Capítulo 1: Semental Rape
Rosa gris y yo nos miramos con rabia, deseo y pasión contenida; frustración de que esto debería haber pasado en otra parte, en otras circunstancias y que no permitiriamos lo único que no pueden evitar...que nos amemos y disfrutemos el proceso.
Nos pegamos bocados demasiado fuertes y la sangre brota para darle un sabor metálico agradable a nuestros besos, ella aparta los pinchos; para que pueda acariciarla, su olor me embriaga y me pone demasiado.
- mmmh tu olor se hace más fuerte.
- es por ti, como te amo; mi olor quiere atraparte para siempre.
- ¿me amas?
- te amo
Ambos nos abrazamos con fuerza, ¿pero como podre corresponder ese sentimiento si a parte de desear reproducirme; no se que es el amor o acaso...¿el amor es el miedo a perderla a no verla nunca más? Quien sabe.
Le acarició las ubres, ella se estremece; se sienta sobre mis partes y las mueve de lado a lado, impregnandome no sólo de su olor sino también de sus fluidos y eso me hace calentarme cómo cuando tienes fiebre.
- mmmh ahora si que se está calentando la cosa. - suelta ella.
- agh...aun no hemos empezado y ya siento un gusto tremendo.
- así es mi raza.
Me guiña el ojo y sigue jugando.
- metemela ya - me pide.
- ¿la quieres dentro? - pregunto.
- desde siempre.
Con un beso intente pentrarla, pero estaba super estrecha; muy mojada, muy caliente pero super estrecha. Lo intentamos varias veces pero fue inútil.
Ella perpleja se dio la vuelta y lo observó.
- ahora lo entiendo, tienen forma distinta.
- ¿entonces no podemos?
- si queremos que entre creo que entrará, pero tendrás que hacerme daño; al menos la primera vez.
- ¿estas preparada?
- hazlo.
Entonces apreté con todas mis fuerzas, rompimos una barrera, entro la cabeza; sentía muchísimo placer, tan caliente, mojada y apretada. Ella sentía un gran dolor, no sólo le había roto el himen; sino que le había ensanchado la entrada, pero también un gran placer pues no es el tacto, ni el tamaño ni la forma que normalmente entraria por ahí.
- ¿más?
- ¡más!
Aprieto y entra más pero con más dificultad ella llora incluso, con mi fuerza no ha sido suficiente; creo que si la meto más me correré dentro, esto da demasiado placer.
- ¿no puedes?
- no puedo, tenemos que apretar entre los dos.
- esta bien, aprieta.
Ambos apretámos y entra hasta el fondo, ella pega un grito; a la vez tiene un señor orgasmo, y yo me corro dentro. La acarició y la beso por todas partes, hasta que se desmaya.
Con sonrisita bonita la situación es muy similar, Rosa lo permite pero no colabora; el resto se defiende con uñas, pinchos y dientes.
Rape entiende lo que sufren físicamente e interiormente, todas sienten que traicionan a su hombre; pero en 7 dias, se tira a toda la manada y entrena cómo loco.
Su corazón se vuelve una piedra, no le gusta en parte; pero la vida a partir de ahora va a ser más dura que antes y es consciente de que lo va a necesitar en el futuro, así que se deja llevar por lo que no siente.
Su instinto Sayan de ser frio y sin sentimientos vuelve a aflorar.