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Crisis de los Siete Años (V)

en Lésbicos

V

- Voy pasar de todas maneras.

- ¡No puede hacer eso!, disculpe Dra. Visserini, ¡llamare a seguridad de inmediato!

- No Kathy, está bien, tranquila, te llamare si necesito algo.

La pequeña rubia me miro con enojo y cerró la puerta a su salida.

- ¿Con que doctora uh?

- Tengo un par de doctorados Emily, ¿Qué quieres?

- Esa no es la manera de atender a tus clientes Sandra.

Me gustaba hacerla enojar. Tome asiento, sillas muy finas, oficina muy elegante.

- Déjate de juegos.

Pidió levantándose, saliendo imponentemente de la seguridad de su escritorio, los tacones finos sonaban contra la madera del piso mientras ella cerraba las persianas, dándonos privacidad para culminar sentándose frente a mí, sobre su escritorio, cruzando sus hermosas piernas solo para seducirme.

- A menos que tus juegos sean divertidos, entonces sí quiero jugar.

Verla morder su labio con esa sensualidad épica suya me hizo levantarme de mi asiento, acercarme a sus labios.

- En otros días ni pensarlo tuviera – me observo tensando poco a poco su cuerpo – pero hoy no, no vengo con juegos. Ahora siéntate en tu lujosa silla y asesórame.

Tome asiento sonriendo, enojada cumplió mi petición.

- ¿En que la puedo ayudar señorita Sánchez?

- Esto va a estar un tanto difícil de explicar pero la cosa es que me acabo de enterar que soy madre y necesito saber qué pasa.

- ¿Estas embarazada? Ve a la clínica de Alex. Y dices que no vienes con juegos.

Resoplo y poniendo la mirada en sus documentos comenzó a ignorarme.

Me recline sobre el escritorio, poniendo mi mano sobre ese documento que leía.

- Ya él bebe nació, y no de mi vientre Sandra, ¡préstame atención!

- Ok, soy toda oídos – se reclino hacia atrás, con la mirada ansiosa por mi historia.

Narre todos los maravillosos eventos y como yo, ella necesito beber agua.

- Primera vez que escucho esto, es decir he tenido casos así pero no de tres años de desconocimiento de la criatura. – Se levantó, caminando por la oficina meditando - ¿Dices que la clínica tenía un permiso firmado tuyo? – Asentí – ¿éste especificaba que las muestras eran para ser usadas en el vientre de Karen? – Repetí el gesto – bueno el Código Civil reza en su artículo 197 que madre es quien da a luz, pero tenemos pruebas como ADN, documentos en la clínica, solo necesito saber ¿qué quieres hacer?

La mire dudosa.

- ¿Quieres custodia completa?

- No – respondí de inmediato – quiero, solo quería saber si la ley me da derecho de verlo, ahora que sé que existe no puedo simplemente dejarlo ir.

- Entiendo.

- ¡Karen es su mamá, jamás se lo arrebataría!

- ¡Eres una cajita de sorpresas Emily!

Se sentó a mí frente de nuevo, sobre el escritorio. Reímos.

- ¡Yo sola no! – La mire a los ojos – no creo que sea necesario llegar a medidas legales pero debía saberlo.

- Me alegra que hayas acudido a mí.

- Debo irme, debo hacer algo.

Bese su mejilla y le agradecí.

- Felicidades, eres una mami ahora.

Oí antes de cruzar la puerta. Reí, aun no me lo creo.

Fui hasta las afueras del apartamento del padre de mi hijo, ¡Dios! ¿Cómo me acostumbro a esto?

Le marque dos veces al celular de Karen.

- Baja ya, necesito hablar contigo.

Ni idea tenia de qué diablos decirle.

Dos minutos luego Fernando salía del edificio. Me puse a la defensiva, estaba muy tensa.

- Me vale medio centavo lo que me tengas que decir, dile a Karen que baje ya.

Tenso su mordida – Ignorare eso por lo complicado de la situación, sinceramente yo le recomendé a Karen no usar tu ovulo, pero bueno ya que. Ella no puede bajar, está bañando al niño, debes subir tú.

A regañadientes lo seguí.

Salude al pequeño, lo alce, lo miraba con otros ojos, lo sentía con todo diferente en mí. Me dejaron a solas con él, me mostro todos sus juguetes, las eminentes estructuras que armaba junto a papá con sus bloques de lego. Yo no estaba preparada para todo esto, no sabía cómo actuar.

Cuando al fin tuve valentía, me levante y lo deje jugando en su habitación, que no está ni la mitad de bien decorada de cómo estará la mía.

