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Sexo Lesbi en el Sanatorio

en Lésbicos

El Martes hacía mediodía cuando me disponía a salir de mi trabajo para ir a almorzar, recibí una llamada de la mamá de Jacky, para informarme que ella estaba en el sanatorio, debido a que al asearse en la mañana se resbalo en la bañera y se fracturo un brazo, efectivamente ella no había aparecido por el trabajo, pero no me extrañaba pues ella realiza labores comerciales y gran parte de su trabajo es fuera de la oficina visitando clientes, su mamá estaba demasiado ocupada y me solicito que le llevara algunas cosas a ella; me fui a su casa donde me abrió la muchacha de servicio, me dirigí a su alcoba, que conocía muy bien, pues allí habíamos tenido sexo en repetidas ocasiones y empaque algunas cosas suyas, pijamas, chanclas, ropa interior y cosas de aseo personal, al buscar su ropa interior encontré debajo de estas un gran consolador, instintivamente sonreí para mis adentros y lo eche en el bolso, tal vez en la soledad de su cuarto en el sanatorio lo necesitaría, una nunca sabe.

Me dirigí a su lecho de enferma y por el camino compre un gran ramo de rosas, nosotras nos encontrábamos un poco distanciadas debido a mis escapadas con algunas amiguitas y a la visita de mi primo de Colombia, esperaba que esta sería la ocasión ideal para limar asperezas y continuar como siempre, extrañaba mucho sus caricias y su hermoso y firme cuerpo.

Al llegar la bese tiernamente acariciando su pelo, ella estaba sin maquillaje y con una horrible bata verde oliva, propia de los hospitales, su manita izquierda enyesada hasta el codo, me contó como fue su accidente y que aprovecharía para realizarse unos chequeos médicos, por lo que debería permanecer internada 2 días.

Me regrese a la oficina prometiéndole que volvería en la noche a visitarla con más calma, al despedirnos ella me dio un fuerte abrazo y sus lagrimas rodaron por sus mejillas, quería que me quedara con ella esa noche, de mala gana acepte al verla como estaba, pues siempre me deprimen los sanatorios y la gente enferma, acordamos que cuando saliera de mi trabajo iría por mi pijama y cosas mías y regresaría hacia las 7:00 PM.

Cuando llegue me recibió con una gran sonrisa y me indico que la acompañara al baño a ducharse; al levantarse de su cama observe que bajo su bata no llevaba nada, esta se abría por detrás dejando al descubierto su hermoso culo, le di una palmadita y la acompañe a ducharse, sentada en el inodoro observaba su cuerpo, sus grandes senos, su culo paradito y su velludo y excitante pubis, la seque completamente, aprovechando para masajear sus senos y besar dulcemente sus pezones, a lo cual ella me respondió con un dulce y apasionado beso, se puso su pijama, una bata hasta las rodillas, una tanga brasilera y sin bra, se acostó, pues mas tarde vendrían a realizarle algunos exámenes médicos.

