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Pillo a Rocío siendo sodomizada y meada

en Hetero: Infidelidad

Tercera parte de la saga tercera parte de Mi amiga Rocío resultó no ser tan pardilla, Rocio me cuenta su negocio y Rocío me pone a Sofia a huevo.  Mejor leerse los anteriores.

Habían pasado siete años desde aquella noche en la que en medio de un orgasmo Rocío me pidió que lo nuestro fuese oficial. 

Al principio nos costó que nuestros amigos comunes y no comunes entendiesen que la mojigata y conservadora Rocío no solo saliese, sino también conviviese con el progresista de Alfonso, osea conmigo.  Hubo mucha gente que no lo entendió y alguna que no le pareció bien ni nos dio ninguna posibilidad de tener algún futuro juntos.  Evidentemente todos se equivocaron, cuanto más estando ahora mismo de siete meses esperando a nuestro primer hijo.

Evidentemente aquello de que me follase a ex amantes o a clientas del negocio de mi novia se acabó, también acabó aquello de ser Rocío su propia clienta de manera que cuando deseaba ser dominada era yo quien le daba lo suyo en la sala de BDSM que teníamos en nuestra casa.  Nunca me lo dijo, pero yo imagino que aquello no era igual que se lo diesen amos con experiencia, pero no se puede tener todo en la vida. 

¿Qué si me colaba en alguna sesión de sado?, solo si era alguien muy famoso o algún muy amigo de estos con doble moral.  Por supuesto que cada vez iba menos pues cada vez la gracia era menor y si hablamos de amigas el no poder follármelas sin que ellas lo supiesen le quitaba atractivo.

Al principio he de reconocer que me costó que no se me pusiese una a tiro y follármela.  Por supuesto me costó no volver a follárme a Yolanda, a la cual no solo le tenía un gran cariño personal sino que me encantaba penetrarla y hacerla gritar de placer. 

Rocío había dejado de trabajar en el banco debido a que con mi empresa justificaba su modo de vida, yo dejé mis negocios y empecé a mover el dinero de Rocío en negocios que además de darnos rentabilidad nos permitía blanquear mucha pasta y justificar el porque de nuestro modo y nivel de vida.

Monté una discoteca con muy poco publico pero con muchísimas consumiciones facturadas, monté tiendas de vending, invertía en terrenos por los que pagaba un 30% en blanco y el resto en negro.  En fin, fueron siete años muy trepidantes a todos los niveles.

Cada día eran más los clientes que teníamos que se apuntaban a viajes de sexo al extranjero.  En teoría eran viajes individuales, pero en la practica todos vaiajaban en el mismo avión y aunque a la llegada cada persona o pareja era atendida por una persona distinta e iban en taxis individuales, al final todas las sesiones se daban en los mismos locales alquilados en exclusiva, a veces pared con pared era atendidos personas que no se conocían entre si pero que viajaban en el avión en la misma fila.

Rocío estaba muy atareada con un viaje a Estocolmo con dieciocho personas.  Generalmente ella no solía ir pero se les había desbordado los participantes a ultima hora y estaba corta de gente.  Según la lista no conocía a nadie en el viaje por lo que no tendría problema.  Yo tenía un viaje a Alemania por una feria y mi idea era el domingo por la mañana ir a Suecia y pasar una semana con ella en un hotel de categoría.

Salí de Madrid el miércoles para poder ver la feria con calma.  Rocío salía el viernes a la hora de cenar con sus degenerados.  No perdimos comunicación por whatsapp  en todo el viaje.  Yo le contaba lo que veía interesante y ella los preparativo de su viaje.

-       joder, no se como hago estas cosas con lo bien que nos va el rollo nacional – me escribió.

-       Lo haces por cada uno de los 5000 euros que paga cada uno y porque sabes que un cliente satisfecho de los viajes por Europa es un cliente fidelizado en España.

Solo en el hotel de Hannover el viernes por la noche, decidí que ya había visto suficiente feria y que al día siguiente en vez de volver al recito ferial acudiría al aeropuerto para coger el primer vuelo rumbo a Estocolmo, donde pensaba llegar según me decía internet para comer y así darle una sorpresa a Rocío.