Fernando y Karen me esperaban en la sala, al igual que una taza de café. Me pidieron tomar asiento.

- Quiero que sepas que ni Karen ni yo queremos esconderlo o alejarlo de ti, reconocemos tus derechos como su madre.

- Esconderlo más querrás decir Fernando.

- Emily para hacer esto debes dejar de estar a la defensiva, sé que estas molesta pero debemos hacer esto de la mejor manera posible.

- No Karen tú no sabes nada.

Tome aire profundamente.

- ¿Cómo le diremos al niño?

- No será difícil sí se lo explicamos con simplicidad, poco a poco.

Karen le hizo un gesto a Fernando y éste nos dejó a solas. Ella se acercó y tomo asiento a mi lado.

- Fernando de viaje cada quince dias ¿no?, - Karen agacho la cabeza - dormiste conmigo muchas noches, me hablaste de el miles de veces, ¿jamas se te ocurrio decirme? - guardo silencio - ¿Cómo pudiste hacerme esto Karen?

- Siendo egoísta, lo siento, siempre pensé en buscarte, decirte pero me daba miedo, yo sé que en el fondo nunca quisiste un hijo, solo te estabas dejando obligar por mí – agacho la mira – cuando me dejaste me di cuenta de que ya mi deseo de ser madre estaba irremediablemente ligado a ti y lo hice, solo lo hice, lo necesitaba.

- No llores – le dije sabiendo que por eso escondía sus ojos de mi – no me gusta verte haciéndolo – hice una pausa - no creo que hayan sido las mejores decisiones que hayas tomado en tu vida pero ya está hecho.

- Lo sé, no debí involucrarte así, ¡lo siento!

- ¡Solo debiste decírmelo!, no me lo hubiese perdido por nada.

Me regalo una leve sonrisa. Su mirada tierna y brillosa domaba mi enojo.

- Debiste ver como se veían juntos Emily, antes de anoche, imposible negarse el uno del otro.

Sonreí.

- ¿Tu mamá lo sabe Karen?

- ¡Sí!

Tras miles de dudas y preguntas ya no tenía mucho ya que hacer, todo estaba hecho y creciendo. Compartí un poco más y partí a entregar mis pedidos.

Explicárselo a mi familia fue lo divertido, a Tonny, a mis allegados, nadie podía comprenderlo, excepto mi hermana, ella no, ella sabe recibir bien y apoyarme con cualquier cosa que le diga, esa mujer es un ángel.

Han pasado los meses, mi familia conoce a Matthew y él poco a poco va comprendiendo el concepto de que mami Karen le dio calor en su vientre, mientras Fernando y yo dimos la sangre para crearlo, sin contacto físico entre ninguno de los tres, magias de la ciencia.

Aun no me atrevo a pasar una noche con él, depende mucho de Karen, y ella y yo con todo este asunto perdimos el hilo de lo que llevábamos, aun no sé si volver a intentar, es confuso todo ahora.

Luego de un par de meses llego el cumpleaños de Matt, 3 años de vida, el primero que celebro a su lado.

Ahora ya ha pasado la nube de irritabilidad que nos arropaba y nos hemos convertido en una familia funcional, el dia lo celebraremos Karen y yo en mi casa, mientras Fernando llevará a Matt a cenar con su familia.

Karen ha llegado temprano, le regale a Matt un lego de Star Wars, aprovechando mi sangre que corre por sus venas para explotarle todo lo nerd y freak que podemos ser.

Invitamos pocas personas, algunos chiquillos del parque, otros del colegio de maternal, la mayoria son mas conocidos de Karen, de mi lado invite a un par de vecinos de la cuadra, Gaby y a Natalia, Matt ama a su husky, lobo; Tonny, Sandra, hasta a Paola y a Diana, todas ellas morian de la curiosidad de conocer a mi chiquillo. Mi hermana y mis sobrinas no podian faltar por su puesto, mi madre llego tempranito, aun analiza a Matthew con desconfianza, me pide que le tome una prueba de ADN, no le gusto mucho el como me entere y el transcurso de toda la historia, aun duda mucho de que todo esto sea un gran ardid de Karen, yo opino distinto, Matt es mi hijo ahora puedo verlo con claridad.

Tenia a mi chico en brazos cuando veo a una elegante Sandra hacer aparicion en mi patio trasero.

Se acerco sonriente, fijandose en Matt.

- Si es cierto que es tuyo - beso mi mejilla - tiene tus ojos.

Sonrei.

Le ofrecio una gandola de transformers al pequeño, quien lo cogió euforico y me exigio bajarlo para ir corriendo a mostrarselo a Karen.

- Crei que no vendrias Sandra.

