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El primer amor

en Erotismo y Amor

Un chico se pone de rodillas pidiendo clemencia, su cara ensangrentada era fruto de una paliza que le dio la chica que estaba frente suyo.

Se llama Rebeca Gomez, pero todos la llaman Lucy por la artista marcial ya que Rebeca a pesar de estar a punto de cumplir trece años es una experta en taewondo.

-¡y no vuelvas a molestarla! – decia Rebeca con autoridad.

Todas las chicas de su colegio la adoraban, era su heroína, hasta ahora nunca la han regañado o expulsado por su actitud violenta, porque el orgullo masculino de los chicos nunca admitirian que les ha pegado una chica.

Al llegar a casa, se encontró con su… hermana, una joven de 18 años, identica a ella pero más formada y más sociable, estaba hablando por telefono a su nuevo novio.

Como odiaba Rebeca que su hermana Sandra fuese de chico a chico, como una ramera.

-Si, Simon, mis padres se van de segunda luna de miel este fin de semana, toda la casa para nosotros solos, ah, hola Rebeca.

-hola Sandra – decia Rebeca asqueada.

-mi hermana pequeña, una marimacho a la que no hay que acercarse ¿Qué como es? Bueno, sencillamente bla bla bla.

Rebeca fue a su habitacion, decorada de posters de heroinas de accion, como Lara crof, Lucy Liu, Angelina Jolie, etc…

Como deseaba ser como ellas, fuerte, independiente, respetada y no como su hermana mayor que se abria de piernas ante sus…novios.

El domingo seria su cumpleaños, su decuarto cumpleaños y seguramente su hermana no le permitiria montar una fiesta, todo por su… novio

El timbre suena.

-hablando del rey de roma – decia Rebeca con desprecio.

El chico que entró en la casa era atletico, pelo corto y negro, muy alto, 1,81, ojos azules celestes, de unos 25 años, muy fibrado y musculos marcados.

Lo primero que hizo fue dar un morreó a su hermana, Rebecá miró con asco como ambos se metian mutuamente sus lenguas en sus bocas, pero después, se le acercó y le dio un video, sobre la ultima pelicula de Lucy liu.

Los ojos de Rebeca se iluminaron de ilusion, abrazó la pelicula con pasion desmesurada.

-feliz cumpleaños, princesa – decia Simon.

Eso la despertó del trance, intentando mostrar poderio, le dijo gracias.

-bueno ¿la vemos los tres juntos? – preguntó Simon.

-no puede, tiene que estudiar para el examen de ingles, aunque no se por que se molesta, lo va a catear igual – decia Sandra.

Eso alteró los bioritmos de Rebeca, pero tenia razon, ese idioma era su pesadilla en los examenes, Sandra no podia ayudarla, es tan burra en los idiomas como ella.

-¿quieres que te ayude? He estado en Oxford durante cinco años – se ofreció Simon.

Eso si que puso a la defensiva a Rebeca ¿un hombre? ¿junto a ella? Ya veia como seria, primero finge ayudarla y luego la toquetea, igual que esos idiotas de su curso.

-pierdes el tiempo, esa cabeza hueca es muy orgullosa, nunca aceptará la ayuda de un hombre, ven conmigo y deja a esa amargada.

Lo que iba a hacer Rebeca estaba en contra de sus principios, pero su hermana se habia pasado tres pueblos.

-ven, necesito tu ayuda para el puto examen – decia Rebeca ante la mirada atonita de Sandra.

Entró con el en su habitacion y le dedicó a su hermana mayor un gesto de mofa antes de cerrar la puerta.

Rebeca miraba desconfiada a Simon que veia habitacion.

-¿te gusta Tomb Raiden? Tengo todos sus juegos, la proxima vez podr…

-¿empezamos ya? – decia Rebeca deseando terminar con esto.

Simon, demostró ser muy buen profesor, explicaba mucho mejor que su profesor de ingles, tal vez influyera que su profesor de ingles era gangoso.

Pasaron 3 horas haciendo ejercicios y charlas en ingles, pero para Rebeca fueron como minutos, nunca se lo habia pasado tan bien y presentia que como minimo tendria un bien.

-¿Qué? ¿hacemos un descanso y vemos la peli?

Eso la volvio a poner de mal humor, seguro que queria algo a cambio.

-¿Qué quieres? ¿verme las bragas? – dijo Rebeca directamente (no suele andar con rodeos)

-¿perdon? – preguntó Simon confundido.

-es lo que quereis los chicos, vernos las bragas, como todos mis compañeros de clase – dijo Rebeca.

