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Causalidad (2)

en Lésbicos

¡¡¡Hola!!! Primero que todo y antes que nada reciban mis mas sinceras disculpas por la tardanza por el relato pero es que para las fechas de navidad estoy demasiado full!

¡Muchas gracias por sus comentarios de verdad me animan mucho y espero esta parte sea también de su agrado!

¡Disfrútenla!

Causalidad (2)

Gabriela.

- ¿Natalia? - mis ojos no perdieron tiempo de inmediato se agradaron y deleitaron con su presencia. Instantáneamente nació la duda ¿qué hace ella aquí?

- ¡No me digas que este es el taller de tú padre, porqué eso sería mucha casualidad! - afirmó sonriente.

- Me temo que sí lo es - dije acercándome un poco más a ella limpiando mis manos llenas de grasa con un pequeño paño que siempre traigo en el bolsillo y recordando que a pesar de todo lo que hablamos la noche que nos conocimos nunca le dije donde quedaba el taller de mi padre... - y ¿a qué debo el honor de tú visita? - inquirí con mi sonrisa extendida.

- ¡Busco mi carro! - respondió con un pequeño toque de ironía, ¡obvio Gabriela! ¡No va a estar aquí por ti! - disculpa - continuo sonriendo divertidamente - ¡estabas muy inspirada! - ahora su sonrisa se llena de una malicia inocente, ¡claro ese "show" tuvo que verse muy gracioso!

- Algo - asumí con un pequeño rastro de pena, sonreímos mutuamente - y ¿cuál es tú carro?

- Es una Tucson verde.

- ¡Ah ya se! La trajiste el día que me fui a Margarita - se encogió de hombros. Sí no hubiese viajado lo más seguro es que yo la hubiese atendido... Su mirada impaciente me sacó de mis conclusiones - voy por David, él le hizo las reparaciones - me aleje en busca de mi amigo que sin ser ninguna sorpresa, quedó "babeando" al ver a Natalia. No quiero justificarlo pero yo también estaba prestándole mucha atención a ella. ¿Cómo no concentrar mi mirada en semejante belleza? ¡Lo siento, soy débil! Pero a diferencia de David mi admiración hacia ella tuvo disimulo...

Se me hizo inevitable sonreír al ver el volante de su carro decorado con florecitas rosadas y moradas. Ella a cambio se sonrojo un poco. 

David le entregó las llaves, se despidió dando un último vistazo y partió. 

Yo me encontraba de pie a un lado de su carro, ella ya ocupaba su lugar de conductora. 

- Ahh - hablamos al unísono, sonreímos.

Bajo su mirada permitiéndome detallar su rostro de perfil, parece de porcelana, es realmente perfecto y a parte para seducirme aún más sin saberlo, uno de los mechones algo rojizos de su cabello se dejó caer hacia adelante, no se ese detalle que tiene pero ¡me encanta!. Me fascinó sobre manera el instante en que su mano tomo el mechón para retornarlo a su lugar, detrás de su oreja; término su movimiento y sus ojitos me regalaron una mirada cargada de una ternura que no había observado en nadie jamás, su mirada me permitía admirar con exactitud y detalle su inocencia. Sonreí y aleje mi mirada de su rostro dirigiéndola hacia ese pequeño paño que aún sostenían mis manos.  Tres segundos pasaron... 

Volví a mirarla, ella tenía la mirada pérdida en el volante, pensativa, indecisa tal vez. 

- Ammm, me pregunto - sus ojos buscaron ver los míos y me di cuenta del cambio de su mirar ahora era inquieto, impaciente por lo que diría, me gustan sus ojos casi no la conozco y ya veo que son súper expresivos. 

- Dime - me apremio

 - ...Me preguntaba sí es posible invitarte a ir por un café o algo - su mirada expectante esperaba un argumento que justificará mi petición - verás - continúe explicándome recostada a su auto, observando fijamente sus ojos oscuros - la otra noche disfrute mucho conversar contigo.

- Yo también lo disfrute - sonreí.

- Me gustaría que se repitiera ¿qué opinas? - un segundo tardó en responder.

- Sí, claro ¡me encantaría! ¿Cuándo?

- ¿A eso de las siete para ti está bien?

- Sí...

Anote su número de celular y ella el mío para luego partir dejando tras ella una enorme e ilógica alegría embargándome.