Se pego a mi, jugando un poco, coqueteando como le divierte hacer.

- Tal vez debi hacerlo.

La mire confusa, su mirada se topaba a la distancia con la de Karen, quien aun nos observaba.

Para cuando iba a refutarle ya me habia dejado sola, se habia acercado a donde se encontraban Pao y Diana.

Pasaron un par de horas, me diverti mucho introduciendo a mi pequeño enano al mundo de mis amistades, de mi familia, cada persona quedaba mas sorprendida que la anterior.

Cantamos cumpleaños, picamos la torta y mi hermana nos enloquecia con sus dotes de fotografa.

- A ver Karen pegate mas - le indicaba a la hermosa madre de mi hijo para que se me acercara, ella con el niño en brazos le hacia caso, mi hermana fingia que era por el bien de la foto pero yo sabia la vieja treta que usaba.

Abrace la cintura de Karen, pegandome a ella y al niño, por un instante estuvo el cuadro de nuestra familia completo.

Casi a la hora de aquello, tras el consumo de la torta, Sandra se acerco a despedirse.

- Me ire antes de que me agredan, aunque tal vez me quede para divertirme - poso sus garras en el cuello de mi camisa, jugando con el con posesion, esa mujer me prendia, eso es innegable. Volviendo de mi encanto por su sexura pregunte porque decia aquello.

Su sonrisa malevola llenaba el ambiente.

- Creo que no le agrado a tu mujer.

Alce mi mirada, Karen nos observaba a la distancia de nuevo. Sonrei con gusto.

Beso la comisura de mis labios y partio.

- No deberias hacer eso si buscas reconciliarte - Mi hermana brinco de la nada.

Rei - Yo no busco reconciliarme.

- Pues deberias, ya es tu familia.

- Eso no lo niego.

- ¡Quieres estar con ella!, todos aqui lo sabemos.

- Ustedes no saben nada - mis sobrinas correteaban a Matt por el lugar, Karen sonreia mientras presenciaba el cuadro, lucia hermosa.

Mi hermana golpeo mi hombro y se fue sonriente, continuando con su valiosa participacion como camarografo.

La tarde se diluyo con rapidez, los invitados partieron, Fernando vino por el pequeño Daredevil y tras un instante ya solo nos encontrabamos unas diez personas en aquel patio trasero.

Convenci a Karen de que no se fuera, mi plan continuaba en una parrillada cervecera para los adultos que desearan quedarse.

Gaby y Natalia tomaron parte del encendido del fogon, mientras Paola y Diana bebian romanticamente en un rincon a media luz. Mi familia se fue, mi hermana estaba agotada de perseguir a los chiquillos para tomarles fotos. Un tonny recientemente soltero acosaba a una amiga de Karen.

El licor fluia, la carne olia divino, Karen preparaba ensalada, Gaby me acompañaba, ayudaba con la carne y aprovechabamos a hablar mientras veiamos a las demas conversar a la distancia.

- ¡Esta esperando por ti!

Rei, parecia que todos se habian puesto de acuerdo.

- Es en serio Emily, deberias aprovechar, ¿que mejor momento para reconciliarse que en el cumpleaños de tu hijo?

- Dudo mucho que espere por mi.

- Pues acaba de entrar a la casa, está sola, me parece que es tu llamado a averiguarlo.

Bebi mi cerveza y observe hacia la casa dudosa.

- ¡Anda, yo veo de la carne! ¡Ve!

Segui sus ordenes.

Entre a la cocina sin saber que decirle, viendola culminar la ensalada, sintiendome en casa, comoda por saberla alli conmigo. Deje la botella vacia en el meson y busque otra, le ofreci una, sonriente me la recibio.

- Estuvo buena la fiesta ¿no?

- Bastante.

Me recoste a su lado, solo la observaba.

- ¿Que pasa?

- ¿No puedo mirarte?

Sonrio un tanto sonrojada.

- Siempre me da curiosidad cuando lo haces.

Me pegue a ella, dejandome llevar.

- Y siempre te he respondido igual.

- ¿Aun es la misma respuesta?

- Siempre te verás hermosa.

Sonreimos y la deje, sali para no arrojarmele encima, sali para respetar a mis invitados, y aclarar mis ideas.

Entre comida y bebidas, risas y chistes se nos iba la noche, Tonny un tanto ebrio partio, las chicas amigas de Karen cogieron ruta tambien, solo quedaron Gaby, Natalia y Pao con Diana.

Karen como siempre de detallista le ofrecio a Diana hacer unas margaritas, el angel de ojos azules no es muy amante de la cerveza, ambas se internaron a la casa para llevar esa labor a cabo. Saque el domino, llegaron las margaritas, la noche aun era muy joven.