Junto a su cama y sobre el suelo se encontraba una colchoneta donde yo dormiría, Hacía las 9:00 de la noche entro una enfermera despampanante, debía tener unos 25 años, pelo rubio, ojos azules, piernas largas y un cuerpo fenomenal, su uniforme se entallaba sobre su cuerpo, parecía que se iba a asfixiar por lo prominente de sus senos, pensaba que en cualquier momento sus botones explotarían por la presión de ese magnifico par de tetas, su uniforme era bastante corto, de color azul claro, con botones al frente, un gorrito igual y medias veladas y zapatos blancos, entro con un carrito en el que llevaba varias drogas y aparatos, yo me entre al baño a empijamarme, me puse unos shorts de hilo rosados y una pequeña blusita ombliguera igual, sin pantys ni bra, cuando salí, la enfermera estaba colocándole una inyección a Jacky en su nalga, me pareció notar que masajeaba en demasía su glúteo con el algodón antes de inyectarla, Jacky estaba boca abajo, su pijama remangada hasta la cintura y su panty medio abajo, la enfermera termino de inyectarla, se voltio a mirarme y al verme en esa mini pijama se sorprendió un poco, me guiño el ojo y dijo que regresaría más tarde para ver como seguía mi amiga, salió y cerro la puerta, Jacky continuaba tendida boca abajo, no pude resistirme y le di un suave beso en su nalga, intente subirle su panty, pero ella me dijo:- no amor, quiero quedarme así, mientras me acaricias mi culito adolorido – sin decir una sola palabra la obedecí de inmediato, levante sus nalgas y pase por debajo de ella una almohada, su culito quedaba levantado, el espectáculo de aquellas redondas y tersas nalgas me puso a mil, me coloque detrás de ella encaramándome en la cama, separe suavemente con mis manos sus glúteos e inmediatamente mi lengua se poso sobre su rosado ojete anal, no se cuanto tiempo estuve dándole lengua a su ano que me sabia a gloria, mi lengua pujaba por entrar en aquel ojo maravilloso, metí una mano en mi short y comencé a masajeare mi clítoris, mi lengua continuaba penetrando su culo, Jacky gemía como loca mientras se tocaba fuertemente sus pezones, mi lengua recorría desde su ano a su vagina, mordiéndole sus abultados labios, luego subía nuevamente ensalivando y chupando su ano en forma desesperada, sabía que su orgasmo no tardaría al igual que el mío, estaba tan concentrada en mamar aquel exquisito y dulce ano, que me sorprendí cuando sentí una mano en mi trasero, me volteé y vi la carita de aquella hermosa enfermera, se llevo un dedo a sus labios en señal de silencio, cerro la puerta con llave y mientras se quitaba su ajustado uniforme nos dijo: - por que empezaron sin mí preciosas? – Jacky y yo estábamos estupefactas, no sabíamos si por que nos habían descubierto o por el magnifico cuerpo de aquella rubia, era hermosísima, cuando se quito el brasier, salieron disparados el mejor par de tetas que he visto en mi vida, su pubis era divino, solo unos cuantos pelitos, muy pocos, se desnudo quedando solo en sus medias blancas y su liguero, acercó su rostro al mío y después de un instante unió sus labios a los míos.

Fue rico sentir la humedad y el calor de unos labios extraños. Sentía como el calor de su boca poco a poco iba entrando a la mía, mientras sentía como la lengua de Jacky se metía en mi oreja. Los besos de aquella enfermera me tenían extasiada y mucho más cuando empecé a sentir que su lengua se abría paso dentro de mi boca, mi lengua la recibió gustosa y comenzaron a entrelazarse traspasándonos nuestra saliva, mientras ya la boca de Jacky estaba en mi cuello lamiéndome y chupando e incluso mordiéndome mi lóbulo, yo estaba ya totalmente caliente, nunca había estado en una situación así y mucho menos con dos mujeres tan hermosas a la vez.

No sabía qué hacer, sólo quería dejar que esas dos dulzuras me comieran viva, que aquello nunca terminara.

Así duramos unos cuantos minutos, yo metía mi lengua casi hasta la garganta de mi nueva amante mientras ella derramaba dentro de mi boca su saliva la cual yo bebía gustosa, después de un rato separamos nuestras bocas un poco para poder respirar. Todas estábamos aceleradísimas.

Mientras nos separábamos yo le mordí con malicia el labio inferior. Ella arremetió contra mi cuello y empezó a mordérmelo. Sentí cómo uno de los dedos de Jacky comenzaba a entrarme por el ano, eso hizo que arqueara un poco la espalda hacia atrás. Mi enfermera de mi cuello siguió bajando hasta mis senos.

Comenzó primero a lamérmelos y besarlos muy dulcemente, luego posó sus labios sobre uno de mis erectos pezones y me empezó a chupar. Ella abría toda la boca para tratar de meterse toda mi gordo pezón, era divino sentir aquello. Sus dientes me mordían y yo apretaba más mis piernas a sus caderas. Jacky me tomó el cabello jalando mi cabeza lo más atrás posible. Acercó su rostro al mío y me besó. Esos labios gruesos y húmedos me fascinaron, estaban calientes.

Rápidamente me metió su lengua en la boca. Me tenía al borde. Sus besos eran muy intensos, me metía la lengua por todos lados como si quisiera explorarme, sentí cómo me lamía el paladar, los dientes y en general toda mi boca. Sentía que quería metérmela más, así que abrí mi boca lo más que pude. Prácticamente tenía la boca de Jacky dentro de la mía. Yo gemía como loca, pero mis gritos se ahogaban en la boca de mi amiga. Las tres unimos nuestros labios, nuestras salivas se traspasaban de boca en boca, yo estaba en el cielo, ambas chicas me tenían a más de 1000, no sabía cuánto más podría soportar esa situación.

