Maria estuvo a punto de sacar de sitio sus pulgares, para escapar de las esposas y romperle el cuello a Eva, pero está apareció ante ella mientras le decia.

-he de hacer una llamada.

Lentamente se puso sobre Maria, puso el telefono movil en la velluda concha de Maria y lentamente lo introdujo dentro de ella.

Toco el telefono inalambrico, el movil respondió vibrando.

-mmmmmm – respondió Maria.

-¿policia? He atrapado a una ladrona que me ha robado el movil, ¿Qué tengo derecho a recuperarlo? ¿Qué he de registrarla para ver si me ha robado algo mas? Ok.

Miró a los ojos de Maria y está le respondió con una sonrisa.

-tengo el botin bien oculto, señorita.

Eva acarició el vello de Maria.

-si, habra que despejar tu “escondite”

Eva fue al aseo y cogió espuma y una navaja de afeitar, llenó de espuma el vello de Maria y le enseñó la navaja.

-he visto que tienes un gato siames tatuado en tu espalda, muy bonito.

-significa que pertenezco a una banda ¿no creeras que voy sola?

-¿me diras donde está tu banda? Ladrona.

-obligame – dijo Maria sonriendo.

Eva volvió a llamar, el movil volvió a vibrar en el interior de Maria y la navaja de Eva empezó a rasurar.

Maria luchaba contra el instinto de supervivencia que habitaba en ella por la navaja de su amiga.

Suave y relajadamente, el vello desaparecia bajo ej filo de la navaja, su concha se volvia calva, el filo recorria las ingles, los labios mayores de la chica del este.

-¿no me hará daño? Señora policia – dijo Maria con voz sexy.

Los dedos de Eva acariciaron la concha de Maria mientras le hacia otra llamada a su movil, los dedos traviesos de la española acariciaban con suavidad y pasión.

-¿sabes como castigo a las ladronas malas como tu? – dijo Eva cogiendo suavemente uno de los pechos de Maria.

-n-no ¿q-que?

-lo sentiras en tus carnes – dijo Eva mientras sacaba suavemente el humedo movil de dentro de Maria.

-vaya, mira que tenias oculto, habra que mirar más a fondo – dijo Eva introduciendo los dedos dentro de Maria mientras lamia uno de los pezones de la croata.

-n-no ah, encontraras, mmm nadaaaaahhhh – dijo Maria desafiante sin bajar la sensualidad de su voz marcada por su accento.

-eso ya lo veremos – dijo Eva metiendo más a fondo sus dedos dentro de la croata, recorriendo el humedo y ardiente interior.

Mientras la siniestra de Eva estaba hundida en la matriz de Maria, la diestra de la española apretaba los pechos de la croata, mordizqueando sus pezones, acariciandolos con suavidad.

Maria puso sus ojos en blanco y su cuerpo perdió el control entre temblores mientras tiraba de sus esposas con fuerza.

Eva miró el sudoroso cuerpo de Maria, jadeando, con un sensual olor a mujer, aprobechó que estaba atada para voltearla y acarició las nalgas de Maria, duras, firmes.

La mano de Eva dio una cachetada a las nalgas de Maria, la cual, soltó un gemido.

Luego otra.

Y otra.

Y otra.

-no seré mala, liberame poli mia – decia Maria suplicante.

El dedo de Eva acariciaba el ano de Maria, la cual gritó un no mientras tiraba a Eva en el suelo.

Eva cayó de la cama y miró a Maria, la cual se disculpó.

-p-perdona pricesa, pero, y-yo, soy virgen de ahí.

-¿no digiste que habia que probar de todo? – dijo Eva con una sonrisa diabolica.

Maria respiró hondo, relajó su esfinter y notaba como algo humedo y suave le tocaba su agujerito, la lengua de Eva recorria su esfinter, humedeciendolo.

-que limpia estas – dijo Eva con un susurro.

Algo duro entraba en su agujerito dandole un respingon a Maria, el dedo de Eva recorria el interior del ano de Maria, al mismo tiempo, varios dedos acariciaban la concha de la croata.

Maria soltaba palabras de amor, pero Eva no pudo entenderlas porque lo decia en lengua eslava.

Eva tenia ambas manos ocupadas en la croata, una en su concha, la otra en su culo, veia como sudaba, como suplicaba en croata que la abrazase, que le frotase los pechos en los suyos  hasta que gritó en un violento orgasmo.

Las palabras te quiero en croata salieron de la boca de Maria con mucho amor, aunque Eva no supiera su idioma, sabia que queria decir, desató a Maria y esta se abalanzó sobre la española, la cual, quedó indefensa ante el bombardeo de besos que los labios de la mujer del este usaba para recorrer el cuerpo de la madre, senos, caderas, cuello, ombligo, concha, nalgas, nada podia salvarse de aquel despiadado ataque amoroso, los poderosos brazos de la asaltante rodeaban el cuerpo de su victima con fuerza como si fuera el mayor diamante jamás existido.

Los dientes de Maria mordizqueaban los labios, la lengua y los senos de Eva, se separo de ella momentaneamente para mirar sus ojos, quedó paralizada, porque sus ojosse veian más hermosos, más dulces.

Unos ojos que indicaban que empezaba a vivir.

Maria no pudo evitar besar con mas pasion a Eva, la cual le sorprendia ese arrebato de pasion, una pasion que no podia competir, solo podia dejarse hacer, sentir esa lengua recorriendo su cuerpo, sus piernas separarse y notar como la cara de su amante se hundia dentro de su concha, lamiendo, explorando su interior.

Eva se agarraba a la cama clavando las uñas, el fuego de su interior era tal que parecia que le consumia el interior, el fuego se escapaba a traves de su boca en forma de gemidos, notó como la concha de Maria se juntaba con la suya y se frotaron entre si, sus clitoris chocaban entre si con fuerza, casi con violencia.

El cerebro de Eva no podia soportarlo más, de modo que se desmayó del placer.

Maria miraba a Eva, inconsciente por las fuertes sensaciones que recorrieron su cuerpo, tapó su cuerpo con las sabanas y le dio un beso en los labios, la miraba, no podia dejar de mirarla, pero sobretodo esa mirada viva que tuvo hace un momento, una mirada que no vio jamas.

Tenia que irse, llevarse el dinero, las joyas, pero ella, ella… tenia que llevarsela tambien, tambien a su hija, si, una familia feliz en croacia, ella se haria mercenaria en blackwater, estaria lejos de ella, pero cuando tuviera un permiso, irian a las playas de croacia, en el mar adriatico, bajo la luz de la luna mientras Sofia durmiese, le haria el amor una y otra vez, pero ella nunca iria, nunca dejaria al imbecil de su marido.

A menos que….