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De Niño a Mucama (20)

en Transexuales

Esa pregunta me descolocó completamente. Pensar que hubiera deseado con toda mi alma que esa pregunta que salía de los labios de Fernanda hubiera existido tantos años antes pero no, estaba siendo ahora, este preciso momento con mi vida como Mili en pleno auge y me dejaba completamente en offside porque no sabía o mejor dicho no me salía una respuesta 

Dale Mili, me vas a decir que no te gustaría ponerte mi vestido? En serio te lo pregunto. Queres ponerte mi vestido?

Sentí un calor que me corría todo el cuerpo, me imaginaba toda roja y la sonrisita que se vislumbraba en el rostro de Fernanda era claramente notoria que era por mi estado al no responderle.

Ella fue acercándose a mi lentamente, yo sinceramente estaba dura cual estatua en la puerta. No hacía nada, ni intentaba salir ni tampoco responderle. Cuando ella estuvo a metros mío agarro mi mano, cerró la puerta del cuarto con llave y me llevó hasta su cama. Allí me sentó y comenzó a tomar su desayuno mientras me hablaba y yo en silencio.

Que rico desayuno Mili, la verdad te destacas mucho como empleada doméstica - me dijo con una simpleza absoluta 

Muchas gracias señorita Fernanda... - comencé a decirle hasta que me interrumpió.

Pero por fin pensé que te habían comido la lengua los ratones chiquita - con una leve sonrisa-- lo digo en serio la verdad nunca me imagine verte en esta situación y darme cuenta con el entusiasmo, el empeño y el amor con el que desarrollas tus tareas por como te vi desempeñarte durante la cena  jamas me hubiera imaginado que eras tan buena mucama Andres.

Mi.. - iba a corregirla cuando con su dedo tapo mi boca y continuo. 

Si ya se Milagros es tu nombre discúlpame es que aun me cuesta pero ya me va salir tranquila linda. Eso si decime Fernanda no me digas señora porque me haces sentir vieja además nos conocemos hace muchos años nosotras.

Bueno esta bien Fernanda - fue mi respuesta.

Al terminar su desayuno y cuando pensaba tomar la bandeja e irme del cuarto ella me vuelve a mirar y me re pregunta :

Mili, vas a querer probarte mi vestido al final??  - poniéndome una carita de que por favor lo hiciera y se ve que logro su efecto en mi.

La verdad es que si, me encantaría  Es hermoso y si vos me lo permitís?

Pues claro que te lo permito además me encanta que ya me trates de vos hermosa. Vení que te ayudo a ponértelo - y otras vez esas palabras que tanto hubiera deseado escuchar años atrás, las tenía ahora justamente para disfrutar el momento.

Me levanto y se puso detrás mío, me desató el delantal y comenzó a desabrocharme el uniforme. Al verme el conjunto rosa de encaje que tenía abajo me miró y me dijo :

Que gusto maravilloso que tenes para la ropita interior mi amor. 

Tomo su vestido y me lo coloco. El tiempo había hecho su paso en nosotros yo era un poco más alto que ella por lo que el largo de vestido era completamente distinto a como le quedaba a ella. Mi altura hacia que la pollera tableada del vestido tapara apenas mi cola y ella me lo hizo notar al llevarme a que me vea frente al espejo del cuarto. 

Que sensación maravillosa tenía yo al por fin estar usando una prenda suya. Tantos años imaginando en nuestro noviazgo en secundaria lo que sería poder usar alguna de sus prendas tan lindas o mismo su uniforme de colegiala, ese mismo que ya había podido usar gracias a que Daniela me lo había prestado.

Que hermosa me veía aunque que lastima que me quedara tan corto de abajo pensaba mientras Fernanda me apreciaba. 

Te queda hermoso, lastima que te queda corta la parte de la pollera - dijo mientras se acercaba e intentaba ver si podía bajarla un poco más.

En esos intentos más de una vez me rozo la tanguita que tenia puesta y tocaba mi miembro allí escondido aunque parecía que era solo una cuestión del intento por bajarme la pollera del vestido. Tantas veces lo hizo que ese roce casual o no generó en mi una exitacion que no podía parar al tenerla ahí casi arrodillada delante mío y paso lo impensado. Mi miembro como aquella vez con Javier se volvió a parar y Fernanda en casi un primer plano no pudo o mejor dicho no quiso evitar hacer acotaciones al respecto.

Opa opa parece que a alguien le gusta mucho esta situación - me dijo mientras con su mano tomaba mi miembro por sobre la tela de mi tanguita.

Otra vez no sabía que decir. No me salían las palabras y no sabía si quería frenarla realmente. Ella actuaba con maestría, la misma que me mostraba en su momento cuando fuimos novios. En este caso levantó la pollera del vestido y la enrollo dejando la imagen de mi miembro completamente parado haciendo fuerzas por salir de mi ropa interior. 

Ella se acercó y lo miró, uff que grande que está , hasta parece más grande que antes cuando eras Andres. Se ve que ser Mili y usar mi ropita te puso  bah mejor dicho la puso loquita y al terminar de decirlo me baja la tanguita y toma mi pene y lo lleva directamente a su boca.

Sentí que moría en ese instante. Fue una locura sentir su boca sobre mi pene. Ella se desempeñaba con elegancia succionando mi miembro con locura. Una y otra vez mi miembro salia de su boca y yo absorto miraba y disfrutaba todo viendo el reflejo que daba el espejo donde hace minutos había estado viendo como me quedaba el look con su vestido. 