La tarde me la pase con cierto aire de niña tonta en mi rostro ¿a qué me refiero? A que cada que recordaba su nombre o su imagen venía libre a mi mente sonreía como una chiquilla tonta.

Según lo acordado nos vimos en la noche.

Conversamos un par de horas, aprendiendo a conocernos.

Nos vimos el día siguiente para jugar un poco al tenis, está demás decir que su falda blanca típica de tenis le era bastante favorable pero aún así no me distrajo de ganarle aunque no crean me la puso difícil apenas logré superarla por tres puntos...

Nos acostumbramos a vernos casi a diario o en su defecto nos hablábamos por textos y llamadas.

Cierta mañana como a las once tomé mi celular para enviarle un mensaje pero me ganó pues uno de ella me llegó antes.

Naty: Estoy triste!!! :(

Yo: Por? Qué te pasó?

Valga recalcar que respondí preocupada.

Naty: No tendré clases :(

Me reí en el acto.

Yo: NERD!!! Ja, ja, ja.

Naty: Gaby no seas mala! T.T

Me la pude imaginar haciendo un puchero mientras me escribía ese mensaje. Yo: ja, ja, ja más bien vamos a almorzar?

Naty: ok, te espero.

Igual ya había quedado con ella en ir a buscarla y almorzar sólo se me adelanto la hora.

Llegué al estacionamiento de la facultad y me hizo recordar mi época de universitaria, la verdad que disfrute al máximo mis años de estudio...

Bajé de la Blazer y me recosté a ella para esperar a Naty.

Hasta que la veo acercarse con otra señorita que, bueno, para que decir que estaba bella al igual que Natalia; cabello negro lacio, largísimo, ojos verdes y morena, con un cuerpo que... Que arranca suspiros. Un aire intelectual que la mostraba sumamente sexy... Naty se acercó a besar mi mejilla.

- Mira Gaby, te presentó a una compañera, Anyelica ella es Gabriela. (Estreche mi mano con la suya, se me hizo imposible no sentir su suavidad y percatarme de algo más...)

Cruzamos un par de palabras en el estacionamiento para luego partir.

Mientras manejaba camino al restaurante observaba a Natalia revisar sus apuntes con algo de disgusto pues ahora que no tuvo clases se retrasará la materia, ¡siempre tan estudiosa!

Es bonita y muy inesperada la amistad que nació y crece entre ambas. No se como pero he podido contenerme de no tratar de seducirla, bueno con sólo la idea de perderla por una insinuación que no le agrade tengo para quedarme quieta. Pero sí, no puedo negarlo me gusta, me encanta su forma de ser, su físico, sus gestos, su mirada expresiva, su psicosis por que todo salga perfecto y a su modo pero rápidamente me entrene para suprimir esos gustos porqué adoro y valoro su amistad y confianza.

"Con los ojos cerrados y las manos atadas camino sin rumbo, sobre arena quemada. Un terreno desconocido donde su amistad sincera se convierte en la primera, donde mis deseos pierden importancia y sólo ella tiene relevancia"...

Así me siento con ella, es mi primera amiga (no sexual) que me conoce tan bien y así quiero mantenerlo por eso me he decidido a hablarle sobre mis preferencias, hoy.

A la última persona que recuerdo me preocupó decirle sobre mi homosexualidad fue a David porqué temía un poco de su reacción pero de eso hace muchos años ya y ahora me sucede lo mismo con Naty, increíble la importancia que tiene en mi vida.

Natalia.

- ¿Naty? - me llamó Gaby cuando ya nos encontrábamos en el restaurante.

- Dime - atendí con naturalidad mientras apartaba las remolachas de su plato (es que las odia y a mi me encantan :))

- ¡Tienes que saber algo sobre mi!

- ¿Qué sucede? - detuve mis acciones para concentrarme y mirarla a los ojos.

- No se como lo vayas a tomar pero debo decírtelo - su aire de seriedad y tal vez podría decir una pizca de vulnerabilidad o nerviosismo me puso en alerta ante su confusión.

- Ya Gaby dime.

- Es sobre mi sexualidad Naty; mira yo soy homosexual - me sonreí - ¿y esa sonrisa?

