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Dos vergas para mi

en Hetero: General

Desde hace aproximadamente un mes mantengo correspondencia con un español llamado Demian, un hombre muy caliente y lo mejor de todo con una verga fenomenal, muy gruesa y larga, como a mí me gustan. Llegó a visitarme justo el día de mi cumpleaños. Luego de nuestro feliz encuentro y a sabiendas de que cuando Damien se halaba su polla le encantaba darse dedo en su anito, le propuse que me regalara de cumpleaños una cogida con un travestí, como sabrán a mí me encantan, al principio el se negó, pero luego con mis ruegos, caricias y besos logre convencerlo. Solicitamos el servicio de un travestí y concertamos la cita para esa misma noche, en un hotel cerca de mi trabajo. Quería uno como yo, de raza negra, y con una verga que superara, si era posible, aunque lo dudaba, la descomunal polla de mi Demian.

El resto del día se nos hizo eterno mientras esperábamos que llegara la hora de la cita.Tanto él como yo nos encontrábamos muy excitados. Yo ya había tenido encuentros con Trans, pero mi amante no y mucho menos había tenido entre sus manos una verga distinta de la suya. Era una verga hermosísima, como de unos 25 cms en total erección y de un grosor nada despreciable. Me encantaba meterme aquella cosota todavía flácida en la boca y comenzar a darle lengua para que se fuera poniendo gruesa y dura. Ya en el hotel, comenzamos a tomar algunos tragos mientras llegaba el trans.

Al calor de los tragos nos pusimos muy ardientes y acabé con su cosota en mi boca. Que bien me sabía. Tenía su glande suave y colorado y a medida que se iba excitando comenzaba a manar sus ricos jugos preseminales. Mmmmhhhh, podía sentir las venas de su polla cada vez más grandes, con un latir acelerado que me decía como le gustaba a mi Demian que su negrita le comiera la polla. Aquello crecía y crecía y yo abría la boca para poder metérmela entera. Quería que me clavara la verga hasta la garganta y que me soltara toda su leche allí dentro. Demian me agarraba del pelo y empujaba mi cabeza hacia su polla marcándome el ritmo que quería seguir. Aquello me gustaba. Me gustaba ser su putica y que hiciera conmigo lo que se le antojara.

Que me follara la boca como lo estaba haciendo. Me resultaba realmente delicioso aquel entrar y salir y la punta de la verga rozando mi paladar de paso hacia la más profundo de mi garganta. Le puse una mano en los huevos y apreté suavemente, Demian dejó escapar un gemido de satisfacción y enterró su polla en mi boca de un solo golpe, haciéndome bajar la cabeza y manteniéndola allí pegada. Tenia su verga ensartada casi hasta la mitad de la garganta. Apenas si podía respirar pero aquello no me importaba, estaba disfrutando como una loca. Con la otra mano empecé a acariciarle el ano.

Desde que me enteré como le gustaba aquello no dejaba escapar la oportunidad de meterle uno o dos dedos en el culo. Y así lo hice. A medida que su ano se iba dilatando le insertaba poco a poco uno de mis dedos. Parecía que le gustaba de verdad. La respiración se le hizo más entrecortada y comenzó de nuevo a mover las caderas, metiendo y sacando la polla de mi boca, ahora bien duro, rápido y sin parar, haciendo de paso que mis dedos se enterrar más en su ansioso ojete anal. Se estaba acercando al orgasmo. Podía sentir como los huevos se le ponían duros como piedras, preparándose para soltar toda su leche y derramarla en mi garganta. Demían seguía con aquel bombeo salvaje, exhalando suspiros y comenzando a sudar por la excitanción. Entonces se corrió. Me dio todo su semen y yo me lo tragué sintiendo como se contraía su ano en torno a mi dedo, apresándolo fuertemente, mientras yo me dedicaba a repasárle la verga para dejarsela limpia y bien linda, lista para impresionar a la visita que estábamos esperando.

Sonó el timbre y acudí de inmediato. El ansiado momento por fin había llegado. Al abrir la puerta apareció una morena realmente hermosa, toda una mujer. Nos saludo de beso en la mejilla y se presentó como Vanity, quitándose el largo abrigo que llevaba puesto y dejando al descubierto una figura espectacular. Media como 1.75 y tenia el cabello corto. Vestía una blusita ombliguera roja que pujaba por romperse ante la majestuosidad de sus senos y sus erectos pezones como puntillas, una mini supercortica blanca que demarcaba un fenomenal trasero, grande y paradito y unas botas negras hasta mas arriba de la rodilla.

