Capítulo 3. En el baile

Tras felicitarme mi tío, aunque sigo sin estar contento ni con el ni con mi rendimiento en el trabajo; me ducho y paso por la academia de baile, me oculto lo que puedo hasta oír sonar la música. Ella está en la misma posición tumbada, no puedo evitar desear ser su pareja de baile; en lugar de ese chico alto y fuerte, aunque dudo que pudiera nunca hacerlo tan bien como el.

Aunque me gustaría deleitarme con ella como la otra vez, esta vez quiero memorizar cada movimiento de el; los hace justo a tiempo, sin dudar llevando manos y piernas donde debe. Han añadido algunas cosas, en un momento dado paran; por la sonrisa que nace en ella, se que me ha visto en el espejo.

Me aterro, tiemblo; empiezo a marcharme muy nervioso, cuando escucho la reja metálica abrirse tras mía.

- Pedro, ¡has venido!

Me doy la vuelta, un poco nervioso; ella tiene una sonrisa que la hace aún más bella, quizá ilusionada.

- siento haberos espiado, es hermoso el baile.

- no importa ven pasa, te presentaré a Miguel.

- mejor vuelvo después, no quiero molestar.

- ¿molestar? ¡anda ya!

me agarra de la mano con firmeza, vuelvo a sentír ese chispazo; mientras miro nuestras manos agarradas, me dejo introducir en la academia tragando fuerte.

Nada más entrar el chico me mira con una sonrisa con sus brazos cruzados.

- así que tu eres el nuevo amigo de María, yo soy Miguel; encantado.

- encantado, soy Pedro.

El me ofrece la mano, le doy la mano que María me acaba de soltar; me la estrecha con fuerza.

- ¿vas a apuntarte al baile al final? - pregunta Miguel

- seguro que se apunta - contesta María, mirándome fijamente y eso me intimida.

- si, lo intentare; aunque no creo que se me de bien.

- bueno eso no se sabe hasta que lo pruebes.

- seguro que si, Pedro siéntate y nos miras; ponte cómodo.

Me ruborizo con disimulo, y hago lo que dicen; me fijo esta vez en ella, parece que sigue ilusionada porque esta vez lo da todo en la coreografía. Cuando terminan, ambos se ponen a prestarme atención.

- ¿que te ha parecido?

- pues increíble hacéis magia

El se rie y ella me sonríe.

- ¿a que sentado se ve mejor, Pedro?

- si, si tienes; tienes razón.

Ella sonrie ante mi titubeo, el se va al baño; ella se sienta a mi lado muy cerca, me pongo tenso y la miro de reojo.

- ¿y que quieres aprender a bailar?

- no se, bachata seguro; todos los bailes que deis.

- ¿todos? - ríe nerviosa. - ¿así que bachata?

- si, todos; me encanta escuchar bachata.

- más te gustara cuando lo bailes - me guiña su ojo con su sonrisita.

Su mano agarra mi brazo, contengo la respiración; hasta que al salir Miguel, ella me suelta.

Siguen practicando hasta que llega la gente, que me miran con curiosidad; mientras miro hacia abajo cortado por estar rodeado de tantas chicas guapas y con cuerpos sensuales, lo peor del mundo llega María y empujandome con suavidad me presenta a todo el mundo.

Una vez las presentaciones acaban, un lio de nombres se forma en mi cabeza; ya que no me he quedado con ninguno, luego de eso la clase va a comenzar.

Me quería poner el último, pero para variar; María me agarro del brazo y me colo el primero, ante mi mirada vergonzosa me explico.

- eres el que menos sabes, y el que mejor tiene que ver.

Luego se puso delante junto a Miguel.

- María, tu haciendo calentamiento ¿tienes fiebre? - pregunto Miguel tocandole la frente.

- ¡quita! Voy a vigilarte para que no le des demasiada caña al chaval.

- ya decía yo...para que veas lo que te aprecia ya.

Miguel se río y me puse como un tomate.

Miguel pone música y empieza a explicar los 4 tiempos de Bachata hacia la izquierda terminado en el primer espejo, y luego los otros 4 tiempos hacia la derecha terminado en otro espejo; la primera vez no me sale, la segunda lo imito y la tercera lo pienso pero me sale. Luego nos enseña a girar prácticamente a la segunda lo aprendo, María por un lado me distre con su belleza; pero el mimo que pone en explicármelo a mi definitivamente me ayuda mucho, intento no mirar al resto de mujeres y eso también ayuda.

