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Un trozo de carne

en Sadomaso

.-¿Y ahora, qué vas a hacer?

-Voy a ir a vivir con mi tío

-¿Tu tío? ¿Él que no ha sido capaz de llegar a tiempo al entierro de su esposa y tus padres?

-No ha sido culpa suya. -le defendió- No ha podido encontrar billetes de avión con tan poco tiempo y dijo que no retrasáramos el entierro por esperarle.

Su vecino, un hombre de 65 años, calvo y obeso ya entrado en la jubilación, asintió. Por supuesto, entendía perfectamente que Laura se sintiera en la obligación de defender a ese imbécil de mierda. Al fin y al cabo, técnicamente era la única familia que la quedaba con vida.

-¿Sabes que tu tíos estaban en tramites de divorcio, verdad?

-Si-reconoció Laura de mala gana-¿Pero qué otras opciones tengo? ¿Qué otra cosa puede hacer una chica de 17 años cuyos padres acaban de morir?

Era obvio que le estaba echando en cara que no le hubiera ni propuesto que se quedase a vivir con él y ahora se estuviera preocupando de con quién iba a ir vivir. Al fin y al cabo, la chica suponía una carga para cualquiera que se quedara con ella y no estaban los tiempos para hacer dispendios y ambos eran muy conscientes de ello.

-Esta bien, si es su decisión -dijo la esposa antes de que su marido metiera la pata y se le ocurrieran ideas raras.- Vamos, sube al coche, te llevaremos a casa. Tienes que bañarte y dormir un poco antes de que llegue.

Pero no pudo hacer una cosa ni la otra, solo tumbarse a ver la tele mientras esperaba. Los timbrazos la despertaron del estado medio adormilada en que había quedado.

-¡Ya voy¡

Abrió la puerta y era él, por supuesto. Tenía 40 años, pero no se conservaba nada mal para su edad. Medía dos metros, era atlético y fuerte y aun conservaba todo su pelo.

-Hola Laura.

Paso dentro de la casa sin hacer más comentarios y se sentó en el sofá.

-¿Quieres ir a ver...?

-¿La tumba de mi esposa? Ja, esta mejor muerta. Me iba a sangrar la muy puta. -Laura no podía creer lo que estaba escuchando.-Oh, perdona. Si, lamento tu perdida, pero míralo desde mi punto de vista, toda una vida trabajando para estar a punto de quedarse sin nada.

-Es un punto de vista muy...

-Hijo de puta, ya lo sé. ¿Cuánto crees que nos darán por esta casa?

-No pienso venderla, es todo lo que me queda de mis padres

-¿Puedes mantenerla?Una casa conlleva gastos que no estoy dispuesto a asumir y con su venta podemos sacar dinero para tus estudios. ¿Por qué querrás estudiar, no?

-Si, claro

-Pues eres imbécil. Con ese cuerpazo que te gastas, hazte modelo o actriz. -Era cierto. Medía metro ochenta, ojos verdes y pelo castaño. Gastaba un estupendo par de tetas y un magnífico culo.- Yo te follaría hasta dejarte seca.

-Gracias, supongo -Estaba roja de la vergüenza.

-Eso de allí parece un whisky de los buenos. -se levanto sin esperar respuesta- Me voy a meter un lingotazo, para celebrar mi suerte. -Abrió la botella y echo un trago- Esta cojonudo, ¿Quieres?

-¡Yo no tengo que celebrar nada¡-grito

-No le llaman quitapenas a esto por nada -le ofreció la botella

Laura se resigno y se acerco hasta su tío, cogió la botella y pego un lingotazo. No estaba acostumbrada al alcohol ni a beber a morro, así que se atraganto.

-¿Tu primer trago?

-Mis padres no me dejaban salir mucho -le ofreció la botella a su tío

-Pero algún noviete habrás tenido -echó otro trago y volvió a ofrecer la botella a su sobrina que no cogió la botella esta vez.

-No- reconoció al fin mientras su tío la comía con la mirada -los chicos...

