miprimita.com

De Niño a Mucama (4)

en Transexuales

Señales, eso dicen siempre que tiene la vida para marcarle a uno los momentos importantes, los culminantes, los buenos y los malos, los felices y en este caso los tristes.

Después de mi cumpleaños y ya con las clases iniciadas fueron días complejos porque el pasaje claro está de la escuela primaria a la secundaria aquí en Argentina es al principio complicado en todo sentido desde compañeros, clases o profesores nuevos (imagino que en todo el mundo es igual también) para mi también lo fue al principio no me sentía cómodo pero lo que más me molestaba era que con todo el trabajo extracurricular que nos mandaban lograban que tuviera el menor tiempo posible para poder estar con mi abuela y ser Mili.

Una de esas tardes, en la que tras quedarme haciendo cosas a para un trabajo práctico y vi a mi abuela en la puerta del colegio fue una alegria enorme ya que imagine que íbamos a ir a su casa y allí directamente disfrutar de esos momentos juntos. Cuando la salude y la abrace note que tenía un bolso junto con ella, entonces le pregunté:

Abue porque tenes un bolso? No vamos a tu casa?

Ella me miró y me respondió:

No Mili, no vamos a ir a casa,, te vine a buscar porque tus papas me dijeron para ir a cenar y yo les dije que te llevaba y bueno además aprovecho y estoy llevando tu ropa que el otro día arreglamos juntas - esta era la primera vez que fuera del ámbito de sus amigas o su casa me llamaba y trataba de esa manera.

Nos tomamos el colectivo y fuimos para mi casa. Al llegar nos recibieron mis viejos y yo aproveche para llevar el bolso a mi pieza y lo dejé ahí para cenar todos juntos. Al terminar y mis papas llevar a mi abuela hasta su casa, empecé a sacar lo del bolso para guardarlo y grata sorpresa que adentro del bolso me encuentro bajo la ropa, mi baton, mi delantal y mi pañuelo y sinceramente no entendía porque razón mi abuela los había metido pero me dije bueno mañana cuando vaya a su casa le pregunto, lo guarde todo en mi mochila y me fui a dormir.

Todo el siguiente día de clases estuve pensando que se fuera volando la hora para poder salir del colegio e irme corriendo a lo de mi abuela para estar con ella con toda mi ropa puesta y ser Mili por fin un largo rato y obvio que lo primero que iba a hacer era preguntarle porque lo había metido en el bolso. Fueron corriendo las horas y a minutos de que sonará el timbre, entra la directora al aula y me llama, pide que vaya con ella y que me lleve la mochila conmigo.Yo voy con ella y se hizo el claro murmullo del por que motivo me estaban llamando, si había hecho algo,. Yo salí del aula y en mi cabeza pensaba que algo raro pasaba, si yo no había hecho nada porque me estaba llamando la directora.

Cuando en vez de ir a la dirección nos dirigimos hacia afuera del colegio y la vi a mi mama sentí adentro mío que algo muy malo había pasado. Salí y ella me abrazo fuerte, muy fuerte y me dijo:

Nico, tengo que contarte algo que paso muy importante - y ya empezaban a caer lagrimas de sus ojos -

Tu abuela.. 

La abuela que mama? - ya empezaba a ponerme mal-

Tu abuela falleció Nico - Largadose a llorar y abrazándome aun más fuerte. 

Yo quedé en shock unos instantes, mi cabeza se desconecto, por dentro mío rogaba despertarme,que esto fuera una pesadilla, que no estuviera pasando hasta que reaccione y me caí al piso llorando.

No mama, no puede ser, no es verdad, porque me decís eso? - ya las lágrimas eran más fuertes que yo y la voz estaba muy quebrada.

Ella abrazándome me dijo:

Es así, me hace pelota tener que decírtelo porque se como querías a tu abuela y la unión que tenían pero es así. Paso hoy a la mañana. 