Simon se echó a reir y entre risas le dijo sus historias sobre su acercamiento al sexo femenino y la gran cantidad de bofetadas y patadas en las pelotas que recibió en su etapa preadolescente, ambos salieron y al abrir la puerta, les recibió un flash fotografico.

-es un momento historico, el primer hombre en entrar en la habitacion de mi hermana pequeña, digame señor Simón ¿Cómo es ese mundo? ¿sintió peligro? ¿pudo domar a la niña salvaje? – decia Sandra.

-¡CALLATE! – respondió Rebeca que obligó a Simon a separar a ambas gatas.

Los tres vieron la pelicula, Rebeca miraba atenta a su heroína, pero…

Su mirada se desvió un segundo, hacia Simon, que besaba apasionadamente a su hermana.

No deberia importarle, después de todo, no es el primer hombre que hace esas… guarradas.

Pero… habia algo diferente, no le daba asco… solo que… la molestaba.

Intentaba concentrarse en la pelicula, pero… pero… no podia estar en la misma habitacion que ellos, se fue a su habitacion a repasar el ingles e irse a dormir.

El crujir del somier la despertó, los jadeos de su hermana, los muelles rechinando, ellos creen que ella duerme, pero no, ella sentia ascó ante esos ruidos.

Pero esa noche, era diferente oia la respiracion y los jadeos de Simon, sus embestidas profanando su hermana mayor.

Cuando ambos terminaron, oyó a su hermana decir.

-cielos, Simón, has sido magico.

La primera vez que oia a su hermana en ese tono, tan lleno de amor ¿Qué era lo que Simón le hizo a su hermana ¿tan bueno era? ¿podria hacerselo a ella? ¡¡¡!!! ¡¿pero que coño pensabas?! No Rebeca, los hombres son asquerosos, siempre mirandote, siempre intentando tocarte.

Intranquila se durmió en su cama

A la mañana siguiente, se despertó pronto, cada sabado lo hacia para hacer footing y hacer unos katas.

Pero se encontró con Simón que se preparaba tambien para correr.

-¡vaya! ¿tu tambien haces footing? ¿lo hacemos juntos? – propuso Simon.

Rebeca se sentia molesta por el, hace unas horas el estaba…

Pero la habia ayudado mucho en sus estudios, no tuvo más remedio que aceptar.

Ambos salieron, el problema es que a Rebeca le crecieron mucho los senos y su cuerpo estaba en plena transcision, la gente la miraba, Simón tambien se fijó como le botaban los pechos, le propuso detenerse un momento.

-¿ya estas cansado? – decia Rebeca victoriosa.

-no, entremos en esa tienda.

Era una tienda de ropa deportiva, donde Simon le pidió un sujetador deportivo para Rebeca, la cual, con vergüenza, fue al probador, pero al ponerselo, notaba que no les botaba, iba a salir a pagar, pero ya Simon lo habia hecho.

-consideralo tu regalo de cumpleaños – dijo Simón con una sonrisa.

Rebeca se quedó enbelezada, su corazon latia por el, pero luego se abofeteó en la cara y le dijo gracias de forma seca.

Ambos corrieron por el parque, los nuevos sujetadores de Rebeca hacian muy bien su trabajo, al terminar de correr, Rebeca practicaba sus katas, pero se fijó en Simón.

Practicaba Aikido y capoeria.

Rebeca le propuso un combate, pero Simón lo rechazó, lo usaba solo para su defensa.

Pero Rebeca insistia y podria ser muy muy cargante, de modo que Simón aceptó.

-te advierto que soy cinturon negro – dijo Simón.

-menos hablar y más actuar.

Ambos pelearon, la tecnica de Rebeca era fuerte, pero un poco alocada, los movimientos de Simón eran precisos y armoniosos, casi hipnoticos.

Los golpes de Rebeca solo alcanzaban el aire y Simón golpeaba bien, sobretodo con los pies, lo que la obligaba a estar a la defensiva, al final, intentó conectar un golpe, pero fue derribada en una llave de aikido.

Ambos estaban agarrados, mirandose a los ojos, los ojos verdes de Rebeca se encontraron con los azules de Simón, su corazón latia rapido y sus labios suplicaban un beso.

Eso hizo reaccionar, de forma infantil empujó  a Simón mientras se sonrojaba.

Simón la propuso regresar a casa.

En casa, las esperaba Sandra, les habia preparado un buen desayuno, al verlos juntos le preguntó en broma a Rebeca.

-¿intentando quitarme al novio? ¿eh?

