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Amar dos veces 3

en Lésbicos

AMAR DOS VECES 3

Mire una vez más el estuche sobre mi mesa la tome para luego soltarla nuevamente ya había pasado una semana haciendo lo mismo, suspire tome la billetera de al lado y camine hacia la puerta antes de poder cerrarla eché un vistazo por última vez al estuche que se encontraba en el mismo lugar,  por fin cerré la puerta sintiéndome culpable por no tener el suficiente valor para de una vez por todas decir unas simples palabras, de camino a la cafetería pase como todos los días por el departamento de Margot toque el timbre y Raúl abrió.

Raúl: hola Maca, como estas pasa, Margot esta que se termina de alistar.

-gracias, sabes si Alexa volvió a llamar?

Raúl: de la última vez no, ya sabes cómo es ella, quien no quisiera vivir de esa manera.

-sí, pero no creo que al final sea feliz.

Raúl: yo me sentiría muy feliz créeme jaja.

-jaja ya me lo imagino, como será no, despertar con dos chicas a tu lado.

Margot: querida apenas y puedes con una chica, como arias con dos?_ vi a mi novia entrar a la sala tratando de sujetarse el cabello.

-tienes razón, con una es más que suficiente_ me acerque para poder besarla, cosa que hizo mostrándome su linda sonrisa.

……

Estaba sentada en un parque esperando que mis padres terminaran de discutir como todas las tardes que mi papa regresaba de su trabajo se quejaba de cualquier cosa por más insignificante que pareciera desfogándose muchas veces conmigo y mis hermanos, vagaba en mi mente pensando en la hora que pudiera ser mayor e irme de casa, sin darme cuenta que frente a mi recostada en el césped una joven como de mi edad miraba al cielo no hacia gran cosa, pero lo que me llamaba la atención es que movía los labios como diciendo algo, tomo una libreta que estaba su vientre y escribió algo en ella, volviendo a ponerlo en su lugar para seguir mirando hacia el cielo, me acerqué con cuidado talvez ella veía algo que los demás no, cuando estuve frente a ella por más que tosí un par de veces para que notase mi presencia ni se inmuto, cuando estuve a punto de irme me observo y pregunto.

-deberías tomarte algo para esa garraspara.

-así que me escuchaste y fingiste no hacerlo_ mire a otro lado algo disgustada no me gusta ser ignorada.

-esa era una forma de llamar mi atención, solo debiste de hablar, asi con un contacto directo hubiera respondido.

-que haces?_ pregunte mientras miraba su libreta y luego el cielo.

-trato de divisar las estrellas, trato de sentir la rotación de la tierra, anotando todos las cambios que encuentro.

-y que ganas con eso?.

-mucho aprendo de todo, de cómo en un universo tan grande somos un simple punto.

-puedo sentarme a tu lado, y acompañarte_ señale a su lado buscando un espacio.

-si lo deseas.

-cómo te llamas?.

-Alba un placer.

-Macarena, el placer es mío.

Es difícil en muchas ocasiones entenderla, y no niego que muchas veces estuve a punto de perder la paciencia, pero con el tiempo aprendí a entender su comportamiento por qué muchas veces se mantiene tan alejada del sentimiento y apegándose a la razón, comprendí el sarcasmo tan crudo que en ocasiones me mostraba, más aun con la historia que llevaba a cuestas, cada día la visitaba más en su casa creo yo que con la intención de no parar en la mía, fue por ella que conocí a Margot, en una tarde de invierno a partir de esa fecha estamos juntas, cuando la  miro siento que el tiempo se detiene, se que suelo ser algo abrupta tosca y muy graciosa, pero ella es mi equilibrio, con una sonrisa de ella basta para hacer lo que sutilmente me dice, nunca pensé amar de esa manera, pero quiero mas, aunque no sabía cómo hacerlo.

…..

Margot: pero a todo esto amor, me está preocupando Alexa, ya es mucho tiempo que no sabemos nada de ella.

-tienes razón, pero ya sabes cómo es, no tardara en regresar, ahora apurémonos que es tarde.

Margot: tienes razón, Raúl vamos.

Tomó su abrigo y caminamos los tres por la estrecha calle de la ciudad, abrí la puerta para que Margot pudiera entrar y cerrándola de inmediato antes que Raúl pueda pasar.

