Veo que en ésta página los pajilleros tienen mala prensa. Eso me entristece.
Y además, noto un cierto tufillo a maximalismo. Eso me entristece aún más.
Pajillero imberbe, jovencito pajillero (¿porqué cojones se empeña el programa en poner palillero?, cuando quiero decir PAJILLERO). Esto son cosas de la brigada contra el vicio del Sr. Gates, que interfiere las comunicaciones privadas, seguro.
¿No se han enterado aún de que los japos de la NISSAN llamaron PAJERO a un modelo de todoterreno? manda huevos.
A lo que iba, aquello que acongoja mi corazón. Me sienta muy mal descalificar a alguien por su tendencia sexual (llámese hetero, homo, bi, trans o digital). ¡Faltaría más!.
Y les recuerdo, que existen leyes que protegen el honor, el buen nombre y el derecho de imagen el de los enanos también. Así que, cuidadín con unir tendencia sexual con edad, se pueden encontrar con un pleito de cojones, si el enano en cuestión tiene mala hostia.
Lo que ya me saca de mis casillas es que se metan con un texto publicado en ésta augusta página, calificándolo de sólo apto para palilleros.
Vamos a ver, con nivel cultural que nos adjudican las estadísticas, y cito:
El 50 % de las unidades familiares de éste país no compra un libro nunca. Nunca de jamás en toda su puta existencia.
Del 50 % restante, el 80 % afirma poseer una enciclopedia, la Biblia y El Quijote. Punto pelota.
Del raquítico 10 % que nos queda, descontemos los libros que se regalan (y no se leen, no te jode éste), los que se compran para hacer juego con la tapicería del salón y los que te enchufan con el dominical del periódico (añadiremos que dominical deriva de domingo, antes de que algún listo me diga que eso sólo pasa los domingos).
Los enanos se agobian con tanta letra junta. Igual mejora la cosa el día que inventen el libro con proyección holográfica incluida y mando de Play Station.
El periódico más vendido, con diferencia tal, que ni sumando los de tirada nacional, le hacen sombra el MARCA (y viendo las hostias que se reparten los lunes en la barra del bar, hasta el fin de los tiempos).
Con estos antecedentes, ¿aún nos hacemos los estrechos?. Por mí, como si se matan a pajas, con tal de que lean.
Y ahora, algunos consejos bienintencionados para los onanistas lectores:
Los fluidos no les sientan bien a los circuitos del ordenador. Llegado el momento de máxima emoción, procura apuntar en otra dirección.
Si imprimes el documento, queda muy feo pasárselo al colega con manchurrones y pegotes. Además, las hojas tienden a pegarse unas con otras y no hay dios que pase las páginas. No es que no se pueda, es que no se debe. A eso se le llama ser educado. A título de ejemplo, se puede, pero no de debe, meter mano a la viuda en un velatorio, con el marido de cuerpo presente. Cuestión de modales.
Si el azar te pone una tía a tiro, olvídate de lo que hayas leído en la sección de No Consentido (joder, tendrían que poner un aviso del tipo: No pongas en riesgo tu salud intentando emular lo que aquí leas). Estadísticamente, es poco probable que tu pareja te tenga en gran estima si la violas el primer día.
Otra sección de alto riesgo es la de Amor Filial. Si tu mamá te da un beso de buenas noches, es dudoso que quiera ponerte cachondo. Que tú te pones, seguro. Que ella lo pretenda va a ser que no. ¡Y devuélvele ahora mismo las bragas que le has robado!.
Si puedes, selecciona las lecturas. Ya sé que es predicar en el desierto: donde esté un argumento del tipo "¡Estas buena, cabrona!. Ven pacá, que te voy a poner burraca", seguido de dos páginas con gruñidos, que se quite un argumento original, una buena ambientación, retrato psicológico de los personajes, sentido del humor, corrección gramatical y esas zarandajas, ¿verdad?.
Pero mira tú qué cosas, algunas valoran la conversación inteligente, antes de. Y cuando digo inteligente, no digo original. Te lees cuatro chorradas (no hace falta que entiendas de qué va), lo sueltas como si tal cosa y tu cotización gana enteros que es la hostia.
Otra cosa que l@s ponen cachond@s es el léxico (conjunto de palabras, amplio, con el que nos expresamos los humanos, cada uno en su idioma). ¿Te puedes creer que hay docenas de sinónimos (que viene a decir lo mismo) de guay?.
Y si todo lo anterior falla, recurre al romancero: "Prometer hasta meter y una vez metido, olvidar lo prometido". Te llamarán canalla, innoble y durarán de que seas un bien nacido. Pero, ¿qué más te da?, si no los entiendes.