Tras un rato chupando, me tiro en la cama y directamente se puso sobre mi. Corrió su tanguita y así nomas se ensarto mi miembro. Saltaba y saltaba sobre mi. Tomaba mis manos y la llevaba a sus pechos. Ella tocaba los míos y disfrutaba y gritaba.

Si Andres dame todo. Dame toda tu pija, no sabes cuanto tiempo espere esto. Las ganas que tenía de volver a tener tu pija para mí. No me importa nada. No me importa que seas Mili ni mucama yo quería esto. Sentirte otra vez dentro mío.

Yo en silencio y sin inmutarme siquiera veía el accionar de Fernanda en modo rememorando viejas épocas pero sin mostrar algún sentimiento de placer. Sólo me veía con el vestido enrollado y la tanga por las rodillas y ella saltaba sobre mí y disfrutaba.

Luego de un rato a puro salto y grito de su parte. Ella se levantó y se puso al borde de la cama y comenzó nuevamente a chuparmela. Lo hacía con una locura y un grado de velocidad increíbles. Podía sentir que en cualquier momento iba a acabar. No me dejó avisarle. En una de esas entradas y salidas de mi miembro de su boca me grito, dale acaba Andres, yo se que queres acabar, te conozco y nuevamente se la engullo y en ese momento yo empecé a largar todo mi semen, mucho del cual fue a su boca y el restante iba directo a partes de su cara.

Ella se levantó y fue al baño. Yo quedé exhausta en la cama sin poder reaccionar de todo lo que había pasado. Cosa que cambió al momento de verla volver a la habitación. Estaba solamente con la ropa interior puesta. Ya no tenía el baby doll pero había algo que destacaban claramente y era la cinturonga que tenía colocada. Era la de Daniela, la que había usado aquella tarde con Javier, al verla no me quedó ninguna duda. Ante mi sorpresa inicial Fernanda agregó.:

Yo ya disfrute, ahora te toca disfrutar a vos Mili.

Ella se acercó lentamente hacia la cama y podía ver como esa cinturonga se veía cada vez más grande al paso que ella se acercaba a mi lugar. Notaba un brillo particular que no había notado aquella vez cuando Daniela la uso con Javier. 

Ella me levantó de la cama,, me tomó del cabello y con suaves caricias me hizo ir dándome cuenta que debería arrodillarme ante ella. Me volvió a mirar y me dijo:

Disfruta Mili  es toda tuya. 

Empecé a chuoar y le sentía un sabor raro, estaba como húmeda y al ver mi cara ella comentó.

Se ve que te diste cuenta que esta húmeda no linda? Aproveche el semen que quedó en mi rostro para mojarla un poquito y que se sienta más real aún.

No se porque motivo pero cuando me dijo eso me dedique con muchas ganas a la chupada. Con una velocidad increíble como si fuera una pija de verdad,como si fuera la de Juan.

Ella tomaba mi cabeza y guiaba esa chupada con una maestría. Recordé en ese instante esos momentos en cuando éramos novios y era ella que estaba haciéndome sexo oral y yo la guiaba tomando su cabeza. 

Dale Mili, que bien que la chupas mi amor. Sos toda una experta  - esa y muchas otras frases que me volvían loca en el momento en el que me encontraba. 

Tras estar un rato chupando, ella se separa de mi y me dice: 

Ponete en cuatro Mili, ahora te toca disfrutar a vos. 

Instantaneamente me puse sobre la cama entregándole mi culito son dudar. Ella se acerco y comenzó a hacer un toqueteo de la zona mi colita. 

Apa mírate vos Mili, la mucamita ya tiene bastante abierto el culito y ya está casi esperándome. 

Tomo una crema y embadurno un poco más la cinturónga y se puso detrás mío y comenzó a hacer la penetracion. Primero despacio y suave hasta ver que ya estaba preparada para comenzar un entra y sale que sinceramente era maravilloso. 

Como gozaba cads vez que la sentía entrar y salir. Era una locura y más allá que no era una pija real se sentía completamente igual. Era como tener la de Javier adentro mío y yo estaba como loca gritando y disfrutando el momento mucho más aún cuando veía la situación reflejada de ver que quien me estaba penetrando era Fernanda, mi ex. 

Si, si no pares por favor seguí seguí. No pares. Ufffff me encanta no pares por favor. 

Claro que no voy a parar mi amor. Quiero verte disfrutar. Quiero ver como gozas. Quiero romperte el orto y verte gozar como siempre quisiste. Verte disfrutar siendo la nena que siempre quisiste ser cuando estabas conmigo. 

Y sinceramente era verdad. Siempre pensé en esa época cuando usaba la ropa de mi abuela y era su mucama, en como sería si ella lo supiera, si ella me aceptara así con mis deseos de ser mucama y como disfrutaba serlo y las ganas que me daban de usar su ropa. 

Si, dale romperme toda haceme tuya. Soy tuya mi amor. Toda tuya. 

Y en ese mismo momento en que esa última entrada y salida de la cinturónga en mi colita genera un nuevo y terrible orgasmo en mi sin siquiera haberme tocado, Daniela entraba al cuarto, porque había escushdo los gritos y parte de mi demen cayó en su pierna. 

Uffff Mili se ve que te gustó mucho que Fernanda te hiciera la colita y agregó viste Fer que yo te dije que la cinturónga te iba a servir.

Cai rendída en el piso y sin saber aún porque me dirigí hasta los pies de Daniela y con mi lengua limpie los restos de mi propio semen de su pierna. 

Muy bien chiquita, siempre tan servicial y limpiando como corresponde. Que gran mucama sos Mili  - sentenció Daniela al momento que el cansancio o el agotamiento pudo más en mi que caí casi desmayada en el piso.