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Rosana

en Hetero: General

ROSANA

Conocí a Rosana hace unos 3 años por intermedio de mi madre, mi mama y la mama de ella eran intimas amigas, se reunían continuamente en casa, iban de compras, hablaban por teléfono, compartían casi todo, eran muy unidas y a mi me agradaba pues esto le daba un respiro a mi mama de sus labores rutinarias, se notaba que la llevaban muy bien. Cierto día hubo una reunión en su casa y yo fui, aunque debo decir que de mala gana, pues detesto las reuniones de mayores, en fin, prácticamente obligada y allí la vi por primera vez, debo decir que me impresiono, pues se trataba de una muchacha de unos 20 años, piel trigueña, bastante alta y alegre, pelo negro hasta la cintura y unos dientes blanquísimos y parejos, su cuerpo era perfecto con unas hermosas piernas pero resaltaban la prominencia de sus senos, era algo extraño, demasiado abultados para su cuerpo, nos presentaron y como si nada, algo de ella no me gustaba y al parecer yo tampoco era de su agrado, me parecía un poco sobradora, petulante, de esas niñas que te miran por encima del hombro y parece que fueran de otro planeta, de una clase social superior, ella se encontraba en la universidad estudiando Ingeniería Civil, yo era una simple secretaria y escasamente había terminado el bachillerato; no le pare bolas y me dedique a aburrirme en aquella bendita reunión.

Me había olvidado de la tal Rosana hasta que cierto día me llamo para que por favor le prestara mi computador para hacer unos trabajos de la Universidad pues el suyo se encontraba dañado, quise decirle que no a aquella estúpida, pero mi madre tercio y me toco decirle que si. Llego con sus ínfulas de universitaria, con Jean y una blusa corta muy escotada que dejaban ver el nacimiento de sus abultados senos, le prendí el CP que se encontraba en mi cuarto y me fui a la sala, al rato me llamo pues no lograba conectarse a Internet, no se como pero comenzamos a hablar y nos empezamos a llevar bien, o al menos eso aparentábamos, a pesar de su belleza, había algo que no me cuadraba y no era su sobrades, la fui o nos fuimos conociendo poco a poco, salíamos, íbamos a cine, a restaurantes y nos hicimos buenas amigas; siempre era ella la que pagaba todo y me extrañaba pues sabia que su familia no era acomodada y hacían grandes esfuerzos para pagarle sus estudios, pero ella a toda hora tenia plata, vestía muy bien, andaba con celular, cosas que yo no tenia y envidiaba.

Una noche me llamo para salir a tomarnos unas copas, desde luego ella pagaba todo, acepte y nos citamos en un bar de la zona rosa, luego de algunos tragos no pude evitar decirle que de donde sacaba la plata para todos sus lujos y ella se sincero, aquello me dejo boquiabierta: La bendita y candorosa niña era una puta, si, así como lo leen, una puta de clase, me contó que había tenido un novio que la había iniciado en esto, la cosa era muy sencilla, se había afiliado a una línea caliente cuyo aviso aparecía en los principales diarios y revistas, el cliente llamaba solicitando el servicio, quiero una muchacha así y asa, y si coincidía con la descripción de mi amiga, pues la llamaban a su celular y ella acudía a la cita; El dueño de la línea caliente le suministraba un pequeño apartamento para sus encuentros o a veces se citaban en un motel o en la casa del cliente; ella aceptaba según el tiempo disponible, si se encontraba de buen genio y desde luego de la necesidad de plata que tuviese, entregaba un porcentaje al dueño y el resto era para ella. Todo era muy discreto y ni sus padres ni sus hermanos sabían esto, ganaba buena plata, en un solo día podía sacar US$ 300, lo que yo me ganaba en casi un mes de esclavitud en la maldita oficina donde trabajaba, yo me ganaba la plata trabajando y ella cogiendo, yo tenia que asistir todos los días a la oficina quisiera o no quisiera, ella "trabajaba" cuando le daba la gana, así era la cosa!!!.

