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Mi vecina y la cámara oculta

en Trios

El piso de al lado se había quedado vacío y aquello era un oportunidad tremenda ya que el alquiler era exactamente igual que el mío, pero el tamaño era le doble, sinceramente la posibilidad del cambio de piso era lo único que me interesaba en aquellos días.  Me la soplaba mucho la política y la ola de violentos atracos que se producían últimamente en Madrid.

Después de hablar con el dueño de la casa vecina y hablar con mi casero decidí cambiarme de casa.

La verdad es que la mudanza fue agotadora a pesar de solo tener que cruzar el pasillo de las escaleras.  Me pasé todo un fin de semana moviendo cosas. Cuando finalmente ya había movido todos los muebles, ropa y demás cosas me puse manos a la obra a desmontar todos mis artilugios electrónicos.

Lo primero por supuesto fue el modem, después desmonté el home cinema y por último el equipo de música.  Lo último era desmontar la cámara de video que tenía oculta en mi habitación y con el que grababa los polvos que echaba.  La verdad es que fue una gran inversión y gracias a él poseo una extensa videoteca con todos mis polvos echados en los últimos 7 años.  La cámara estaba oculta y realmente era difícil de descubrir.  Mire hacía el techo y después de pensármelo un rato, decidí dejarla donde estaba.  Me había costado una pasta, pero me corroía más la curiosidad de saber quien aparecería en el futuro en la cámara que el precio que me había costado.

Pedí, casi rogué a la compañía de teléfono que conectasen mi línea ADSL a la mayor urgencia  Tardaron casi 10 días, pero en el momento en que esta funcionaba corrí a mi antigua casa, que todavía estaba desocupada y de la que tenía llaves.  Reprograme la cámara esperando que la señal de mi red llegase hasta allí y después de 10 minutos comprobé en mi portátil que efectivamente la cámara funcionaba.

Compré una nueva cámara y después de buscar el lugar perfecto en mi nueva habitación la reinstalé.

Llevaba un mes en la nueva casa cuando empecé a oír ruidos en la escalera, por la mirilla pude ver que unos operarios estaban realizando una mudanza a la que hasta hace unos meses fue mi casa.  Los chicos tardaron todo el día en hacer la misma.

No fue hasta dos días después cuando el timbre de mi puerta sonó.  Al abrir me quedé sorprendido de ver a mi nueva vecina que desde fuera me saludaba.

-       hola, perdona que te molesté, venía a presentarme.  Soy tu nueva vecina, me llamo Clara – Clara era bajita, no muy mona pero delgada y con un aceptable cuerpo.

-       Hola, soy Luis, un placer, pasa por favor.

-       No, solo quería saludar y no quiero molestarte.

-       Te aseguro que no molestas.

Clara pasó a mi salón y se sentó en uno de los sofás.  Con un café en la mano estuvimos hablando durante horas, la verdad es que la tía era majísima.  Era escritora y trabajaba desde casa.  Por lo visto acababa de llegar desde Alicante a vivir en Madrid donde tenía muchas más oportunidades de dar a conocer su obra y estar cerca de su gente querida, me comentó.

A pesar de que era domingo y al día siguiente tenía que trabajar, después de cenar encendí mi ordenador y entré en el programa de las cámaras de video.  La habitación de Clara estaba a oscuras por lo que tuve que esperar un par de horas hasta que por fin la luz se encendió.

Clara apareció en el encuadre de la cámara vistiendo solo unas braguitas y una camiseta. La chica abrió la cama y desapareció, me imagino que iría al baño.  Al poco rato mi vecina volvió con un sugerente camisón que dejaba casi al aire su desnudo culo.  Se agachó sobre una de las cajas que aun tenía sin embalar mostrándome toda su raja y después de buscar un poco sacó de ella un vibrador azul de un considerable tamaño.

Clara y su vibrador entraron en la cama y sin apagar la luz la chica empezó a jugar en él bajo las sabanas.  Me estaba poniendo a cien ver como la chica movía su mano y poco a poco le iba cambiando la cara.  No aguanté demasiado y me la empecé a machacar cuando Clara descubrió las sabanas dejando me ver perfectamente su coño abierto con el vibrador en su interior pues camisón se le había levantado hasta la cadera.   La chica soltó un gélido grito cuando se corrió con el juguete en su mano y una teta en la otra.

