam

Después de 21 años en coma

El rescate en la isla

Pillamos a nuestro hijo sodomizando a una

Mi vecina y la cámara oculta

Una farsa de matrimonio

La vida sexual de un ciego.

Arreglando asuntos legales.

Historias de Rio de Janeiro.

María en el peepshow.

Mi mujer hizo lo que no debía

Mi mujer me deja por otro y yo no se que hacer

Mi mujer, mi secretaria y un viaje a Alicante

De becaria a violada

Mi mujer sometida atada a una mesa

Enloqueciendo en una despedida de soltera

Recuperando los años perdidos.

Mi coño y yo - mi etapa universitaria.

Llegando a Japón en nuestra vuelta al mundo

El viudo se venga de su cuñada

Viudo en la boda de mi cuñada

Viudo y abandonado por mi cuñada.

Averiados en una isla abandonada

Con Sofía y Paz en un barco en Los Angeles

Dando la vuelta al mundo con Sofía

No había nada en el mundo que me humillase más

Una tarde en mi casa

Mi prima, mi secretaria y los secretos.

Conociendo a la familia de mi nuera en su boda.

Unos buenos abogados y Sol me salvan la vida

De conservadora a cepillármelos de dos en dos

La vida con Sol

Mi hijo testigo de mi vida sexual

El adíos a Malawi y a María

La revuelta del coronel Mourinho.

Destinado con una becaria a Mozambique.

La notaria se muda a Estepona

La notaria se instala en Villarcayo.

Aprobé las oposiciones a notarias.

Viernes negro, los mercados finacieros se derruban

Los mercados financieros se relajan

Crisis en los mercados financieros

La fogosa heredera vuelve al redil

De corneada a corneadora

Reaparece la fogosa heredera.

La fogosa heredera amplia sus círculos

De embajadores de España con la fogosa heredera

De viaje con la fogosa heredera.

De fea administrativa a fogosa heredera.

Encajada en el baño

Jugando con Tinder

Mi mujer me permite volver a casa (y IV parte)

Mi mujer me permite volver a casa (III parte)

Mi mujer me permite volver a casa (II parte)

Mi mujer me permite volver a casa.

De modelo a reina y madre.

Le llevé desde un bar a visitarme en la carcel

Me llevó de un bar a la carcel

Sexo en Aleppo

Las mil y una noches persas - sexo diplomatico

Tinder, Lugo y el amor

De niña pija a ser la reina de la coca.

Mi marido, su secretaria y un viaje a Alicante.

Mi jefe, su mujer y un viaje a Alicante.

En una isla desierta con mi ex-mujer

Como pasé de ser una chica modélica a lo que soy.

Mi marido siempre tuvo una doble vida.

Del Opus Dei a los trios en familia.

Sexo duro con mi suegro

La atracadora de bancos V (en un barco con droga)

La atracadora de bancos IV (cruzando la frontera)

La atracadora de bancos III (en el topless bar)

La atracadora de bancos II (la huida)

Recuperándome de haberme convertido en viuda

La atracadora de bancos

Yolanda y la infancia.

Observada y observando a mi vecino (I)

Tren Madrid - Paris

Azafata despechada VII y final

Azafata despechada V

Azafata despechada VI

Azafata despechada IV

Azafata despechada III

Azafata despechada

Azafata despechada II

Amores de juventud VI

Perdido entre sus piernas

Amores de juventud V

Amores de juventud IV

Amores de juventud III

Amores de juventud II

Amores de juventud

Colgada en Buenos Aires VIII (y último)

Colgada en Buenos Aires VII

Colgada en Buenos Aires VI

Colgada en Buenos Aires V

Colgada en Buenos Aires IV

Colgada en Buenos Aires III

En el metro

Colgada en Buenos Aires II

Crucero por el mediterraneo.

Colgada en Buenos Aires.

El despota y la arruinada

Cansada de masturbarme para mi marido.

Viaje en barco desde Cadiz a Ibiza

La enfermera de noche II

La enfermera de noche

Cosas de la juventud de una anorgasmica.

La monotona vida de mi exmujer (y V)

La monotona vida de mi exmujer (IV)

La monotona vida de mi exmujer (III)

La monotona vida de mi exmujer (II)

La monotona vida de mi exmujer

El campamento de verano de los niños

Joooder, quien ha visto a esta y quien la ve

Las vascas en que en casa no rompéis...

Apaga la luz, y despacito

Lo de no follar con nadie más ya lo trataremos

Los que somos como yo, no nos enamoramos

Ayer te gustó zorra, a mi si, a ver como lo haces

Disfrutando con alguien por el que algo sintió...

Ya he visto lo que querías.

Que no este aqui cuando vuelva

Por que no ahora?

¿Por cierto que quieres hacer?

Ya veremos como le pagamos el favor

Por quien me has tomado?

A las putas no se le besa (la bomba II)

La bomba