EL BESO NEGRO

Tengo que reconocer que independientemente de Mariana, el único hombre que realmente me ha hecho sentir una verdadera hembra y ha explotado todas mis fantasías sexuales ha sido Damian, tanto el como yo somos personas muy morbosas y calientes, dedicadas prácticamente las 24 horas al sexo, ya no necesitamos hablarnos cuando deseamos tener sexo, nos basta una mirada, nos fascina coger en cualquier sitio y a toda hora.

Tenemos los mismos gustos y somos una pareja activa sexualmente, demasiado activa diría yo, al principio éramos como una pareja normal teniendo sexo cada 8 días y en un motel o en su casa, pero pronto nos sinceramos y dimos rienda suelta a nuestras excentridades, si así se le puede llamar, nos encanta masturbarnos mutuamente mirándonos a los ojos y diciéndonos palabras obscenas, me gusta el sexo anal y a el lo vuelve loco y ni que decir del sexo oral, es una de mis debilidades, hacerlo y que me lo hagan, y el es experto en esto, nos gusta meternos mano en los sitios públicos, cuando vamos al super, a un cine o en el metro, no desaprovechamos oportunidad para que el me sobe mi cola, mis senos o mi concha sobre mi ropa y yo agarrarle su paquete, su hermoso y gordo paquete.

Si se presenta la oportunidad practicamos el sexo oral, me encanta devorarme su verga, sentirla crecer y palpitar en mi boca con mis caricias y ni que decir del rico sabor de su semen calientito, es una delicia!!!!, prácticamente habíamos probado de todo entre los dos.

El tiene unas nalgas casi sin bello, redondas, musculosas y fuertes, perfectas para maniobrar deliciosamente su descomunal verga, cuando cogemos me encanta acariciarle su trasero y sentir como lo menea cuando me bombea su rica polla dentro de mi, creo que si no tuviese esos glúteos no podría hacerme el amor de esa forma tan perfecta como el lo hace, es el amante perfecto.

A muchas chicas que como yo les gusta el sexo anal, les gusta dilatar su agujero con cremas o lubricantes artificiales, yo prefiero y me encanta que mi amante de turno, hombre o mujer utilice su saliva y su lengua, la sensación es única, es uno de mis mayores placeres el ser follada por mi anito por una babosa y rica lengüita, no puedo evitarlo, me vuelve loca y eso Damian lo sabe muy bien.

El BESO NEGRO, así se le conoce en varios sitios es el beso anal, es algo que a mi me pone a mil y se por experiencia que a muchos hombres los vuelve locos y para mi es el preludio al sexo anal, es la preparación para que mi ano se dilate al máximo en medio de oleadas de placer y se prepare para que le introduzcan un objeto, puede ser una lengua, un dedo, un consolador o una verga, casi cualquier objeto cabe dentro de un ano dilatado y relajado, sabia que a Damian le encanta masturbarse mientras se mete un dedito, es una de las cosas mas ricas y a mi me encanta, hacérmelo a mi o al hombre o chica con la que estoy, considero que un hombre que se mete un dedo propio o ajeno en su ano no es homosexual, es simplemente un macho que desea explorar el sexo en todas sus dimensiones y ser transportado al máximo placer, a mi me encanta el sexo anal, desde muy pequeña me ha fascinado mediante el uso de espejos, ver como algo tan pequeño y estrecho puede alojar algún objeto enorme, decidí ver películas xxx donde hermosas mujeres culonas se dejan penetrar por negros con unas vergas maravillosas, de infarto, enormes y gruesas sin ningún problema, creo que todo es cuestión de preparación, una relajación completa y una dilatación adecuada son indispensables para que un culito se devore lo que sea y que mejor que con el beso negro.

Una de mis poses favoritas para esto, bien sea que este con un hombre o una mujer, es acostarme boca arriba, con una almohada en mi cabeza y otra en mis nalgas, separar las piernas al máximo y subir las rodillas doblándolas sobre mis hombros, paso mis manos por debajo de mis muslos y saco mi culito, de esa manera mi amante de turno puede maniobrar a entera disposición, en esta misma posición coloco al hombre o mujer al que desee aplicarle el beso negro, de esta forma la vista es perfecta, tienes a tu disposición la concha y el ano, o el ano y la polla al mismo tiempo, me encanta aspirar el aroma del sexo, para mi es primordial, antes de posar mi lengua, aspiro fuertemente, meto mi nariz y aspiro todo lo que pueda, que mis pulmones se llenen de sexo, si el hombre esta sudado mejor, es como un animal, me encanta ese olor, le comentaba esto a Damian y que soñaba con hacérselo a el.