-No se atreven con una tía tan buena como tú. Eres la que siempre se queda sola mientras ve que todas sus amigas tienen novios y ligan como putas. Toma ten, lo necesitas más que yo. -Laura cogió la botella y echó un trago largo.- Me parece que tú yo vamos a divertirnos de lo lindo -Las manos de su tío ya palpaban su culo.

Lo hicieron en la cama de sus padres. Su tío solo quería follar, penetrar esas carnes virginales, duras y tan bien una y otra y otra vez lo más deprisa posible puestas mientras apretujaba con fuerza sus pechos. El orgasmo inundo tres veces su cuerpo. No tenía ni la menor idea de que podía hacerlo, pues cuando se masturbaba siempre se paraba en cuanto este llegaba. Al fin, su tío se dio por satisfecho.

-Mira como lo hemos puesto todo, hay que joderse.

-¿Dónde te has corrido? -Laura se estaba palpando el vientre y no notaba nada

-Dentro, por supuesto.

-Pero tío...

Hay llego la primera bofetada.

-Yo me corro donde quiero puta. Para eso existen las pastillas esas del días después. Y ahora, chúpamela, contra antes me recupere, antes follaremos.

-No sé que te has creído...

Otra bofetada en la otra mejilla.

-No me obligues a darte más, idiota, podemos romper esa cara tan bonita que tienes. ¿Y qué vas a hacer, eh? ¿Desobedecerme? ¿Y con quién coño te vas a ir? Y ahora haz lo que te he dicho.

La ardía la cara. miro a la polla de su tío. Estaba manchada de sangre y de sus propios flujos, pero si no lo hacía... Se la metió completamente en la boca y empezó a mover la cabeza de arriba abajo.

-Valla, pero si la nena quiere que la folle por ahí también -se río el hombre mientras una de sus manos acariciaba ya su coño -Usa solo la lengua por el momento.

Según se iba acercando a un nuevo orgasmo, notó que no se conformaba solo con chupar, quería mover esa cosa en su boca. Y así lo hizo.

-Estoy pensando que esta noche voy a romperte el culo. -la dio con fuerza en el mismo- La imbécil de mi mujer nunca me ha dejado metérsela por ahí, pero creo que tú lo estás deseando.

Laura volvió a sufrir un nuevo orgasmo mientras no podía detener los movimientos de subida y bajada de su cabeza. Se estaba comportando como una verdadera perra en todos los sentidos de la palabra, y a penas esto acababa de comenzar. No podía reconocerse a si misma.

Cuando la sesión de sexo termino, se abrazaron y la obligo a que le tocara y acariciara como si fueran auténticos amantes. Ahí llego la primera sesión de besos entre ambos

-Bueno -dijo su tío al cabo de un buen rato- ¿Dónde esta el baño?

Cómo si estuviera despertando de un sueño, Laura tardo en contestar.

-Aquí -señalo una puerta- Es el baño de mis padres.

Su tío, desnudo como iba, ni se molestó en cerrar la puerta. Entonces se dio cuenta que Laura no le quitaba ojo de encima.

-¿Te gusta lo que ves?

-No -respondió ella de forma automática. ¿Cómo iba a gustarla? Podría ser su padre.

-Pues para no gustarte bien que miras, puta. -Se volvió a la habitación- Seguro que estás deseando volver a metértela en la boca como la puta que eres. Pero esta vez me temo que no vas a tragar semen.

-No.

Laura se levantó de la cama de un salto y corrió hasta la puerta. Su tío la cogió y la arrojo de nuevo contra la cama.

-Abre la puta boca y no me hagas repetírtelo dos veces.

Cuando se canso de llenar su boca, la desparramo por todo su cuerpo. Pero eso no fue lo peor de la noche. La rotura de su culo dolió y mucho. Y luego vinieron más bofetadas para que se metiera la polla llena de sangre y mierda en la boca. Al final, durmió atada con las cuerdas de tender la ropa, con las piernas en V y los brazos la cabecera de la cama.

Un timbrazo en la puerta despertó por la mañana a la extraña pareja.

-Me pregunto quien demonios será a estas horas.-se puso los pantalones y salió abrir la puerta. Era el vecino, que había salido a pasear el perro.- Hola, buenos días. Acabo de levantarme, como puede ver.