-¡¡!! ¡eh! ¡er! ¡TONTA! – dijo Rebeca antes de ir a desayunar.

Eso intranquilizó a Sandra, Simón tuvo que explicarle todo lo sucedido.

En el desayuno, Sandra hablaba amorosamente con Simon.

Rebeca no podia soportarlo, antes dejaba que eso le resbalase, pero ahora, no con el, no tuvo más remedio que irse de la mesa.

En su habitacion, intentaba aclararse las ideas ¿Qué le pasaba? ¿Por qué reaccionaba así? Se abofeteó una y otra y otra vez, pero se sentia intranquila.

Se miró los sujetadores, el regalo de Simón, se los quitó y los tiró, no podia tenerlos es como si el la…

Los recogió de nuevo y los abrazó, no sabia por que.

Se fue a ver a Simón, queria aclarar que sentia.

Por desgracia estaba en la ducha, aseandose de la sudada que tuvo.

Tristemente se fue pero se fijó en una cosa.

Una cosa que recogió y se llevó a su habitacion y se encerró en su cuarto de baño sosteniendo la prueba de su delito.

Los calzoncillos de Simón.

Sus manos temblaban, apenas podian sostener esa prenda ¿Por qué la ha cogido? Esa prenda contenia el, el…

Olia mal, pero era un olor especial, le desagradaba, pero la atraia, no pudo evitar ponerselos en la nariz y aspirar fuertemente.

Aquel olor ejercia un efecto en su cuerpo, se excitaba, Simón es un hombre fuerte, sano, un macho alfa y el viejo mensaje que habia pasado en los genes de generacion a generacion poco a poco se activaba con la pubertad de Rebeca.

Perpetuar la especie.

Los ojos de Rebeca miraron al espejo, un espejo cuya imagen devolvia una adolescente que olia unos calzoncillos sucios.

Espantada, los tiró a un lado y se metió en la ducha para lavarse.

Con agua muy muy fria.

Al salir, vió a Simón que se habia cambiado de ropa, su camisa estaba abierta, podia ver esos abdominales, ese pecho musculoso.

-¿te encuentras bien? – preguntó Simón.

Eso la sacó del trance, le miraba como un viejo verde miraba las jovencitas.

-¡nada! ¡nada! – decia Rebeca sonrojada.

Simón le gustaba esa actitud y la cogió de las mejillas como una niña.

-que linda eres, mañana seras una mujercita.

Eso la alarmó y preguntó.

-¿Qué me haras mujercita?

-noooooo, no, que será tu cumpleaños ¿ya estas pensando en chicos? ¿algun noviete?

-no, los de mi edad son… un asco.

-no maduramos tan pronto como vosotras, ten paciencia – decia Simón.

-por cierto ¿Qué plato te gusta?

-mmmm me gusta el sushi ¿por?

-nada nada.

En cuanto se fue, Rebeca fue su ordenador y se conectó con internet, buscando recetas de sushi.

Pero una de las imágenes del sushi era el Nyotaimori, que es servir sushi sobre el cuerpo de una mujer desnuda.

Tuvo un pensamiento fugaz de ser ella misma el plato de Simón, pero lo desecho de inmediato, miró recetas de sushi y cogió sus ahorros, queria comprar un munchaku, pero…

Ya le bastan sus puños.

Fue a comprar los ingredientes y pasó horas en la cocina.

Preparó la comida con mucho esfuerzo.

Puede que en el futuro esté inquieta, como el dia de su primera vez con un chico o su dia de la boda, pero ningún dia habra estado tan nerviosa como el de hoy.

-¿has preparado esto? Gracias, tiene una pinta estupenda.

Los ojos se iluminaron ante la aprobacion de Simón, pero Sandra dijo.

-¿cogemos un gato y le damos una pieza? Si sobrevive es que es comestible.

Rebeca lanzó una mirada asesina a su hermana, pero cuando Simon se acercaba la pieza de sushi en su boca, su corazón se aceleraba, cuando se lo metió en la boca, aguantó la respiracion.

-mmm muy rico.

Rebeca pegó un grito de alegria, pero se tapó la boca avergonzada.

Comieron disfrutando de la obra de Rebeca, Sandra miraba como Rebeca miraba a Simón comiendo.

Lo sabia, aunque Rebeca lo negara, estaba enamorada de Simón, pero ella era demasiado pequeña y el su hombre, no sentia que Rebeca fuese una amenaza, pero tenia miedo de que se le partiese el corazon como se lo partieron a ella a su edad.

