Prologo
Estoy en la cola del váter de mujeres charlando animosamente con ellas, cuando recuerdo que me meo cómo una burra; ya tengo el baile del sambito y junto las piernas para ayudarme a aguantar, ellas también.
- chicas, yo no aguanto mas; tengo que mear YA, ¿alguna se viene? Me voy afuera a mear. - comento rodeada de mis amigas.
- te vas a helar el chocho, tía - dijo Vanesa, la más directa de todas.
- paso afuera puede haber borrachos y me quito de problemas - apoyo Nuria, la más retraida de todas.
Y antes de que contestará Barbara...
- pues yo me voy tías, ahí os quedáis. - dije prácticamente corriendo, dejando a las tres con un palmo de narices y bueno; lo más cercano a correr que me permitían los tacones, a la par que la aglomeración de gente.
No por nada era un fin de año, las palabras barra libre toda la noche llenaron los locales; salir, ir al baño y entrar eran a la par una osadía. Cuando conseguí salir, el pis estaba a punto de salir; así que mire alrededor con velocidad; buscando una zona oscura o tapada donde hacerlo. Solo encontré el descampado donde aparcaban los coches, corri hacia allí y una vez entre dos coches; hago el pis de mi vida y dejo toda esa zona mojada con mi larga meada, mientras pienso que me puede ver alguien porque mis amigas no han querido venir a vigilar.
Una vez termino, me limpio con un clinex; concienzudamente y tras ponerme bien la ropa y comprobar que no me he manchado en ningún lugar que no debiera, voy a buscar un sitio cómodo para fumar...ya que estoy aquí afuera, aprovecho el viaje.
En la entrada del descampado donde aparcan los coches, ahí dos piedras que parecen cómodas donde sentarse; así que me siento y cruzo las piernas para que no se me vea nada indebido, saco de mi bolso el tabaco y me pongo a fumar. Estoy en un sitio medio oscuro, medio oculto; medio iluminado y medio a la vista, pensando en mis cosas tan tranquila y disfrutando del alivio de haber meado tranquila.
Tres chavales pasaron por mi lado hablando entre ellos de sus cosas, estaban incluso más borrachos que yo; los tres me miraron de reojo y escuche sin poder evitarlo parte de la conversación.
- tíos, lo he pasado hoy genial con vosotros; lo único que siento es no haber empezado el año mojando el churro. - dijo el más alto y guapete de los tres, a sus dos amigos.
- pues ya sabes...si no has ligado naturalmente, solo te toca pagar. - contesto el gordito.
- si pero estamos muy borrachos para ir al glass palaces, por allí siempre hay controles. - comento el feo de los tres.
- bueno, estamos casi en las afueras del pueblo; debería haber una por aquí, ¿no? - pregunto el alto guapo.
No pude evitar notar cómo los tres se ponían a buscar con la mirada entre las sombras del lugar, para acabar mirandome a mi; se me erizaron los pelillos de la nuca, y me removi incomoda en mi asiento.
- tio, creo que ahí la tienes. - dijo por lo bajo el feo.
- y además está buena - soltó el gordito.
- no se, voy a preguntarle; espero que no me de una ostia. - añadió el único potable de los tres.
El tipo se me acerco un poco duditativo, no se aproximó a más de un metro de mi; me miró entera de arriba abajo y abajo arriba, con descortesia antes de hablar.
- señorita, perdone que la moleste a estas horas de la noche; ¿pero es usted una mujer alegre? - pregunto mostrando una educación fuera de lugar, que me gustó; aunque fuera para ahorrarse la ostia y sus amigos se rieron de el, por ello.
Me levante dispuesta a gritarle y a arrancarle la cabeza de un guantazo, cuando note que se me mojaban las bragas; me quede anonadada un segundo antes de contestar, algo que no podía creer ni yo misma.
- 50 € - dije tirando el cigarrillo y pisandolo sensualmente con el tacón, sin bajarme el vestido; que se levanto un poco al sentarme y cruzarme de piernas.
El tipo miro con visible nerviosismo su billetera, puso cara blanca y miro a sus amigos.
- tíos me faltan 30 pavos, prestadmelos y mañana os lo devuelvo; por favor. - pidió a sus amigos que se rieron más aun.
- yo solo tengo 15 - dijo el gordito.
- y yo, 20 - comento el feo.
Entre todos Pusieron la pasta que le faltaba y tras contarlo, meterlo en mi bolso; me di la vuelta.
