miprimita.com

Cuando te recuerdo 7

en Lésbicos

Cogió un papel lo miro una y otra vez, algo dudosa me miro quedándose en silencio.

- dime qué pasa?

Hilial: estos son los resultados de un examen que me hicieron y pues…

-Hilial habla de una vez por todas.

Hilial: estoy… emba-razada.

-que?...

CUANDO TE RECUERDO 7

No hay noticias buenas ni malas, solo noticias, mentira hay cosas que uno no logra comprender, al menos no al principio.

-como? Cuando? … ósea si yo… _ pero no es posible en qué momento ocurrió? En qué momento?.

Hilial: yo te voy a explicar.

-si por favor no entiendo nada.

Hilial: después de casarnos viajamos por muchos lugares, hace casi un año decidimos tener hijos fuimos a un especialista para ver los métodos que podíamos utilizar, yo siempre quise que se parezca a ti, que tenga tus ojos,  tu sonrisa, así que congelamos algunos de tus óvulos para inseminarlos y yo llevaría al bebe, las dos primeros intentos no funcionaron, algo decepcionadas lo intentamos por tercera vez, a la semana paso lo de tu accidente y olvide el tema por completo, hasta hace poco sentí mareos, pensé que mi retraso se debía al estrés.. Pero yo no pensé que fuera eso..

-yo... no sé qué decirte.

Hilial: no se, tal vez que va pasar.

-yo no quiero tener hijos_ hay veces que decir lo que pienso no es bueno, los ojos de Hilial se lleno de lagrimas, por favor no llores.

-yo … lo siento, lo siento_ me di la media vuelta y salí de la casa camine no se cuanto tiempo sin rumbo, por un momento pensé en volver, pero que le ofrecería no quería mentirle, odie mi cobardía la forma en que me fui, llegue al parque donde era costumbre ir a pensar, me senté en una de las bancas en plena noche, no había nadie cerca el frio se hacía más fuerte y comencé a temblar.

- desde  niña tenias la costumbre se salir sin abrigo._ mi padre se sentó a mi lado entregándome un saco.

-que haces aquí?

Papa: Hilial me llamo y supuse que estarías aquí.

-te dijo lo que paso?

Papa: si.

-se lo dijiste a mamá.

Papa: no, era algo que no me corresponde.

-papa esto está mal, no sé  qué hacer, ni cómo reaccionar.

Papa: te entiendo.

-una cosa es que me gusten los bebes y otra muy distinta es querer tener uno, soy muy joven  bueno mi cerebro eso cree, como lo voy a criar que le diré.

Papa: eso no se aprende en la escuela, sino en la práctica, lo mismo me paso con tu hermano mayor  yo era más joven que tu, inexperto entre en pánico pero sabía que tenía que dar la cara, en esos días no había trabajo y tuve que viajar me perdí muchas cosas como ver su vientre crecer las primeras pataditas, su nacimiento, cuando menos me di cuenta ya habían pasado cinco años y no conocía bien a mi primogénito, no quise que pasara lo mismo con tu hermana ni contigo, hija no pierdas esa alegría pues ya no volverán, o acaso no lo has pensado?

-si lo imagine, estar cuando de sus primeros pasos su sonrisa.

Papa: entonces que te detiene?.

-no puedo mentirle a Hilial.

Papa: sinceramente, has intentado algo con ella.

-no papá, he estado evitándola.

Papa: si te enamoraste de ella un día creo yo que fue por algo.

-seria cobarde de mi parte dejarla sola.

Papa: en las buenas y en las malas, aunque yo creo que un bebe siempre es bueno.

-tengo que ir a conversar con Hilial.

Papa: creo que sí.

Me pare de mi sitio camine lo más rápido posible hasta mi casa, mi papa tenía razón no podía perderme esos momentos, y Carla? Me detuve por un instante, lo que paso en la tarde fue un error, siempre odie la infidelidad y mira en lo que me he convertido, voy a cambiar empezando por aceptar mi presente, mi vida de ahora, mis pasos aumentaron no tarde mucho en llegar abrí la puerta y ella aún seguía sentada en el sofá.

Hilial: yo..