Por causas ajenas a mi, el avión se retrasó unas horas por lo que no fue hasta las cinco que tomé tierra en la capital de los vikingos.  Tenía tiempo a llegar antes de que  Rocío empezase a mandar clientes al lugar de los encuentros.

En recepción me dijeron que Rocío ya se había ido y que a pesar de que les dijera que era su marido, ¿para que andarse con explicaciones?, no me dieron la llave de su cuarto.

Tenía la dirección del sitio de un viaje unos años antes, por lo que cogí un taxi y me dirigí hacía allí.

Según me contó en encargado ya estaba todos dentro, unos desde hacía poco, otros ya llevaban un rato.  No había ni rastro de los empleados de Roció ni por supuesto de ella, según me dijo el encargado se había ido todos hacía un rato.  Los amos eran amos suecos y en realidad la gente de España no hacía falta.  Se iban a tomar una copa y volvían unas horas después.  Salí a buscarles de bar en bar, pero lo cierto es que cuando se fue el sol media hora después empezó a hacer un frio de cojones por lo que decidí tomarme un café a precio de gin tonic y volver al centro de recreaciones de los clientes a ver si estaba allí.  En el móvil no contestaba

El encargado me confirmó que no.

-       ¿quieres ir a ver que se cuece en elos cuartos?

-       Aquí había cuartos con espejos que en realidad son ventanas.

-       Si, buena memoria.  No todos, pero unos cuantos si.  Toma las llaves y date un vuelta para matar el tiempo.

No me apetecía mucho, pero me fui a dar una vuelta.

En la primera, una señora entrada en carnes que ni se había quitado el collar de perlas era azotada por un rubio de media melena.  La mujer hacía tres cosas, se lamentaba en español a cada golpe que recibía, gemía una vez apagado el grito, pedía más una vez acabado el gemido.  La gorda realmente no era ninguna ninfa que mereciese mi tiempo, seguramente tampoco el del sueco de media melena, pero a él le pagaban y a mi no por ver el culo de gorda.

En la siguiente sala una pareja con muy buena pinta, sobrepasados ligeramente los 50 eran sodomizados con una especie de bate de baseball.  Estaban enganchados ambos de cuello y muñecas a modo de tortura medieval.  La pareja que debía de ser pareja formal eran sometidos uno delante del otro una putada tras otra.  Me imagino que para ellos debía les debía de dar mucho morbo el recordar él en la oficina como vejaban a su refinada esposa y ella en la peluquería mientras le cortan el pelo pensando en lo maricón que era su marido y como disfrutaba con las penetraciones anales.

Me lo pase en grande viendo como el matrimonio pasaban mil y una pero como de todo, uno se cansa.

La tercera sala estaba al fondo del pasillo, dude entre ir al bar a tomarme una cerveza o ver que se cocía allí.  Con el pomo de a puerta en la mano, dudé, pero tenía curiosidad por ver que se hacía allí.  Estaba claro que no me iba a ver las 12 habitaciones con espejo y que tampoco me iba a colar en las habitaciones sin espejo, pero un par de ellas si voy iba a ver.

Al mirar hacía el espejo no supe si la sacudida que sentí fue de lujuria o de celos, de excitación o de sentirme traicionado.  Rocío, oronda como estaba, permanecia atada a un instrumento similar al que estaban atados el matrimonio anterior, con las rodillas en el suelo.  De sus grandes pezones salían dos pinzas con sus pesas que estiraban aquellos ya de por si grandes apéndices.  Sin poder evitar que la escena de cómo se follaban a Sofía ocurrida 7 años antes volviese a mi cabeza.  Un sueco con melena penetraba el culo de mi pareja con fuerza mientras un negro grande como un tráiler metía su inmensa polla en la boca de mi chica.  La cara de Rocío era de disfrutar todo aquello.  EL rubio que la sodomizaba aprovechó la ocasión para azotarlas con un flogger corto en la espalda, esto siempre la había gustado.

