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Recordando a mi primo

en Sexo Anal

RECORDANDO A MI PRIMO

Hola, soy de nuevo yo, hace bastante tiempo no escribo ninguna historia y a petición de mis lectores quise escribirles algo que me sucedió anoche recordando a mi primo, como saben tengo 24 años, raza negra y soy adicta al sexo, no hay nada mejor en este mundo, bueno, pues generalmente cuando estoy sola en casa me gusta andar desnuda, me fascina mirarme en el espejo, soy muy vanidosa y me encanta mi cuerpo, mido 1.72, ojos verdes, senos no muy grandes pero de aureolas y pezones grandes, concha depilada y un gran y liso trasero, los que me han leido y escrito me conocen muy bien, precisamente ayer mis tios salieron a una fiesta y tenia la casa a mi disposición, me duche y de inmediato me puse comoda frente a mi PC, queria revisar mis correos y al no encontrar ninguno interesante entre a la pagina de videos porno, me fascinan los de negros, los hombres dotados de vergas grandes me fascinan, sobre todo me encantan los miembros gruesos y brillantes, me encanta chupar y lamer hasta el cansancio un enorme, grueso y cabezon falo y luego deleitarme con su rica leche, puse un video de un negro formidable follando a una linda rubia por el ano, de inmediato mi concha empezo a resumar sus jugos y mi mente volo hacia el dia en que mi primo cumplia años y de regalo le obsequie mi cuerpo, el es negrito como yo, 22 años, deportista, algo delgado pero con una de las mejores vergas que he visto en la vida, desde hace tiempo tenemos relaciones a escondidas de mis tios, durante unos minutos vi los videos y desee ser aquella rubia atravezada por esa hermosa y gruesa verga, apague el PC y me acosté, recordando a mi primo, resulta que en una ocasión nos quedamos solos en casa, yo ya me encontraba acostada viendo TV el entro a la habitación cerrando la puerta y se sento en el borde de la cama, sin mediar palabra me abrazo besándome en los labios muy suavemente pero pronto nuestras lenguas se encontraron frenéticamente dandonos una rica lamida a nuestras bocas, me tenia atrapada entre sus brazos, mientras su mano se metia bajo mis cobijas buscando y recorriendo mis intimidades lascivamente, comenzó a calentarme como solo el lo sabe hacer, en medio de los besos y caricias él se fue desprendiendo rápidamente de sus ropas.

Me hallaba desnuda, frente a mi se encontraba el hermoso cuerpo casi desnudo de ese hermoso hombre negro, su miembro se marcaba perfectamente sobre su pantalón, su paquete que tantas veces acariciaba me llamaba, baje su pantalón y su tranca estaba absolutamente erecta, apuntando amenazante y deliciosamente hacia mí, me impresiono su tamaño y grosor, su vena recorria todo su tallo haciendolo lucir mas grueso de lo normal, me excitaba el color de su verga, el tronco era muy negro y la cabeza relucía en un intenso color púrpura, no era la primera verga de un negro que yo veía, debo confesar que mi concha y boca han disfrutado de varias ricas y gloriosas vegas, pero sin duda tanto su tamaño como su forma y color me excitaba al maximo, el se agarro el miembro con una mano y comenzó a refregársela frente a mi, aquel espectáculo me impresiono, me acerque inclinándome hacia su tallo, lo tenia muy grueso y largo, su olor a macho que emanaba de el me excitaba, me gusta oler las pollas antes de chuparlas, es como una obsesion, se la aferré con mi mano y sentí su calor y textura, fue tan divina la sensación que me pareció casi como si por primera vez en mi vida agarraba un pene masculino, me arrodille ante él y me la metí lentamente en la boca, su aparato reacciono, creciendo aún más entre mis labios y comencé a sofocarme en mi intento de absórbela lo máximo posible, súbitamente fui atraída hacia esa estaca de ébano, obligándome a tragármela, casi hasta embutirla en mi garganta, me la saque de la boca para observar aquella belleza mientras mi lengua recorria todo su tallo y con mi mano palpaba y agarraba sus lindos y grandes huevos, adoro mamar!!!!, me encanta mas que ser penetrada y disfrutaba al maximno de su colosal miembro en mi boca, queria metermelo todo hasta el fondo de mi garganta pero por su tamaño era imposible, descorria su pellejo mientras succionaba su glande del cual fluian sus exquisitos jugos preseminales, luego de algunos minutos de aquella deliciosa mamada se lanzo sobre la cama y separando mis piernas se me acomodo encima, al instante me sentí ensartada por ese poderoso miembro, totalmente llena y feliz, sin darme tiempo casi ni a acomodarme me la metió entera de un solo jalon, machacándome la vagina, su reacción animal me sorprendió, pero a la vez me calentó al máximo, era casi como una violación, fantasía largamente añorada por mí, el seguía enterrándome su grueso y largo falo sin cesar, mientras me decía:

-¡Te gusta primita? disfruta lo que te hace sentir mi verga!