Dirigí una mirada a Demian para ver que le parecía nuestra nueva amiga y por la expresión de su rostro adiviné que no le disgustaba para nada. No perdía detalle de aquel cuerpazo. Yo estaba superexcitada. Nos preguntó qué queríamos hacer y le dijimos que no sabíamos. Era la primera vez que mi Demian estaba con un travestí y le dijimos que hiciera lo que quisiera, lo que normalmente ella haría. Sugirió que lo mejor era empezar por conocernos.

Nos servimos unas copas y puse algo de música para crear un poco de ambiente. Música de mi tierra, de mi querida Colombia: cumbias y vallenatos. Vanity comenzó a contarnos su historia, era de Puerto Rico, desde muy pequeño había tenido tendencias homosexuales y a los 12 años por primera vez un primo lo violó. La cosa le quedo gustando. Sus padres lo botaron de la casa y el se fue a hacer de puta con su primo convirtiéndose en su mujer. Se mandó a operar varias veces hasta obtener el hermoso y seductor cuerpo que hoy tiene y se siente la mujer más realizada. Tiene 24 años, pero muy bien conservados debido a su estatura y lo voluminoso de sus caderas y senos. Nos preguntó por nosotros y le contamos como nos conocimos y como nos encantaba coger.

Le comenté lo hermosa que era la verga de mi Demian y lo rico que follábamos, cómo él enterraba su cosota en todos mis agujeros y yo le comía su estupenda polla dándole dedo en su ano. Mientras relatábamos nuestros encuentros Vanity no dejaba de repasarnos con su mirada. Parecía que le gustaban mis tetas que yo llevaba totalmente libres, sin bra, bajo una fina blusa. Con la conversación me estaba excitando por momentos y de seguro que mis pezones comenzaban a notarse a través del delicado tejido. Demian tenía una mano sobre mi pierna y la acariciaba de arriba abajo, adentrándose cada vez más bajo mi falda, una mini no mucho más larga que la de Vanity. Aquellas caricias, el recuerdo de nuestros encuentros, la música...todo contribuía a que estuviera cada vez más caliente, con los pantys húmedos por la excitación. Observé el jean de Demian, parecían que iban a reventar con aquella verga suya allí encerrada que pujaba por salir libre. Vanity también se percató de ello y un brillo le atravesó la mirada.

Comenzó a sonar una cumbia, con su ritmo dulce y rico, muy sensual. El aire vibraba, se respiraba el deseo de nuestros cuerpos en aquella habitación. Vanity se puso en pie con una expresión traviesa en el rostro y se dirigió lentamente hacia mi Demian, contoneando sus magníficas caderas.

- ¿Entonces nunca antes habías estado con un trans, amor?, pregunto a Demian con su voz aflautada, la pregunta fue apenas un susurro en aquellos hermosos labios. Comenzó a desvestirse moviéndose con el ritmo de la cumbia, recreándose en cada gesto, dejando que la ropa se fuera deslizando por su suave piel. - Déjame hacer a mí querido, verás como te gusta. Quiero ser el primer travestí con el que cojas-, su incitante cuerpo iba emergiendo poco a poco, a medida que Vanity se iba deshaciendo de sus prendas. Quedó tan sólo con el tanga rosa y las botas. Ahora podíamos apreciar lo que antes sólo se intuía. Aquellos espléndidos senos se nos mostraban en toda su rotundidad, liberados de la prisión del bra. Redondos, bien formados, con dos apetitosos pezones, parecía que pugnaban por desprenderse y flotar hacia nuestras bocas. La visión de aquellos maravillosos pechos aumentó mi excitación.

La concha se me hacía agua. Me moría por tener aquellos pezones entre mis dientes, darles lengua y sentir como se endurecían. Demian parecía pensar lo mismo, no apartaba los ojos de las lindas tetas de Vanity. Esta seguía bailando con la música, a poca distancia nuestra. Movía provocativamente las curvas de su escultural figura. Tenía el vientre liso y bien formado y unas piernas largas y firmes, resaltadas por el fino tacón de las botas. Pero lo que más parecía llamar la atención de Demian era su culo, aquel par de nalgas plenas y carnosas que florecían alrededor de la tira del tanga. Vanity describía círculos con el, acercándoselo al rostro para después retirarlo. Lo arrimaba de nuevo, casi ofreciéndoselo a la boca pero sin dejar que lo probara y se volvía a alejar. Demian parecía impacientarse, aquel juego era una tortura. Deseaba besar aquella fruta que tenía ante sí pero cuando se quería dar cuenta estaba ya fuera de su alcance.

