Marta y María.
Marta sigue siendo la misma coqueta, divertida y preciosa mujer que conoció hace 26 años. Pero valiente y arrojada, así se encontraron.
María , entonces, tenía novio : Mauricio, guapo, buen amante, la volvía loca cuando hacían el amor, pero mandón, machista, dominador. En la disco, la zarandeó por bailar con otro. Ella iba muy provocativa, con una camiseta de tirantes, sin sujetador y una mini de infarto. La llamó puta de mierda, y la amenazó con pegarla. La tenía agarrada por el brazo, sacándola a empujones, cuando apareció Marta.
Le pidió que la dejara en paz, y cuando el hombre respondió con un insulto y con una botella quiso atacarla, la muchacha le golpeó en la entrepierna, dejándolo doblado. La tomó de la mano y salieron juntas a la calle.
No le dio tiempo a dar las gracias, la besó en los labios , y luego la miró a los ojos, María sintió derretirse. De eso han pasado 26 años.
Una vida en común, se aman, van a cumplir los cincuenta.
Marta viste para la ocasión un vestido de lino, beige, con falda sobre la rodilla. El moreno de su piel, contrasta con el verde de sus ojos, está hermosa, brilla de felicidad.
María , con un traje pantalón de seda azul , debajo un corpiño, siempre le ha gustado lucir el busto, y los pechos poderosos son un deleite para la vista.
Las dos han ido a la peluquería, el tinte disimula las primeras canas, Marta con el pelo azabache, María , castaño claro.
" Sí, quiero" responden a la pregunta del juez.
Tras una vida juntas han podido casarse. Tienen una vida por delante, lo han querido siempre.
Mi pequeño homenaje a todos los países que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo.