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Amar dos veces 11

en Lésbicos

AMAR DOS VECES 11

Alba

Era curioso como toda tu vida podía caber en una maleta y una mochila, no era de las personas que tenían muchos objetos y los necesarios se encontraban en ese lugar, cuando supe que Marie se iría no tarde en decidir irme con ella, es curioso pensar todo el tiempo que pase a su lado; aunque me sentía algo culpable de que Alexa no haya llegado a la boda; aun así estaba aquí parada frente a ella con un boleto en mi mano,  recordé aquel día cuando encontramos a Alexa.

Estaba acostada sobre la cama al vernos se levantó deprisa, Paola se cubrió con las sabanas.

Maca: que hiciste?_ era lógico lo que había pasado pero en ese instante mi pregunta hubiera sido la misma, en referirse al error que cometió.

Alexa: que hacen aquí? Cómo me encontraron?.

Margot: solo eso te preocupa? Y que hay de Marie?

Alexa: yo... no lose está bien, estoy aterrada, no sé si podre estar con una sola persona toda mi vida, saben lo que significa eso?, qué tal un día deje de sentir lo mismo por ella, qué tal un día la abandone igual que lo hizo mi padre.

Raúl: él es el, tú eres tú, no tienes porqué repetir sus errores.

-ponte la ropa tenemos que irnos.

Alexa: tú no entiendes Alba.

-lo único que sé, es que hay una persona esperándote, alguien que ha puesto todo su confianza en ti, alguien que te ama y que aun sabiendo como eras, arriesgo todo por lo que sentía, alguien a quien le prometí que te llevaría al altar, así que ponte algo y vámonos_ la tomé del brazo para irnos, pero se soltó de inmediato.

Alexa: tú eres mi amiga se supone que debes de estar de mi lado y entenderme, aparte eso te convendría, no?

-que?

Alexa: crees que no me he dado cuenta que te gusta Marie, de seguro la estarías esperando con los brazos abiertos si pasara…_ no pudo completar lo que diría así como tampoco pudo ver mi puño en su rostro, solo cayó al suelo agarrándose la cara.

-estas actuando como una estúpida, no entiendes que ella te ama, solo eso debería importarte, pero eres tan egoísta que no lo ves, no la mereces.

Me fui del lugar sintiendo como mis dedos se contraían con fuerza tratando de evitar descontrolarme más de lo que ya lo había hecho, tuve que pararme frente a ella y decirle que su novia no llegaría, tal vez eso haya sido una de las cosas más difíciles que he tenido que decir, los días siguientes estuve a su lado cuidándola.

Fue cuando regrese al trabajo que tome una gran decisión, claro que le había avisado a mi padre las causas del porque no asistiría a mis labores, al entrar a la empresa todo parecía normal pero cuando llegue a mi pequeña oficina fue donde me encontré con la sorpresa de que mis cosas no estaban y en su lugar una caja con todas ellas dentro, con una pequeña nota que decía: último piso, no me quedo otra que ir por el anexo inferior y esperar que el ascensor se abriera, en el mismo asiento pero de espaldas se veía una silueta, al girar, mi cara de asombro no pudo ser más evidente.

Pablo: te estaba esperando.

-y donde esta…

Pablo: mi padre, bueno veras, el decidió al fin ponerme al mando de todo, y me preocupa una cosa, el hecho que una empleada no venga al trabajo por mas de tres días.

-mi ausencia se debió a asuntos personales, mi licencia fue concedido por el departamento de…

Pablo: va va va… no digas nada, en los documentos no encuentro ningún permiso a tu nombre, ni información al respecto, consulte al asesor legal de la empresa y he llegado a una conclusión, el despido.

-usted me disculpara pero de acuerdo al procedimiento que debería realizarse se imputaría alguna falta en cuanto a mi capacidad o..._ volvió a interrumpirme.

Pablo: sabes creo que tu inteligencia no te ayuda mucho en estos casos, tomate un segundos y piensa lo que te…_ ahora fui yo quien lo interrumpió.

-se equivoca, entiendo perfectamente que los documentos no se perdieron por casualidad, también sé que su abogado ha buscado la manera de despedirme, y que a  subestima que tenga conocimiento en mis derechos, el que actúa sin pensar es usted,  que me  vaya y lo demande no beneficia a la empresa.

Pablo: amm yo..