- Tranquilo papi – susurró Vanity – ya lo saborearás, va ser todo tuyo pues la fiesta no ha hecho más que empezar-. Yo creía enloquecer. El ver a mi Demian tan excitado por aquel trans era realmente morboso. Me parecía increíble que aquella mujer tan femenina pudiera tener una verga guardada allí, bajo la tanga. No sabia donde se había metido su cosa, pues no se le notaba ningún bulto. La música continuaba y los tres estábamos cada vez más calientes.

Vanity se acercó a Demian y le dio un lengüetazo en el oído. El se dejó. Yo sentía que me iba a venir, sentía el orgasmo cerca, era como un sueño. Le acerco sus tetas a la cara, aquellos pezones grandes y duros que me moría por morder, - Cómetelos papi, hazme gozar-. Demian abrió la boca y comenzó a pasar la lengua por los pechos de Vanity.

Está parecía que disfrutaba de lo lindo. Al contacto de aquella cálida humedad sobre sus senos su cuerpo se estremeció. Arrimó más aún sus tetas y posó una mano en el paquete de Demian. Cómo los envidiaba. Me moría de ganas por que me comieran los pechos cómo se los estaban comiendo a Vanity y a la vez deseaba saborear aquellos magníficos pechos. Sentía que no iba a poder aguantar mucho más, que estaba a punto de correrme por aquel fantástico espectáculo.

Nuestra amiga me miró con una sonrisa maliciosa y metió la mano que tenía libre bajo mi blusa. Al contacto directo con la desnudez de mi seno una expresión de satisfacción le iluminó el rostro. Me acarició las tetas con su mano experta. Suavemente, deteniéndose en los pezones para pellizcarlos y dejármelos ardientes. Mientras, Demian continuaba comiéndole las tetas a Vanity, aunque ahora había agarrado entre sus manos aquel delicioso culo que tanto le gustaba.

Nuestra amiga me tomó de la mano y me saco a bailar con ella. Me abrió la blusa dejando al aire mis tetas, que ardían por la excitación del momento, - Tienes una tetas preciosas amor, menudo banquete se tiene que dar tu Demian con este par-, Las besó suavemente mientras acababa de quitarme la blusa y me sacaba la mini. Ambas quedamos en tanga. Me abrazó y me introdujo su lengua en la boca, a lo cual yo respondí con gusto. Le cogí un seno, era maravilloso, olía muy bien. Lo notaba duro y firme, cálido. Demian nos miraba y ambas notamos que el bulto de él estaba creciendo dentro de su Jean. Nos sonreímos y Vanity sacó su lengua, la cual chupe con avidez. Como no era la primera vez que estaba con una "mujer" estaba muy caliente.

Cuando volvimos a mirar, Demian ya se había sacado la verga y se estaba haciendo una paja suavemente. Vanity quedó un poco desconcertada por el tamaño. A pesar de lo que le habíamos relatado y de que ya la había sobado por encima del jean, no se esperaba semejante cosota. Sonrió pícaramente y dejándome a un lado se arrodilló frente a el. Tomo la verga con las dos manos y empezó a pasarle la lengua, desde el glande hasta las cargadas bolas. Luego le quitó el pantalón para estar mas cómoda, le subió las piernas y se dedico a darle lengüetazos en el ano, quería cogerlo con la lengua.

Demian se revolvía del gusto, yo aproveché y me puse detrás de Vanity, le olí sus nalgas hermosas, metí mi mano bajo sus bragas y OH......sorpresa, había una cosota de carne, enorme, flácida y totalmente depilada. Le baje los pantis mientras ella seguía con la picha de mi Demian en la boca, la cual alternaba con lengüetazos en su culito. Le pasé la lengua por el hoyito del culo y ella se estremeció, luego me metí su vergota y empecé a chupar como desesperada, como si nunca en mi vida hubiese tenido una en mi boca. Al cabo de unos 5 minutos, la verga de Vanity estaba totalmente erecta, media como 28 cms, muy gorda y fibrosa, sus venas moradas se marcaban sobre su pene, era un poco más grande que el de mi Demian. Decidimos pasar a la habitación pues allí estaríamos más cómodos.