Tenía mi concha súper caliente, me recosté en la cama boca abajo y la enfermera y Jacky comenzaron a recorrer mi espalda con sus lenguas, era hermoso sentirlas recorriendo mi, espada, nalgas, piernas, todo no dejaron ni un solo centímetro de mi piel sin besar. Yo tenía las piernas separadas y comencé a sentir cómo una lengua se metía entre mis nalgas. Con las manos me las separaban, fácilmente llegaron a mi ano, Sentía cómo una boca ardiente me besaba mi huequito. Me estremecí toda al sentir ese beso y nuevamente empecé a gemir.

Luego las dos lenguas se peleaban por lamerme el culito y éste comenzó a ceder. Se iba abriendo con cada lamida un poquito más, hasta que repentinamente sentí cómo una lengua empezaba a penetrarme. Eso fue lo máximo. Instintivamente levanté mi colita y un profundo gemido salió desde mi garganta, me pusieron en 4 patas, por lo que descubrí que la lengua ardiente dentro de mí era la de la enfermera .

Jacky se metió por debajo de mí y comenzó a lamerme nuevamente mi rajita, un mar de sensaciones estremecían mi cuerpo. Nuevamente las chicas me tenían al borde del orgasmo y esta vez presentía que iba a ser más fuerte, sentía cómo esas dos lenguas se habrían paso dentro de mí. Me sentía totalmente poseída por ellas, ya no podía pensar con claridad, me embistieron con más velocidad, mi enfermerita tenía toda su lengua dentro de mi ano al igual que la de Jacky en mi vagina. Sentí cómo ambas chicas empujaban mis paredes internas como para tratar de tocar sus lenguas dentro de mí.

Eso fue demasiado para mí y me vine casi instantáneamente. Sentí cómo me corría por ambos lados a la vez y las chicas chupaban todo lo que salía de mí. Yo no paraba de gemir como loca, el orgasmo fue tremendo. Poco a poco fui perdiendo las fuerzas hasta caer casi inconsciente sobre Jacky. con Jacky realizamos un fantástico 69, ella estaba debajo de mi, yo apartaba sus piernas y me comía su coño introduciendo lo mas que podía mi lengua en aquella cueva deliciosa, ella por su parte hacia otro tanto conmigo, y la enfermera continuaba introduciendo su lengua en mi ya dilatado ano, me acorde del consolador que había traído y mi dulce enfermera lo alcanzo mientras Jacky continuaba proporcionándome una fantástica mamada a mi concha hirviente, doble las piernas de Jacky y ahora mi lengua se poso en su ano, recorriéndolo una y otra vez, mis dedos se introdujeron en su deliciosa vagina, con dos de mis dedos le retorcí el clítoris sin quitar mi lengua de su anito, mientras note como la punta del consolador hábilmente manejado por la enfermerita recorría mis labios vaginales de arriba a abajo pero no llegaba a introducirse, cosa que de alguna manera me ponía mas caliente, entonces esa gorda punta empezó a subir aproximándose a mi culo y buscando mi agujero.

Intuyendo lo que iba a pasar intente decir algo pero las piernas de Jacky se cerraron sobre mi cabeza con fuerza y me acallo mientras la enfermera me introducía el grueso consolador por el culo sin piedad. Yo no era virgen por detrás, así que aquello empezó con un suave dolor para convertirse al poco tiempo en un placer que jamás pensaría que me pudiera gustar tanto, empecé a gemir y a contonear mi culito al ritmo de las penetraciones del consolador, aquella muchacha era una experta, oí un pequeño grito de Jacky y mi boca aferrada a su vagina se inundo de sus fluidos, los cuales trague una y otra vez, mientras continuaba siendo penetrada por aquel grueso consolador, sus fluidos resbalaban por su entrepierna, mi lengua los capturaba ávidamente, me comí todos sus jugos y casi al mismo tiempo, sentí mi orgasmo, inundando con mis líquidos la boquita de Jacky, la enfermera metió su cabeza bajo mi cuerpo y beso apasionadamente a Jacky, ambas se estaban comiendo mis jugos, sus lenguas se entrelazaban, me levante aún con el consolador en mi ano y me uní a ellas juntando nuestros lenguas y comiéndonos todos nuestros jugos, tal como pensé, mi enfermera fue muy cariñosa conmigo, se puso a mi lado tumbada y mientras me masturbaba con sus finos dedos me besaba tiernamente en la boca, cuello y tetas, cuando sus dedos estaban empapados en flujo me los daba a lamer a la vez que ella.

Fue realmente maravilloso. esto duro una media hora y me sirvió de relax, ya que sus caricias parecían masajes. Se vistió rápidamente y se despidió con un beso dulce y se fue ha continuar su ronda, mientras Jacky y yo totalmente empapadas de sudor y de nuestros jugos, nos dormimos placidamente.

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