Al principio su reacción no fue la que yo esperaba, se encontraba un poco reacio, pero con algunas amenazas y trucos logre convencerlo, la cita seria en su apartamento para aquel sábado en la tarde, decidí llevar dos consoladores de látex de cerca de 20 CMS y un poco gruesos, sabia que los necesitaría; cuando llegue el se encontraba en bata, pase derecho al baño donde me desnude y me di un duchazo dado el calor de aquella tarde, cuando salí el se encontraba en su cama en sus acostumbrados bóxeres que remarcaban su descomunal polla.

La idea era ir directo a lo que teníamos planeado pero al ver la enorme erección que tenía, la verdad es que eso podría esperar un poco, me acerque a su cama con la toalla enrollada en mi cabeza, deseaba hacerlo feliz y sentirlo dentro de mí, deseaba sentir esa verga.

Suavemente lo bese y pose mi mano sobre su bóxer sintiendo su enorme verga erecta, le dije que si me la dejaba ver así que se bajo el bóxer y su pene salto, era el más grande y hermoso que había visto, me fijé cómo le latían sus pronunciadas venas, descorrí su piel y vi la punta brillante y rosada de su glande que parecía llamarme, como diciéndome "ven y chupame" y no me aguanté las ganas y me incliné y le di un tierno chuponcito en la punta, alce los ojos y vi su mirada lujuriosa y llena de deseo, sabia cuanto le gustaba a el que se lo chupara y desde luego cuanto me encantaba a mi saborear su verga.

Entonces volví a inclinarme sobre la tiesa verga pero esta vez le di unas lamidas desde la base a la punta y le di un chuponcito en la punta, luego empecé a meter la punta de mi lengua en la ranura de la cabezota, luego le di otro corto chupón, le palpe los gordos testículos y me metí uno en la boca y se lo chupé, hasta que de la garganta de mi amante salió un gemido, me saqué el que tenía en la boca, para empezar a chupar el otro, mientras con una de mis manos le sobaba la tranca, hasta que sentí sus gemidos, decidí que era tiempo de chuparle otra vez la punta de la verga, así que con mi mano la dirigí hacia mi boca y le di un corto chuponcito lo que me permitió saborear su liquido preseminal, lo que me hizo desear aún más saborear su semen, él me seguía pidiendo que se lo mamara, cosa que siempre me ha excitado, así que decidí hacerlo, no me podía negar ya que era lo que más deseaba yo en ese momento.

Él estaba acostado aun en la cama, yo me puse delante suyo y le abrí las piernas y me arrodillé en medio de ellas y comencé a succionar aquel grueso tallo, recorriéndolo y ensalivándolo, su gruesa verga era lo que yo necesitaba, por un momento me olvide de lo que habíamos planeado, me concentre en devorarme completamente aquel pedazote de carne, chupaba y chupaba viendo como se retorcía de placer con mi felación, lo estaba llevando al máximo placer y mi boca se abría para tragarse toda la caliente y gorda masa que podía.

Me olvide por completo de lo otro, ahora solo quería saborear su lechecita, le pedí que me dijera cuándo iba a eyacular para prepárame, ya que no quería desperdiciar ni una sola gota de su semen. Entonces ya decidida por la excitación que tenía, y en la posición que me encontraba de rodillas frente a esa verga, decidí que era el momento de empezar la adoración de ese divino miembro, y entonces me metí de nuevo su linda y brillante verga en mi boca, empecé a chupar con frenesí mientras con mi mano cerrada sobre su tronco le hacia una violenta paja, subía y bajaba mi mano a una gran velocidad sin soltar su glande y parte de su tronco de mi boca y desde mi posición alzaba la mirada y veía la cara de placer que mi Demian tenía, lo que me excitó más y empecé a hacer mi labor con más empeño. Mientras tanto él me vociferaba palabras obscenas:- comete esa verga, métela toda, chúpamela mi negrita, comete los huevos, que rico me la mamas, te daré mi semen, ahhh-, lo que me ponía a mil y seguí con esa hermosa tranca entrando y saliendo de mi boca, cada vez más rápido y con una de mis manos sobaba sus gordos huevos, de pronto me dijo " yaaaa, cómetelo" y empezó a gemir, al tiempo que eyaculaba y le apreté fuertemente los testículos y así recibí ese néctar que tanto deseaba. Sentí como la boca se me llenaba de su lechita y cuando no pude aguantar más me lo tragué de una sola bocanada. Efectivamente no dejé caer ni una sola gota de su semen me lo tragué todo, chupaba su polla recorriéndola con mi lengua y recogiendo todo el semen que podía, su sabor me parecía lo más delicioso que había probado, me fascinó ese liquido espeso, cremoso y calentito, que acababa de salir de las entrañas de mi Demian, que calmó mi sed de hembra, pero me fascinó más ver la cara de éxtasis de mi agradecido amante.