"Dómino de parejas", impuso Gaby de inmediato al verme servir las fichas, Karen sonriente me observo sin decirme nada, aquello era una batalla sin cuartel, aparte de hermosas todas jugaban bien.

A eso de las 5 am ya decidieron partir, Natalia haciendome gestos para que aprovechará la ocasión con Karen. Paola dejandome un serio "¡no lo arruines!" al partir, me sentia en el liceo de nuevo con todos mis amigos impulsandome a pedirle el numero a la chica que me gusta.

Karen buscaba recoger el desastre, yo la observaba bebiendo de mi trago.

- No es necesario que hagas eso, yo limpio luego.

- No me molesta, de igual manera no tengo sueño.

Me fijaba en el quiebre de su cadera, lo enmarcado de su cintura, justo en el momento de acercarme, me abrace a ella, mis labios en la parte trasera de su oreja.

- Se me ocurren actividades mas entretenidas para tu falta de sueño.

Sus gluteos pegados a mi pubis me tenian mas que preparada para la acción.

- ¿Estás segura de eso?

- ¿Por qué lo dudaría?

- Por lo emotivo del dia, por lo acelerante del licor - alejo mis manos de su cintura y se separo por completo de mi - No quiero que hagas algo que nos ponga en una situacion incomoda, no ahora que nos estamos llevando bien.

Sonrei, un tanto ofuscada por su rechazo tal vez.

- ¡Ah por favor Karen! ¿Por qué quitarle la emoción a la vida? - me miro confusa, acorte distancia de nuevo - hemos sido tantos clichés en esta vida ¿qué perdemos con ser uno mas?

Comenzó a mirarme enojada.

- ¿Sabes?, el de la pareja de divorciados con hijos, quienes siguen teniendo relaciones luego de la separacion.

Su enojo rebaso el limite y se alejo de la cocina, hacia el patio, levantando el desastre con rudeza y sus mejillas rojas de ira.

Sin decir más y sonriendo comencé a ayudarla. Pasaron unos minutos antes de que me hiciera un comentario.

- No puedo creer que puedas decir tantas tonterias.

Dijo sin mirarme.

- Y yo no puedo creer que ya no te den gracia.

- Deberias decirselas a tu amiga, la del traje. De seguro ella si se rie.

Me carcajee, ese era todo el enojo, los celos.

- ¿Celosa? - pregunte deteniendo mis acciones.

- ¿Yo? - se carcajeo ella.

Me pegue a ella con intenciones de besarla. Se alejo bruscamente y se interno en la casa.

- ¿Por qué huyes de mí?

- ¿Por qué insistes? - me replico cogiendo su cartera.

La observe.

- ¿Quieres estar conmigo para mandarme al diablo luego?

- Eres tu la que huye al dia siguiente, para respetar a Fernando, tu esposo, ¿no?

- Es eso entonces, quieres vengarte.

- Si digo que si, ¿te callaras al fin?

- Cuando quieres eres una imb...

La callé con un beso agresivo, con una mordida de deseo. Se resistió, forcejeo, me mordió y a la final cedió. Con enojo arrojo su cartera a lo lejos, desabotonaba mi camisa con furia, sin dejarme tocarla.

- Si esto es lo que quieres de nosotras, ¡te daré el mejor revolcón de tu vida!

...y ciertamente me lo dio, esa mujer es fuego cuando se enoja, al terminar aun ofendida se levantó de inmediato, busco vestirse.

Una ligera sabana cubria mi parte inferior, permitiendole a mi pecho aruñado recibir aire.

- ¿Te irás?

- Los revolcones casados se van luego de cumplir su cometido.

- ¡Vamos Karen! ¡Ven!

Tomé asiento y comencé a halarla hacia mí.

- No puedes enojarte por esas tonterias.

La acurruqué en mis brazos al tiempo que ella permanecia seria.

- Tu eres la madre de mi hijo, jamás podrias ser un revolcón, - me observo en silencio, estaba rompiendo la dura corteza - vamos carajita - sonrio, solia decirle asi siempre que se enojaba - dame un beso.

Dudosa se acerco, la tumbe en la cama y bese cada parte de su piel, era mia y ella lo sabia, ya no había vuelta a atrás. No quería vuelta a atrás. Poco a poco culminamos la transición, Karen y Matty viven conmigo, lo criamos juntas, Fernando viene siempre que quiere y puede, hemos hallado el equilibrio y lo mas importante, con ellos he encontrado la felicidad de un hogar propio, que jamás anhele pero que ahora me llena de paz.