Desde luego Clara estaba mucho más buena desnuda que vestida, era alucinante como había perdido la timidez mostrada en mi casa mutando a una leona sexual de puertas adentro.

Me recreé con las masturbaciones de Clara durante todas las semanas. Evidentemente esto influía en mis horas de sueño, pues como es lógico nuestros horarios eran distintos, pero las pajas que me hacía a la salud de la vecinita, desde luego que valía la pena la falta de horas de dormir.

El sábado por la noche volvía de un cine con una amiga cuando en el rellano de las escaleras me encontré con Clara emperifollada, estaba realmente impresionante.  Me comentó que iba a salir con unos amigos y que a ver como se lo pasaba.

Yo entre en casa con mi amiga, cenamos ligero y como esperábamos ambos me la follé.  Roció es una vieja follaamiga con la que llevó metiéndome en la cama desde hace años.  Lo nuestro es sexo sin compromiso, en realidad es sexo aburrido sin compromiso, pues la chica no es demasiada imaginativa en la cama, pero bueno, como siempre he dicho mejor una Roció para descargar, que descargar a mano.

Me costó que Roció se fuese de casa, la chica quería quedarse y a pesar de su promesa de nuevo polvo el domingo por la mañana, prefería esperar a Clara y masturbarme viéndola a ella haciendo lo propio.

Puse la tele y esperé.  Realmente me quedé dormido y no me desperté hasta que oí unas risas en las escaleras y como la puerta de mi vecina se abría.  Fui al baño, encendí un pitillo y encendí el ordenador.  En la pantalla Clara se la chupaba sentada en su cama a un fortachón que de pie ante ella le mostraba su dura verga para que mamase.  Joder con la vecina, y eso que tenía cara de buena.  Clara se recreó lamiendo aquel poderoso nabo mientras el invitado la guiaba con la mano en su cabeza mientras echaba la suya hacía atrás fruto del placer que la chica le proporcionaba.

El forzudo se folló el pequeño cuerpo de Clara durante horas, Clara se dejó hacer toda la noche entrelazando un orgasmo con otro.  La verdad es que el tío tenia un cuerpazo, musculado y lleno de tatuajes.  No me imaginaba yo a esta con ese tipo de amistades.  Clara recibió en todas las posturas y agujeros, corriéndose como una loca en repetidas ocasiones.

Yo me iba a arrancar la polla de tanto meneármela.

Era casi de día cuando el forzudo regó la cara de mi amiga con su espesa lefa poniéndose a dormir poco después como si allí no hubiera pasado nada.

Llevé el ordenador a mi habitación y me puse a dormir yo también.  Me despertaron una gritos en la pantalla del PC, no me lo podía creer cuando abrí los ojos y vi en la pantalla como no solo el forzudo se beneficiaba a mi vecina, sino que a la pareja se les había unido un segundo forzudo que sodomizaba a mi vecinita mientras el chico de ayer la machacaba el coño.

Era evidente que Clara no era lo mosquita muerta que aparentaba y desde luego sabía como disfrutar en la cama.  Me corrí unas cuantas veces mientras en la pantalla veía como a Clara se la follaban sin pausa ni piedad.

La aparente chica tranquila que tenía por vecina era una puta maquina sexual y gobernaba a pesar de su pequeño cuerpo a los dos hombres que se turnaban a darle placer.  Ella se dejaba hacer e iba llevando uno tras otros a sus amantes al éxtasis.

Aquellas escenas se repetían fin de semana si, y fin de semana también.  Clara se masturbaba duramente entre semana y prácticamente todos los fines de semana recibía a los dos forzudos juntos o por separado.  A veces también recibía a algún desconocido, pero era lo menos habitual. 

El nivel de los atracos había llegado a un punto en la que la policía pidió colaboración ciudadana para intentar capturar a los criminales.  El ministerio del interior sacó a la luz una serie de videos en los que se podían ver muchos de los atracos y detalles de los miembros de la banda.  La única información que daban era que la misma la componían  tres hombres, dos de ellos de gran tamaño y una mujer.  Tonto de mi, al principio no le di demasiada importancia al asunto, pero según los telediarios informaban del asunto estaba cada día más convencido que Clara era la chica de aquellos videos y sus tatuados amantes, sus compañeros de fechorías.

