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La asaltante 1

en Lésbicos

Una figura enmascarada armada con su Ak accedia a un chalet.

Maria, no podia ocultar su bello cuerpo enfundado en su traje de combate, fue una combatiente en la guerra balcanica, pero la miseria en su pais y la practica falta de oportunidades la obligaron a usar sus habilidades para fines ilicitos.

Entraba en cualquier casa que pareciera buena, dormia a sus habitantes con gas, usaba pectoral sodico para sacar las combinaciones de las cajas fuertes y si no funcionaba, su entrenamiento militar y su experiencia en interrogatorios hacian el resto.

En primer lugar llenó los dormitorios de gas, dejandoles dormidos a sus habitantes.

Luego, amartilló el arma y entró sigilosamente en la casa, una buena casa, sin duda con joyas y piedras como la de aquel joyero.

Abrió una puerta, la habitacion de la niña, una niña de 6 años, se acercó a la niña, se parecia  a su sobrina Olga, que murió en sus brazos durante la guerra.

Varias lagrimas salieron de los ojos de la asaltante al sentir el recuerdo invadirla, acariciaba los cabellos de la pequeña, pero habia un detalle que le atraia la atencion.

La habitacion no era alegre, apenas habian juguetes y la niña agarraba con fuerza su peluche, como si le protegiera.

No era lo normal en las casas que “visitaba”.

Entró en el dormitorio, una mujer, joven, de  20 años, cabellos largos, labios finos, nariz respingona.

Unas gotitas de intimo rocio se huntaron en sus bragas, Maria se sentia atraia por las de su mismo sexo, se quitó un guante, no era muy profesional, pero la tentacion era grande.

Acarició los cabellos de la joven con la misma suavidad que una mujer tocaba las cuerdas del arpa, suaves, pero carentes de brillo.

Cogio la barbilla de la joven para verle mejor la cara, entonces vio algo que la enfureció.

Un moraton en el ojo y la marca de una bofetada.

Tiró suavemente de las sabanas y descubrió despacio el cuerpo de la joven, le gustaba su cuerpo, pero se fijó en sus heridas.

Sus pechos firmes y juveniles, unos pechos que harian que Maria se lanzase a por ellos, tenian marcas de quemaduras de cigarros, su cintura de avispa, el deseo que probocaba esa cintura era eclipsado por unos moratones en el estomago, patadas, sus torneadas y bellas piernas estaban llenas de latigazos.

Maria oyó un coche, se puso al lado de la puerta del dormitorio mientras preparaba su Ak.

Al abrirse la puerta de la casa, una voz masculina gritó.

-¡EVAAAAAAA! ¡¿DONDE COÑO ESTAS?! ¡¿COMO ES QUE NO RECIBES AL QUE TRAE EL DINERO EN LA CASA?! ¡VEN AHORA O ASUME LAS CONSECUENCIAS!

Uno de los motivos por lo que Maria era lesbiana, los hombres como ese, cuando entró en el dormitorio se lanzó hacia la chica, levantó el puño y Maria agarró el puño y puso el cañon del Ak en la nuca.

-felicidades, ha ganado el sorteo de un asalto, ahora le dire que ha de hacer, relajarse o ra ta ta, sentarse en una silla o ra ta ta, dejarse atar o ra-ta-ta y decirme la conbinacion o ¡sorpresa!.

-¡¿sabe usted quien soy yo?! – dijo el hombre.

Maria golpeó en la nuca del hombre con la culata del rifle, las Kalashnikovs son los mejores rifles de asalto, pero Maria y muchos que ella conocia que llevaban Aks preferian usalas como arma contundente, tienen esa culata de madera tan solida.

Arrastró el cuerpo del hombre a una habitacion especial, parecia a proposito para martirizar a Eva, aislado, insonorizado, cadenas y latigos y demas juguetes.

Desnudó al hombre, lo encadenó de manos colgandolo.

