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De Niño a Mucama (32)

en Transexuales

Simplemente estaba ida. Todo lo que Juliana me había contado y ahora que estuviera charlando y contándole anécdotas de mis primeros días como mucama a Daniela me llevaban al pasado.

Cuando salí con las bandejas para servirlas, Juliana me observo de arriba a abajo y sin sacarme los ojos de encima le dijo a Daniela :

Exactamente igual a esos primeros días con tu abuela aunque ahora sin el baton, uniformada como debe ser toda una mucama.

Daniela sonrió y me miró, mientras tanto yo toda sonrojada dejaba la bandeja, servía y me retiraba a la cocina.

Y así paso la tarde hasta que la señora Juliana se retiro. Anécdota va y viene mientras yo no sabía dónde meterme. 

Fueron pasando los días y allí estaba yo orgullosa, feliz de mis logros como sirvienta pero sobre todo imaginando que mi abuela estaría feliz de verme en mi presente. No sé si fue tanto pensamiento en ella que una noche la soñé. Yo se que dirán que estoy loca pero el sueño era demasiado real, demasiado físico. 

Estaba sola en lo de Daniela uniformada, y sonaba de repente el timbre. Me dirigía a la puerta porque nadie contestaba el portero y veía una persona de espaldas. Cuando abrí la puerta me encuentro a mi abuela frente a mi observándome. Luego de un rato de silencio su voz.

Hola Mili, acaso no vas a invitar a pasar a tu abuela a tu trabajo. 

Yo la abrazaba y puedo jurar que sentía su perfume. Tocaba su piel. Su ropa. Tenía un baton puesto.

Al pasar le mostraba la casa donde estaba sirviendo y ella miraba todo pero por sobre todo me miraba a mi y podía notarlo. Luego tomábamos un café y charlábamos como siempre lo habíamos hecho. En un momento ella se levantó y me hizo levantarme con ella. Me tomó de las manos y me miró a los ojos.

Milagros, estoy tan feliz de verte como mujer y como una mucama. Cumpliendo el deseo que siempre tuviste. Hoy estás aquí uniformada y trabajando cama adentro siendo toda una sirvienta y estoy orgullosa de haberte formado como tal. 

Comencé a llorar y ella tomó de mi uniforme, su pañuelo, el que había sido suyo y me había obsequiado para secarme las lágrimas. Me volvió a abrazar fuertemente y al oído me dijo.

Preciosa, siempre supe que ibas a ser una mujer hecha y derecha y que estabas nacida para servir. Sos desde siempre, desde esa primera vez con mi baton y mi delantal una mucama hecha y derecha. Si Mili, sos una mucama y cumplís tu sueño y esto lo serás siempre porque lo sientes y eres feliz siéndolo. 

Luego de eso ella se separaba de mí y se fue rápidamente hasta la puerta. Yo me quedé en silencio viendo como se iba, llorando pero feliz de lo que me había dicho. 

Lo sorprendente de todo este sueño es que al despertar en mi mesita de luz tenía el pañuelo que le había pertenecido y que estaba como mojado en algunos sectores con un poco de maquillaje como si realmente lo hubiera usado conmigo. Lo más increíble es que el pañuelo yo lo había dejado en el bolsillo del uniforme que tenía preparado para usar al día siguiente y nunca lo había llevado a mi mesa de luz. 

Ese sueño fue un llevarme el animo a 200 %. Preferí guardarmelo para mi, incluso hasta el día de hoy sigue siendo un secreto. Decidí mantenerlo para mi. 

Una tarde salí a comprar. Empecé a caminar por el barrio y mientras iba al supermercado recibí una sorpresa inesperada. Mientras caminaba tranquila recibí un baldazo de agua fría. Sorprendida y sin entender nada. Toda mojada miré que había pasado y me encuentro a una joven mucama que se me acercaba pidiéndome disculpas una y otra vez. 

No sabía dónde meterse, pobre estaba angustiadisima casi llorando porque estaba en sus primeros días como mucama y que le pase esto. Miraba para todos lados y no sabía dónde meterse. Me dio una pena terrible. 

Después del 15° pedido de perdón la mire y le dije que se quedara tranquila que no pasaba nada. Ella me invito a pasar y me ofreció una toalla para secarme..

Perdóname en serio, no era mi intencion mojarte. Soy nueva como te dije no mire si venia alguien y tire el baldazo. 

No me tenes que pedir disculpas... - Me quedé en silencio porque no sabía su nombre- me llamo Milagros vos como te llamas? 

Juliana me llamo yo y perdón de nuevo Mili. - con una dulzura que me compro totalmente. 

Le sonreí mientras me secaba. Cuando termine me llevo hasta su cuarto y me dijo vení te presto uno de los míos no podes irte con este todo mojado. Me ofreció uno celeste con lunares blancos hermoso y soñado. Me pidió que le deje el mio así me lo lavaba. 

Me invito un café y me paso su número de teléfono y yo el mio. En esos minutos de charla puedo decir que nos hicimos amigas. Le dije que cualquier cosa que necesitara podía contar conmigo para aconsejarla. 

Me fui y realice las compras. Mientras volvía me miraba en las vidrieras y veía lo bien que me quedaba el uniforme. Ya en mi hogar cuando Daniela me miro sorprendida por estar uniforme que usaba. Ella me había visto irme con el negro y volvía con uno celeste. Le conté lo que paso y nos reímos juntos. 

Al día siguiente le mandé un mensaje a Juliana y fui a buscar el uniforme. Sinceramente su uniforme me había encantado. Al llegar le dije que le ofrecía uno mio por el de ella si es que estaba de acuerdo. 

Y me parece lo correcto después de que te empape amiga - mientras sonreía simpáticamente. 

Salimos de su casa aprovechando que no había nadie y vino a lo de Daniela. Entró y se sorprendió de la cara y de que yo sola pudiera con todo. 

Es enorme Mili, vos podes con todo esto? 

Es complicado pero puedo. 

Que hermoso lugar. Y como conseguiste este trabajo? 

Me puse a pensar, tendría que ser sincera y contarle la verdad no? Por un lado mi cabeza decís hacelo. Por otro pensaba si era lo correcto. Entre pensamientos me habré quedado un tiempo en silencio y concentrada. 

Ese silencio que se vio roto con su pregunta. 

Mili, pasó algo? Estas bien?