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Amar dos veces 2

en Lésbicos

AMAR DOS VECES 2

Por la mañana al ir a bañarme me di con la sorpresa que la llave de la ducha se había semi roto haciendo que el agua caliente inevitablemente salga, no en grandes cantidades pero si haciendo que me terminara de bañar con agua tibia , anote mentalmente que regresando debía de comprar una válvula nueva para poder arreglarlo, iba por el mismo camino de siempre cuando me vi interrumpida por un grupo de trabajadores que arreglaban parte de las calles, obligándome a rodearlos e irme por otro camino, estaba algo irritada con los cambios que estaban sucediendo este día, al llegar a la cafetería Margot, Maca y Raúl me esperaban.

Raúl: no llegan y ya estoy algo nervioso.

Maca: de repente se les antojo darse cariñito por la mañana y por eso tardan tanto.

Margot: Cariño que imaginación tienes.

Raúl: Alva tu no estas algo intrigada?.

-porque lo estaría?

Raúl: ya sabes, por qué Alexa traerá a su novia hoy.

-no tendría porque, solo es una chica más.

Margot: estas bien ? Parece que hoy no haz amanecido de buen humor.

-no lo sé, en este día las cosas no están saliendo tan normal como siempre_ dije mientras metía la mano en mi bolso para sacar mis anteojos.

Raúl: ya llegaron.

-quien?_ pregunte mientras seguía con la vista en mi bolso.

Alexa: no me digas ya estas sacando tus anteojos de abuelita jaja,… bueno les quiero presentar a Marie mi enamorada, cariño ellas son mis amigas, Maca y Margot, que son las casi casadas del grupo, Raúl un muy buen deportista y atlético como lo ves, y Alva aquella que no nos presta atención y mucho menos nos observa.

Alcé la vista para poder saludar mientras me ponía los lentes, la joven como muchas de las ex novias de Alexa era muy bella, con cabello oleado ojos miel muy claros y una sonrisa muy dulce.

Marie: un placer, Alexa me ha hablado mucho de ustedes, ya moría por conocerlas.

Maca: igualmente ya nos ganaba la curiosidad de saber quién se había llevado a nuestra amiga tanto tiempo y con qué intenciones.

Margot: no le hagas caso a mi novia hay veces que yo misma me pregunto de dónde saca esas ocurrencias.

Raúl: tan hermosa como la imaginaba un placer.

Marie: gracias.

Todos se quedaron callados, Raúl me empujo un poco y no fue hasta que al verlo comprendí que debía de decir algo.

-mucho gusto.

Sentí que todos me observaban, por un momento pensé que había dicho algo malo.

Margot: toma asiento Marie, como todas las mañanas beberemos un poco de café.

Marie: gracias.

Maca: y dinos Marie cuéntanos un poco de ti.

Marie: bueno soy artista, hago escultura pero mi especialidad es la pintura.

Raúl: me podrías pintar?.

Marie: claro, los rostros y la humanidad son estancias abstractas que trato de plasmar en lo que pinto.

-Que hace diferente la pintura de una fotografía?, las dos parecen tener vida_ pregunte sin mas, era una duda que respecto a su profesión tenia.

Marie: pareciera que sí, pero la fotografía captura un momento un instante de la vida en la que se toma, mientras que la pintura son varios momentos no solo del pintor si no del que posa para ella.

Alexa: que profundo amor toda una artista.

-no lo había pensado de esa forma.

Marie: te gusta el arte Alba?

-solo cuando la entiendo.

Marie: es muy difícil hacerlo.

-no si calculas.

Marie: calcular?

-cada artista tiene su método de pinceladas y la distancia de sus trazos, la fuerza y presión al pasar el pincel, los colores que convina muestran como es el artista y lo que quiso representar, es fácil determinar una pintura por eso, pero si solo hace formas raras toscas y sin un patrón se me hace casi imposible entenderle.

Marie: y es que a veces esas “rarezas”, es donde está la clave de lo que quiso mostrar.

-sin esas constantes en la pintura, entonces no es arte.

Marie: creo que tenemos diferentes concepciones en cuanto a lo que es el arte.

Raúl: con tal que sea hermoso para los ojos, para mí es suficiente.

Margot: dinos Marie, como así se conocieron Alexa y tu?_ pregunto tratando de cambiar el tema, me costaba mucho adaptarme a nuevas situaciones y eso también incluía a las personas.

Marie: fue en Mancora hubo una exposición allá, y con algunos amigos al terminar fuimos a distraernos a la playa, bueno yo quise pintar un poco, y antes que pudiera hacerlo apareció ella, con una tabla de surfear preguntándome si quería nadar un poco, no pude decirle que no y terminamos viendo el atardecer, desde ese día conocernos ha sido muy bello.

