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Cuando te recuerdo 9

en Lésbicos

CUANDO TE RECUERDO 9

En los días siguientes ya no habían pesadillas en su lugar me despertaba por algunos antojos de Hilial, a quien se le ocurre levantarse a las tres de la mañana y pedirme sandia, cebiche (plato hecho de pescado crudo algunos mariscos camote y cebollas en rodajas) tamales o alguna otra cosa que se me era imposible conseguir, determine por tener la nevera repleta de frutas, verdura y demás carnes para tener alcance de prepararle lo que me pida, casi no dormía y las veces que lo hacia ella se acurrucaba en mis brazos, esa era una de las cosas  que me gustaba, la distancia entre ambas casi había desaparecido, fue hasta que llego mi casi suegra que anuqué no me portaba mal se podría  decir que me puso en mi lugar .

Tuve que acompañar a Hilial a recoger a la señora aunque casi señorita Catalina  More de la fuente y Sotelo mi tía suegra,  en el aeropuerto Hilial estaba nerviosa , habíamos dejado la casa casi perfecta nada fuera de su respectivo lugar, aunque ella se quejase de los colores del esquinero de la sala, decía que las luces tenues de alguna manera no iban con el reflejo del sol no entendí nada de lo que trataba de explicarme, era lógico que supiera de esas cosas pues su tía era diseñadora de interiores por eso ella sabía de esos temas, cuando al fin el avión en que llegaría aterrizo la vi, era totalmente distinta a lo que me magine en lugar de una señora mayor y de porte tranquilo y pasivo, vi a una mujer de no más de 35 años bien vestida de porte elegante sensual y muy hermosa era muy parecida a Hilial yo diría que podía pasar tranquilamente como su hermana mayor, nos acercamos ellas se saludaron con dos besos en la mejilla y un fuerte abrazo ni por un momento voltio a verme.

Catalina: mi hija mírate, el embarazo te ha hecho aún más hermosa, tienes tanto que contarme tienes nauseas antojos, quiero ver la foto del bebe?

Hilial: todavía no tenemos foto, y los antojos son un caos pero Leila me los cumple todos.

Catalina: como que no has ido a la obstetra?

Hilial: no.

Catalina: hija debes ir a verte y también a tus controles pre natales, no es posible que tu esposa no te haya llevado aún_ creo que se olvidaba que podía oírla.

-ya hemos pedido cita con la doctora y la voy a llevar, como está usted?_ no es que este molesta, okey si me disgusta que hablan de mí y que luego me ignoren.

Catalina: el viaje fue horrible como siempre, pero ya estoy aquí eso es lo importante, bueno nos vamos.

.-claro, permítame_ cogí su maleta y me dispuse a  llevarla al auto Hilial paso al frente junto a su tía conversando y riendo, Dios esta mujer que carga que casi me parto en dos intentando jalarla, en el camino intente concentrarme en la carretera de vez en cuando Hilial me miraba como queriendo pedir disculpas por la actitud de su tía yo solo le regalaba una sonrisa, cuando llegamos miro con detenimiento los adornos y cuadros.

Catalina: está muy lindo, tiene tu toque Hilial, aunque el color de ese esquinero no da con el contraste de la sala en sí.

Hilial: lo sé, sabía que lo notarias_  pero si es solo un esquinero pero en fin ellas se entienden.

 -debe estar algo cansada, permítame llevarla a su habitación.

Catalina: por qué tan formal Leila, donde cenaremos hoy?

-donde quiere ir?

Catalina: donde mi gran amigo Jose Carlo.

-y donde queda eso?

Hilial: es el dueño del restaurant  La Voice,  hace tiempo no vamos le dará gusto vernos en especial a mi tía_ su sonrisa de complicidad y que la  señora Catalina se ruborice me hizo suponer que había algo entre ellos.

Catalina: bueno, bueno, nos quedaremos aquí paradas o se irán a cambiarse.

-pero si así estoy bien_ me mire, traía unos jeans y una blusa de mangas largas.

