Un tipo entra en un bar, acompañado de una gallina.
-"¿Están permitidos los animales en éste establecimiento?"-. Pregunta muy educadamente.
El camarero lo mira, mira a la gallina y asiente. Sin pestañear, ya no se inmuta por nada.
-"Siempre que los clientes no se quejen y que la gallina no se cague en la barra"-. Puntualiza el camarero.
El tipo se instala en la esquina del fondo de la barra.
-"Un cubata para mí y una ración de maíz tostado para mi amiga"-.
Se bebe la copa de dos tragos y la gallina acaba antes con el plato de maíz. No han pasado ni tres minutos.
-"¿Cuánto le debo?".
-"Seis euros. Al maíz invita la casa".
El tipo saca un billete de 50 y añade: "Quédese el cambio".
En cuanto el camarero termina de agradecerle tanta generosidad, le pide otra ronda. Repitiendo la operación cada tres minutos.
Tres horas, 60 cubatas y raciones de maíz, 3.000 , de los cuales 2.640 son propinas, después, el camarero ya no aguanta más y se decide a preguntar a su taciturno y generoso cliente.
-"Perdone que le moleste. Es que no puedo evitar la curiosidad. ¿Es usted un millonario excéntrico?. ¿Está batiendo algún record Guines?. ¿Esto es una broma de cámara oculta?. No es que me queje, faltaría más"-.
-"Si es algún secreto, no se preocupe, soy una tumba"-. Añade el camarero, ante la evasiva mirada del cliente.
Al final, consigue convencerle y el cliente le cuenta la historia, hablando bajito.
-"Verás, hace un año me encontré una lámpara tirada en la calle. La froté y ya sabes: el genio, los tres deseos "-. El camarero sonríe cómplice, sin creerse ni una palabra.
-"El primer de deseo que pedí, fue poder beber todo lo que quisiese sin que me sentara mal"-. El camarero asiente. 60 cubatas matan a cualquiera.
-"El segundo deseo, sacar 50 cada vez que metiese la mano en el bolsillo"-. El camarero termina por creérselo todo y se adelanta a preguntar por el tercer deseo.
-"No le habrá pedido al genio una gallina bulímica, ¿verdad?"-.
-"Creo que me entendió mal. Yo le pedí UNA POLLA INSACIABLE"-.