-¡Seguro que nunca habías sentido algo tan rico en tu concha de puta!

- Que caliente estas negra golfa!!!!!

La verdad no sé si era su inmenso miembro el que me hacia gozar tanto, o era la manera como él me trataba, me encanta que me hagan sentir como una puta y el lo sabia muy bien, me cabalgaba con briosas embestidas, metiendo su miembro hasta el fondo, para luego retirarlo casi hasta sacármelo de la concha, para volver a meterlo hasta sentir el golpeteo de sus huevos en mis nalgas, enlaze mis piernas a su cintura estrecha, firme y musculosa acompasando sus embestidas, su mano acariciaba y retorcia mi pezon mientras su polla me llenaba al maximo, no se si es por su juventud pero es un semental y un verdadero garañon, sudabamos a mares reluciendo nuestros cuerpos mientras su falo caliente y rico me penetraba sin cesar, cuando ya me preparaba para soltarle mis jugos en una exquisita corrida, él de pronto a mi pesar interrumpió la follada, desenvainándome el negro y brillante miembro, me agarro con sus manos y me giro en la cama, acomodándome a lo perrito.

Senti su lengua caliente y humeda ensalivando mi ano y recorriendo mi concha de arriba abajo, apoye mi cabeza en la cama y eleve mis nalgas para permitirle una mejor posición y que se degustase con mis orificios, pense entre aterrada y deseosa que me meteria el pollon por el ano, pero mi primo con su mano guío el tremendo falo a mi dilatada concha y me la enterró de un fuerte empeñon, mis rodillas flaquearon y comenzaron a ceder a cada embestida, pero el no cesaba en sus profundas penetradas, hacia tiempo que un macho no me hacia sentir lo que en ese momento estaba sintiendo, mientras él me desfondaba, entrando y saliendo en rápido y sostenido vaivén dentro de mi concha con increíble dureza y potencia.

Gocé con ese inmenso miembro hasta que sin poder soportar más el exquisito martirio comencé a correme como una loca, en medio de histéricos gritos y jadeos, en ese momento y para mi sorpresa, el me saco su verga de la concha y tomándome de los cabellos condujo mi boca hacia su glorioso aparato, casi al instante comenzó a explotar en sucesivas descargas de semen sobre mi rostro, intentando apuntar los sucesivos chorros a mi garganta , mi boca, lengua, garganta y todo mi rostro fueron recibiendo uno a uno los potentes chorros de su blanquecino semen, que saltaban sin cesar sobre mí, le agarre el miembro con mi mano y mientras se lo refregaba, me metí todo el glande entre los labios y chupe de manera frenética, hasta que por mi garganta corrían sin cesar los flujos de sus oscuros testículos.

Cuando el ceso de eyacular, con mis manos comencé a esparcir por mi cara y mis tetas el abundante semen que escurria de mis labios, el sudando me miraba con una expresión da lascivia incontenible, mientras me decía:

-Caro, yo sabia que deseabas mi leche, eras muy puta!

-¡Me encanta como me lo mamas mi perrita!

Recién en ese momento caí en cuenta que a pesar de la chorreada que me había pegado, su miembro seguía totalmente enhiesto. Sobre la morada cabeza y el negro tronco de su verga, aún chorreaban restos de esperma mezclados con mi saliva, acerco su rostro al mío y su lengua se introdujo en mi boca recogiendo los restos de semen que aún existían allí, enseguida comenzó a chupar mis tetas, humedeciendo mis pezones y liberando un consistente olor a semen, mis pezones al contacto con sus gruesos labios, adquirieron una gran elevación y dureza; a la vez el manoseaba con sus dedos mi vagina, enbadurnardola con mi espeso y abundante jugo vaginal.

Entreabrí mis piernas, para permitirle que sus dedos se introdujeran aún más profundamente, él no tuvo reparos en avanzar y en un instante me tenia clavados dos de sus gruesos y negros dedos en la concha, en tanto por el culo me penetraba con un dedo de su otra mano, refregándomelos deliciosamente, en ese momento yo tenia verdaderamente encharcada mi golosa concha.