Hilial y Catalina se miran y sonríen.

Hilial: mejor vamos a cambiarnos_ me tomo de la mano y subimos las escaleras.

Entro a la habitación me busco un traje lo puso sobre la cama, cogió unas toallas me las dio y señalo la ducha.

Hilial: ve y toma un baño.

-acaso huelo mal?.

Hilial: no es eso, por favor si?.

Le sonreí, no suelo demorarme mucho cambiándome, solo lo normal para una chica, al terminar decidí esperar en la sala mientras ellas terminaban de vestirse.

Catalina: estoy lista, que tal me veo?.

-aaahh… muy bien_ traía un vestido conche vino el pelo recogido, se veía muy guapa  

Catalina: y Hilial, todavía no baja?

-no, seguro no tarda.

Catalina: hay estas, ahora si nos podremos ir._ sigo su mirada y veo a una Hilial bajando por las escaleras no es necesario decir que se veía hermosa el vestido morado que le quedaba hasta la rodilla con pliegues largos, su cabellos suelto esas ondas que adornan su sonrisa, puedo decir que todo lo veía en cámara lenta sin poner atención a mi suegra quien me hablaba.

Catalina: leila, leila despierta, hay hija porque no cierras la boca?

-perdón me hablaba?

Catalina: no es necesario preguntarte que tal se ve Hilial, tu cara lo dijo todo.

-yo…  en realidad se ve hermosa.

Hilial: gracias_ por Dios esa sonrisa, que me ocurre cuando me mira y sonríe tiemblo y por un momento pierdo el  control de mi misma, nunca había sentido algo así.

Catalina: por favor muchas miraditas, demasiado romanticismo para mi gusto, vamos chicas que se nos hace tarde.

-si es un restaurant muy conocido, no necesitamos tener reservación?

Catalina: que? Claro que no, somos clientes preferenciales, ya verás.

Les abrí la puerta para que entraran al auto, mientras conducía, no podía dejar de mirar a Hilial, cuando converse con mi hermana acerca de mi relación con Hilial, ella dijo que me traía loca y sabia como convencerme, que las cosas con ella nunca eran iguales que los juegos entre nosotras eran constantes, que era muy sensual y coqueta conmigo, aunque desde que sucedió lo del accidente no ha hecho algo así, pensándolo bien en los últimos días suele mírame de una manera diferente.

 Hilial: aquí es.

Me detuve le di las llaves al muchacho que nos dio la bienvenida  amablemente, al llegar a recepción Catalina saludo a la señorita que parecía conocernos, sin decir más nos llevó a la mesa que se encontraba en un lugar apartado y más tranquilo, mi suegra a cada momento miraba a los lados como esperando a alguien, al rato aparece un caballero de porte fornido sin exagerar, le sonríe y ella no tardó en responder.

-hermosa, me da mucho gusto verte_ al parecer Hilial y yo no existíamos.

Carolina: mírate Jose Carlo si sigues igual de guapo.

-chicas, me da mucho gusto verlas por aquí._ por fin.

Hilial: igualmente disculpa por no venir antes, pero el lugar sigue lindo igual que siempre.

-gracias, aunque he pensado rediseñarlo, hacer un cambio total y ya que tu linda tía está aquí me dará algunas ideas.

Catalina: pero porque solo algunas ideas si yo misma me puedo encargar del diseño, claro siempre y cuando tu estés de acuerdo.

JC: te vas a quedar _ dijo muy emocionado por poco y se pone a dar de brincos.

Catalina: si, y ahora es definitivo.

La miel que derramaban al mirarse me empalagaba, por algunos segundos el silencio fue incómodo.

-y…. cuál es la especialidad de hoy?_ si no hacía nada, por ellos quedarse viéndose toda la noche.

JC: si claro disculpen, pero permítanme sorprenderlas y servirles a mi criterio.

-bueno me parece buena idea.

Hilial: estupendo, me encantan las sorpresas.

