Universo 2 Capítulo 2
El entrenador de vecinos
Me levanto temprano para cazar aunque no es necesario intento coger la rutina, noto que las presas están más alteradas de lo normal; me cuesta el doble cazarlos, así que cazo la mitad y me dedico a recolectar más frutas para suplir la carne que falta.
Cuando vuelvo a la cueva, veo a las chicas preparar el desayuno; dormilón vigila la entrada, lo acarició al llegar.
- ¡papa ha vuelto!
- no tenéis que madrugar tanto.
- tu lo haces, ¿por qué nosotras no? - pregunta rosa gris
- yo lo hago para poder entrenar
- pero el deber de una mujer es honrar a su hombre. - insiste sonrisa bonita.
Ambas me besan, desayunamos en familia y ordenan la nueva comida.
- ¿hoy no has podido cazar bien? - pregunta rosa gris
- no, las presas estaban alteradas
Ambas se miran preocupadas pero no dicen nada.
- no importa, con esto y eso que has traído tenemos para un par de días. - dice sonrisa bonita
- ¿papa entrenamos?
- ¡vamos, hijo!
- hoy te tengo una sorpresa - dice rosa gris, justo cuando un aullido resuena fuera.
Contestamos todos por inercia y al salir veo 3 perrizos de aspecto joven, uno gordito; una hembra celeste preciosa y uno alto.
- ¿hola? - pregunto sorprendido.
- me presento al entrenamiento - dice el alto
- yo también - apoya el gordo
- por mi lado también, si se me acepta. - dice la hembra.
- ¿y esto?
- cada día te ven correr con tu hijo. - comenta rosa gris
- me preguntaron y les conté que te encanta entrenar - añade sonrisa bonita
- luego les dije que buscabas compañeros de entrenamiento y aceptaron. - termina rosa gris.
- ¿preparados? - digo con una sonrisa - gracias - susurro emocionado.
- ¿será muy difícil? - pregunta el gordito.
- mucho, pero si quieres resultados; no hay otro modo. - contesto.
- vaya, esta bien...
- os pondré nombres...gordito, celeste y gigante.
- me lo temía - dice gordito
- obvio - sonrie celeste
- me gusta.
Me voy con ellos y mi hijo.
Primero los hago correr, Gordito lo deja por hoy tras eso; niego con la cabeza, pero algo es algo. Luego hacemos Musculacion, celeste lo deja tras eso; entre dormilón, gigante y yo no ponemos a esquivar y golpear.
- ahora, lucha contra mi.
Nos ponemos a luchar, gigante es más fuerte que pincho; pero puedo manejarlo, pero a la hora de entender el ki lo deja hasta mañana.
Tras el entrenamiento de la mañana que ha sido al fin suficiente duro, duermo una siesta; pero la interrupción de pincho en la cueva, nos despierta.
- ¡ayuda, por favor!