Era fuerte, de unos cuarenta y pocos, podria ser el padre de la chica, tenia buena musculatura y un pene algo mas pequeño que la media.

Maria dio un puntapie en los testiculos del sujeto para despertarlo.

-p-puta, no sabes con quien te metes, cuando acabe contigo, alquilaras tu coño por 1 euro.

Maria sacó una bayoneta y la puso en su rifle, apuntó el filo de la bayoneta en los testiculos del hombre.

-pues como no me des el codigo y la localizacion de tu caja fuerte, vas a cantar muy agudo – dijo Maria.

El hombre se orinó encima y Maria le hizo un corte en la ingle.

-vaya, queria cortartelas, pero son tan pequeñas que no he acertado ¿otro intento? Vaya, he fallado otra vez, a ver ahora, mierda, necesitaria un microscopio – decia Maria riendose mientras seguia cortando al lloroso hombre.

El hombre cantó como un canario las combinaciones de su caja fuerte principal, la de detrás del cuadro y la de debajo de la baldosa.

-¿para que sirve esto? – preguntaba Maria señalando un instrumento de tortura antes de aplicarselo al hombre, solo por pura diversion.

 

La mañana siguiente, Eva se levantó, miró su reloj, ¡eran las 10! ¡se quedó dormida! Temerosa por los castigos que le hara su marido se levantó, pero un temor mayor se apoderó de ella ¡su hija! ¿y si…

Fue corriendo y vio que su hija todavia dormia en su habitacion, respiró aliviada, fue a la cocina, ahí estaba, leyendo el periodico, no le veia la cara.

-cariño, siento haberme dormido, quiero compensartelo – dijo maria llena de terror.

Se desnudó mostrando un cuerpo entrenado para ser siempre bello a los ojos de su marido, un cuerpo que siempre ocultaba a los demás estando cautiva en casa, totalmente depilado, suave, sin ser gorda ni musculosa, como una de las ninfas de los mitos griegos, su pelo rubio le llegaba hasta las rodillas y sus ojos verdes podrian ser hermosos, pero le faltaban una cosa.

El brillo de la alegria que tanta belleza le dieron en sus ojos.

Se metió bajo la mesa, acarició suavemente las piernas de su marido con sus manos y sus pechos ¿Qué raro? Parecen más suaves y su trasero es más respingon, más redondo.

Empezó a lamer la entrepierna de su conyuje, no por deseo, sino por miedo al castigo, no mostraba ereccion, eso la aterraba, le diria que es culpa suya y la castigaria con crueldad.

Le bajó la cremayera para sacarsela y chupar y… ¿una concha?

-mmmm esto es un desayuno, sigue preciosa – dijo Maria con su marcado accento de ciudadana  del este.

Maria se levantó asustada, pero se golpeó la cabeza con la mesa, haciendo que se quejase de dolor, Maria apartó la mesa descubriendo la mujer, su miedo ante esa posible nueva amenaza que portaba una pistola y un rifle.

-tranquila, tranquilaaaaa, si te portas bien, no pasara nada, sientate, respira hondo – dijo Maria.

Eva, se sentó asustada, la mujer que estaba ante ella tenia facciones afiladas, unos intensos ojos azules y pelo corto militar rubio blanco.

-¿mama? ¿Quién es esa mujer? – dijo la niña.

Eso angustió a Eva, pero Maria dijo.

-tu tia Marrrria que ha venido desde Croacia – dijo Maria marcando su accento del este.

La niña no parecia convencida, pero Eva dijo.

-si Sofia, es tu tia, que ha venido ha hacernos una visita.

-¿papa? – preguntó la niña aterrada.

-el  salirrr a hacerrr trabajo urgennnte, en otrrra ciudad, no saberrr cual, el no decirrrr – dijo Maria.

-mama llego tarde al cole – dijo la niña asustada.

-ahora te…

-¡mi ir con vosotrras! Asi mostrarrrme la ciudad – dijo Maria.