- ¡Gaby eso ya lo sabía! Te pusiste nerviosa ¿eh? - sonreí con un poco más de intensidad.

- ¡Un momentito! ¿Cómo que ya sabías?

- A ver Gaby ¿tú qué crees? ¿Qué no me doy cuenta de como las niñas te hacen ojitos y tú a ellas? - sonríe - ¡has sido bastante discreta pero me pude dar cuenta un par de veces!

- ¿No te incómoda?

- No, en lo absoluto. ¡No seas tonta! - sonreí acercándome a ella para abrazarla y hacerle sentir mi apoyo - eres mi amiga y eso seguirás siendo - sin importar que... - la mire y me regalo una de sus más bellas sonrisas antes de abrazarme de nuevo.

- Gracias por todo tú apoyo y comprensión - comentó a mi oído mientras nos seguía uniendo el abrazo.

- Descuida...

Ya van varios meses de eso y nuestra amistad ha fluido exactamente igual.

******************

Hecho un vistazo desde mi carro al cielo está opaco, completamente nublado, seguro no tarda en llover. Conduzco hacia la casa de Gaby ¡vamos a ver una película!

La primera ronda de palomitas de maíz no se hizo esperar y nos dirigimos a la sala a ver la película. Resident evil 4: After life. Nos concentramos en la película estaba demasiado buena y con el home theater de Gaby pues se nos hizo más fácil perdernos en la realidad de la ficción. No nos percatamos del torrencial de agua que se desarrollaba afuera. Tronaba y relampagueaba incesantemente.

Fuimos a la cocina a preparar más palomitas para la siguiente película.

Con cada sonido de los truenos involuntariamente daba un pequeño salto, saltos que Gaby no tardó en notar.

- Natalia - comenzó a decir con cierta indiferencia - ¿estas nerviosa? - me miro directamente a los ojos. Gaby posee una mirada demasiado intimidante así que de inmediato la evadí para poder mentirle descaradamente.

- ¡No! - Gaby le sacó el plástico a la cajita de palomitas y la introdujo en el microondas.

- ¡Eres muy mala mintiendo! - sonríe acercándose a mi - ¡sólo son truenos! - se encogió de hombros - ¡tranquila!

En ese preciso instante relampagueó y fallo el servicio de la luz, no se como pero fui a parar refugiada en los brazos de Gabriela, para cuando me di cuenta tenía mi rostro escondido entre su hombro y cuello con mis brazos alrededor de su cintura y los suyos tratando de consolar mi espalda. Ni idea de cuántos minutos pasaron pero no pude apartarme de su lado, se que suena muy infantil pero estaba aterrada, los truenos me tenían muy nerviosa… Hasta que al fin la pena me venció y lentamente me aleje de ella.

Trataba de hallar las palabras adecuadas para disculpar mi comportamiento. Aún me encontraba cerca de ella sus manos estaban en mis brazos acariciándolos con la intención de darme tranquilidad y apareció la luz de nuevo.

Ambas instintivamente volteamos a ver el bombillo.

Luego volví a posar mi mirada en ella, nuestras miradas se encontraron. Me quedé sin aliento, no se porqué pero sentí mi corazón detenerse, dejó de latir por unos segundos. Su mirada 100% ternura impregnó la mía logrando que inconcientemente me dejara llevar, me dejara perder en sus ojos chocolates.

- Dis... - aclare mi garganta al notar que mi modulación no era la adecuada; no aparte mi mirada de la suya - disculpa Gaby yo... ¡yo me asusté!

- No tienes que disculparte - aseguro acercando su rostro al mío, me paralicé... Beso mi frente y se alejo.

Gabriela.

Al fallar la luz Natalia de inmediato vino a refugiarse en mis brazos, yo sin demora la acogí en ellos y trate de calmarla acariciando su espalda y sus cabellos.

Mi corazón se descontrolo, latía a millón gracias al calor de su cercanía y el aroma de su piel. Me puso totalmente inquieta. Rogaba a Dios y a todo el cielo que ella no se diera cuenta de las sensaciones que provoca en mí. Transcurrieron varios minutos en la misma situación. El impulso de besarla y decirle que yo la protegeré era cada vez más intenso...