-espera déjame hablar,  quisiera decirte algo_ me acerque e incline a sus pies tomando sus manos_ no debí reaccionar de esa manera, hasta ahora solo he pensado en mi, viéndome como la víctima, pero tú me has cuidado, atendido y tenido mucha paciencia me imagino por lo que abras pasado, pero ahora quiero que cambie todo, quiero que nos conozcamos mas, que salgamos no solo como amigas, si no que me dejes cortejarte.

Hilial: si dices eso por el bebe, no tienes que hacerlo.

-no es solo por nuestro hijo o hija, es por mí, creo que eres una gran mujer que no me había dado el tiempo de conocer, nunca te obligaría a hacer algo que no quieras y entenderé tu decisión.

Hilial: es lo que he deseado todo este tiempo_ me acerque y la abrase.

-ven vamos, que debes descansar y en tu estado necesitas el doble de atención.

Hilial: claro.

La ayude a subir las escaleras me acerque a la habitación principal me dispuse a retirarme.

Hilial: podrías quedarte a dormir solo esta noche.

-si_ me eche a su lado ella  me abrazo y así nos quedamos dormidas,

HILIAL

Mis manos se entrelazaban con los suyos, podía sentir su respiración, no había pasado mucho desde que las pesadillas volvieron, aún en la oscuridad de la noche más oscura con solo tocar su rostro podía reconocerla, entonces recordé el día que nos conocimos verla él en suelo cogiéndose la cabeza algo mareada me asusto, pero esa sonrisa que me regalo cuando me vio fue tan especial, esa tarde hablamos sin detenernos sentí que la conocía desde hace mucho, paso el tiempo y no sabía ni su nombre ella dijo que no importaba, fue entonces  una mañana cuando quedamos en reunirnos que se acercaron a mi algunas personas entregándome de uno en uno rosas blancas, luego apareció Leila con un par de amigos cantando Casi Indispensable de Paulina Laponte.

No tienes ni idea como en cada instante vas creciendo en mí

Como te me has vuelto casi indispensable para hacer feliz

Toda la calma la encuentro en tu voz

Traes al alma susurras de amor

Tu yo perdidos en un sueño

Del que no quiero despertarme

Tu yo y que no exista el tiempo

Si no me alcanza para amarte

Vez como descartas toda las tristezas cambia de color

Ya que has transformado toda esta inocencia puedo ser quien soy

Solo en tu abrazo quisiera vivir

Solo en tus labios quisiera morir

Tu yo perdidos en un sueño

Del que no quiero despertarme

Tu yo y que no exista el tiempo

Si no me alcanza para amarte.

Se me acerco y me pidió que sea su novia a lo cual acepte, fue en ese momento donde supe su nombre, la relación fue mejorando pude conocer a sus padres quienes estuvieron algo desconfiados al principio en especial su mama quien no me miraba con buena gana, entendí que era por la anterior relación de Leila con Carla, con el tiempo supe ganarme el cariño de la familia que luego vino a ser la mía, unas vacaciones fuimos al lugar donde Leila nació, teníamos dos años de novias, esa noche me llevo en su auto a unas de las playa más bonitas del lugar, al llegar fuimos por un camino iluminado por antorchas, al final una mesa con velas en el centro, yo estaba tan nerviosa y conmovida, retiro la silla para que me sentara y sirvió la cena, casi al final me llevo casi a la orilla del mar, miro la luna me tomo de las manos pude notar que temblaba.

Con la luna por testigo quiero decirte que te amo, como nunca ame a nadie, desde la primera vez que te vi fue como si te conociera desde  antes,  eres la única persona capaz de hacer que mi corazón lata tan fuerte y lento después, cuando me das un beso te juro que si no me detienes podría volar, te amo porque eres simplemente tu, te amo cuando me miras y ríes, te amo en cada mañana en cada noche y por eso ahora quiero preguntarte  si tú me darías el honor de ser mi esposa?

Lagrimas caían por mis mejillas, sin poder aguantar más le di un beso, dos meces después ya estaba casi todo listo para casarnos, tuve que visitar a Mari pues me sentía dudosa, Mari ha sido mi psicóloga por más de ocho años.