Pero es algo de deberia pasar

Pero la incomodaba por la tarde, Rebeca siempre se ponia en medio y apenas podia dar un piquito a su chico, Simón no parecia darse cuenta sobre la situacion, piensa que es una niña mimosa.

Por la noche Rebeca se fue a la cama, no oia a Sandra ni a Simón haciendo el amor, cosa que la aliviaba, imaginarse a Simón con otra que no fuese ella.

La alteraba.

Fue a su ordenador y miró varias paginas de porno.

Las imágenes eran impactantes para ellas, pero lo que le atraia la atencion era el rostro de las chicas.

Parecian, extasiadas, incluso alegres, a pesar de ser apuñaladas con furia por la…. Cosa…. Enorme…..que…. tienen esos tipos.

Tecleó en una enciclopedia la palabra pene.

Parecia tan intimidante y al mismo tiempo, tan deseable.

Se tocó su vagina preguntandose ¿me cabra la cosa de Simón dentro de mi? ¿sonreire como esas chicas?

Se despojó de su pijama y sus dedos se acercaban a su intimidad, pero luego pensó en algo.

Fue al baño y recogio los calzoncillos de Simón, se los puso, apagó el ordenador y se fue a dormir.

Imaginando que el estaba con ella, estrenando su sexualidad.

La mañana siguiente, Sandra y Simón aparecieron en su habitacion, Rebeca reaccionó tapandose, todavia llevaba los calzoncillos de Simón.

-¡feliz cumpleaños! ¡un año menos para ser mujer! ¿eh? – decia Sandra.

-¡ya soy mujer! – gritaba indignada Rebeca, una respuesta extraña, incluso para la homenajeada, tal vez por la influencia de Simón.

-vaya, duermes sin sujes ¿eh? Ya no te caben ¿eh? – decia Sandra traviesamente mientras intentaba sacarle las sabanas a Rebeca, la cual reaccionó tirandole la almohada.

-bueno pequeña tetona, toma tu regalito – dijo Sandra sonriendo mientras le daba su regalo.

Un libro de autoayuda titulado como ser más femenina,

-gracias, lo leeré más tarde.

Eso extrañó a Sandra, no hay insultos, ni ocurrencias hirientes ni siquiera el comentario de, “gracias, justo ahora se me acabó el papel de culo”

-este es el mio, espero que te guste – dijo Simón.

Rebeca parecia más ilusionada por el regalo de Simón.

Un pintalabios y de los caros.

-para los dias especiales – decia Simón.

Eso alteró el corazón de Rebeca ¿Qué queria decirle? ¿Qué queria robarle su primer beso? Bueno, si es el ¡YUPIIIIIIIII! Pero ¿y si besa mal? O peor ¿y si ella lo besa mal? Seguro que la rechaza para siempre, no no no no no, el está con tu hermana, de hecho cada noche le hace… le hace… ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHH! No no no no por favor, ¿Qué tiene ella que no tenga yo a parte de un cuerpo más… desarrollado, pero yo soy más inmaculada, por estrenar y con los años creceré y me desarollaré más y tendré más experiencia con el….¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!! ¡LUCY! ¿Qué ovarios te estas convirtiendo? Te estas volviendo como esos… salvajes que no paras de zurrar ¡tienes orgullo! Pero… cielos, que sonrisa, que bien huele ¡NO! Se firme, se mujer no una ramera de piernas abiertas como tu hermana pero… ¿deberia probar….. ¡¿Qué debo hacer?!

-¿estas bien? Rebeca – preguntó Sandra preocupada.

-jajaja si estoy bien, no te tengo envidia ni nada de eso jijiji.

Todos ayudaron en la fiesta, pero Rebeca no podia dejar de mirar a Simón, el cual lo veia cada vez más tentador.

Tanto que se encerró en el cuarto de baño para pintarse los labios.

Mientras lo hacia, Fantaseaba con su primer beso.

En la fiesta de Rebeca, la mayoria de las invitadas eran chicas, los chicos tenian pavor a “Lucy” la mayor atraccion era Simón que siempre acababa rodeado de jovencitas, suerte que Sandra las alejaba de su hombre.

Pero el momento cumbre de la fiesta era un baile, Simón invitó a bailar a la homenajeada.

Rebeca en un principio se sintió cohibida, pero sus amigas la animaron.

Notar las manos de Simón en su cintura y en su mano la excitaban de sobremanera, su mirada se quedaba clavada en los ojos de Simón, aquel baile era magico para ella, pero unas palabras desencadenaron un acontecimiento inesperado.

-te queda bien ese color de pintalabios – dijo Simón.

En ese momento todo se quedó en blanco un segundo, al ser consciente, notó algo en su boca.