Es bastante curioso como cambia la percepción de uno hacía una persona cuando sabe otras cosas de su vida fuera de lo que cree conocer, pero una vez llegué a la conclusión de a lo que se dedicaba mi vecina y a pesar de las pajas que me hacía, ¿y por que no decirlo? Lo simpática que era conmigo cuando me lo encontraba, no la podía ver igual.

Me corroía la conciencia, por un lado no quería meterme en la vida ajena.  ¿Y si no eran ellos?, por otro lado los atracos se sucedían y en cada uno de ellos actuaban con extrema violencia, violencia que en la mayoría de los casos dejaba heridos, a veces de consideración.

Una noche de juerga mis amigos y yo conocimos a un grupo de chicas. Una cosa por la otra yo me enrollé con una rubia y me la llevé a casa.

La tía estaba buenísima y mucho más cuando la despojé de sus ropas y fui bajando con mi lengua por su cuerpo abajo.  La fui bajando desde su lóbulo hasta su cuello, de ahí hasta sus pezones, baje por su ombligo y cuando me encontré con su rubio matojo de pelos abrí un poco sus piernas y empecé a lamer su ya abultada pepitilla.

Rosa, que así se llamaba la chica me agarró el cogote y empezó a guiarme dándome alguna que otra orden.  La chica abría cuanto podía sus piernas para sentir mayor sensación de mi lengua.  No paré hasta que esta estalló en un orgasmo.

Me subí hasta ella y acerqué mi polla a su boca, ella apartó la cara

–      lo siento no la chupo en la primera cita

–      ¿y eso?

–      Una que tienes sus reglas.

–      Esto no es una cita

–      Mejor me lo pones.

Agarró mi pene con sus manos y después de meneármela un poco me la bajó hasta su entrepierna y se la metió hasta el fondo.  Rosa me arañaba la espalda mientras yo aceleraba mis penetraciones.  Me estaba poniendo mucho aquella rubia, tenía un coño delicioso y un cuerpo duro y musculado.  Rosa me mordía el cuello mientras se corría una y otra vez.

Eyaculé sobre su barriga cuando mis huevos dijeron basta.  Rosa había tenido un montón de orgasmos y se había corrido como una bestia.

Holgazaneamos un poco en la cama y cuando la conversación no daba para más ella se levantó, recogió sus bragas del suelo y después de un tímido beso en los labios salió por la puerta.

Me pasé toda la semana con la polla en la mano.

Llegó el sábado y no tenía plan.  Me hice la cena, puse una peli y esperé pacientemente a que diesen las 4 o las 5 de la mañana para que empezase mi show programado.  Ver a Clara follar como una loca.

Me quedé un poco parado cuando a las once de la noche sonó el telefonillo.

-       ¿si?

-       Hola soy Rosa, la chica de la semana pasada – abrí.

Abrí la puerta de casa y la esperé en la escalera.

-       hola ¿tu por aquí?

-       Bueno es que hoy currando pasé por aquí al lado y vi tu luz encendida, al acabar el curro decidí pasarme a ver que hacías.

-       ¿Y eso?

-       El sábado me lo pasé muy bien.

-       ¿Y quieres repetir?

-       Si a ti no te importa.

Y coño que me iba a importar.  No le dejé decir mucho, simplemente la tiré sobre la mesa del comedor y la desnudé con prisas, bueno nos desnudamos aceleradamente los dos.

A pesar de no tomárnoslos en ningún momento con calma, follámos como leones más de tres horas.  Me corrí en su boca, no me lo podía negar, era nuestra segunda cita.

Desnudos como estábamos puse unas copas, empezamos a contarnos nuestras vidas mientras nos acariciábamos. 

Como de costumbre a eso de las cuatro empezaron a oírse risas en las escaleras.

-       joder que vecinos más ruidosos.

-       Eso no es nada, espera a ver.

Y efectivamente, en 10 minutos los gritos de placer de Clara se oían en todo el edificio.  Rosa y yo nos mirábamos los dos con una sonrisa.

-       ¿se nos habrá oído a nosotros tanto?

-       No creo, esta chica es que grita mucho.

-       Bueno, la verdad es que me gusta oír a la gente follar.  ¿Te importa que fume?

-       Claro que no.