Catalina: como tu desees, siempre y cuando nos acompañes.

JC: okey, si me permiten ya regreso con los platillos.

Catalina se le quedo prendida como si flotara en una nube, me acerco a Hilial y le pregunto en voz baja.

-que hay entre JC y tu tia?

Hilial: es una larga historia.

-no me puedes contar la versión corta.

Hilial: jaja bueno, se conocieron desde niños, fue su primer amor, hasta que me tía tuvo que mudarse, se volvieron a encontrar pero mi tía estaba casada, pareciese que su amor no se concretaría, tiempo después se separó de su esposo pero sucedió lo del accidente de mi mamá y toma la responsabilidad de cuidarme, para eso JC viajo a Europa a estudiar Gastronomía, cuando regreso mi tía se volvió a casar y viajo a España, aunque según se, nunca han dejado de estar en contacto, y por lo que vez se siguen queriendo.

-sí que es una historia corta y en términos de tiempo es todo una vida.

Catalina: de que están hablando?

Hilial: de nada tía, solo me preguntaba con qué nos sorprenderá JC.

Al rato JC regreso con unos platillos exquisitos, la cena fue estupenda realmente es un gran chef y muy divertido,  aunque los coqueteos entre ellos eran constantes, Hilial y yo nos reíamos de sus sonrisitas de “amor”, al terminar JC se ofreció a llevar a Catalina a la casa, Hilial no podía dormir por más que se acurrucaba en mis brazos.

-qué pasa?

Hilial: mi tía aún no regresa.

-tranquila, ya no es una niña, aparte no creo que la esté pasando del todo mal.

Hilial: oye  es mi tía, me cuesta imaginarla en esas cosas, hay no!!

-ya te la imaginaste jaja, ya regresara aparte JC parece un buen tipo.

Hilial: lo es, ya sabes es prácticamente mi madre, me preocupo  por ella es normal.

-lo sé, pero debes descansar no es bueno para él bebe.

Se acerca y me da un beso en la mejilla sonríe y se recuesta en mi brazo.

-y eso por qué fue?.

Hilial: porque te preocupas por mí y nuestro bebe.

-bueno aa.. hablando de eso me olvide decirte mañana tenemos cita con la Ginecóloga.

Hilial: creí que era de aquí cinco días.

-sí, pero converse con ella para que sea lo antes posible, quiero saber cómo va el embarazo.

Hilial: me parece muy bien, pero mañana quede con mamita para almorzar en su casa, como le conté que mi tía iba a venir y sé que se llevan muy bien, nos invitó.

-hablaste con mi mamá?.

Hilial: si, y dice que la llames que no seas una hija ingrata.

-jaja si debería ir  visitarla, pero podemos ir luego de la cita.

Hilial: claro le avisare a mi tía.

Luego de un rato por fin pudimos dormir, por la mañana levante a Hilial, ya había pedido permiso al ing para faltar, después de desayunar nos dispusimos a salir no quise despertar a Catalina, asi que le dejamos una nota en la mesa.

No tardaron mucho en atendernos, el decorado en el consultorio era muy ameno parecía un jardín de niños, todo colorido y alegre, luego de hacernos algunas preguntas preparo a Hilial para una ecografía, en la pantalla apenas y veía manchas blancas.

Ginecologa: muy bien, aquí esta, mide 6.5 cm un peso de aproximadamente 18 a 20 gramos y tienes 3 meces por lo menos, aquí está su cabecita y sus extremidades _ poco a poco y con mucho esfuerzo pude distinguirlo, el corazón se me detenía, verlo así tan indefenso no miento al decir que mi mundo se me voltio aunque ya estaba de cabeza desde hace mucho, pero esta vez fue diferente, me llene de emoción y alegría sentía algo que no logro expresar con palabras, tome la mano de Hilial, como algo tan pequeño se puede convertir en tu todo.

Hilial: como se encuentra él bebe doctora?