Raúl: siempre haces lo mismo.

-y tú siempre caes en la misma trampa, aparte me gusta ver tu nariz casi aplastada por la luna frente a ti.

Raúl: algún día la que estrelle contra esa luna serás tú.

Margot: ya vasta parecen niños discutiendo.

Raúl: ella comenzó.

-claro que no.

Margot: no digo, siéntense por favor y no hagan escándalo.

Raúl: pero aún es temprano, creo que caminamos muy deprisa, o tal vez Alba se quedó dormida.

-jaja como si no supieras que ella jamás llega tarde.

Raúl: siempre hay una primera vez para todo.

-para ella no.

Raúl: quieres apostar?

-hecho, a 10 dólares.

Raúl: vale.

Margot: bebe, vas a perder, Alba llegara a la hora de siempre.

Raúl: también quieres apostar?

Margot: claro que no, es cosa de ustedes entonces.

No pasaron ni dos minutos y Alba cruzo por la puerta, vi mi reloj y como pensé llego justo a tiempo, había ganado la apuesta, después de un rato llego Alexa, nos sorprendió bastante su actitud más aún porque había conocido una joven, en todo el tiempo que la conozco jamás la vi enamorada, y aunque alegre y coqueta yo sabía que llevaba dentro de ella una pena muy grande, tal vez el rumbo que había tomado su familia era lo que la hacía así, no conocía a ninguno que fuera fiel en su relación, desde su abuelo que tuvo dos familias, su padre que engaño a su madre, igual que sus tíos y primos, su predisposición, hacia que dudara de ella misma, pero la manera que en los últimos meces trataba de cambiar, me hacía creer por un momento que quizá pudiera ser la excepción de su naturaleza.

Talvez eran sus ojos por la luz que caía en ellos que los hacía notar más claros, caminábamos tomadas de la mano, siempre quise saber que ideas pasaban por su cabeza cuando miraba un punto en la distancia sin decir nada, se detuvo un momento voltio a mirarme y por deseaba vez me sonrió, para despedirse con una beso dulce y agitando su mano hasta cruzar al otra lado de la acera para entrar a su librería, mientras yo giraba sobre mi pie y suspirar para sacar la llave de mi bolsillos, faltaba media hora para que los trabajadores llegaran, así que acomode algunos papeles y prendí las luces de mi pequeña oficina, vi la relación de paquetes que llegarían ese día cosa me dijo que tendría mucho trabajo, eso en mucho era bueno el negocio que había emprendido hace dos años estaba creciendo muy rápido, obligándome a adquirir más trabajadores, por su parte Margot cumplió su sueño te poner su propia establecimiento de lectura como ella le decía un buen sitio donde no solo compras libros si no lugares donde puedes leerlos, hacia actividades de lectura y si las cosas marchaba como hasta ahora talvez podría ampliarse y abrir una editorial, pero había algo que me preocupaba, mi novia tenía algo no sabía que era, pero sus reacciones no eran las mismas, la dulzura y ternura eran parte de su persona, pues algo dentro de mí me advertía que cambiaria.

Ya era casi la hora de salir del establecimiento, fui a ver si Margot estaba lista para llevarla a su departamento, al entrar Paola una joven de pelo rojizo con un pirsin en la lengua saludo al verme.

Paola: hola Maca, bienes por la jefa.

-sí, ya está lista.

Paola: se fue a guardar algunos libros, y algún plan para hoy?

-no, porque?, quieres salir con nosotras, o talvez encontrarte con Alexa.

Paola: jaja, no gracias, lo de mi terroncito fue muy lindo pero debo voltear la hoja quien sabe si mi próximo capítulo encuentre otra protagonista.

- fuiste una de las pocas chicas con quien Alexa termino bien.

Paola: el secreto, es que siempre tuvimos las cosas claras, ella no se enamoró de mí y yo no de ella, las reglas fueron muy precisas, así que nadie salió dañada.

-no entiendo mucho esa clase de relaciones pero si ustedes están bien con eso, yo feliz.

Paola: amor, tú has estado mucho tiempo con mi jefa, y aparte de ustedes no han conocido a nadie más, eso a veces funciona, pero creo que les falto vivir, ya sabes no tan juntas.

