Esa imagen de Nacho sobre mi cama dormido y con mi ropa puesta no se salía de mi mente. Intentaba dormir pero una y otra vez daba vueltas en la cama sin poder pegar un ojo porque no sabía que hacer, como actuar, si contar o no contar lo que había descubierto esa noche. Así fue pasándose toda la madrugada y sin poder cerrar un ojo en toda la noche y ya cuando vi que el reloj marcaba las 06 am me levante y me vestí para comenzar a cumplir las labores que me corresponden en la casa.

Ya uniformada y lista me dirigí a la cocina y comencé a preparar el desayuno. Minutos antes de ya tener todo listo fue Daniela la primera en pisar la cocina y verme.

Hola Mili como estas? Cuando llegaste?.

Anoche señorita, luego de despedir a mis padres vine directamente para aquí - y aunque en ese momento estábamos a solas no me anime a contar lo que había descubierto al llegar.

Daniela fue hacia la mesa y yo terminé de preparar todo para ya servirlo. 

Cuando entro al comedor veo que ya Laura y Nacho estaban en la mesa y el nene estaba con un carita de sorpresa y felicidad de volverme a ver en la casa hasta el momento en que su madre me preguntó..

Que gusto. Mili que hayas vuelto. Cuando llegaste??

Anoche en la madrugada señora ya lista y preparada para hoy volver a trabajar. 

En ese momento la carita de felicidad de Nacho se transformó en una cara llena de miedo. Seguramente al escucharme se dio cuenta que quien lo había descubierto era yo. 

El desayuno paso rápido tanto como todos los días subsiguientes donde veía como Nacho no se acercaba a jugar conmigo sino que se quedaba encerrado con sus juegos en su habitación. Eso sí cuando yo por alguna razón quedaba cerca de su mamá o de su tía y ellas me daban charla siempre estaba vigilando la zona o estaba ahí mismo buscando saber si yo les decía algo sobre lo sucedido. 

Yo no sabía que hacer sinceramente. Más con mi historia de vida no quería que se tomara como que yo buscaba hacer lo mismo que me había pasado a mi con el. Más tomando en cuenta que su mama si sabe mi vida pasada pero el no.

Tras varios días tome la decisión de afrontar el tema con Daniela así que aproveche un momento en donde Laura y Nacho habían salido para poder hablar a solas con mi patrona. 

Señorita Daniela debo hablar un tema importante con ud, puede darme unos minutos? - le pregunte mientras la abordaba en el comedor.

Si linda, decime. - fue su respuesta imagino pensando en que el tema era alguna tontera.

Señorita tengo que contarle algo importante. La noche en que yo regrese obviamente entre a escondidas a la casa porque obviamente toda mi ropa de Mili estaba aquí.

Si y que paso Mili? Te vio alguien entrar ? Algún vecino ?

No señora, no me vio nadie, todo lo contrario, lo que yo le quiero contar es algo que vi yo. 

Que viste Mili? Dale decimelo.

Bueno es que señorita es difícil. Entre a la casa y me fui rumbo a mi cuarto. Me llamó la atención ver que la luz de mi habitación estuviera encendida. La puerta estaba entreabierta y cuando me asome veo a Nacho, su sobrino en mi cama...

Es que te extraño mucho el, siempre estaba preguntandole a Nati y a mi y a su mama cuando volvías. - me interrumpió Daniela sin imaginar lo que venia.

Es que señorita, yo lo vi en mi cuarto si, pero el estaba recostado, dormido pero con una tanguita y un desaville mio puestos. 

Que? Como que estaba así? Segura Mili?? - fue la reacción de ella sin entender de qué le hablaba.

Si señorita, yo no sabía que hacer. Me sorprendi también. Estaba muy tranquilo allí y yo no podía entrar así como Andres y que el me descubriera bah mejor dicho que ambos lo hiciéramos. 

Peor como puede ser, no te puedo creer. No es que no te crea a vos pero no puedo creer la situación y que Nacho haya estado ahí y así vestido con tu ropa. 

Y yo menos señorita, yo se que el me tiene mucho cariño pero nunca me imagine que usara mi ropa. 

Y pero como hiciste para cambiarte y eso ?

Fui al baño, golpee fuerte la puerta y abrí la ducha. Se ve que esos ruidos los despertaron y ante el riesgo se ser descubierto se saco todo y se fue de mi habitación dejando todo ahí tirado. Yo ya luego entré y me cambie por si volvía a mi habitación ya me vería a mi y se iría.

Que locura esto Mili que me contas. Pero seguro debe ser que el es chico y te extrañaba y está en una edad donde todo le llama la atención y bueno habrá querido probar. Vos también lo hiciste alguna vez con mi ropa pillina.- me dijo mientras sonreía.