-Si, ya veo. Venía a despedirme de Laura, como he visto el coche y eso y ya que no la voy a ver más y eso.

-Esta durmiendo aún.

-Ya claro...

-¡Jaime¡ – grito Laura desde su habitación -¡Jaime, ven por favor¡ ¡Ayúdame¡

El vecino aparto de un empujón al tío de la chica y subió las escaleras. Cuando vio a Laura apestando a orina y en esa posición, corrió a desatarla.

-Dios mío.

-Gracias, gracias, gracias. Esta loco.

-¿Te ha violado?

-¿De verdad crees que la hubiera dejado verla si la hubiera violado? Por favor- se río una voz detrás de ellos- Ha disfrutado un huevo. -Jaime se dio la vuelta y se encontró de frente con un cuchillo de cocina bien grande.- El que la va a violar, eres tú.

Le apunto con el cuchillo.

-Estás loco

-Si. -confirmo- Bájate los pantalones de una puta vez y empieza o te lo clavo y cuando alguien se quiera dar cuenta, yo estaré a tomar por culo de aquí. -El cuchillo estaba ya tocando su cuello. Jaime no había pasado tanto miedo en toda su vida. El hombre quito la sábana con la que tapaba el cuerpo de Laura totalmente desnudo de Laura. -Venga, si lo estás deseando.

Con manos temblorosas, se bajo los pantalones del chándal. Tenía la polla tiesa como un garrote, y la metió de un golpe. El cuerpo de Laura no estaba preparado para lo que se la venía encima, totalmente seca suplicaba que se parase cada vez que Jaime entraba en ella.

-Haz que se calle. Ponla uno de tus calcetines en la boca, y haz que se calle de una puta vez.

Jaime, de forma automática, cogió la cinta de embalar que le daban y tapo la boca de Laura. Y volvió a follarsela con más fuerza que antes ahora que la chica no decía nada.

-Ya no puedo más. -dijo- No puedo más.

Se atrevió a mirar al no recibir respuesta y no se encontró a nadie en toda la casa. Volvió a la habitación de Laura y vio lo que acababa de hacer. El colchón estaba lleno de sangre.

-Mierda... Puta mierda.

Se fue corriendo a su casa. Se baño y se puso limpio. Era consciente de que nadie le iba a creer. Su huellas, su semen. Todo apuntaba a él. Por mucho que la chica dijera, estaba seguro que le iban a condenar. Pero nadie sabía que la chica estaba atada de pies y manos en su habitación salvo él. Empezaron a pasar las horas. Una, dos, cinco. Se hizo de noche y salió a dar de comer y beber al perro, a sacarlo de paseo para que hiciera sus necesidades. Al pasar por la casa de Laura se detuvo. Decidió entrar y subir.

Laura seguía en la misma posición. Olía a rayos, pues había sido incapaz de retener la orina y la mierda. Fue al cuarto de baño y sacó unas toallitas húmedas. Quería limpiar todo rastro suyo del cuerpo de la chica. Comenzó a limpiarla el coño y la chica se excito.

Volvió a tirársela. Estaba vez estaba disfrutando mucho más que antes. El perro ladró.

-¿Tú también quieres muchacho? Y por que no- se dijo- nadie se va a enterar.

Subió al perro encima de la cama, y en cuanto lo masturbo un poco, supo lo que tenía que hacer. Laura pegaba cabezazos de un lugar a otro de la cama mientras el pastor alemán la poseía. Jaime agarró su cabeza con fuerza para observar su cara. Noto como a ella cada vez le estaba gustando más y más hasta que finalmente se corrió.

-Y ahora, vamos a darte de beber.

La quito la cinta de embalar de la boca y puso la polla delante de su cara. Empezó a orinarse y ella, totalmente sedienta, bebía como si fuera el mejor vino del mundo. Metió la polla dentro de su boquita y noto como la lamía y succionaba de puro gusto, como si fuera un bebe con un biberón, siendo la mejor mamada que había recibido en toda su vida mientras sobaba a placer el increíble cuerpo de la chica.

-Más, por favor. -dijo Laura- Quiero más.

-Y lo tendrás -aseguro Jaime- Puedes estar segura de que lo tendrás.