No sabía si masturbarme, romper el cristal o simplemente mirar.  Mirar como el que la sodomizaba le metía un consolar gigante en el ano y empezaba a atar sus tetas sin tan siquiera haberles quitado las pinzas.  Las tetas se empezaron a poner moradas y el vikingo cogio una barilla empezó a azotar sus pechos.

-       omsorg, min man kommer i morgon – repetía Rocío, algo que nunca supe que significaba, pero debía de ser todo el sueco que la zorra de mi mujer sabía.

Los dos hombre se aplicaban con firmeza y cuanto más fuerte le daban Rocío parecía disfrutar más.  Jamás la había visto así de excitada y fuera de si.  No sabía muy bien si me jodía que me fuese infiel o esa era su naturaleza que nunca supe ver del todo.

Los dos hombre la soltaron el cuello y las muñecas y siguieron atándola hasta dejarla hecha una piltrafa, empecé a preocuparme por su barriga y embarazo pero la verdad en ese aspecto ambos eran inmaculados.  Por un momento pensé que la elevarían, pero no lo hicieron, me imagino que de no haber estado embarazada la hubieran colgado de un gancho que pendía del techo, pero no.  El negro volvió a meterla la polla en la boca sin preocuparle que su tamaño casi no entraba y el melenas le perforó el culo sin miramientos.  Se la follaron así durante más de 20 minutos.  Pensé que ambos eyacularían sobre ella cuando le sacaron las pollas, pero para mi sorpresas ambos mearon en su boca y Rocío no solo no apartó la cara sino que abrió la boca y no se si trabándose los orines o no, disfruto de aquello como una enana.

La dejaron sola un rato hasta que la desataron.  Rocío entro en el baño y cuando iba a cerrar la puerta los hombre le dijeron que no.  Desde mi posición pude ver como se metía en la ducha y después como pasaba por el inodoro.  Los suecos fumaban.  Aquello parecía que se acababa, pero ante mi sorpresa Rocío se arrodilló ante ellos y agachándose empezó a lamer ambos falos hasta que estos volvieron a su plenitud.

Me había olvidado que ninguno de los dos se había corrido.  Rocío acabó de poner ambas pollas en estado de revista y paso a sus cojones.  Se levantó y apoyó sus manos en el marco del espejo.  Así espero a que sus anfitriones acabasen sus cigarros.  Fue el melenas quien primero se puso detrás de ella y cogiéndole de las caderas empezó a moverse con su polla ya reguardada en el interior de mi chica.  A Rocío le estaba poniendo mucho verse reflejada en el espejo sin saber que escasos centímetros yo veía con el corazón roto como mi mujer no solo había roto su promesa sino que lo estaba disfrutando.

El melenas le dio durante un buen rato en la que Rocío no quito la vista de si misma.  Note por su cara que su orgasmo estaba cerca.  Pasó la lengua por el espejo cuando se corrió, poco antes de que el nórdico cubriese su coño de lefa.  Rocío apoyó su cuerpo en el espejo para descansar, pero recibió por ello y como premio un latigazo en sus nalgas.  Se volvió a acomodar con la manos en el marco del espejo y espero la llegada del negro.

La polla del moreno traspasó el esfínter de mi mujer como mantequilla.  La cara de dolor de Rocío eran obvias.  El negro empezó a darle un ritmo endiablado y sin según iban avanzando los minutos Rocío se iba desmoronando, acabando con su cara pegada a al espejo y sus pecho chocando contra el cristal.  Temí por la barriga, pero esta estuvo en todo momento a salvo.

Las lagrimas salían de su cara por el esfuerzo y casi pierde la fuerza de las piernas cuando se corrió el hombre en su ano.  MI novia solo tuvo tiempo de coger lefa que salía por su esfínter con la mano y pasársela por las dilatadas tetas.

La dejaron tirada en el suelo y ambos abandonaron la estancia.  Espere un rato hasta que esta se levantó y volvió al baño.  Había visto y fotografiado suficiente.  Cogí mi cazadora y salí del cuarto.  Me despedí del gerente, le rogué que no dijese nada a mi para él mujer pues quería darle una sorpresa, cogí mi maleta y volví al hotel donde esperé una hora en el bar a que llegase Rocío.