Los labios de Simón.

Rebeca habia cogido desprevenido a Simón abrazandolo y luego besandolo ante la mirada atonita de las invitadas, suerte que su hermana estaba en el baño.

Ambos se separaron ruborizados mientras las invitadas silvaban excitadas.

Después de la fiesta, mientras recogian, Rebeca pensaba en hacer campana en el cole mañana, después del beso ¿Qué dirian de ella? Mientras recogian, Simón no podia ver a Rebeca, la cual tampoco podia verle y no paraba de comerse la cabeza ¿en que pensaba? ¿le gustó? ¿beso mejor que mi hermana o beso de pena?

Esos pensamientos la atormentaron por la noche, no podia dormir y decidió prepararse un vaso de leche, pero al pasar por la puerta que conectaba a la habitacion de sus padres oyó jadeos.

Eso la angustió, Simón estaba follando con su hermana.

Hipnotizada, puso su oido en la puerta, podia oir a su amor empujando muy dentro de su hermana.

-dejala, no sigas, yo estoy aquí – susurraba para si mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.

La pareja soltó un largo jadeo, indicando que ambos habian llegado al orgasmo, entonces escuchó las palabras que más temia.

-te quiero Sandra.

Rebeca se fue llorando a la cocina y lloró largo tiempo, entonces Simón apareció en la cocina, sorprendido le preguntó.

-¿Qué haces despierta? ¿no deberias ir a clase mañana?

-n-no te importa – dijo Rebeca.

Simón vio que Rebeca habia llorado, se acercó preguntando.

-¿Qué te pasa? Niña.

Niña ¿eso es todo para el? ¿una niña? Rebeca le abofeteó la cara, el la miró extrañado, pero la jovencita se despojó de su pijama, quedandose totalmente desnuda.

-¿Qué haces? – preguntó Simón.

-¡mirame! ¡¿soy una niña?! ¡mirame y dimelo!

-vale, vale, eres una mujercita encantadora – dijo Simón sin mirar.

-entonces hazmelo, hazme lo mismo que le haces a mi hermana, no me importa ser el segundo plato, si con ello puedo estar contigo, enseñame a ser mujer.

-¡eres muy joven para eso niña! – dijo Simón.

Eso encolerizó a Rebeca, se lanzó a por el intentando desnudarle, Simón se resistia, pero tuvo que pedir ayuda a Sandra para conseguir librarse de Rebeca.

-¡MIRAME A LOS OJOS Y DIME QUE NO ME QUIERES! – gritó Rebeca.

Simón la miró a los ojos y con seguridad le dijo.

-no te amo como mujer, te quiero como una hermana pequeña, pero mi corazón es de Sandra.

Rebeca, al oir esas palabras, gritó, pataleó, lloró, sentia un millón de pasiones y apenas podia descargarlas, Sandra la sujetaba mientras le susurraba palabras de animo y consuelo.

Cuando al fin se calmó, estaba agotada y amanecia, Sandra la acostó en su cama y cerró sus ventanas, le dio un dulce beso a su hermanita y se fue, pero reparó en algo, los calzoncillos de Simón, los cogió y miró sorprendida a Rebeca que dormia.

-ahora eres una mujer mi pequeña marimacho.

En los dias siguientes, Rebeca fue más comprensiva con los chicos, incluso de vez en cuando se acercaba a ellos, sin animo de pegarles, pero fue la ultima de su curso en perder el virgo ¿tal vez influya el hecho de que conocen más sus puños que su amabilidad.

Pero pensaba en Simón, tenia la esperanza de que cortara con su hermana y olvidarse de el, que se aleje de sus vidas.

Como pasó con sus anteriores novios.

Cinco años después.

Rebeca asistia a la boda de su hermana, se casaba con Simón.

Se acercó a su hermana y le dio las felicitaciones y a Simón le aconsejó que no la rompa en su noche de bodas o se las verá con sus puños.

Dicho eso le dio un puñetazo amistoso a Simón en el pecho.

-tranquila, la trataré bien, mocosa.

Rebeca le sacó la lengua de forma infantil.

Se fue a la mesa y se sentó al lado de un chico, fuerte, guapo y bastante amable.

-con lo guapa que es, seguro que viene de parte de la novia ¿Cómo se llama?

-Rebeca, soy la hermana pequeña de la novia.

-Ramon, hermano pequeño del novio.

Se miraron y Rebeca sintió aquella chispa que se le encendió en su adolescencia.

Quizas dejase lo de cazar el ramo para estar… un ratito más con Ramón.

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