Me recosté a su lado entre sus brazos apoyando mi cabeza en su pecho sin soltar su polla, el me susurraba al oído lo mucho que le encantaba la forma en que se lo mamaba y que ahora estaría dispuesto a hacer lo que deseara, recordé a lo que había venido, bese apasionadamente a Demian sin soltar su polla, -amor, me voy a comer tu anito-, le dije y acto seguido me coloque a sus pies doblándole las piernas hasta colocar sus rodillas a la altura de sus hombros, me coloque detrás de el dándole una fuerte nalgada, estaba con sus piernas abiertas y dobladas ofreciéndome su ano, un ano que casi se tapaba con la bolsa de las bolas, con mis dos manos apoyadas en las nalgas las separe, aspire el aroma de su ano, me olía a macho y lentamente acerque mi cara e hice pequeños círculos con mi lengua alrededor de su ojete, tenía a escasos centímetros su verga pero no la toque, solo me concentre en su culito del cual salen algunos pelitos, los embarre con mi saliva y metí mi lengua dentro de su agujero, mi lengua es como un pequeño pene que la penetra, veo su verga que sin que nadie la toque se va endureciendo, deje caer mi saliva sobre la entrada de su ano, Demian había pasado sus manos por debajo de sus muslos separando sus piernas al máximo, mi cara se perdía dentro de sus glúteos, mi lengua recorría desde la base de sus bolas hasta su orificio anal, quería devorarme aquel culo, mi lengua lo penetraba y mi Demian gemía de placer, lo estaba gozando, sentía como mi lengua se abría paso entre sus pliegues anales, y luego lentamente hundí un dedo completamente dentro de su orificio un tanto dilatado, vi salir de su glande sus jugos pre seminales y su verga enhiesta, gorda, gruesa y desafiante; deseaba tenerla nuevamente en mi boca pero no lo hice, me concentre únicamente en su culito lindo, luego metí otro dedo y otro mas, tenia tres dedos dentro de su ano y entraban y salían con una gran facilidad, su ano estaba completamente dilatado, le escupí dentro y casi mi puño entra completamente, era maravilloso verlo en esa pose, saque mi mano y chupe mis dedos, era una mezcla extraña pero deliciosa, metí esa misma mano en mi concha revolviéndola por dentro y untándola de mis jugos, su verga parecía a punto de explotar, con mis manos levante aun mas las nalgas y ví a través de su agujero, Demian cerraba los ojos y sudaba a mares, su estomago estaba brillante de sus jugos preseminales, su glande casi roza sus tetillas, busque mi consolador y lo ensalive, -no me vas a meter eso amor-, oí a Demian, -claro que si papi, te tienes que dejar o nunca mas te comerás mi anito-, le dije y acto seguido con una mano separe su bolsa testicular, con la otra cogi el consolador y apoye la punta de mi juguete en su ensalivado ano y lentamente fui introduciéndolo, -nooooooooooooo-, gritaba Demian, -no resisto mas-, había introducido cerca de 10 CMS en su agujero, vi su polla erecta al máximo, la tome con una mano llevándola a mi boca y comencé a succionar su tranca mientras con la otra mano deslizaba mas profundamente mi vibrador, mi cabeza bajaba y subía de su verga mientras al mismo tiempo mi juguete entraba y salía de su ano, era una cogida fenomenal, sabia que mi Demian no resistiría mucho tiempo, saque el consolador de su ano y lo ubique cerca de su polla lamiendo alternativamente uno y otro, succionaba su verga y chupaba el consolador con sus jugos anales, Demian bajo las piernas, introduje el lubricado consolador completamente en mi vagina y arremetí con fuerza en mi felacion, en medio de violentos espasmos chorros de semen caliente y espeso inundaron mi boca en el mismo instante en que me estremecí sobre el consolador enterrado en mi concha, tuve un orgasmo violento mientras tragaba todo el semen que podía, permanecí allí con su polla en mi boca durante no se cuanto tiempo, esperaba ahora que el me hiciese lo mismo y me diese el Beso Negro en mi ano.