-no titubee, eso no hace alguien que esta al frente de una empresa, le ahorrare el tener que pensar alguna forma de poder echarme, yo renuncio.

 Pablo: qué?, eso no debía ser así.

-me imagino que querría humillarme, como no tengo más que decirle, me retiro, estaré haciéndole llegar los documentos correspondientes_ volví al ascensor y lo mire  mientras se cerraban las puertas.

No tenía motivo para seguir en la empresa más que pagar mi deuda, Kara me había propuesto muchas veces prestarme el dinero suficiente, pero hasta este momento no lo había considerado, así que resultaba más fácil deberle a mi hermana que a esta empresa, en un par de días no tenía más deuda, me enfoque en cuidar de Marie sé que ella jamás se enamoraría de mí, pero como amiga debía ayudarla, entonces estaba allí frente a ella para tomar un viaje a algún lugar del que no conocía nada.

Luego de varias semanas yo ya tenía un nuevo empleo en una tienda de antigüedades, no era mi profesión pero sabía mucho de historia y varios de los objetos que llegaban al lugar valían una fortuna, el dueño un ucraniano algo viejo solía pasar las mañanas acomodando varios de los objetos, para al final de la tarde cerrar temprano y esperar a uno de sus amigos a tomar una taza de café, yo solo me despedirme cortésmente y pasaba por el museo de arte, para ver a Marie con unas gafas enormes que cubrían sus ojos y parte de la nariz, me quedaba contemplándola sin que ella se diera cuenta de mi presencia, era cuando miraba su reloj que volteaba para verme mientras yo fingía estar llegando, no me cansaba de ver su sonrisa mientras bajaba de la escalera que la sostenía.

Marie: tan puntual como siempre.

-ya sabes que el señor Dmytro cierra la tienda a la misma hora.

Marie: entonces el puntual es el.

-últimamente la puntualidad no es lo mío, nos vamos?

Marie: claro, solo tomare mi bolso y cerrare estos frascos.

-permíteme, yo te ayudare con los frascos.

Marie: has pensado donde cenaremos hoy?

-la verdad no, porque no caminamos y escogemos un lugar, o aún mejor preparamos algo en el departamento.

Marie: no me convencerás, he visto un lugar nuevo espero que vayamos hoy.

Y allí estábamos comiendo en un lugar nuevo cada día o la mayoría de ellos, para luego llegar al departamento y llenar la base de datos de mi localizador era curioso que ella lo guardase todo este tiempo desde el día que se lo di, nos sentábamos a ver alguna serie, debatiendo alguna que otra teoría de lo que podría suceder, al final del día cogía un libro para leerlo, ella me empujaba tratando de que no pudiera hacerlo, un día entendí que si le hacía pequeñas cosquillas paraba de molestarme y pedía tregua, los días que no trabajábamos, solíamos pasear por el muelle, o pasear en algún yate de uno que otro amigo de Marie, sin duda una mujer hermosa como ella tenía muchos personas detrás de ella, al final llegaba yo me había convertido en una especie de espanta pretendientes, a ella le agradaba y yo tenía una ligera satisfacción con hacerlo, tal vez era mi forma de expresarme para muchos era sarcástica así que según parece irritaba a los demás, sin embargo ya no era la misma conforme pasaban los meces mi rutina habían cambiado, Marie había comenzado un proyecto el de pintarme en fases distintas de mi entorno lo curioso es que utilizaba técnicas distintas a lo que estaba acostumbraba, trataba de no ser tan obvia en mis sentimientos aunque me costaba mucho, fingir que no la veía, mis manos me sudaban cada vez que la tenía demasiado cerca cuando solía pasear con una pequeña toalla que apenas la cubría después de bañarse mi rostro se tornaba rojo, cada vez que podíamos llamábamos a las chicas para saber cómo estaban, prometiendo que pronto las visitaríamos.

Marie.

Era curioso como Alba se podía quedar viendo una obra por mucho más tiempo que el resto de personas en una exposición, detallaba cada cosa para luego hacer una de dos gestos, si sonreía es que le agradaba y si hacía una mueca de duda es que no, para ser diferentes nos llevábamos bien, ella preparaba el desayuno por las mañanas, y arreglaba cualquier que se malograra en la casa, y mientras cuidaba del jardín solía verme sin decir palabra, la verdad siempre me veía yo fingía no darme cuenta, y los últimos meces debo aceptar que yo hacía lo mismo, en ocasiones me daba gracia su forma tan torpe de chocar con las cosas cuando me acercaba a ella, pensé entonces en lo que Margot me dijo, no debería darle falsas ilusiones a Alba si en verdad la estimaba, me había dado cuenta que ella sentía más que una amistad por mí pero era demasiado respetuosa como para sugerirme algo, debo aceptar que me causaba ternura cuando jugaba con algún cachorrito en la calle o la forma en la que los niños se le apegaban, su amabilidad en abrir la puerta pararse en los autobuses para cedérselo a alguna señora o anciana, su honestidad al hablar incluso pequeñas cosas.