Maca: me imagino para quedarse tanto tiempo se habrán conocido mucho_ Margot la miro algo vacilante.

Marie: la verdad que sí.

Las tasas de café llegaron y cada uno bebió un sorbo, al tratar de levantar mi tasa se me resbalo y logro caer un poco a la blusa que llevaba, cosa que hizo que me levantara rápidamente.

-si me disculpan_ me retire al baño a ver si podía limpiar o al menos tratar de hacerlo, mi día no podía ser peor, un día desastroso y más si aún estaba comenzando, estaba pensando en todo eso sin darme cuenta que detrás de mí estaba una persona.

Marie: ten esto te ayudara a limpiar_ dijo mientras me alcanzaba un pañito con un líquido en él.

-gracias_ trate de limpiarme pero el líquido blanco se desparramo más, formándose una capa sobre la mancha ya hecha del café, la mire con algo de decepción.

Marie: no es lo que  parece, bueno no se ve bien, déjalo así, dale un tiempo para que el químico haga efecto y veras como quedara como nuevo.

-tiene algo de lógica, ya que esta blusa era nueva, claro si de verdad la limpia.

Marie: tranquila lo hará, cada vez que ensucio alguna ropa con alguna pintura ese pequeño liquido hace milagros.

-igual agradezco tu gentileza.

Marie: no hay de que, y todavía era café fuerte, hubiera sido diferente si hubiera sido café pasado, saldría más rápido_ me miro sonriente, alcé un poco la ceja no entendiendo del todo, el motivo de su sonrisa_ ammm… ya sabes, fuerte difícil de sacar, pasado que es fácil ahhh, es un juego de palabras… era una broma.

-ohh, perdón no lo había entendido, disculpa si no me reí.

Marie: jajaja Alexa tenía razón, dentro de tu indiferencia hay algo gracioso.

-ella dijo eso?, bueno es natural siempre se ríe cuando no me entiende.

Marie: y tu cuando lo haces?.

-bueno cuando algo me parezca realmente gracioso.

Marie: hay veces que reír por nada es vivir.

-eso no tiene mucho sentido para mí, la vida se determina a si tus órganos funcionan, si no lo hacen estas muerto.

Marie: jajaj me refiero a reír por lo hermoso de todo lo que nos rodea, vivir cada momento como si fuera el último.

-bueno si fuera mi último día me iría lejos.

Marie: porque?

-no me gustaría ver como los demás siente lastima por mí, haciéndome creer algo que no soy, me imagino hacer eso es el deber del mejor amigo, pero a mí no me agrada.

Marie: si ellos dicen cosas hermosas de ti, es porque de verdad lo sienten no porque con ello te sientas bien.

-las personas no sienten compasión por una, en realidad se sienten felices de que no les pasara a ellos.

Marie: que poca fe le tienes a los seres humanos.

-soy practica, que es distinto.

Marie: habrá un momento que cambies de opinión yo lo sé.

-Ahora la de la fe eres tu_ mire el reloj paralizándome por la hora_ disculpa ya debo retirarme_ tome mis cosas y sali de los servicios.

Me despedí rápidamente para salir algo apurada cosa que nunca hacía, cruce varias calles antes de llegar al edificio y al entrar me sorprendió no ver al mismo guardia de siempre y en su lugar un joven algo pálido y taciturno, trate de correr para alcanzar al ascensor que se cerró frete a mi rostro, espere por varios minutos antes que me diera por vencida y subir al piso superior y tratar de alcanzarlo, al llegar este había bajado al primero, volví a presionarlo para tomarlo mientras ascendía, por fin dentro solo me quedaba esperar si no fuera por el sonidito tan extraño de la música me hubiera calmado un poco, voltee a los lados pensando que era algún dispositivo celular, pero caí en la cuenta que era del ascensor, al cabo de un rato el sonido me parecía irritante y no veía el momento de que las puertas se abrieran y poder salir de allí, en realidad fue como una súplica ya que en un segundo estas se abrieron y pude caminar hacia mi oficina, felizmente la mañana no pareció tan distinta a las otras, fue hasta la hora del almuerzo donde todos comenzaron a salir como era costumbre era la ultima en retirarme, pero antes que pudiera hacerlo en el marco de la puerta se encontraba un hombre parado con cabello blanco, nariz aguileña orejas largas y voz ronca, pronunciando las mismas palabras que decía cada vez que venía.