Si lo hice pero necesitaba decírselo porque tenía miedo que si se enteraba por otra parte o pensaran que yo influenciaba al chico con mi historia de vida.

Tranquila chiquita no pasa nada. Jamás pensaría así de vos. Anda a descansar ahora. 

Fueron pasando los días y nuevamente Nacho se fue acercando a mi yo nuevamente lo trataba como siempre más allá que Daniela me había prometido no decir nada, ya que creía que era un suceso de su edad, y todo parecía estar tan tranquilo y normal como siempre. Pero siempre está ese dicho de la calma que antecede al Huracan.

Ya en los primeros días de diciembre con Nacho de vacaciones y Laura trabajando junto con Daniela fuimos al supermercado a hacer la compra del mes. Al volver y luego de ordenar todo me fui rumbo a mi cuarto para agarrar ropa y darme una ducha por que sinceramente hacía mucho calor y lo habíamos sufrido en la vuelta a la casa y al entrar y querer sacar mi ropa interior me encuentro el cajón todo revuelto y desordenado claramente. Yo soy sumamente ordenada al borde de la obsesión con toda mi ropa y ese desorden tenía un solo motivo y un solo culpable. La única persona que estaba en la casa era Nacho. Me enoje. Salí rumbo al comedor a buscar a Daniela y allí estaba Nacho mirando la tele y diciéndome que Daniela se había ido a buscar a su mamá al trabajo.

Mire su cara y denotaba un cierto nerviosismo. Yo estaba molesta pero no podía agarrarmela con el así en ese momento. Me calme y fui a darme la ducha buscando relajarme y luego de un rato largo bajo el agua salgo ya cambiada rumbo a mi cuarto y cuando me iba a dedicar a reordenar mi cajón de ropa interior lo abro y lo encuentro ordenado o al menos acomodado. Sentí que el se percato que como no llego a ordenar el cajón si yo lo abría me daría cuenta y por eso durante mi baño fue y lo acomodo como pudo para dejarlo ordenado.

No sabía que hacer, ya lo había hecho dos veces y anda a saber si no lo había hecho abras en ese tiempo que yo estuve de "vacaciones". Traté de pensar en lo que me había dicho Daniela que esto podía ser una etapa de su crecimiento y me calme y decidí no contarle nada de este suceso, aunque sin embargo se cruzaba en mi cabeza la idea de agarrarlo infraganti, el tema era como.

Durante los siguientes días busque seguir todo exactamente igual como estaba. Buscando que el no sospeche nada que yo había descubierto su nueva intromisión en mi cuarto. Pasaron los días y mientras tanto pensaba y pensaba la forma de descubrirlo con las manos en la masa. 

Aprovechando el trabajo de su madre y el de Daniela ambos estábamos solos en la casa. Daniela se había olvidado unos papeles de su trabajo que aunque no eran necesarios me vinieron como anillo al dedo. 

Me acerque a su cuarto y el estaba con los jueguitos..

Nacho mira que voy a llevarle estos papeles a Daniela a su trabajo que los necesita. En una hora y monedas estoy de nuevo. 

Bueno Mili dale. 

Portate bien eh. 

Cuando me porte mal yo Mili - me dijo sonriéndome - 

Me fui rumbo a la puerta de calle y cerré la puerta fuerte. Aunque nunca me fui. Fue la distracción perfecta. Me escondí en el guardarropa de la sala. Desde ahí observe como se acercó a la cocina y a la puerta como comprobando que yo no estaba y volviendo a su cuarto. 

Un rato después vuelve y ante mi sorpresa lo veo con un juego de tanga y corpiño mío y mi desaville rosa en la mano. Se lo puso y caminaba por tdpo el comedor. Se miraba y tenía una sonrisa como que esto de estar con mi ropa le encantará. Fue pasando el tiempo y Nacho estaba hipnotizado viéndose y así me tenía a mi que no podía creer todo esto. El miró el reloj y vio que ya era la hora en que yo debía volver y se fue rumbo al cuarto, era el momento y yo me di cuenta. Salí del guardarropa, lentamente y sin hacer ruido fui rumbo a mi cuarto. La puerta estaba entreabierta y me moví rápidamente para entrar y encontrarlo en el momento justo y no me equivoque. 

La puerta se abrió y ante mi la imagen de Nacho aún con mi juego de ropa interior puesto mientras guardaba el desaville y en su vision la sensación que había sido descubierto. 

Nacho que estas haciendo? Por que estas en mi cuarto y usando mi ropa? 

El me observo, sorprendido de mi presencia allí y solo atino a decirme. 

Mili, yo yo...  Y ese intento de respuesta se transformó en un llanto incontrolable allí, en el piso de mi habitación ante mi y usando mi ropa interior sin saber claramente que pasaría de ahora en más...