Y lo siguiente que dije, mejor dicho que grite fue un NOOOOOOOOOO desgarrador y me largue a llorar en los brazos de mi mama hasta que nos metimos en el auto y fuimos a casa.

Por supuesto todo el viaje para mi ni existió, yo seguía pensando que esto no había pasado, que no era verdad, como podía ser que ayer ella había estado en mi casa tan bien y ahora esto, no estaba enferma, no tenía nada. 

Llegamos a mi casa y obviamente mi viejo también estaba hecho pelota, nos abrazamos y me quedé un rato con ellos mientras iban llegando otros familiares sin poder parar de llorar. Tras un rato mi mama me llevó a mi habitación y me dijo:

Cámbiate y trata de descansar un rato si? 

Yo no omití palabra solo tire mi mochila en el piso, cerré la puerta con llave y me tire en la cama a llorar. 

Tras un rato ahí llorando sin poder aún creer todo esto, me acordé que en la mochila tenía toda mi ropa de Mili en la mochila y decidí sacarla. Tomé el vestido y el delantal, los miré y mientras lo doblaba otra vez las lágrimas en mis ojos como sintiendo que al estar guardandolos en mi placard como hice a continuación estaba guardando también mi vida como Milagros solo deje el pañuelo sobre la cama y luego lo metí en mi bolsillo dándome cuenta que tenia su perfume, lo que imaginarán derivo en más y más lagrimas. 

Ya en la noche, todos en la familia en el velatorio, me enteré como fue que pasó todo. Mi abuela había salido a comprar cosas para esperarme a mi y en el camino un ataque al corazón le había quitado la vida y así fue como para mi era aún mayor esa tristeza que se sentía en el aire y solo pude estar un rato porque el dolor que sentía en mi pecho era tal que no podía aguantar estar allí. A la mañana fue el entierro y el dolor de saber que ya no la tendría más a mi lado hizo que tras volver a casa lo único que hiciera fuera encerrarme en mi habitación a llorar a moco tendido. Mis viejos no encontraban la forma de consolarme, sabían que yo era muy unido a ella pero ellos no se imaginaban cuanto. 

Ni mis papás ni yo cumplimos con nuestras responsabilidades laborales y escolares por unos cuantos días pero en algún momento habían que volver y así fue. Ellos al trabajo y yo al colegio. Obviamente cada uno de mis compañeros y profesores me apoyaron ante semejante pérdida y estuvieron conmigo aunque lo que yo más quería era que mi abuela fuera quien estuviese allí y no ellos. Cada día mio iniciaba abriendo el cajón de mi placard donde había guardado cuidadosamente mi vestido y mi delantal y luego si me iba al colegio con mi pañuelo, mejor dicho el suyo en el pantalón de mi uniforme en una forma de sentirla conmigo. Cuando terminaban las clases, iba directamente a mi hogar y lo peor es que si o si tenía que pasar por la casa de mi abuela que por ese momento esperaba deshabitada el saber que pasaría con ella. 

Fueron corriendo los días y mis viejos decidieron alquilar la casa de mi abuela a una de sus mejores amigas que tenía que abandonar la suya. Quien mejor que una persona conocida para alquilar y habitar ese lugar. Solo pensar en otra persona en esa casa, en no estar más ahí y ni vivir todo lo que yo allí sentía y disfrutaba era muy doloroso pero intentaba de alguna manera poder sobrellevar este dolor. 

Mi rutina era salir del colegio y llegar a mi casa y estar ahí, haciendo todo lo que tuviera pendiente, alguna que otra vez invitar a algún amigo/a del colegio pero siempre solo ya que mis papas no podían descuidar su trabajo. Una tarde al llegar me fui a mi cuarto y abrí el placard para buscar ropa para cambiarme y se me dio por abrir el cajón de Mili (como lo llame al poner allí mis cosas) y saque el baton y el delantal, ya habían pasado más de 6 meses de lo de mi abuela y sentí que necesitaba ponérmelo y así fue, chau ropa de colegio, Hola baton y delantal y así me fui a la cocina y me puse a prepararme algo para merendar y de repente al pasar por un espejo y verme reconocí en mi a mi abuela, con su vestido y su delantal y después de mucho tiempo volví a sonreír.

