Capítulo 1: Fiesta sorpresa
Dudo un segundo salir tras ella, pero termino saliendo; a pesar de tener una ereccion de cojones, al salir la veo en el sofá con las piernas estiradas hacia donde me voy a sentar y sin cruzarlas o taparse lo más minimo. Trago fuerte, conforme me acerco; le veo todo, niego con la cabeza; encima esta totalmente depilada, veo el flujo chorrearle desde la raja a las nalgas.
- Laura, ¿no puedes taparte un poco?
- solo estoy como estaría en casa ¿te molesta?
- ...no... - digo - en verdad si, pero si te digo algo; tendré problemas con Li. - pienso para mi.
- bueno, me preguntaste que hago aqui; vengo a hacer las pases contigo y estoy dispuesta a todo para conseguirlo, y cuando digo todo digo todo Pedrito.
- ¡que no me llames así! - digo sentandome.
Ella ignora cuando le alzó la voz, aunque se le nota por un simple gesto que le ha molestado; estira sus pies y los apoya sobre mi polla, abre las piernas para que le vea como se le humedece el coño.
- ¿que quieres a cambio de la paz?
- mira Laura, tu y yo no podemos tener paz; aunque lo intentáramos con todas nuestras fuerzas y eres muy tentadora, pero no gracias.
- Pedri...
Empieza a decir, cuando la miro mal; se calla, pero no dura mucho callada.
- Chico, ni tu eres el mismo de hace 10 años; ni yo soy la misma, ¿no podemos empezar de nuevo?
- ¿y por qué quieres eso?
- por Li
- ¿por Li? ¿te ha pedido ella que vengas y me provoques?
- no seas idiota, solo quiero que nos llevemos bien por ella; ya somos mayorcitos para olvidar rencillas del pasado y ella no sabe que he venido, quiero darle una sorpresa.
- esta bien lo intentare, pero al primer ramalazo de antes; al primer mal comentario o mala mirada, se acabó.
- ¡gracias!
Se endereza de un saltó y se me sienta encima, su humedo chocho acaba sobre mi polla erecta, sus tetas sobre mi cara; estoy que voy a reventar y lo peor de todo, es que ella parece estar a gusto porque no se quita.
Estamos así un buen rato los dos en silencio, hasta que mi voluntad de hombre fiel gana la batalla interior; entre follarmela aquí mismo, una puta locura o separar la cabeza.
- bueno, ¿y ahora que?
- ahora... lo que tu quieras, ya te dije.
- no, ¿que para que más has venido?
- bueno me gustaría ver la ciudad, prepararle una fiesta sorpresa ¿me ayudas?
- vale, cuenta conmigo.
Ella sonrie y me da un beso cerca de los labios, pero luego no se aleja; noto la respiración muy cerca de mis labios.
- ¿que necesitas para la fiesta?
- no se, seremos nosotros 3 nada mas; ¿que podemos comprar?
- te aviso que esta cansada, lleva toda la semana con jornada intensiva.
- jo...que inoportuna soy.
- mmm...una botella de tinto para Li, una de cerveza para mi ¿tu que quieres?
- malibu y piña
- pues eso para ti, podemos comprar algo para picar y ¿que te apetece de cena?
- algo ligero...
- ¿chino?
- ¡perfecto!
- ¿un postre?
- mmm estoy a dieta, no puedo comer tanto si luego no lo voy a quemar.
- si ya veo, estas muy...muy...muy...
- ¿buena, sexy; sensual, cachonda?
- en forma.
- que malo eres, reconoce al menos que te pongo.
- ¿cómo no me vas a poner? Si te estoy clavando la polla en todo el coño, noto tus pezones en mi pecho y no paras de acariciar mis brazos; mientras hablamos, por no hablar de nuestra cercanía labial.
- ¡vaya! ¿te molesta?
- no...si...no se...supongo...
- bueno, pues depende; si luego sales conmigo por ahí pido postre, sino no.
- yo si Lidia no sale, no salgo.
- tu te lo pierdes, anda vamos a prepararlo todo...
Antes de levantarse, hizo un círculo con las caderas; llevo tanto sin sexo y estaba tan caliente, que me corrí en los pantalones.
Lo que hizo a continuación fue lo primero que me llamó la atención.
- ah estado bien, me ha encantado.
Me dio un beso en la frente.
- vamos a cambiarnos para ir a por las cosas.
Y me dejo en el salón perdido en mis pensamientos.
- no se que pretende con todo esto, pero no se porque me provoca tanto; si realmente Lidia es su mejor amiga, ¿debería respetarla o no? ¿será esto una prueba? ¿simplemente quiere sexo? Quien sabe...