Rosa se levantó y cogió su bolso, me quedé planchado cuando vi que entre las cosas que sacaba para buscar el tabaco, sacó una placa de policía.

-       ¿eres poli?

-       Si, ¿tan raro te parece?

-       Pues hombre, te diré que eres a la primera policía que me folló

-       ¿Tu que sabrás?, aparte del uniforme también tenemos nuestra vida, y follamos como todo el mundo.  Por lo que no te extrañé haberte follado a alguna más.

-       ¿Te puedo enseñar una cosa?

-       Claro

Y cogí el ordenador y en cuanto abrí el programa de cámaras en la pantalla vi a Clara a cuatro patas con la polla de su amigo encajada en su culo.

-       oye esto es ilegal.

-       No, espera.

-       No espero eso es ilegal.

-       Un segundo, me encontré esta cámara un día trasteando por la red, soy informático sabes.  Vale a lo mejor un poco curioso y no debería ver estas cosas, pero fíjate bien

-       ¿qué hay que fijarse aparte de que a esa chica están a punto de partirla en dos?

Bueno, hay que fijarse en quienes follan

-       Una chica no muy mona y un pedazo de macho que la esta matando.

-       Bueno a veces montan tríos.

-       No me jodas, pero insisto no deberíamos ver esto y deberías avisar a la chica que cambie su contraseña.

-       No hay contraseña

-       Pues que la ponga

-       Bueno, ese no es el tema.

-       ¿y cual es el tema?

-       El que participa con ellos en los tríos es uno igual a ese

-       ¿y?

-       ¿No te suena?

-       Pues no.

-       No te suena de nada una tía bajita y dos mastodontes.

-       Te digo que no.

-       Te suenan los atracos.

-       N o  m e  j o d a s

-       Lo acabo de hacer.

-       En serio, déjame ver – y Rosa se pegó a la pantalla sin pestañear. – La verdad es que el tío es un fiera, y la tía aguanta como una loca las envestidas.

-       Si, la verdad es que da gusto verlos.

-       Si gusto y envidia – la pareja cambió de postura y el musculado penetró el culo de mi vecina, Rosa suspiró.

-       ¿qué piensas?

-       Que joder, que los tíos para darle por el culo a una tía ponéis demasiadas objeciones.

-       ¿Perdona?

-       Si, o es en relaciones largas o que te la metan por el culo es casi un milagro

-       Decía de lo de la pareja.

-       Déjales en paz, no creo que verlos sea bueno, legal no lo es, y no creo que esos dos atraquen muchos bancos y joyerías.

Instintivamente pasé mi mano por debajo de su desnudo culo y le toqué el ano.  Lo tenía dilatado.  Dio un respingo.

Ni me lo pensé, sencillamente empecé a sobar su ano con dos de mis dedos.  Sorprendentemente su ojete se fue dilatando en un visto y no visto.  Empecé a meterle uno, después dos y más tarde tres.  Rosa suspiraba a cada momento más alto.  En la pantalla Clara gritaba como una loca mientras era sodomizada con fuerza.

-       yo también la quiero dentro – confesó Rosa después de largos minutos de dilatación y después de no haber perdido ripió de lo que pasaba en la casa de al lado.

La puse a cuatro patas, no soy muy de echar dos polvos, en general me cuesta volver a empalmarme, pero viendo ese culo abierto para mi simplemente miré mi polla dura como una piedra y poco a poco empecé a metérsela.

-       joder que bien, como me gusta.

La chica se tocaba el coño mientras yo ya me la follaba a toda maquina.

-       hostia que bien, dame duro.

Y duro le di.  Rosa no dejaba de gritar, al otro lado de la pared era Clara quien no cambiaba.  Notaba como mi acompañante se corría una y otra vez, en la cámara era Clara quien lo hacía.

-       no pares cabrón no dejo de correrme.

Clara dejó de gritar, mire a la pantalla y vi al segundo protagonista de mis sospechas totalmente desnudo y con su polla engullida en la boca de la vecina.  El primer hombre le seguía azotando el coño.

-       hostia, es verdad son dos hombretones – yo paré a verlo también – joder tío no pares folláme hasta el final – y volví a darle.

Y no paré hasta que le llené el ano de lefa.  Cuando saqué mi polla Rosa aún tenía cuatro de sus dedos dentro de su coño.

