NUESTRO ANSIADO ENCUENTRO.
Cuando llegue nuestro día
no habrá juegos de perversión,
solo el calor de tu sonrisa
y el deseo de mi corazón.
Así me has pedido que sea,
tras seis meses de mutuo amor.
De besos una enorme marea,
te he dado mi palabra de honor.
Nada de ímpetu ni desenfreno
que precipiten nuestra eclosión.
Nos regalaremos un besar sempiterno
con prolongada pasión.
Tembloroso te despojaré de tu ropa,
mientras tú desvistes mi cuerpo
susurrándome con tu boca
tiernas palabras de ensueño.
Lo que tantas veces anhelé
al fin tendré junto a mí:
el más precioso y dulce ser
que en la tierra pueda existir.
Al natural contemplaré tu perfecta desnudez,
esa con la que ya me deleitaste
en nuestros ratos de placer,
antes de que, ahora sí, nos podamos tener.
Con tu hechizante mirada
recorrerás toda mi anatomía.
de arriba abajo, embelesada,
verás al David que por ti moriría.
Mis dedos surcarán tu cabello,
rojizo, sedoso, sensualmente cepillado,
sintiendo la suavidad de tu pelo
en cada pasada de mi mano.
Me acariciarás mi rostro, iluminado
por recibir en sus mejillas
cada roce tan encadenado
de tus yemas encendidas.
Se fundirán nuestros labios
en una eterna unión,
ardientes, húmedos, carnosos,
con una inquebrantable devoción.
Mi boca buscará tus senos,
de excitante redondez,
mientras libero un “te quiero”
que te hará estremecer.
Con tus brazos rodearás mi cuello
permitiéndome fácilmente hacer
que tus oscuros pezones
se endurezcan de placer.
Tus manos navegarán por mi espalda
trazando círculos sin cesar
y yo, buscando tu mirada,
que me dé permiso para entrar.
En medio de un latido intenso
de mi enamorado corazón,
penetraré tu jugoso sexo
con placentera sensación.
Suave, despacio, lento,
sentirás en tu interior
los movimientos de mi miembro
en un controlado fragor.
Mientras dúlcemente hacemos el amor,
volverán a unirse nuestros labios
en un incendio de calor
apretados los tuyos con los míos.
Y tras gozar largamente,
acaramelados tú y yo,
en nuestro cuerpo, en nuestra mente,
se producirá la explosión.
Sentirás cómo mi néctar
fluye por todos tus recovecos.
Te notaré en seguida vibrar
y te regalaré todos mis besos.
Para ti, Patty, mi niña, mi vida, mi estrella. Gracias por los seis mejores meses de toda mi vida. Te amo, mi cielo.