Capítulo 1 universo 2
Caza en abundancia
El hambre me despierta muy temprano, salgo para afuera; cójo alguna fruta para recuperarme lo suficiente, ya que casi no puedo andar y luego cazo lo suficiente para un par de días. Para cuando llegó a la cueva, las chicas recién despiertan; al verme cargado de tanta carne y frutas se ponen contentas, y dormilón también.
- ¿ya has ido de caza? - pregunta sorprendida sonrisa bonita
- ¿que clase de marido seria sino os alimento?
- ese es nuestro Rape.
- ¡gracias papa!
- vamos a comer.
Y todos comemos en familia, tras darme besos.
Luego mientras ellas ordenan la comida, entreno junto a mi hijo.
Primero salimos a correr juntos, luego hacemos ejercicio por la cueva; luego fingimos que nos pegamos e intentamos esquivarnos, y luego intentamos encontrar nuestra energía interior. Su madre nos mira orgullosa, rosa gris curiosa y fantaseando que algún día tendrá sus propios cachorros conmigo; y todos alucinan cuando ven mi aura alrededor, no saben que decir.
- me muero por dormir un rato...¿venís chicas?
Ambas se miran y se rien.
- ¿puedo ir yo?
- te toca hacer guardia de la cueva, hijo.
Mi hijo se siente orgulloso lo veo en su cara, mis mujeres se rien.
Una vez estamos en la cama.
- ¿bueno, cuando sabre que estáis en celo?
Ambas se rien abrazadas a mi.
- no se...
- eso se nota, Rape. - dice sonrisa bonita.
- pero ¿cómo? Me muero por saber...
- el olor, los fluidos; los pinchos más abiertos por esa zona, la rájita abierta. - dice sonrisa bonita un poco avergonzada.
- ¿y os pondréis en fechas diferentes?
- yo siempre me pongo cuando mi madre se pone - contesta rosa gris.
- entonces será interesante, haceros mi mujer a las dos a la vez.
Ambas se rien y dormimos una siesta ahí abrazados.
Luego mientras ellas duermen, salgo a entrenar de nuevo con dormilón. Corremos y nos encontramos a Pincho, con pinchito cazando.
- mira a quien tenemos por aquí.
- a los perros traidores.
- no deberías enseñarles esas palabras a tu hijo.
- ¡no me des lecciones cuando tu ni eres padre!
- ¡el es mi padre! Y es mucho mejor padre que tu.
Veo el corazón de pincho romperse en mil pedazos.
- no te necesito, ni a mi mujer; estoy cortejando a otra.
- me alegro y te deseo mucha suerte con ella, no la vuelvas a cagar.
Su mirada de odio irracional lo dice todo.
- vamonos de aquí, hijo; se me quito el apetito.
Me encojo de hombros y los dejo marchar, luego al volver a la cueva; las chicas han decorado la cueva, ahora parece un poco más un hogar.
- ¿y esto? - pregunto sorprendido
- la idea fue de sonrisa bonita. - confiesa rosa gris.
- pero tu cueva no estaba decorada.
- pincho no quería.
Sonrió
- ahora parece más un hogar.
- ¿verdad? Eso le dije yo - sonrie rosa gris.
Las beso a las dos.
- dormilón sigamos entrenando
- si papa.
Hacemos ejercicio, nos esquivamos y golpeamos; luego dormilón sigue buscando su energía y yo ahora que la encontré, intento aprender a volar con ella.
- padre, ¿estas seguro que yo tengo energía?
- todo ser vivo la tiene, solo quizás te cueste más aprender a usarla.
El me mira con admiración.
- estoy orgulloso de ti, sigue así y serás el más fuerte del planeta.
- ¿tu crees? Más que un Alpha y un Gamma?
- mucho más, porque estos no entrenan.
- ¡la cena esta lista! - grita Rosa gris
- ¡venid a comer! - apoya Sonrisa bonita
- Venga vamos a comer.
- ¡si!
Dormilón esta eufórico, las chicas también están felices; por mi parte tengo un sentimiento en el corazón extraño, que jamás he tenido.
Cenamos y como siempre, dormimos juntos como una familia.