Nos desnudamos rápidamente y entre Vanity y yo nos dedicamos a recorrer con la lengua todo el pedazote de carne de Demian. Era increíblemente dura y grande. Mientras yo le chupaba y mordía la cabezota, Vanity se concentraba en comerse sus bolas y darle lengua en el hoyito de su culo. Demian se retorcía del placer. Vanity le introdujo un dedo en el ano y le daba saliva, al rato ya le tenia 2 dedos adentro y los sacaba y metía a gran velocidad mientras yo continuaba tragándome la pollota de mi Demian. Dejé a Vanity con su trabajo y yo me dedique a hacerle lo mismo a ella, le chupaba la vergota y le metía mis dedos, los cuales le entraban con facilidad, pues ella se había untado una crema y su ano estaba bastante dilatado. Luego de un delicioso rato no aguanto más y se derramó en mi boca. Su semen sabia distinto del de mi Demian y su chorro era abundante, pero no era el chorro al que mi Demian me tiene acostumbrada.

Vanity dejo de mamar el culito de mi novio que estaba boca arriba, le cogió la tranca con una mano, se arrodillo encima de el y lentamente se lo fue introduciendo en su ano, poco a poco. Se retorcía del placer, gemía contoneando sus nalgas y ensartándose en aguel enorme rollo de carne, yo aproveche para seguir mamandole la cosota a ella. Así duramos como 10 minutos. Demian le cogía las tetas y yo le sobaba su cosa. Vanity estaba feliz, se había introducido como 20 cms de la gruesa polla de mi Demian, cuando él no aguanto mas y se lo saco del culo y me lo puso en la boca y me trague toda su leche...................., luego cogí la erecta verga de Vanity y me la metí totalmente en mi culito, era igual de gruesa y mas grande que la de Demian. Me sentía en el cielo, volví de nuevo a chupar la deliciosa verga de mi Demian y se la puse dura, a lo cual él se acomodo y me la metió en mi rajita. Era increíble, me estaban llenando por ambos lados, Vanity en mi culo y Demian en mi raja. Al cabo de un tiempo, que para mí fue él más maravilloso que he tenido, los dos se vinieron casi al tiempo dentro de mí, sus chorros de semen hirviente inundaban mi interior. Me sentí morir, no creía que podría aguantar tanto, pero lo hice y vaya que me gusto.

Me pare al baño a asearme un poco, pues estaba embarrada por delante y por detrás y cuando volví a la habitación Demian y Vanity estaban en un sensacional 69, cada uno se la chupaba al otro, se daban lengua en sus pollas erectas, comían lo que podían pues eran muy grandes, con una mano agarraban la gruesa polla del otro y con la otra se introducían sus dedos en el culo del otro.

Era supercaliente. Yo lo único que hice fue ayudarle a Vanity un poco con la verga de Demian, hasta que exploto su rica lechota caliente en la boca de Vanity, y la trans hizo lo propio en la boca de mi Demian, jamás en mi vida había visto a dos hombres mamandose sus vergas, era fascinante, delirante, muy cachondo. Así nos quedamos adormilados los tres en la misma cama. Era mucho el cansancio y la excitación. Luego de un rato, sentí que Vanity se lo estaba mamando de nuevo a mi Demian, quien gemia de placer. Ella se tragaba toda su polla. Era experta mamando y succionando.

Doblo las piernas de Demian y mientras con una mano sobaba su tranca con la otra se sobaba la de ella, metiendo la cabeza en las nalgas de mi Demian. Mi concha ardia de nuevo, aquello era maravilloso. Concentro de nuevo su lengua en el hoyo anal de Demian, hasta que vio que este se dilataba lo suficiente, untó su polla y el ano de Demian con su lubricante y lentamente comenzó a penetrarlo, a desflorarlo, era la primera vez que una verga se comía el culito de mi Demian. La herramienta de Vanity cobraba cada vez mayor velocidad dentro del ano de mi novio. Él, como en trance, cerraba los ojos y continuaba frotándose su descomunal aparato, me subí a horcadas y me enterré en mi concha gran parte de la vergota de mi Demian. Vanity continuaba con su mete y saca y eso hacia que Demian hiciera lo mismo dentro de mí.

Me separé de Demian, quien ahora se coloca en cuatro paticas, con su lindo ano apuntando al techo. Saboree de nuevo la verga de Vanity y el ano de mi novio, enfile su glande en el ano de Demian, quien esta vez lo acepto sin ningún problema. Coloqué mi concha en su cara para que me diera lengua en mi clítoris mientras la travestí se lo cogía. Al cabo de unos minutos, Vanity saco su barra negra y chorriante del agujero de Demian. Me arrodille frente a ellos y con mis manos frote sus gruesas y brillantes pollas hasta derramarsen al tiempo en mis senos y boca. Luego los tres nos fundimos en un gran beso, traspasándoles su semen a sus bocas. Fue el mejor regalo de cumpleaños.

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