Y así era cada día cuando sabía que iba a estar solo en casa,llegaba y me convertía en Mili, por un rato en la soledad de mi casa, sin mi abuela pero sintienda presente y conmigo. Aunque no era lo mismo yo lo disfrutaba, lo vivía y lo sentía,era lo que me daba alegría.

Así fue pasando el año escolar, y las primeras fiestas sin ella fueron duras pero pese a la tristeza que sentía tenía que seguir adelante y esos momentos como Mili eran mi cable a tierra, mi felicidad.

Ya en el segundo año del colegio fui relacionandome mucho más con mis compañeras, esas que siempre estaban conmigo apoyándome cuando me sentía caído y me hice de muy buenas amigas con las que charlaba cosas que quizás no lo hacía con mis amigos con los que me dedicaba más a practicar deportes o jugar los juegos de moda.

Ya casi llegando a la última parte del año comenzó a gustarme una de mis amigas con la que empezamos a salir como noviecitos y siento que eso me abrió otro mundo. Muchas veces me había quedado viendo a mis compañeras con la pollera del colegio pero no mucho más que eso y el empezar a salir con Fernanda me hizo darme cuenta que miraba con mucha más atención toda la ropa femenina por la calle que la de hombre.

Los dos siguientes años fueron casi íntegramente dedicados al estudio y a la relación que ya tenía con Fer, casi que pasaba todo el tiempo junto con ella y no tenía tiempo de ser Mili, aunque ni bien tenía alguna oportunidad lo hacía sentía que dentro mío había algo que me pedía que me fuera Milagros aunque sea por un ratito y a escondidas en mi casa y aunque no sabia porque siempre estaba atenta a la ropa de mi novia, no se porque pero me encantaba chusmear su placard en esos momentos en donde me dejaba solo cuando estábamos juntos 

Antes del inicio del último año escolar la relación con Fer se tensióno mucho y nos separamos  además ella terminó yéndose de la escuela ya que su papá consiguió trabajo en Mendoza y tuvieron que irse. Otra vez la tristeza estaba en mi vida y la única manera de sacarla era llegando a mi casa después del colegio y ser Mili. Llego nuestro viaje de egresados a Bariloche y al llegar hotel me percate de la cantidad de mucamas que había, sentí que iba a ser una tortura verlas con sus uniformes todos los días sintiéndome como lo hice cuando vi a Ingrid esa primera vez. 

En una de esas jornadas sucedió un hecho que creo fue otra de esas señales que te marcan cosas. Una excursion suspendida y mientras recorría el piso del hotel donde estábamos veo a una de las mucamas entrara un cuarto, dejando la puerta entreabierta,pase y me di cuenta que era un cuarto de descanso de ellas. En mi cabeza salto una idea:

Tengo que entrar ahí - me dije a mi mismo.

Cuando la chica salió y doblo al final del pasillo, me apoye en la puerta y simule una llamada telefónica. El tiempo corría y mis nervios se acumulaban cuando otra mucama me preguntó:

Todo bien?  Necesitas algo?

No, no, es que necesito hacer una llamada y acá es el único lugar con señal que encontré - mientras mi corazón latía por temor a ser descubierto -

Al ella irse me metí al cuarto, lo cerré con llave y vi que en una de las paredes había colgado un delantal de mucama rosa. Lo agarre, y cuando gire para ponérmelo me doy cuenta que en una especie de locker había un uniforme rosa. En ese momento la locura tomó mi cuerpo, me saque la remera y el pantalón, tomé el uniforme y  me lo puse , ate el delantal y me miré, no podía creerlo:

Por fin, estoy usando un uniforme como Ingrid. - mientras observe una gamuza y un plumero -

Los tome y hacia como si estuviera limpiando, hacia de Mili y pensaba en que era mi abuela la que me daba órdenes mientras estaba así vestida.