Aquel hirviente juego se prolongo por espacio de largos minutos, se acomodo arrodillado entre mis muslos y comenzó a refregarme la dura protuberancia de su glande, justo a la entrada de mi vulva, me froto deliciosamente mi cliroris humedo mientras por momentos daba algunos pequeños enviones había adelante insertando toda la cabezota de su aparato en mi humeda y caliente raja, aquello me hacia aullar de placer, en ese instante dirigió su potente verga hacia direcciones más recónditas, colocándomelo justo sobre mi ano que palpitaba bajo mi chorreante vulva, era obvio lo que él deseaba hacer, y yo lo deseaba como nunca, queria su verga dentro de mi ano llenando mi interior, el tomó mis piernas y las acomodo sobre sus firmes y fuertes hombros, dejando mi culo totalmente expuesto y en posición, acomodo con la mano el brillante glande, justo sobre mi ansioso agujero y comenzó a golpetearlo en un rítmico y rico movimiento.

En mi cabeza fluían ardientes y desafiantes pensamientos, "dale papi, metemelo, te lo voy a aguantar entero, comeme el culo". Sin despreocuparse de sus preparativos, me miro y me dijo:

-¡Te la voy a clavar hasta llenarte como te gusta prima!

Espere aguantando mis temores, algo me decía que solo debía dejarlo hacer sin resistirme a lo inevitable, me agarro por la cintura, y encajo su bestial miembro justo en mi abertura anal, sentirlo en mi ojete anal empujando con fuerza, me causo una serie de escalofríos, cerré los ojos y espere el ataque decisivo, intentando prepararme para resistir aquellas terribles embestidas, que buscaban encajar el oscuro glande en mi ojete anal.

Entonces dirigió su ataque ajusto al medio de mi trasero, empezó poco a poco a introducirme el aparato entre mis nalgas, separo mis nalgas con sus manos y me penetro el culo por completo con aquel terrible aparato, con vehemencia introdujo la totalidad de su estaca entre los pliegues de mi orificio trasero.

Comenzó a darse el gusto, empujando decididamente y proporcionándome una entrada a fondo, solté un irreprimible quejido y mis nalgas se tensaron en un vano intento por ofrecer resistencia al voluminoso invasor, pero lo único que logre al apretar mis glúteos, fue aumentar el placer que él sintió, pues la maravillosa culiada se hizo aun más estrecha. El desgraciado totalmente ajeno al dolor que me pudiera provocar sus clavadas comenzó a bombear en mi culo, intentando profundizar en mi recto en cada embestida.

El se sentía feliz y lo reflejaba en su rostro, era obvio que estaba gozando a mares mientras su terrible aparato incursionaba en las profundidades de mi trasero. Mientras él intentaba profundizar en mi recto, me decía:

-¡Tengo que reconocer que tienes un culito delicioso!

-¡Es el mejor culo que me he comido caro!

Afloje mis musculos anales para ofrecer la menor resistencia posible a su embestida y gozar al maximo de aquella maravillosa verga que pujaba por introducirse completamente en mi dilatado y adolorido ano.

-¡Que delicia!!!!! No pares primo, metemelo ya!!!!! me oi decir.

El hermoso aparato siguió taladrandome el culo, entrando un poco más cada vez y deslizándose en mi estrecha cueva que cedía al paso de tan maravilloso invasor, pasada la primera impresión, comencé a cooperar moviendo lo que podía mis caderas, rotandolas paras suavisar su follada, mientras él seguía embistiendo con fuerza, mientras me decía:

-¡Eso es putita, muéve el culo para que te folle como se debe!

No puedo explicar como, pero la verdad es que de pronto comencé a estremecerme en un infinito orgasmo. Me tensé de una manera incontrolable, intente olvidar las molestias que aún quemaban mi ano y me consumí en un terrible clímax. Mi cuerpo se curvo hacia el permitiendo que su estaca profundizara aún más en mi recto, en un gesto que parecía que deseaba fundirme con él.

Cuando él percibió que yo me estaba corriendo, me siguió embistiendo el culo mientras comentaba:
-¡Ah, como me la aprietas!

-¡Eres una puta muy folladora!

Sus penetraciones se hicieron más lentas pero mucho más profundas, cargando hasta el fondo; sudabamos a raudales, goteaba como una regadera bañando mis tetas y mi pelvis con su transpiración. Era un polvo realmente salvaje, animal, en donde yo lo único que tenia que hacer era soportar sus apasionadas arremetidas, que golpeaban con fuerza mis nalgas, haciendo estremecer mis intestinos.

