10. El show

Mi tío me ve hoy animado por lo que a pesar de haber mejorado no me felicita, ni hablamos más sobre María ni su amiga Cristina; por supuesto no le he hablado sobre Elisa, así que me voy a casa y me ducho. Tras eso voy a ver a Miguel y a María, están en medio del show; asimiló todas las cosas nuevas, aunque veo que Miguel a veces comete errores intento no grabarlos.

A veces va lento, otras corre demasiado; incluso a veces se aturrulla con los pasos, tras terminar María me mira y me sonríe; Miguel me saluda aunque es María la que abre la verja de hierro y me invita a pasar, paso algo inseguro.

- h-hola chicos que bonito.

- si que lo es, pero nos falta limpiarlo.

- bueno, es normal; con el tiempo lo haréis.

- tenemos muy poco tiempo, Pedro. - suelta María.

- Venga, pues a ensayar.

Ambos se ponen en posición mientras me siento a ver, esta vez lo hacen casi perfecto; lo asimiló todo, mientras María lo hace con más fuerza que nunca parece que la motivo o quiere impresionarme algo así.

- ¿que te ha parecido?

Aplaudo sin palabras

- impresionante.

- ¿y yo? - pregunta María cómo si necesitará mi juicio personal.

- bueno a ti te he visto espectacular, María.

Una sonrisa de satisfacción se plantó en su cara.

- vamos a repetirlo.

- estoy cansada, Miguel.

- Venga una vez más, tenemos que practicar más; lo tenemos muy verde.

- esta bien...

María suspiro, Miguel la presiona demasiado; es cierto que tienen que practicar más, pero tienen tiempo de sobra. Empiezan de nuevo cada vez lo hacen mejor, pero en un momento dado; todo se tuerce y sale terriblemente mal, en la primera acrobacia María no salta suficiente y Miguel se lastima el antebrazo al levantarla casi por su cuenta.

- aghhh oh dios...

- ¿que te pasa, Miguel? - suelta asustada María.

Miguel esta en el suelo con gesto de dolor, agarrándose el antebrazo; conteniendose.

- María tienes que saltar más, me he lastimado al coger tu peso solo.

- ...te dije que estaba cansada...

- ya, espero no haberme lastimado en serio vamos a intentarlo de nuevo.

Tras 2 o 3 intentos se dan cuenta que Miguel no podrá hacer el show a tiempo.

- No puedo, mierda.

- ¿y ahora que hacemos?

- tengo que poder para la semana que viene presentarlo en la escuela y la otra en el congreso.

- Miguel sino puedes tendrás que esperar. - le digo el niega con la cabeza.

- pues nada Pedro, tendrás que hacerlo tu.

Miguel me mira y María también.

- ¿yo? Si apenas se bailar.

- maldita sea, estamos jodidos.

- no Miguel, me ha dicho Cristina; que el se lo sabe.

- la he practicado solo, pero nunca en pareja.

- ¿ves? Como se la sabe.

- veamos ahora vas a practicarla en pareja.

- pero sigo cansada...

- salta, si no quieres lastimar al único que puede sustituirme.

Ella suspira cansada.

- pero solo una vez.

- dos, y no te pido más.

María me mira a mi muy seria.

- las veces que tu quieras.

- vamos a hacerlo una vez, si veo que voy bien lo hacemos 2.

- esta bien...no me lastimes ¿eh?

- no, tranquilo; confía en mi. - me guiña el ojo.

Miguel se va a poner la música, María mirándome a los ojos se tumba; no se donde mirar su cuerpo aplastado contra el suelo, me acelera el corazón y la música empieza a sonar...como poseido por el ritmo me muevo, acarició todo su cuerpo sintiendo que hago lo que debo; y lo que no a la vez, escucho un ligero gemido cuando mi mano roza uno de sus pechos un atributo prohibido.

Se sienta la cogo en brazos giro con ella, nos miramos a los ojos en un momento a la par raro que especial; la lanzo hacia arriba ella se impulsa, la giro sobre mis hombros y le hago un momento titanic allí arriba. Su cuerpo se ha rozado conmigo por todos lados, es a la par exótico que erotico; a la vez incomodo y sentimental, esta coreografía solo debería hacerla una pareja.

La bajo damos un golpe de cadera juntos donde nuestros cacharros se juntan, mientras la pego a mi rodeada por la espalda cómo en bachata; su mano está en mi pecho y sus ojos, clavados en los míos. Seguimos haciendo cada paso de la coreografía, hasta terminarla; en la que hay muchos momentos como estos, ella acaba jadeando.

Me tiro al suelo sin resollo, pero no lo he echo por eso; lo he echo porque si no la iba a besar, estoy medio erecto e intento disimularlo y creo que ella me habría correspondido.

- ¡Bravo! Te salia casi tan bien como a mi.

María y yo nos miramos en ese instante, ambos sabemos que me ha salido mejor que a el; ella me sonríe y es bastante recompensa para mi, pero Miguel no tiene bastante con lo que ya ha dicho.

- Ahora tendréis que entrenar más, tengo que creermelo; la canción es romántica, tienes que actuar más con María...Pedro yo se que te será un poco incomodo porque estoy aqui, pero tu no pienses en mi; ni que no es tu novia, tu piensa mientras que bailes que lo es. ¿vale?

- ...vale Miguel...

- María tu muy bien, no se ha notado que bailabas con Pedro y no conmigo; sigue así, ahora Pedro tu no huyas.

- esta bien.

- ¿te has recuperado ya?

Me pregunta María y asiento cansado, hacer esa coreografía me ha cansado más de lo que pensaba; no es lo mismo bailar solo que con ella, lo que me preocupa es lo que me ha echo sentir y es que no estoy seguro que ella sienta lo mismo.

- ¿y tu estas bien?

- estoy cansada, pero quiero hacerlo otra vez.

- ¿segura?

- si, completamente.

Me levanto, veo que Miguel va a poner la musica; María se acuesta y me mira sabiendo que esto que vamos a hacer ahora, tarde o temprano lo cambiará todo.

Empieza y ambos somos más tiernos más románticos más fogosos, jugamos a seducirnos; mientras nos provocamos, y fingimos o tal vez no que nos deseamos. Todo se nos va de las manos cuando acaba agarrada a mi cuerpo con sus piernas, su entrepierna contra la mia; su cabeza pegada a la mía, mirándonos a los ojos y notando su humedad frente a mi ereccion. La saco de esa situación cuando sus labios se alargan hacia los míos, sigo el baile; hasta que la música acaba y tengo que separar mi frente de la suya, Miguel nos aplaude.

- ¡Bravo! Si no fuera mi novia me lo hubiera creído.

- ¿otra vez? - pregunta María mordiéndose los labios con disimulo y sin llegar a soltarme del todo.

Apenas puedo contenerme apenas puedo respirar, mis nervios; mi respiración agitada y mi ereccion, no ayudan precisamente.

- no voy a poder levantarte otra vez, mejor mañana.

Digo al observar que Miguel mira raro a María.

- ¿mañana?

- mañana.

Tras eso Miguel insistió en irnos a cenar los 3, pero decline su oferta; vi que María se decepcionaba, pero explique la tradición con mi tío y escape por los pelos de la tragedia.

¿que pensais María lo hizo a propósito o ha sido el destino? ¿como creéis que acabará esto? ¿os ha gustado, que sentís al respecto?