... Estuve a un instante de besarla pero me contuve no me pregunten como pero lo logré sólo bese su frente, deseando algún día poder confesarle todo lo que me gusta pero eso no sucederá ella es mi amiga y eso será... No estoy dispuesta a perder su amistad y compañía a cambio de decirle que me trae descontrolada.

Luego del beso en la frente sutilmente me aleje de ella; es bastante complicado no quería que pensara que me había incomodado refugiándose en mi pero tampoco quería que se diera cuenta de que estoy fuera de mi misma, a punto de ser dominada por mis deseos de besarla. Así que mi excusa perfecta para alejarme fueron las palomitas, ir a checarlas.

Un par de minutos de silencio dominaron el lugar, tan sólo se oían los truenos y la lluvia al caer.

Volví a intentar preparar las palomitas.

Debía romper el hielo y que mejor forma de hacerlo que con una tonta broma.

- Y dime Naty - su mirada estaba fija en el cimiento de la barra de mármol, al oír mi voz me busco con su mirada algo alterada supongo que la saqué de sus pensamientos - ¿qué película veremos? ¿De terror? - continúe, ignorando su reacción anterior. Sonríe tímidamente mirando su reloj de muñeca.

- ¡Yo creo que mejor voy a mi casa, es tarde! - ¡Bien Gabriela ya la ahuyentaste!

- No Naty aún es temprano apenas se acercan las nueve pm - guardo silencio analizando mi argumento - además aún no para de llover, las carreteras son peligrosas con este torrencial ¡quédate por está noche! - tardó un poco pensándolo.

- Tienes razón, veamos la película y sí cuando termine aún no ha parado de llover me quedó.

- Ok, perfecto.

Vimos la película, me encontraba muy pensativa bueno ambas lo estábamos... Toda la movie estuvimos en completo silencio.

No puedo negar que le estaba pidiendo a Dios el favor de que no parara de llover, Naty no dormiría a mi lado, obvio pero estaré más tranquila y a gusto sabiéndola en mi casa bajo mi cautelosa tutela.

Nos decidimos en ver una tercera película, nos relajamos más y regresamos a la normalidad. Discutíamos detalles sobre el trailer que me obligó a ver "Titanic" - ¡Natalia en serio, veamos otra cosa!

- Gaby no me digas que no te gusta el romanticismo.

- Sí pero...

- ¡Pero nada! - sonríe.

- ¿Sabes qué es lo que sucede con está película?

- ¿Qué? ¡A ver!

- Mira primero esa chica sobre la tabla pudo turnase con él ¿no? Así no lo deja morir tan fácil - su rostro cambio drásticamente.

- ¡Dime que no hablas en serio! Gaby es una historia de la vida real - argumento contundente. ¡Me encanta la expresión de su rostro cuando discute por algo en lo que cree!

- Exacto Naty, eso es lo peor, que fue así - sonreí pidiendo disculpas por adelantado porqué sabía bien que esa frase no le iba a gustar nada. Puso los ojos como platos - y lo más fuerte es - continúe. La verdad está película es un clásico y el hecho de que haya sido real lo hace más intenso, una buena historia de amor. Pero como me encanta su rostro de irritación me arriesgue a forzar un poco más la situación - que al tonto ese no se le pudo ocurrir algo para salvarse, ¡se dejó morir!

-¡GABY! - exclamó dándole un leve golpe a mi brazo - no te atrevas a meterte con Leonardo Di Caprio que yo lo amo - me advirtió señalándome con el dedo índice - ¿ok? - concluyó con la ceja enarcada; me carcajee pero al igual que disfrute irritándola sentí como sí hubiese recibido una bofetada por que no se pero me dio celos "yo lo amo" y resignación ¡es HETERO! ¡Gabriela es Hetero! ¡Compórtate y contrólate no permitas que ese gusto pase a ser algo más! Estuve en silencio un par de minutos poniendo bajo llave mis pensamientos... Término la película y fuimos a dormir. Prepare una de las habitaciones para hacerla cómoda para su estadía y fui "dormir" a decir verdad no dormí, me ocupé de por todos los medios construir algunas "barreras de contención" mentales en protección a ese gusto tan grande que ya estaba comenzando a dejar de ser solo gusto. ¡Natalia no notara lo que sucede y es mi última palabra!

P.D: ¡¡¡¡Estoy en espera de la continuación de Bequi26, va en serio lo de la huelga!!! Je, je.