Me comento de las tarifas que tenían; dependía del tiempo que estuviese ocupada, de la distancia a donde tuviera que ir y desde luego del cliente, si era un hombre, una mujer, una pareja, lo que fuera, ella hacia de todo con tal de aparentar y poder llevar su vida de lujos, me decía que al principio había sido muy difícil pero luego se acostumbro e incluso lo disfrutaba, llevaba en esto mas de un año.

En mis sueños había fantaseado con ser una puta, pero no del estilo de Rosana, no, una de esas que se paran en una esquina con diminutos y sugestivos vestidos, aguantando el frió de la noche, pero con las ansias y la intriga de saber quien y como seria el próximo cliente, me imaginaba cogiendo con apuestos caballeros, con lindas damas, y en mis noches muchas veces me masturbe imaginando todo esto, pero que equivocada estaba, los apuestos caballeros y las lindas damas no buscan putas callejeras, no, ellos van a casas de citas de lujo o recurren a servicios como los que presta Rosana.

Con el tiempo y viendo la envidia que me causaban los lujos que ella tenia y yo no, Rosana me propuso que si quería me conectaba con su jefe, que yo con mi cuerpo perfectamente podría trabajar cuando lo deseara y podía obtener fácilmente un buen dinero, la idea no me disgustaba, rondaba en mi cabeza una y otra vez, no me decidía, incluso lo comente con Marianita, me preocupaban mucho las posibles enfermedades y el tremendo disgusto que se llevarían mis padres si se enteraban de las andanzas de su niña, ya para entonces éramos inseparables, juro que nunca me la cojí, aunque ganas no me faltaban, es una mujer muy linda; Rosana continuaba insistiendo y yo continuaba con mis dudas, le dije que primero quería saber como era aquello, que quería mirar y quedamos que para la próxima cita de ella en el apartamento que le suministraban me avisaría.

A los tres días estando en la oficina me llamo, tenia cita a las 4:00 PM con una pareja, no me dio mas datos de ellos, me dio la dirección del apartamento y me solicito que nos viéramos allí a las 3:00 PM, para poder esconderme y observarla, pedí permiso en mi trabajo y puntualmente y muerta de nervios y de ansiedad acudí a la cita, ella bajo de un taxi muy hermosa, un sastre azul bastante corto, medias veladas y zapatos de tacón, yo me encontraba como generalmente suelo estar: con mis inseparables minifaldas y un saco cruzado, entramos al diminuto apartamento, muy bien decorado, un cuarto con una gran cama, un baño duplex, una pequeña cocineta y una coqueta y elegante sala, decidimos que el lugar perfecto para espiarlos era ubicándome en la cocina, la acción se desarrollaría en la sala, por lo que desde allí y en total silencio podría observar a mis anchas. Tome un gran trago de vodka pues estaba echa un manojo de nervios, sonó el timbre y apareció una pareja, muy dispareja, el un hombre de unos 60 años con vestido de paño y corbata, algo obeso pero se notaba que era de clase, ella una chica de unos 15 años en uniforme escolar, una menor de edad, con sus libros y algo nerviosa, Rosana y el señor se saludaron de beso y conversaron por un rato, vi que le entrego unos billetes y pasaron a la sala, el señor se sentó en una silla y la colegiala en un gran sofá, era una niña, aquello me impresionaba y excitaba, me concentre en la niña, en sus lindas piernas y sus medias blancas tobilleras.

Rosana se sentó a su lado y comenzó a seducir a aquella niña, le hablaba dulcemente acariciándola por encima, se notaba que la niña estaba muy asustada, temblaba y escasamente la oí balbucear algo, de pronto Rosana paso su mano sobre sus hombros atrayéndola hacia ella y besándola con gran delicadeza en sus labios, el hombre miraba complacido, la chica se debió relajar por que abrió sus labios y respondió al beso de mi amiga, desde mi escondite observaba perfectamente sus lenguas entrecruzadas, el anciano cruzo las piernas, procedí a meter mi mano bajo mi panty que ya estaba un poco mojado y deseaba masturbarme mientras observaba aquel espectáculo, cuando volví a mirar, mi amiga se encontraba arrodillada entre las piernas de la chica.