-acompáñeme_ como todas las veces sali detrás de el con la cabeza baja, siempre evitaba esta clase de reuniones más aún si se trataba de subir al ultimo piso del edificio, al escuchar el tin de las puertas abrirse, vacile por un momento si salir o no del ascensor, mire al anciano de  mi lado que inclino la cabeza en forma de reverencia, el piso negro brillaba como siempre decoraciones modernas adornaban el salón, en un extremo sentado en una silla caoba se encontraba leyendo unos papeles un señor vestido con un terno negro de encaje, sus cabellos mostraban algunas canas de los lados que según él, era la madures de su vida,  pude divisar sus ojos azules su sonrisa que más que él, era como verme a mí, estiro su mano e hizo un gesto para que me sentara a su lado, cosa que hice.

Señor: que deseas de comer, Marcus trajo un excelente variedad de platos_ preguntó mientras que Marcus, ponía sobre la mesa algunas fuentes.

-lo que él recomiende está bien, Marcus siempre ha acertado en lo que me sirve.

Marcus: para usted he preparado un platillo especial_ puso frente a mí un plato que por su sencillez me enamoro.

-gracias.

Señor: como haz estado?

-bien, pero me imagino que me llamo no solo para almorzar.

Señor: en realidad si, y para saber cómo te encuentras, es normal que me preocupe por ti.

-porque lo seria?

Señor: porque eres mi hija.

-genéticamente sí, pero no le convendría que todos lo sepan por el bien de su empresa.

Señor: no abra ningún día, donde podamos conversar sin llegar al mismo tema, eres parte de mí, y yo parte de ti.

-ha pasado tiempo desde la última vez que me mando a llamar, debe ser por algo, aparte claro de su interés de saber de mi salud me imagino o el rendimiento en mi trabajo.

Señor: he estado viajando por eso no he podido hablarte más seguido, el próximo viaje quiero que me acompañes.

-aparte que a su familia no le agradaría no puedo irme tengo trabajo que hacer.

Señor: quisiera que interactuaras más con tu hermano.

-su hijo dirá, y no creo que él tenga el interés de conocerme, las pocas veces que lo he visto ha hecho notar su repulsión hacia mi persona, y para ser sincera a mí tampoco me hace gracia tratarlo.

Señor: por favor.

-usted es mi jefe pero eso se limita a las relaciones laborares, en cuestiones personales prefiero mantener mi distancia, solo dos años más y pagare mi deuda con usted y podre irme.

Señor: sabes que para mí esa deuda ya no existe, la única razón por la que acepte fue porque sería una manera de tenerte cerca y poder recuperar el tiempo perd…

-no señor, perdido no, desperdiciado y lógicamente el tiempo no se puede recuperar es una idea no un objeto algo relativo que no se mide, y ese al que usted denomina tiempo jamás regresara, si me disculpa me tengo que retirar antes de que los demás regresen y noten que vengo de este piso o harían preguntas que no le conviene ni a usted ni a mí.

De camino de vuelta a mi oficina no pude evitar que recuerdos aparezcan en mi cabeza, cuando supe que mi padre era casado y que tenía una familia logre entender porque muchas temporadas no la pasaba con nosotras, se me dijo que no hiciera muchas preguntas y que si alguien preguntara de mi relación con mi padre negara que había una conexión, que solo era la similitud de mi apellido, el día que mi madre falleció no apareció, en su lugar un hombre fornido de acento raro me llevo al internado donde actuaban con cautela respecto a quien era, las vacaciones eran de las pocas veces que disfrutaba de algo, venía a verme una anciana que me llevaba a una cabaña cerca de un lago me contaba historias antiguas aventuras de piratas, proezas de dioses, con un poco de galletas y chocolate con leche, me veía mientras con espadas hechas de madera imaginaba alguna aventura, por las noches me arropaba y me daba un beso en la frente me decía cuanto me amaron mis padres, para cantarme mientras me dormía, nunca supe muy bien de quien se trataba y ella no me lo dijo, al irme a vivir con mi tía nunca más volví a verla pasaron años y hasta que estuve en la universidad, una noche alguien llamo al teléfono para decirme que mi tía estaba en urgencias al llegar al hospital y después de muchos exámenes me dijeron que tenían que operarla urgentemente pero no lo podían hacer en mi ciudad, cuando por fin la transfirieron a una clínica particular necesitaba dinero para pagar todos los gastos reuní algo pero no lo suficiente, así que tragándome el orgullo busque a mi padre el cual venía a verme de vez en cuando, le pedí un préstamo que pagaría cuando tuviera el dinero, al principio no quiso que yo se lo devolviera pero por mi insistencia acepto firmamos un documento donde debía trabajar cinco años en su empresa del que voy ya tres, mi sueldo no es mucho pero el suficiente para vivir, y el resto va a una cuenta para pagar mi deuda, lo que faltaba del día todo transcurrió muy rápido saliendo del trabajo pase por la ferretería a comprar la válvula que me hacía falta.