Rocío entro en la lobby. La verdad es que la tía estaba cada vez más guapa, no solo por ella no pasaban los años, también conservaba esa sensualidad que tan borrico me ponía.  Con lo arreglada que iba nadie podría decir que había pasado una tarde noche de sexo y lujuria radical en la que la habían folládo en todas las posiciones e incluso meado en la boca.

No se sorprendió al verme pues le había avisado por sms.  Cuando me besó le dije al oído.

-       quiero que subas a la habitación, ponte a cuatro patas en la cama.  Ni te desvistas.  Deja la puerta abierta que no tengo llave

-       Ay cariño, ¿no puedes esperar hasta después de cenar?, se que estarás caliente por falta de sexo, te pasa como a mi, pero ¿no prefieres follar sin prisas?

-       Te quiero follar ahora.  Mira como estoy – y cogiendo su mano la puse sobre mi bragueta.

-       Espera que pido una llave

-       Deja la puerta abierta.

Como hacíamos a menudo, Rocío me esperaba a cuatro patas.  Coloque mi ipad en la mesita de noche, me acerque a ella por detrás y subí un poco su falda.  Metí mis manos y le rasgué las medias y bragas.

-       Veo que me has echado de menos.

-       Sobre todo esta tarde.

-       Umm yo también a ti.

Metí dos dedos en su dilatado coño.

-       ¿ves como me tienes? -  me dijo ella.

-       Calla zorra.

-       Como me gusta Mon, como me gusta.  Folláme ya.  Lo necesito

-       Te follaré cuando me de la gana – contesté secamente, eso a ella le gustaba.

Y sacando mi mano de su mancillado coño saque mi polla y poniéndome delante de ella se la metí en la boca.

-       sin manos – le dije.

Rocío empezó a mamar mi polla con ansia, no esperaba yo tanta ansia la verdad.  La deje mamar durante un rato.  Cuando mi polla pidió coño la saqué de sus fauces y me fui a la parte de atrás.  Dudé entre culo y coño, lo dudé de verdad, pero imaginándome lo escocido que tendría el ojete por ahí metí mi polla.

Rocío dio un grito de dolor.

-       con cuidado mi amor, lo tengo un poco afectado de ir al baño.

No tuve piedad empecé a darle fuerte ante lo quejidos de mi esposa, Esta se sacó las tetas abriendo su blusa y bajando e sujetador.  Yo saque mi cinturón y le até las manos a la espalda.  Rocío acababa de entrar en el estado de haz conmigo lo que quieras  y solo gemía.  Ante sus protestas saque mi polla de su ano, le hice darla vuelta de manera que sus pies quedasen hacia el cabecero de la cama y se la volví a meter.  Estaba a punto de correrme y la habitación era un no acabar de gemidos y suspiros.  Estaba a punto, ella también.  Justo cuando me iba a correr la cogí por la coleta y le hice levantar la cabeza.  En la pantalla del ipad ella era culada por el negro y su cara denotaba un placer infinito.  Su esfínter se cerró de golpe, dejó de gemir.  Yo le di mis últimos golpe de cadera y con el esfínter más apretado que nunca me corrí en su culo dándome más placer del que yo recordaba que aquel ano me hubiese dado nunca.

-       eres una zorra, pensé que cumplirías tu palabra como yo la he cumplido.  Te iba a dar una sorpresa y por error me han dejado pasar a las salas.  Lo peor no es saber que esta tarde te han dado de lo lindo, lo peor es no saber cuanto tiempo llevas haciéndolo.

Saqué mi polla aun chorreante.  La metí dentro mi bragueta, cogí el ipad y la maleta ante la incrédula mirada de Rocío.

Me voy a Madrid.  Quizás hablemos en un tiempo.  No me llames.  No voy a estar en casa.  El cinturón te lo puedes quedar.

Y dejándola atada, de rodillas y con el culo supurando esperma, sin echar la vista atrás la deje sin saber lo que pensaba.

CONTINUARA…

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