Rosa no dejaba de ver la pantalla del ordenador, yo trataba de recuperar la respiración.

-       pues joder, quien lo iba a decir, pero pueden ser ellos.

-       ¿perdona?

-       Que joder, pueden ser ellos sin problemas.  Una bajita, dos gorilas.. ¿quién sabe?

-       ¿tu crees?

-       Lo comunicaré en comisaria.  Lo investigaremos.

La noche acabó casi de día.  Rosa tenía que irse, trabajaba al día siguiente después de comer y necesitaba cambiarse de ropa y dormir un poco.

Pasé la semana viendo a Clara masturbarse.  La verdad es que la tía era la mar de imaginativa con sus dedos… bueno, dedos y juguetes.

Rosa vino por casa el jueves, la verdad es que cuando oí su voz en el telefonillo se me puso la polla dura, pero desgraciadamente hoy no venia a follár.

-       lo he hablado con mi jefa, lo quiere ver.

-       ¿perdona?

-       Pues eso, le he hablado de tus videos a mi jefa y dice que antes de hacer nada quiere verlos en video.

-       ¿Y cuando?

-       Vendremos el sábado. ¿A que hora tu piensas?

-       A las cinco.

-       Ufff, no la puedo tener aquí hasta las cinco.  ¿Habría problema en que viniese ella a esa hora?.

-       Ninguno, pienso.

Y así fue.  Rosa llegó a casa sobre las doce. Le había preparado algo de cenar con una buena botella de vino.  Vino que rechazó.

-       estoy trabajando, recuérdalo.

Me la intenté follar para matar el reto, ella se negó.  Pusimos una película y la vimos sin novedad hasta que acabó.

Cuando oímos las risas y la puerta rápidamente conectamos el ordenador.

Clara llevaba debajo del su vestido un vistoso collar.  No debía de ser nada barato por lo que aparentaba.  Cuando dejó caer su prenda de vestir, el collar le caía hasta sus pezones.  El musculoso tatuado de cuclillas a sus pies empezaba a lamerle el coño con ella de pie.  Clara se tocaba los pechos y acariciaba la cabeza de su amante.

Le comió el coño con ella de pie hasta que la chica se corrió a gritos mientras le flaqueaban las piernas. 

Sin decir palabra se puso a cuatro patas, la verdad es que tenia un culo duro y muy apetitoso.  El chico se desprendió de su ropa y escupiéndole en el ano y lubricándose la polla con saliva empezó a metérsela poco a poco.  Clara gritaba de placer al contacto de sus intestinos con la carne duro invasora.  Las tetas le colgaban, el collar caía sobre la cama .  El chico le daba con fuerza, podíamos notar sus cambios de ritmo en las embestidas gracias a los berridos de la chica.

Yo metí mi mano entre el pantalón y el culo de Rosa, al principio se resistió pero cuando notó mis dedos en su esfínter la chica paró en su resistencia.

En la habitación la pareja follaban como locos, yo ya metía dos de mis dedos en su ojete.  Rosa se acomodó y bajándose un poco el pantalón me dio acceso a su dilatado ano.

Masturbaba con tres dedos el culo de Rosa cuando sonó el telefonillo.

-       mierda ya llega – dijo la policía aun jadeando.

Me levanté mientras ella se arreglaba el pelo y la ropa.

La comisaria no estaba nada mal.  Unos 45 años, sexy y muy sonriente.

-       vamos a ver que tenemos aquí – dijo mientras entraba, en el sofá le esperaba Rosa.

-       Hola jefa.

-       Hola Rosa.  Muéstrame.

En la pantalla Clara alcanzaba su enésimo orgasmos, el musculoso no decaía en sus envites.

-       hay que ver como folla ese chico – dijo la jefa.

-       Si, es un titán.

-       Lo que hay que hacer por el trabajo, con lo necesitada de sexo que estoy y aquí viendo a estos.

Los tres nos reímos.

Como cada noche, un hombre entró en el encuadre de la cama y le metió su polla sin miramientos en la boca.

-       que barbaridad.  Menuda suerte tienen algunas – dijo la jefa

-       ya te digo – dijo Rosa, yo las miraba con alucine.

El que aportaba su polla en la boca de mi vecina le dio una caja al que la sodomizaba.  Este abrió la caja, sacó un anillo de increíble tamaño y cogiendo una de las manos de Clara le puso el anillo en un dedo tirando de su brazo para atrás.