Tras esto dan por terminado el calentamiento.

- ¡venga por parejas!

Al oír eso bajo la cabeza y no me muevo, mientras veo en su mayoría la gente elige a quien conoce ya o a quien ve que baila mejor; María se acerca a mi, para mi sorpresa me coge de las manos y al mirarla.

- ya elegí mi pareja. - una sonrisita asoma por su cara.

- pero si yo no se María, voy a estropear tu baile. - contesto apenado.

- no vas a estropear nada, además nadie nace sabiendo.

Mientras Miguel ordena la fila y las mujeres se han peleado por el, María me da ciertas indicaciones; Miguel lo primero que hace una vez ordenados es explicar el agarre social y el separado. Lo explica con todo lujo de detalles, donde poner las manos; la presión que ejercer; donde situar los pies para no pisar a la mujer y como moverlos, María remata la faena haciéndome explicaciones prácticas.

Me parece notar que su corazón está acelerado, y me avergüenzo de pensar que ella también va a estar notando el mio; mi corazón está desbocado, por lo que lo noto por todo el cuerpo y mi respiración agitada. Nuestras caras muy cerca, nuestros cuerpos también; sin llegar a rozarnos escepto en los pies y los brazos, nuestras conexiones en el baile.

El resto de la hora aprendemos a girar a la mujer, girar nosotros; cambiar entre agarres correctamente, y mucho paso básico. Lo peor y lo que ha sido más duro para mi, que cada movimiento lo he hecho con una chica diferente; he estado todo el tiempo mirando el suelo o a los profesores, escepto cuando bailo con María que no se que tiene que no puedo dejar de mirarla.

Cuando el final de la hora ha llegado, ha venido gente mucho más sensual que las chicas de esta clase; menos mal que no son de esta clase, me dan miedo todas. Cuando la hora acaba María y Miguel me cogen a parte.

- ¿ves? Lo coges todo al vuelo, 9eres bueno! - dice María.

- Venga no bromees, si has tenido que estar todo el tiempo indicandome cómo hacerlo.

- lo peor es que no bromea, has aprendido en 1 dia; lo que ellos han tardado 2 semanas en aprender, así que fijate si eres bueno. - comunica Miguel.

- esta bien, me apunto; sino molesto, vendré a clase.

Miguel sonrie y María niega con la cabeza.

- ¿a que te vas a apuntar, solo bachata?

- a todo, Miguel.

- ¿a todo? Yo te aconsejaría que aprenderás primero uno solo, pero si lo quieres aprender todo...

- ponle 2 clases de Bachata que es lo que más le gusta. - me guiña el ojo María contrario a Miguel y me ruborizo.

- esta bien, pues son 40 €

- aquí tienes.

Miguel lo coge y me apunta en el móvil.

- ¿entonces mañana aquí a la misma hora?

- mañana aquí a la misma hora.

María me sonrie y me marcho a casa emocionado, en casa práctico los movimientos que he aprendido y la coreografia; hasta que mi tío me llama para cenar juntos, en la cena se lo cuento todo y el me escucha atentamente sin decir ni una palabra.

- al final eres bueno en el baile, mira tu por donde; me debes una.

- podría haber echo el ridículo.

- si podrías, pero no lo has echo.

- ...

- Querido sobrino y si quieres un consejo, si te gusta Maria; que te de igual si tiene novio, encontrar una chica guapa sexy y simpática a la que le gustes es ser muy afortunado.

- María no es un trozo de carne sin sentimientos Tío, yo solo voy a ser yo mismo; ella que elija con quien quiere estar, pero no voy a pensar en ello porque esta claro a quien va a elegir.

- pues yo no lo tengo tan claro, por algo tendrá tanto interés en ti.

Y pensando en esa frase me dormí. 

AGRADECIMIENTOS: Agradecer a la gente que se toma su tiempo para votar y comentar son los que me inspiran a seguir, sin ellos esta historia no acabaría como tantas otras; por favor instaros a que continuéis, para ir sabiendo vuestra opinión ya que para uno...todo lo que escribe esta bien, gracias.