Mari: tienes que contárselo, aunque en mi opinión debiste decírselo hace mucho.

-es difícil, pensé decírselo muchas veces pero ahora es inevitable.

Mari: que aras en la noche de bodas, porque no has intimidado con ella verdad?

-no, Leila ha sido muy respetuosa respecto a ese tema.

Mari: según se por lo que me contaste ya no tienes pesadillas desde que ella se queda en tu casa.

-las pesadillas han desaparecido desde que dormimos juntas.

Mari: tú qué crees que debes hacer.

-decírselo.

Mari: hay tienes tu respuesta a tus miedos, ella te ama y sabrá entender.

Esa noche le conté mi pasado, ella escucho atenta se quedo callado por un rato pero luego me abrazo, su amor me dieron fuerzas, luego de eso entramos en tratamiento con Mari, para el día de la boda estaba feliz, al momento de hacer nuestros votos ella había escrito los suyos en una servilleta por un momento me moleste pensando que lo había hecho en el último momento, hasta que la escuche.

Sé que tal vez parezca algo fuera de lugar haberlos escrito en esto, pero no es lago reciente:

Estamos en aquel restaurante donde tuvimos nuestra primera cita, finjo leer la cartilla de pedidos pero en realidad te veo, tus ojos verdes esos que suelen mirarme con ternura, tus labios color rosa, de verdad te amo, he pensado pedirte que te cases con migo, porque así podría levantarme todos los días y verte dormida entre mis brazos, decirte a cada momento que te amo y llenarte de rosas aunque para ello me meta al jardín del vecino, porque prometo estar contigo en las buenas y malas, en los días que estés feliz o molesta, prometo no enojarme cuando me corrijas o las veces que me mandes a dormir al sofá, prometo cuidarte cuando estés enferma, prometo abrazarte cuando nuestros cabellos blancos caigan sobre nuestros hombros, y por ultimo amarte hasta después de la muerte y si reencarnara buscarte  en cada una de mis vidas.

Acepte una y mil veces, desde ese día mi vida fue tan maravillosa hasta que paso lo del accidente, había viajado para una presentación, Leila acostumbraba acompañarme por esas fechas no pudo, habíamos intentado tener hijos para completar nuestra familia, pero luego mi vida cambio por completo, la que había amado tanto no me recordaba al contrario paraba preguntando por la tal Carla, le pedí a la familia que no le diga nada acerca de lo que paso con su ex no quería ganarme su amor de esa manera, los días de hicieron largos y ella ya no era la misma era tan fría y distante, las visitas a Mari eran más seguidas después de que Leila fue a verla, busque la manera de llegar a ella pero no me lo permitía, cuando fuimos a cenar pude ver en sus ojos a la Leila de quien me enamore cuando bailamos sin música sentí que éramos una, pero después todo desapareció, solía salir a conversar con Tatiana mi mejor amiga ella me decía que tuviera paciencia  por lo que le conté ella creía que Leila estaba celosa de mi relación con ella, hubiera querido que sea verdad, tuve que viajar el fin de semana llame a  su celular de Leila las primeras veces no me contesto hasta que la voz de una mujer que no era mi esposa me turbo, no la entendí bien pareciese que estaban en alguna fiesta o bar, volví a llamarla y no me contesto más preocupada llame a mi suegra quien no sabía dónde estaba, a mi regreso estuve molesta pero a ella no le importo cada día venia más tarde, sospechaba que veía a alguna otra mujer, fue cuando fuimos a la cena de Julie días antes me había sentido mal esa pero esa noche estuve peor, al día siguiente fui al médico , al enterarme que estaba embarazada no supe que hacer siempre quise un hijo incluso ver a Leila jugar con sus sobrinos pensé que tal vez esa parte de ella aun seguía ahí, cuando se lo dije simplemente se fue me quede destrozada llorando, ya no quedaba más termine por rendirme por más que lo intentaba ella no volvería a amarme, llame a papito para que la busque, al rato volvió, se arrodillo y me pidió una oportunidad la amo y eso es algo que no puedo cambiar. Ahora está a mi lado acostada.