Ginecologa: en general muy bien, los primeros meces debe cuidarse y evitar los disgustos, y sentirse tranquila, puede seguir con su vida normalmente te voy a programar una cita de aquí un mes, mientras transcurra el tiempo, las citas se harán más seguidas, le voy a dar una dieta nutritiva y unas cuantas recomendaciones.

Al salir del consultorio fui directo a una libreria para ver si encontraba algo de interés, hay una gama total de libros sobre qué hacer antes durante y después del embarazo, luego  fuimos a recoger a su tía de Hilial para ir al almuerzo con mis padres.

La relación de las suegras por así decirlo, era de lo mejor, entre bromas se contaron las ultimas cosas que habían hecho o los proyectos que tenían, luego del almuerzo salí un rato al jardín y vi a Hilial quien se balanceaba en el columpio en el que de niña solía jugar.

 -en que piensas?

Hilial: no tienes miedo?

-a qué?

Hilial: a todo, como criar al bebe, al nacimiento, noce.

-la verdad estoy aterrada, pero sé que lo aremos bien no somos las primeras personas en tener un hijo, pero lo único que sé, es que lo amaremos, cuidaremos, tal vez nos equivoquemos y es lo más seguro, pero sabrá que puede confiar en nosotras.

Hilial: gracias.

-porque?

Hilial: por estar con migo en todo esto.

-al contrario gracias por permitirme estar en este momento contigo, verlo hay tan pequeño e indefenso me hizo entender que soy afortunada en tenerlos en mi vida.

Hilial: sabes a qué me recuerda este  lugar.

-a qué?

Hilial: fue aquí donde por primera vez me dijiste que me ambas.

-en serio?

Hilial: si, bajo este mismo árbol que te vio crecer, me diste el beso que aun guardo en mi memoria.

La mire no sé qué me llevo a hacer lo que hice, la tome de las manos, la levante del asiento la mire mis palpitaciones se aceleraban, mis manos temblaban me acerque lentamente casi tocaba sus labios, espere un momento y nos fundimos en un beso, fue algo tierno, escucha canticos a mi alrededor si no me sostenían hubiera podido volar, cuando nos separarnos sentí que mi alma volvía a su lugar, gire a un lado y en la puerta se encontraban mis padres y Catalina observándonos con una mirada cómplice, se retiraron algo avergonzados.

Nos reímos y decidimos no hablar del tema, los días se hacen más cortos, y es que con mi suegra en la casa y el trabajo intento disfrutar al máximo el tiempo con Hilial, fue hasta que una tarde que regrese a la casa que me daría cuenta de algo que sabia pero que no quería decir.

-buenas.

Hilial: Leila, te presento a Manuela una amiga de la Universidad.

Manuela: mucho gusto_ su saludo no me convenció, su mirada fue algo retórica, en el momento de darle la mano  la apretó de tal manera que creí escuchar el tronar de mis dedos.

-iigualmente_ me solte como pude Hilial se dio cuenta de la tencion entre nosotras.

Hilial: Manuela vino a visitarme.

Manuela: si, me entere que está embarazada felicidades.

-gracias estamos muy contentas.

Manuela: me lo imagino, que una mujer como Hilial te de un hijo es lo mejor que le podría pasar a cualquiera.

-concuerdo contigo.

Manuela: bueno me retiro, fue un gusto volver a verte hermosa, vendré mas seguido a visitarte, y divertirnos como antes_ se acerca a mi esposa le da un beso muy cerca de los labios que duro más de lo debido_ adiós Leila.

-cuídate.

Hilial: te acompaño_ se retiraron.

Cuando Hilial regreso me le quede mirando.

Hilial: que?

-nada, … conque divertirnos como antes?

Hilial: bueno siempre nos llevamos bien.

-claro_ me retire a la biblioteca alegando que tenía trabajo pendiente pera la verdad era que estaba molesta, esa está loca, coqueteándole en mi cara, creo que sucedió  ESTOY ENAMORADA DE MI ESPOSA.