- ven - dije sin mirarlo, ahora sentía hasta mi raja hinchada; tenia que echarle un polvo y quitarme este calentón tonto.
El tipo me siguió sin vacilar, quedo con sus amigos en el coche; y me miro el culo que yo movía apropósito sensualmente por el camino, hasta que llegamos a la zona más oscura del descampado...esta prácticamente cubierta, por lo que vernos es prácticamente imposible; nada más llegar adonde quiero me subo el vestido y me bajo las medias y las bragas. Me pongo en pompa y le enseñó mi chocho húmedo, hinchado; que pide guerra, el alucina en colores.
- ¡guau! Espera, no se unos besitos; unos magreos, ¿no? - pide un tanto nervioso.
- 50 € es lo básico, meterla hasta que te corras; si quieres eso, son 100 €. - le digo mirándole al revés.
- esta bien, ¿estarás aquí la semana que viene? - pregunta con visible nerviosismo mirándome el chocho, concentrándose para empalmarse; mientras con torpeza se quita el pantalón , luego se baja a los calzoncillos y aparece una tremenda ereccion ante mi vista.
Dejo de mirar al notar cómo mis pezones se endurecen, noto como mis fluidos caen ya por mis muslos; el frio no penetra desde luego en mi calor interior, estoy caliente como nunca he recordado estar.
- es posible...esta claro que no necesitas ayuda. - suelto, el tío se rie; al escuchar mi comentario.
- a ver si te crees que uno se encuentra tías tan dispuestas todos los días, enseñandote el chocho y poniéndose a posición perrito para ti. - soltó el tío.
- supongo que no - dije soltando una risita tonta, que jamás he soltado en mi vida.
- si estás la semana que viene por aquí, te contratare - soltó y cuando iba a protestarle si me la metía o quería charlar nada mas, note que la ponía en la entrada; e iba apretando con suavidad poco a poco, a pelo.
Como estaba tan tranquila, tan lúbricada; tan exitada y tenia tantas ganas...se deslizó hacia dentro sin ningún dolor, con extrema suavidad; solo puro placer y se me escapo un gemido traicionero, el chico agarro mis caderas y empezó a darme caña aumentando el ritmo poco a poco. Más gemidos siguieron al primero, tenia una buena polla; aunque no sabia usarla demasiado, yo estaba prácticamente apunto y fue correrse dentro mía y todo mi cuerpo se volvió loco. Explote de placer como nunca lo había hecho el tipo tuvo que sujetarme, pues mis piernas fallaron; todo mi cuerpo temblaba, y mis gemidos se descontrolaron. El tipo se porto cómo un caballero sin llegar a sacármela, hecho todos sus ingredientes en mi fértil utero; pero pegándome a el, agarrando mis tetas y así manteniendome pegada a el.
cuando escucho que mi respiración se relajaba, cuando noto que mi corazón dejaba de estar alterado; cuando sintió que mi cuerpo dejaba de temblar, antes de soltarme...
- ¿estas bien ya? - pregunto, antes de prosegir; espero mi respuesta.
- si, gracias por no soltarme. - solté aun sorprendida por el tremendo orgasmo.
- de nada, ¿todas sois así? Nunca había ido de putas porque mi padre decía que erais todas muy frías... - comento, soltandome y sacandomela poco a poco.
- yo soy única, cariño. - dije empezando a limpiarme con un clinex y poniéndome la ropa bien puesta, arreglandome el pelo.
- pues ya tienes cliente fijo. Siento haber terminado tan pronto, es que llevaba mucho sin... - empezó a explicarme y le tape la boca con la mano.
- Ha estado bien, si estoy aquí la semana que viene; repetiremos y lo harás mejor. - dije empezando a marcharme.
- espera, ¿no tienes un número de contacto? - pregunto el muchacho vistiendose alcanzandome.
- no, si estoy aquí la semana que viene te lo daré. - le guiñe el ojo y volví con mis amigas.
Echa un mar de dudas, no comprendía porque había hecho todo esto; no lo necesitaba económicamente hablando y lo peor de todo. ¿por qué había tenido ese orgasmo y que me puso tanto? Son cosas que tendré que ir pensando toda la semana, antes de decidir; si volveré a repetir tal experiencia o no, porque esto es demasiado fuerte.
Volví con mis amigas, seguí la fiesta; mientras mi Ardiente interior, lleno de semen; me recordaba lo que había pasado minutos atrás en plena oscuridad...no les dije nada y aunque me notaron rara, ellas tampoco dijeron nada; simplemente seguimos la fiesta y mañana ya sería un día para pensar.