-la amo y me ama así que creo que eso es suficiente.

Paola: no siempre querida.

Vi llegar hacia el mostrador a Margot, me observo apenas por un segundo para agacharse y tratar de acomodar más libros en la parte inferior de las repisas.

Margot: no me había dado cuenta de lo tarde que es, ve adelantándote que yo demorare un buen tiempo.

-tranquila yo te espero.

Margot: no es necesario, por favor solo ve.

-bueno como digas_ observe a Paola que alzo un poco los hombros que a igual que yo no entendía su reacción.

Prendí el televisor mientras ponía en el horno mi cena, espere unos segundos y lo saque, cambie de canal un par de veces sin interesarme alguno en particular, estaba a punto de alzar la cuchara a mi boca y el timbre sueno, a esta hora era raro de que alguien venga, al abrir vi a Margot frente a mí, me di la vuelta mientras le decía que pasara.

-no pensé que vendrías amor, pero pasa_ voltee para mirarla y antes que pudiera decir algo me beso.

Pero no eran esos besos tiernos y dulces que solía darme, si no que en cada uno de ellos sentía crecer una llama interior, me tomo del cuello mientras se deslizaba por los bordes de la chaqueta que traía para tratar de sacármela, se apartó por un instante para tomarme del pantalón aferrarse a mí.

Margot: desvístete_ volvió a juntar sus labios a los mis.

La que llevaba las iniciativas en la intimidad por lo regular era yo, pero nunca se había comportado de esta manera, siempre fue tierna y dulce y en nuestro lecho no faltaba eso, termino por sacarme la cafarena, para quitarse la de ella, parecía empujarme en cada momento hacia el sofá, hasta que termine por sentarme, se puso sobre mi y comenzó a moverse de adelante hacia atrás haciendo que mi cara se ponga frente a sus pechos, estaba algo atónita y no sabía muy bien que hacer, por un momento pensé detenerla y preguntarle que le pasaba, pero al ver la fogosidad en sus ojos y la forma en cómo se mordía el labio inferior, borro de mi cualquier acción contraria a la que debería hacer, termine por sacarse la ropa a igual que yo, comenzó a frotarse con mi pierna y podía sentir lo húmedo de su sexo, sus pechos fueron mi deleite y comencé a besarlos.

-vamos al cuarto.

Margot: no, siempre lo hemos hecho allí, aquí está mejor_ me beso mordiéndome_ te he traído un regalito_ se puso de pie para buscar en su bolso, al ver lo que traía me quede boquiabierta, en sus manos sujetaba un arnés muy exótico apuntado por un pene de plástico, regreso a mi lado para volver a ponerse sobre mi, luego de moverse por un momento me miró fijamente a los ojos, el fuego que vi hace un rato se apagó, ya ahora lo que miraba era desconcierto.

Margot: dios que estoy haciendo_ se paró y cogió algunas de sus prendas que estaban sobre el suelo.

-pero está bien, eres fascinante.

Margot: no se qué me pasa, yo no hago estas cosas.

-no logro entenderlo_ tome uno de los cojines para cubrirme lo poco que podía, me sentía de  alguna manera vulnerable y confundida_ sé que está pasando algo.

Margot: discúlpame Maca ni yo entiendo que me pasa últimamente he querido cambiar no hacer lo mismo, o bueno es difícil de entender.

-hablémoslo, si quieres podemos intentar cosas nuevas.

Margot: en serio?

-claro podemos hacerlo, pero tendrías que decírmelo antes, para no quedarme semi desnuda tapándome con un cojín y sintiéndome como una colegiada inexperta_ sonreí lo mas que pude para que note que estaba bromeando.

Margot: jaja claro amor lo are, por ahora te parece si nos acomodamos abrazaditas viendo la televisión.

-me parece una estupenda idea, pero por ahora me pondré algo de ropa.

Termino por quedarse dormida entre mis brazos, la amaba así como sabía que ella a mi pero tendría que hacer nuevas cosas, ya hace un tiempo había sentido la relación monótona, talvez tantos años juntas hacia todo más común y la forma en que me miro con tal lujuria en sus ojos me hizo suponer que esperaba más de mí, pero podría hacerlo??.