Eva ayudó a vestir a Sofia y luego se fue a cambiarse, a maquillarse.

-¿llevas mucho tiempo con ese imbecil? – preguntó Maria.

-es el marido que me merezco – dijo Eva mientras se maquillaba el ojo morado.

-nadie se merece basura como el – dijo Maria.

-de joven, cometi un error y me quedé embarazada, mi familia me dijo que era una fulana y me echaron de casa, tuve a Sofia y queria darle un padre, entonces…

-pensabas que era un hombre maravilloso y en realidad era un monstruo – interrumpió Maria. – por cierto, esa ¿Sofia? Para ser un error es encantadora.

-si, yo… no tenia que pensar en ella asi, soy mala, una basura, yo merezco que me traten como tal… - dijo Eva rompiendo a llorar.

-Maria la abrazó acariciando suavemente sus pechos mientras decia.

-no eres mala, he visto como proteges a tu nena, acompañemosla ¿las llaves del coche?

-¿Cómo sabes que no se conducir? – preguntó Eva.

-tirania basica, si quieres manejar a un pueblo, impidele el conocimiento y sera manejable – dijo Maria.

-¿me? ¿me estas modiendo el cuello? ¿me…? – preguntó Eva sintiendo los dientes de Maria morder suavemente su sensual cuello de cisne y sus pezones suavemente pellizcados por la eslava.

-tenerrr razon, antes dejemos a Bulgaria, en el colegio, luego proseguire con el trabajo.

-¿Bulgaria? – preguntó Eva.

-Perdon, Sofija, se llama igual que una ciudad importante del este, y no te pongas esto.

-pero mi marido…

-tu marido abre la boca para comer mi mierda, ponte esto, no lleves ropa interior, ni bragas ni sujetadores, solo este camison con falda.

-no puedes hacer esto.

-da, si que puedo – dijo Maria sonriendo.

Llevaron a Sofia al coche, los rayos del sol sorprendieron a Eva, estuvo quieta, protegiendo sus ojos enfundados en gafas tintadas, sintiendo el calor de los rayos acariciando su cuerpo transparentando su cuerpo  a traves de la ropa.

Maria sonreia ante esa vision, los paises con sol deberian ser conquistados solo por eso, cuando subieron, Maria le contaba cosas sobre Croacia, su patria.

Cuando la dejaron, en el cole, ambas mujeres le dieron un beso y se fueron, Eva, sumisa, estuvo callada.

-que aburrida eres, di algo – se quejaba Maria que conducia.

-¿nos mataras? – preguntó Eva.

-tu marido, si se pone chulo, si, tu… deberias ser buena anfitriona, enseñarme tu cama.

Eva hizo una mueca de asco.

-puedo hacer que tu marido muera, fin de los problemas – dijo Maria sonriendo.

-¡NO! ¡TE LO SUPLICO! ¡NO LO HAGAS!

Maria, sorprendida, frenó, miró a la asustada Eva con sorpresa, ¡deberia estar alegre por que ese imbecil se muera!

-a ver, preciosa, ¿Qué significa esto de que no quieres que muera? ¿algo religoso o algo asi?

-el trae el dinero a casa, yo no trabajo, no se hacer nada, solo dar placer y tareas domesticas.

Maria, la cogió de los cabellos, pero no tiró de ellos, contuvo su ira en el ultimo momento, respiró hondo y viendo que Eva se protegia de forma instintiva, dijo acariciandola.

-perdona mi reaccion, no soporto a la gente que se rinde, que asume la servidumbre como su unica opcion, gente cobarde que se refugia en una vida humillante porque cree que no valen para nada – dijo Maria acariciando el rostro de Eva, su mano bajaba lentamente a su cuello para pasar a su busto y a su pechos.

Eva apartó la mano de Maria y le dijo.

-coge lo que quieras y dejanos.

-ok Eva, pero antes desayunaremos, no es conveniente trabajar saltandose la comida mas importante del dia.

 

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