Había una habitación, ese fin de semana quedamos en que la pintaríamos apareció con un enterizo jeans y brocha en mano, me reí al verla mientras le ponía el gorrito de papel que le había hecho, nos habíamos tardado más de dos meces en escoger el color que nos convencía a las dos, como siempre ella trataba de hacer su trabajo lo más cuidadosa posible.

-sabes cuál es el asunto de pintar?.

Alba: me imagino que se vea bonito.

- pintar y no ensuciarse es como comer y no masticar.

Alba: no encuentro el sentido en eso yo..._ no permití que terminara de hablar, y le di un brochazos en parte de su rostro.

Mire sus ojos abrirse y un gesto algo dudoso, no sé en qué momento pero cuando me di cuenta parte de mi brazo y pierna estaban manchados, comencé a reír y el juego comenzó, ella trataba de detenerme rodeando me con sus brazos era muy fuerte pero sentía que con migo se limitaba, luego de escaparme y casi empaparla, me cargó en peso para echarme sobre la cubeta larga de pintura en un momento ella está sobre mi tratando de que no escapara, me reía hasta que me detuve al verla a los ojos, estuvimos un tiempo en esa posición se acercó lentamente mirando mis labios, pensé que me iba a besar y yo no le movía para evitarlo antes que pudiera hacerlo, se retiró de golpe para pararse y ofrecerme su mano, algo dudosa se lo di y de un solo jalón me levanto del suelo.

Alba: bueno... creo iré a comprar más pintura.

Salió de la habitación y yo no supe que decir porque no me retiré porque estuve a punto de cerrar los ojos y recibir el beso, porque mi corazón comenzaba a latir y mi respiración se detuvo, respire hondo cuando vi a la puerta, ella había regresado.

Alba: este... recordé que teníamos más en la bodega, si quieres seguimos pintando. -claro es mejor terminar con esto.

Me miró algo decepcionada y volvió a coger su brocha, volvimos a pintar ahora un poco más calladas, al terminar el día el cuarto estaba listo, y me fui a bañar, mientras el agua escurría de mi cabello pensé en que no había manera de salir muy librarme de lo que pasaba, al salir de la ducha encontré a Alba frente a la ventana mirando afuera con las manos en los bolsillos, parecía pensar en algo, voltio para verme se tocó la nuca como lo hacía cada vez que estaba nerviosa.

Alba: y si salimos? A comer algo tal vez, porque tengo hambre.

-me parece una estupenda idea pero antes quiero ir a comprarme unos suéter, el invierno a llegado como nunca y hace un frío incontrolable.

Alba: claro porque no.

Termine de alistarme, y llegamos a una tienda por lo general Alba tenía mucha paciencia para esperar que yo eligiera alguna prenda que me gustará, una manía que había adquirido es hacer que se probará cosas, claro cualquier cosa menos vestidos, y está no era una de las excepciones salió del probador con unos jeans pitillos, botines negros, un polo blanco algo suelto y una casaca de cuero negro, me quedé viéndola, por lo general ella vestía bastante alineada nada extravagante, pero esto era completamente distinta.

Joven: maneja motocicleta?_ gire para ver a la señorita que atendía esa tienda, mientras la miraba sonriente.

Alba: si_ la mire sorprendida_ claro, no lo hago hace tiempo, pero yo diría que los motores y yo nos entendemos muy bien.

Joven: créame con esa ropa y sobre una moto, cualquiera quisiera subirse en ella.

Alba: eso cree?.

Joven: lo aseguro, yo lo haría.

Alba la miró con curiosidad yo pensé que se portaría distante como solía hacerlo con el resto de las personas, pero en su lugar le mostró una sonrisa y acomodo su polo, la joven se acercó para ayudarla dando un dobles al cuello de la casaca, no pude evitar interponerme entre ambas, para acercarme a su oído y decirle.

