Has venido desnudo, la habitación en la que estas es oscura, solo iluminada por los focos que te deslumbran.
No puedes verme, no eres digno de verme.
Te ordeno que te pongas de rodillas, en ese momento pongo mi pie sobre tu cabeza.
Pregunto quien eres.
Ahora tu responde.
Un latigazo golpea tu espalda, el dolor recorre tu cuerpo como una descarga.
Vuelvo a preguntarte quien eres.
Ahora responde, hazlo bien.
Muy bien, acaricio tu espalda con mi latigo ¿notas como el cuero te acaricia? Su tacto da tanto dolor como placer.
Debes tener hambre, he tirado los restos de mi comida en un plato para perros con tu nombre, come de el.
Aprovechando que estas de cuatro patas, voy a limpiarte tus intestinos con una lavativa.
Ya sabes que soy muy bruto metiéndote el tubo y echar dentro de ti el agua a presión ¿muy caliente? ¿muy frio?.
Te pongo un collar de perro, vamos a pasear por la calle, ve siempre a cuatro patas.
Golpeo rabiosamente tus nalgas con mi latigo para que sepas lo que te espera si no obedeces.
¿notas el frio de la noche? Tranquilízate, te dare calor.
Una amiga se ha traido a su perro pastor alemán, te está oliendo el trasero.
Se levanta y te monta.
Mientras te conviertes en la puta del perro, yo estoy hablando animosamente con la dueña del can mientras vemos como te montan.
Cuando terminen de montarte, lameras del suelo las gotas de semen que se te caigan de tu agujerito, hazlo con ganas.
La chica me anima a que te maltrate, te doy con el latigo, una y otra y otra vez.
Después de esa sesión donde mi amiga se ha masturbado ante tu dolor, te llevo a casa, allí te trato las heridas de mi latigo ¿no querrás que se infecté? ¿no?
Te pongo de rodillas y con agujas esterilizadas atravieso tus pezones, tiro de un hilo de pescar que he atado a tus genitales para que vengas de rodillas hasta la cocina, iba a prepararme un pulpo a la plancha ¿sabes como se ablanda el pulpo? Golpeándolo contra una superficie solida, meto el pulpo en la bolsa de plástico y te golpeo la espalda con el pulpo ¿sientes los golpes? ¿sientes la carne que se ablanda en cada impacto?
Mereces un premio por tus servicios, limpio tus intestinos con otra lavativa, preparo tu agujerito para penetrarte analmente.
Golpeo tus nalgas con fuerza mientras te golpeo las nalgas con saña, escucho tus jadeos como música para mis oídos.
¿notas como lleno tu agujero de carne? ¿notas como mi leche te rellena los intestinos?
Me como mi plato mientras tu estas debajo de la mesa limpiándome la verga que tu has ensuciado con tus intestinos, te ordeno que vengas conmigo usando el hilo de pescar atado a tus genitales.
Te pones a cuatro patas mientras uso tu espalda como asiento y veo la televisión, fumo mis puros con placer, apagándolos en tus nalgas, apretando con fuerza el puro contra tu carne.
Miro el reloj, es hora de que te vayas, pero te ato a una silla.
Es el castigo por las cosas malas que vas a hacer o decir de mi mientras no te veo.
Mientras estas atado a la silla, te penetro con el falo de plástico más grande que tengo.
Cuesta entrar, pero empujo con fuerza, abriendo tu agujero, rompiendo las paredes de tu agujerito.
Cuando lo tienes todo dentro, te golpeo con el latigo, una y otra y otra y otra vez.
Cuando termino la sesión, te llevo al cuarto de baño, allí te enjabono, notas como mis manos limpian tus heridas, como acarician tu verga, te masturbo mientras te sodomizo con mis dedos.
Cuando te corres, te seco con suavidad, te acompaña la puerta y me despido de ti.
Antes de salir te doy un beso
Suerte esclavo.