En primer plano aparecían las prominentes y deliciosas nalgas de mi amiga aun completamente vestida, el anciano se acomodaba en su silla, observando a escasos centímetros como mi amiga se devoraba la conchita de aquella niña, podría imaginarme la lengua de Rosana penetrando en aquel chochito virginal, la niña se recostaba contra la silla jadeando de placer, el anciano alargo la mano y la introdujo bajo la falda de mi amiga palpando su culo, ella reacciono quitándole la mano pues al parecer ese no era el acuerdo, el hombre se puso de pie mirando como mi amiga continuaba con aquella deliciosa lamida, podría observar el sube y baja de los escasos senos de la niña sobre su blusita escolar, su respiración cada vez era mas rápida, vi que el anciano se llevaba la mano a su paquete sin perder de vista el trabajo de la lengua de mi amiga, no podía observar la concha de la niña, pues la negra cabellera de mi amiga la tapaba completamente, palpe mis pezones sobre mi blusa y acaricie suavemente mi clítoris, por momentos la vista se me nublaba, la niña se retorcía en grandes espasmos sobre la silla y Rosana arreciaba en su embestida oral.

De repente el anciano se bajo el zipper y saco lo que a mi parecer era una verga erecta y descomunal para su edad, tenia en mente que a esa edad los miembros serian flácidos, arrugados y pequeños, el de aquel anciano me comprobaba lo contrario, comenzó a masajearse su polla sin perder de vista como mi amiga le chupaba la concha a aquel angelito, luego de unos minutos el hombre se encaramo cerca de la niña ofreciéndole su aparato, la chica la esquivo e hizo un gesto de negativa, pero el hombre la agarro con fuerza por el pelo y la obligo a introducirse en su boquita aquella asquerosa verga, Rosana ceso en sus lamidas, levanto la vista y observo como la niña se chupaba aquella polla, el anciano jadeaba en medio de grandes maldiciones y le dirigía a la niña una gran cantidad de palabras obscenas.

Rosana volvió a perderse en las profundidades de la vagina de la niña, me moría por estar en su lugar, deleitándome con aquel manjar, ya un dedo se revolvía en mi anegada concha, arrancándome pequeños pero placenteros espasmos de placer, el anciano seguía agarrado violentamente a la cabeza de la niña que se esforzaba abriendo su boca al máximo para alojar aquella polla, ya no la chupaba, simplemente dejaba que el hombre la embistiera como si la estuviese follando por su coño, veía subir y bajar la cabeza de mi amiga sobre la entrepierna de la niña, en un momento el hombre soltó una palabrota, se aferro con sus manos a la cabeza de la niña y vi como la boca de la niña se llenaba de semen, exploto su carga de leche en aquella boquita, la chica obligada tragaba lo que podía, Rosana se detuvo, observando como aquel bruto obligaba a la niña a succionar su asquerosa pija, quise salir de mi escondite y golpear a aquel degenerado, pero me contuve, en medio de todo, la chica estaba allí por su propia voluntad, no vi que la llevaran a la fuerza, tal vez no era tan virginal como pensaba y yo muy adentro de mi lo disfrutaba, el hombre cayo rendido en la silla guardándose su aparato y acomodándose la ropa, Rosana ayudo a la chica a colocarse el panty y la condujo al baño, para asearse y limpiarse la embarrada boquita de semen, cuando regresaron el anciano entrego unos billetes a la chica, agradeció a Rosana y se marcharon.

Acomode mi ropa y salí de mi escondite, aquello había durado cerca de 1 hora y Rosana se había ganado fácilmente US$ 120, aquello no parecía tan malo, tal vez me atrevería.

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