-con esa ropa no eres tú, así que sácatelo y vayamos a comer.

Al separarme me miro algo asustada y camino hacia el probador, mire a la joven le sonreí de forma sarcástica y comencé a ver otras cosas, Alba salió sacudiendo un poco su pantalón.

-bueno. Señorita llevare este suéter, pago y nos vamos si cariño_ la tome de la mano, era gracioso la expresión de duda de Alba.

Mientras cenábamos yo hablaba sin obtener una respuesta mas que para afirmar o negar algunas cosas.

-sucede algo?

Alba: la verdad, que fue lo que sucedió en la tienda.

-ya sabes tú me ayudas con pretendientes que no me convienen y yo hago lo mismo.

Alba: y porque creíste que no me convenía?

-se te estaba insinuando descaradamente, aun peor frente a mí.

Alba: algunos expertos señalan que para alguien como yo, tendría que relacionarme sentimentalmente con alguna persona extrovertida, talvez alguien como ella.

-me vas a decir que te gusto? Si quieres regresamos para que puedas quedar en una cita.

Alba: tu reacción pareciera que.. amm no, imposible.

-de que hablas?

Alba: últimamente he estado leyendo algunos libros de interpretación gestual, psicología de la personalidad, sirve de mucho pero aun no logro entenderlo del todo.

-me estas analizando?

Alba: no debería?

-mejor terminemos de comer para ir a casa.

Por lo regular cada mañana oía las noticias y reportes del clima mientras me levantaba y Alba terminaba de preparar el desayuno, quien diría que ese justo este que ella no prendió la radio, justo hoy llovería, y paradas justo allí en la vereda miramos el pavimento llenos de charcos de agua, la casa no estaba muy lejos pero por más que esperábamos un taxi no llegaba, sentí como su mano se entrelazo con la mía.

Alba: tenemos dos opciones, primera correr hasta la casa al fin y al cabo estamos cerca, pero es inevitable no mojarnos, y segundo disfrutar de esto o tal vez hacer las dos cosas a la vez.

Camino hacia la pista llevándome con ella, miro hacia el cielo hice lo mismo no quedamos un momento sin decir nada solo sintiendo la lluvia caer por nuestro rostro.

Alba: ahora si corramos_ levantaba su casaca para tratar de protegernos de la lluvia y al cruzar se apoya sobre el soporte de un toldo haciendo que el agua acumulada caiga sobre ella_ ahhh… qué más da ya me moje.

No pude evitar reír, me acerque saque algunas toallitas de mi bolso y le seque el rostro.

-Vayamos a casa.

A pesar de a vernos secado el frio era tanto que no podía evitar temblar, siempre había sido friolenta y por más que me cubría con varios edredones no conseguía calentarme.

Alba: estas bien?

-si.

Alba: no puedes entrar en calor verdad?

-solo es cuestión de tiempo.

Alba: podría echarme a tu lado?_ lo único que pude hacer es levantar el edredón, sentí como se deslizaba sobre mi cama_ quisieras voltearte.

-cómo?_ me miro sonriente.

Alba: solo mira a la pared_ algo dudosa hice lo que me pedía, sentí sus manos tomándome de la cintura y apegarse a mi espalda_ segunda ley de newton la termodinámica, es imposible que un cuerpo frio trasmita su temperatura a uno caliente, pero uno caliente si a otro frio, en poco tiempo entraras en calor.

Pasaron los minutos en silencio, y comencé a sentirme mejor, era curioso me sentía muy bien, y no solo hablaba de la temperatura si no que anímicamente, me sentía en paz, deslice mis manos para unirlas con las de ella, sentí como mi corazón comenzó a latir pero no desesperadamente si no tan lento pero con fuerza.

-que ibas a decir cuando estábamos cenando, que parecía que yo estaba que?

Alba: no tiene importancia.

-quisiera saberlo.

Alba: que tu comportamiento y tus expresión parecieran que eran celos.

Me quede callada en realidad sentí fuego con la idea de que ellas tuvieran algo, era algo que no podía negar, mi cuerpo me había delatado, algo que a mi cerebro le costaba asimilar, sentí celos, ahora la única respuesta que encuentro para esa reacción era… Alba me gustaba y al parecer mucho.

 Alba: te quedaste callada, no era eso verdad?

Y por primera vez de tanto tiempo fue sincera y lo dije:

-lo era