Desde mi posición podía apreciar, como me lo metía dejando apenas sus huevos afuera, me costaba aceptar que ese tremendo aparato sexual se pudiera enterrar en toda su extensión en mi agujero trasero, pero la realidad de lo que veía, era que eso era cierto.
A esas alturas el culo me ardía terriblemente, pero a la vez me sentía como hechizada por la lujuria de ese macho de ébano que me estaba dando con toda su pasión. Todo mi concha se hallaba mojada de caldos eróticos, mi abertura rezumaba de manera increíble, haciendo deslizar por entre mis inflamados labios vaginales un constante hilillo de jugos.
Sus vaivenes anales eran cada vez más contundentes, en tanto sus manos se aferraban a mis tetas, arremetiendo sin cesar en mi culo. En los pocos segundos y aunque parezca increíble, mi lujuria se apodero de mí, mientras sentía un masoquista placer, muy pronto otra vez mi clímax me consumió y me corrí febrilmente en un segundo orgasmo, que me hizo gritar, gemir y revolcarme totalmente fuera de si.

Justo en ese momento, sentí que mi primo empujaba todo su terrible miembro en mi culo y lo revolcaba en mis entrañas, mientras comenzaba a correrse. Pude sentir nítidamente como mis intestinos recibían sucesivas erupciones de semen, que me inundaban entera y me calentaban por dentro.

Se refregó dentro de mi ano, hasta que vació todo el espeso contenido de sus testículos, hasta la ultima gota, solo entonces, me lo saco del ano, con aire satisfecho se me quedo mirando y me dijo:

-¡Me encantaría quedarme para culearte otra vez, pero mis padres deben estar por llegar!

Recordando aquella caliente y exquisita culiada, en la soledad de mi cama comencé a tocarme las tetas y con el dedo dibujaba círculos remarcando mi pezón y con la otra mano baje hasta llegar a mi concha y empecé a acariciarme suavemente mi clitoris.

El roce sobre mi clítoris me hacia calentar cada ves mas y sentía como me iba mojando ya que mis flujos mojaban la sabana, agarre la almohada colocandola entre mis piernas y tire hacia arriba forzando que se metiera ente mis labios vaginales y así friccionaba para que se metiera mas dentro de mi concha, no aguante mas y me la quite, con una de mis manos abría mi concha para que saliera mi clítoris y así poder frotarlo mejor. Me introduje dos dedos bien profundos tocando y acariciando la vulva de adentro, ya estaba bien caliente y me comencé a dar bien duro, mi calentura era tal que me metí otro dedo, con mis tres dedos me daba bien fuerte y con mi otra mano me tocaba las tetas, las cuales levantaba y las acercaba a mi boca para poder pasarles la lengua en mi erecto pezón. Estaba toda mojada y cada vez más caliente, lo cual me llevo a que me introduzca otro dedo más, ya me estaba pajeando con mis cuatro dedos bien profundos.

Era tal mi calentura que mi flujo corría y llegaba hasta el agujero de mi culo, sentía ese líquido suave recorriendo mi entrada anal, lo cual no dude en sacar mis cuatro dedos de mi concha y acariciármela y sentir todo mi flujo sobre mi piel ya que no tengo ningún pelo, debido a que me depilo toda. Lleve mi mano más abajo y empecé a desparramarme el flujo y meterme un dedo en mi culo, sentía como mi dedo se hacia lugar para entrar mas profundo. Estaba tan caliente que tuve que meterme otro dedo más, sentir mi culo abierto me calienta mucho, sentia en mis dedos como mi agujero hacia presión y eso me llevo a meterme otro más.

Ya con mis tres dedos dentro de mi culo me empecé a dar fuerte y con la otra mano acariciaba mi clítoris que estaba durísimo y no resistí más y me metí tres dedos sin pensarlo en mi concha. Que sensación, mis dos agujeritos llenos con tres dedos cada uno, no podía mas de la calentura y me introduje un cuarto dedo en mi concha y los metía bien fuerte. Mis cuatro dedos metidos hasta los nudillos en mi concha y mis otros tres dedos también metidos hasta los nudillos en mi anoo dándome bien fuerte y un placer inexplicable me llevo a un orgasmo terrible. Retire mis tres dedos de mi culo y sentía como quedo abierto y como latía, cuando saque los cuatro dedos de mi concha bien despacio, era increíble lo mojados que estaban por mi flujo, así que los tuve que limpiar con mi boca, lamía uno por uno, debo confesar que el gusto de mi flujo me gusta mucho, mientras lo hacia me cogio el sueño imaginando que en vez de mis dedos chupaba la rica verga de mi primo.


Espero que les haya gustado mi relato y desearia sus comentarios.

Un besito donde ustedes quieran, tanto a mujeres como hombres.

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