Algo dijo pero no lo entendimos solo vimos que Clara empezó a gemir y a gritar de placer.

La jefa sacó un walkie talkie

-       en 20 minutos tendremos aquí a los GEOS.  Por las joyas es obvio que son ellos.  No va a haber mejor momento que ahora para detenerlos.  Mientras follan están lejos de sus armas.

-       Y la orden judicial.

-       Esta tramitada. La tengo en mi bolsillo, pensé que no la usaríamos, pero mira, hemos tenido suerte.

En los 15 minutos que pasaron ninguno de los tres dejamos de ver la pantalla.

El recién llegado la sacó de la boca de la chica, se tumbó en la cama y Clara se clavó su polla en su culo.

-       joder menudo aguante que tiene ese culo – dijo la jefa. – a mi me pillan esas pollas y no me siento en dos semanas.

-       Bueno Betty, creo que es cosa de acostumbrarse – la comisaria miro a Rosa con una sonrisa .

El primer acompañante le besó largamente en la boca, le chupó los pezones y agarrando su polla con la mano se la metió de un solo golpe en el coño.

-       joder que envidia, dos para ella.

-       Te veo muy salida Betty

-       Si tu supieses, como te digo no es justo unas tanto y otras tan poco.

Los dos hombres se sincronizaban en las envestidas sobre la chica que presa de un placer inimaginable por sus espías gritaba de placer.  Su culo y coño eran invadidos por dos increíbles pollas que no bajaba el ritmo.  Clara no dejaba de gritar con cuatro manos en su cuerpo y dos pollas en sus agujeros.

Oímos todos una explosión en las escaleras.  En pocos segundo seis escopetas de cañones recortados apuntaban a las cabezas del trio que no aun no habían parado de follar.  Los tres se quedaron con la boca abierta viendo la policía allí.

El que la sodomizaba intentó moverse, pero un culatazo en la cara le hizo caer.  El que le daba en el coño empezó a protestar en un español tremendamente malo, y no dejo de hacerlo hasta que fue sacado escaleras abajo saliendo de la casa.  Rosa fue sacada esposada de la casa con cara de asombró.

La policía le había quitado de su cuerpo desnudo el collar y el anillo recién recibido.

Cruce mis dedos para que tanto Betty como Rosa se quedasen a tomar algo, objetivamente las dos estaba cachondas y estaría muy bien poder follarselas.

Cuando volvieron del piso de al lado, las dos sencillamente venían a despedirse.  Rosa me guiño un ojo y me susurró al oído.

-       mañana vengo a hacerte una visita, a lo mejor no vengo sola – mi polla se puso a cien.

Dormí intranquilo por las vivencias vividas.

Me pasé la mañana entera con la polla dura pensando lo bien que me lo iba a pasar con Rosa esa noche.  Tenía tiempo que matar y puse el telediario.

“El ministerio de Asuntos exteriores ofrece sus disculpas formales al reino de Bahréin”

El gobierno de España se disculpa ante el embajador de Bahréin en nuestro país por la detención anoche del segundo hijo del rey del país, su guardaespaldas y su prometida. Las tres personas fueron detenidos por error durante la fiesta organizada con motivo del compromiso de la pareja efectuado horas antes del incidente.

La tercera noticia habló sobre un nuevo atraco con violencia se había realizado esa misma mañana.  Seguía la racha de atracos que asolaba Madrid. Tres heridos, uno de gravedad.

No se que pasaría con Rosa o con su jefa, no volví a saber de ellas.  Me imagino que ambas están en estos momentos controlando el trafico rodado en Torremolinos como mucho.

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Joooder, quien ha visto a esta y quien la ve

Las vascas en que en casa no rompéis...

Apaga la luz, y despacito

Lo de no follar con nadie más ya lo trataremos

Los que somos como yo, no nos enamoramos

Ayer te gustó zorra, a mi si, a ver como lo haces

Disfrutando con alguien por el que algo sintió...

Ya he visto lo que querías.

Que no este aqui cuando vuelva

Por que no ahora?

¿Por cierto que quieres hacer?

Ya veremos como le pagamos el favor

Por quien me has tomado?

A las putas no se le besa (la bomba II)

La bomba