Chicas, tengo el secreto para animar a vuestro hombre a que os acompañe en vuestras compras.
Es bien sabido que los hombres no aguantamos ni diez segundos en las tiendas y repetimos como un disco rallado ¿nos vamos ya? ¿nos vamos ya? ¿nos vamos ya?.
Insoportable ¿verdad?
Pues cuando entreis en los probadores y os pongais la ropa con la lenceria, invitad a vuestro chico y preguntadle que tal os queda.
El estará mosca.
En ese momento, desabrocharos unos botones, mostrad vuestro escote y vuestro suje y poned ojitos de gata y preguntadle sensualmente ¿y ahora?
Eso le atraerá la atencion.
Levantaros la falda y mostrad vuestras braguitas, preguntadle si conbinan con el vestido, luego, invitad a que os abrace, que sus manos recorran por vuestro cuerpo enfundado en vuestro vestido y preguntadle que tal la suavidad.
Mientras os abraza, acariciad su paquete.
Invitadle a que meta las manos dentro del vestido, poned cara de extasis, suspirad de gozo, morderos el labio, pero en un momento parad, haceros las asustadas con la escusa de que la dependienta puede oiros.
El estará desesperado por meterosla, de modo que aceptará vuestras exigencias, aceptará toooooooodooooooooo lo que le pidais, pero no os paseis ¿eh? Que una prostituta cobra 300 euros por sesion y vuestro chico no piense que le vale más la pena ir a una profesional (aunque estará tan caliente que no pensará mucho en ello)
Cuando os de la tarjeta de credito, apagad su fuego, particularmente comenzaria con una mamada lamiendole y chupeteandole el glande mientras acaricio con la punta del dedo el tallo del chico, luego seguirian unos besitos acompañados con mordizquitos en su pene y luego le chupeteais con mucha suavidad sus testiculos (con mucha suavidad, son muy delicados)
Les mirais a los ojos con cara de niñas buenas y les preguntais si se aburren cuando van de compras con vosotras.
Si dice que si, (cosa que seguro no hará) parais aquí ¡que aprenda!
Después, invitadle a que quite suavemente los vestidos que os habeis puesto (¡que no los manche! El semen es dificil de quitar)
Os dejais penetrar, jadeais suavemente en su oido mientras lo abrazais o le apretais las nalgas (que se ponga condon, que no os cabrá el vestido estando embarazadas)
Cuando el termine, aseguraros de que termine en vuestra boca, sacadle toda la leche ¡que no se manche el vestido! Miradle mientras os relameis.
Seguro que vuestro maromo no dice ni mu durante las… proximas cinco horas que estareis en el centro comercial.