Escuche voces y volví a la realidad, yo no podía estar allí y menos así vestida. Volví a dejar el uniforme y el delantal en su lugar, me vestí y abrí la puerta con mucho cuidado, mire y no había nadie, así que me escape a mi cuarto pero con esa foto mental que por fin había usado un uniforme de mucama.

Al volver sentía otra cosa, el usar ese uniforme abrió algo en mi. Le dije a mis papas que iba a estudiar cocina y ellos felices me dieron su apoyo diciéndome que todo lo que había aprendido con mi abuela había valido la pena (si supieran todo lo que me enseñó pensaba yo) que tenía que disfrutarlo como cuando cocinaba en casa.

Y así fue, al año siguiente me anote para cocina y fue así como fui aprendiendo a hacer distintos tipos de platos y mi felicidad se podía notar mucho. Mis viejos salieron de viaje y me pidieron por favor que fuera a cobrarle el alquiler a la amiga de mi abuela:

No, yo no puedo ir, sabes que nunca volví a ir a lo de la abuela después de lo que pasó - le dije a mi papa por teléfono 

Ya se que es difícil, pero ya es la fecha y necesito que pases por esa plata y después la deposites en el banco - me insistió mi papa.

OK, esta bien voy a ir. - dije a regadenientes porque sabía que mi papá iba a insistir hasta conseguir que vaya 

Tome valor y me dirigí a la que había sido la casa de mi abuela, en la que había pasado gran parte de mi infancia y había vivido toda esta historia y pensaba que ahora en esa casa estaba viviendo Juliana, una de sus mejores amigas, de esas que me habían visto como Mili y que desde lo de mi abuela casi yo no había visto mas. Al llegar toque timbre y espere a que alguien respondiera pero nada, toque dos veces más y de repente la puerta se abrió y allí estaba Juliana:

Hola Mili, pero que grande que estas? Hace cuanto no te veía?

Yo sorprendido por como me había llamado me quedé en silencio. 

Seguro venis a buscar lo del alquiler pasa, pasa y tomamos algo dale que hace mucho no te veo  

Entre y fue volver al pasado, casi todo estaba igual, algunos muebles que habían quedado en la casa y que me llevaron otra vez a mi infancia. 

Vení sentate que ya te traigo algo de tomar - dijo Juliana mientras entraba a la cocina -

Volvió con dos cafés y nos pusimos a charlar, de todo lo que había pasado en estos años que no nos habíamos visto y mientras miraba todo a mi alrwdedor me dice:

Si tendrás historias vos acá eh? Como olvidarme Mili cuando nos atendias tan bien cuando veníamos con las chicas. Las veces que tu abuela me contaba como la ayudabas en las casa  Me pone muy contenta de verte.

A mi también - le dije - es tan raro volver a estar acá donde viví tantas cosas con mi abuela y por sobretodo - a lo que ella me interrumpió-

Ya que viniste además del alquiler te voy a dar algo que tengo para vos - todo esto dicho mirándome a los ojos-

Quede sorprendido cuando se retiro al cuarto y volvió con un sobre en la mano cual me entregó.

Lo vi y lo único que decía era: Para Mili

Y esto ? - dije intrigado -

Es una carta que tu abuela te escribió y quedó guardada en un cajón y bueno ahora te la estoy dando  

Me temblaban las manos, rompí el sobre y abrí la carta y tan solo el arranque de la misma hizo que todo el pasado y lo que había vivido desde que ella no estaba se uniera, que todas esas señales y sentimientos eran por algo:

"Hola Milagros :

Que lindo es poder escribirte y decirte lo feliz que me hace verte tan contenta todos los días cuando estas conmigo y sos mi mucama